EL EVANGELIO DEL DOMINGO
por Gervasio Portilla García
15.01.2017
II Domingo del Tiempo Ordinario (A)
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (1, 29-34)
En aquel tiempo; al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
̶ «Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Éste es aquél de quien yo dije: "Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo." Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel.»
Y Juan dio testimonio diciendo:
̶ «He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: "Aquél sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo." Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.»
Palabra del Señor
COMENTARIO:
En este Segundo Domingo del Tiempo Ordinario, vemos la confianza absoluta de Juan el Bautista en Jesús, tenía claro que aquel que estaba ante él era el Inocente sin mancha; Dios encarnado.
Juan, es consciente también que Jesús es el que ha de bautizar con Espíritu Santo.
Cristo, quiere mostrarse vulnerable a través de su amor, su capacidad de amar infinita nos asegura a nosotros la vida eterna, basta con seguirle de corazón, abrazando el bien y rechazando el mal.
Es verdad que queremos seguir a Jesús y lo hacemos a medias, no somos capaces de ser constantes, por ello desde nuestra imperfección debemos de pedir cada día la fuerza del Espíritu, sin ella poco o nada somos.
Hasta el próximo Domingo si Dios quiere. Paz y bien.