REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

SOCIEDAD “LANAR”

 

 

 

Gervasio Portilla | 10.01.2024


 

 

 

La implementación de regímenes dictatoriales de facto, cada vez parece más fácil.

Basta con la colaboración de una gran parte de los medios de comunicación, que en temporadas largas, hagan de “martillo” mañana, tarde y noche, para que en poco tiempo una gran mayoría, haga lo que al dictado han querido desde el poder.

Es un comportamiento “lanar” en una sociedad en la que desde los propios medios, en vez de fortalecer el debate sano, se hace todo lo contrario. se coarta toda disidencia y se crea una especie de “apartheid” social.

Se impone así, poco a poco, comportamientos sociales interesados.

Si por ejemplo en los próximos meses nos dicen que debemos ir vestidos de traje con perdón de “lagarterana”, todos obedecemos y sumisos no desentonamos, porque así no salimos del rebaño y nadie nos criticará.

Se debiera tener en estos tiempos, un respeto intelectual a la persona que discrepa y que de forma acertada o no, defiende sus ideas contracorriente, sin embargo, corre riesgo de ser clausurado, e incluso difamado.

Es decir, se nos impide incluso el derecho a equivocarnos por nosotros mismos.

Al hilo de todo ello, un ejemplo claro, es la obligatoriedad impuesta por el Gobierno de usar mascarilla en Hospitales y Centros Médicos.

Da igual, que las evidencias científicas, cuestionen que las mascarillas logren evitar el contagio de virus, da igual, que como algunos estudios revelan el uso continuado de la mascarilla causa daños en el organismo, especialmente en los menores de edad, da igual, que en la última revisión de Cochrane, que recoge los resultados de 78 estudios sobre el uso de la mascarilla y su efectividad, no hay diferencia entre llevar una mascarilla quirúrgica y no llevarla; en realidad todo da igual; lo importante es la imposición, y los intereses que puedan existir detrás de todo ello.

Hasta hace unos pocos años, el uso de las mascarillas no era recomendable y se dejaba para momentos concretos en intervenciones quirúrgicas, pero a raíz de la pandemia y su “locura” se quiere hacer creer, que sirven para algo, aunque los resultados, en lugares donde no se implementó el uso de la mascarilla fueran similares o mejores que donde se obligó a su uso.

La búsqueda de la verdad, en este caso, de la verdad científica, está siendo suplantada por la voluntad de un clase política en manos de intereses que al menos levantan sospechas.

Lo dicho: Se avanza sin darnos cuenta a un control total del individuo. Pobres generaciones del futuro.

 

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista