EL EVANGELIO DEL DOMINGO

 

 

por Gervasio Portilla García

23.06.2024


 

XII Domingo del Tiempo Ordinario (B)

 

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (4, 35-41)

 

Aquel día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos:

― «Vamos a la otra orilla».

Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. Se levantó una fuerte tempestad, y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido sobre un cabezal.

Lo despertaron, diciéndole:

― «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?».

Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar:

― «¡Silencio, enmudece!».

El viento cesó y vino una gran calma.

Él les dijo:

― «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?».

Se llenaron de miedo y se decían unos a otros:

― «¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar le obedecen!».

 

Palabra del Señor

 


 

COMENTARIO:

 

El Evangelio de este Décimo Segundo Domingo del Tiempo Ordinario, recoge la escena de la tempestad y la acción reparadora del Señor.

Se destaca, no el poder maravilloso de Jesús, sino más bien la fuerza de la fe de los discípulos. Hay discípulos que no soportan el aparente silencio de Dios: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?».

Jesús, les echa en cara una fe débil y que se acobarda ante las dificultades.

Lo mismo nosotros en la vida actual, muchas veces actuamos con cobardía, por lo que tenemos que actuar pidiendo la fuerza del Espíritu para que nos fortalezca.

 

 

Hasta el próximo Domingo si Dios quiere. Paz y bien.