Colaboraciones

 

La activa, responsable y generosa participación de todos en la vida de un sistema político democrático

 

 

 

05 noviembre, 2025 | Javier Úbeda Ibáñez


 

 

 

 

 

Las actuales sociedades democráticas, en las que loablemente (Cfr. Concilio Vaticano II, constitución pastoral Gaudium et spes, n 31; Catecismo de la Iglesia católica, 1915) todos son hechos partícipes de la gestión de la cosa pública en un clima de verdadera libertad, exigen nuevas y más amplias formas de participación en la vida pública por parte de los ciudadanos, cristianos y no cristianos. En efecto, todos pueden contribuir por medio del voto a la elección de los legisladores y gobernantes y, a través de varios modos, a la formación de las orientaciones políticas y las opciones legislativas que, según ellos, favorecen mayormente el bien común (Cfr. Concilio Vaticano II, constitución pastoral Gaudium et spes, n 75). La vida en un sistema político democrático no podría desarrollarse provechosamente sin la activa, responsable y generosa participación de todos, «si bien con diversidad y complementariedad de formas, niveles, tareas y responsabilidades» (Juan Pablo II, exhortación apostólica Christifideles laici, n. 42, AAS 81 (1989) 393-521. Esta nota doctrinal se refiere obviamente al compromiso político de los fieles laicos. Los Pastores tienen el derecho y el deber de proponer los principios morales también en el orden social; «sin embargo, la participación activa en los partidos políticos está reservada a los laicos», Juan Pablo II, exhortación apostólica Christifideles laici, n. 69. Cfr. Ver también Congregación para el clero, Directorio para el ministerio y la vida de los presbíteros, 31-I-1994, n. 33).