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Argüello responde a esta pregunta: ¿Hay que hablar de política en las homilías?
18/12/25 | Zenón de Elea
Antonio María Rouco Varela, Luis Argüello y
José Antonio Martínez Camino en la presentación del libro.
Foto: Marta Santín / Religión Confidencial.
La presentación en Madrid del libro "El Señor nos lleva de la mano.Homilías privadas" (Ediciones Encuentro), una obra póstuma que reúne las homilías más íntimas e inéditas del Papa Benedicto XVI, acto que organizó la Fundación NEOS, tenía todos los ingredientes para ser un acto relevante.
Primero por el libro en sí; segundo por contar con dos ponentes de lujo: un coloquio entre el presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello y Joseph Weiler, profesor y primer judío galardonado con el Premio Ratzinger en 2022 y gran amigo de Benedicto XVI. Dos perfiles intelectuales sólidos, llamados a dialogar sobre fe, cultura y sociedad.
Pero más allá de este evento, era inevitable que sobre el auditorio planeara otra cuestión. Un interés particular en saber si Argüello iba a hacer referencia o alguien le iba a preguntar sobre el tema de esta semana: las declaraciones de Mons. Argüello a La Vanguardia,que, sobre la deriva política actual sentenció con claridad: “Cuestión de confianza, moción de censura, o ir a elecciones”. Después, ya sabemos lo que vino, un cruce de acusaciones vertidas por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez y el ministro de la Presidencia, Felix Bolaños.
Bolaños le acusó de romper la neutralidad institucional de la Iglesia y de abogar por el fin de la legislatura. Argüello respondió en su cuenta de X con un mensaje que fue mucho más allá de la coyuntura: “Ante el respeto a la vida y su dignidad, la comprensión y el apoyo a la familia en la vivienda y la educación, la acogida de inmigrantes, el servicio a los pobres, la libertad religiosa y de conciencia y el respeto a las reglas básicas del Estado de Derecho, no soy neutral”.
A la refriega se sumó el presidente del Gobierno. Pedro Sánchez, en un mitin en Badajoz, cargó duramente contra los obispos, invitó al presidente de la CEE a presentarse a las elecciones bajo las siglas de Abogados Cristianos y sentenció que la época en la que los obispos intervenían en política “terminó con la llegada de la democracia”. Lo contamos también en Religión Confidencial.
Con este cruce de acusaciones, era lógico que hubiera expectación por ver a Argüello en público.
Por eso, el interés del acto no se limitaba al libro, que Paco Serrano acaba de reseñar en Religión Confidencial. Quienes esperaban un tono combativo se equivocaron. En el coloquio, el presidente de los obispos españoles se mostró comedido, aunque no ajeno al contexto ideológico y secularizado de España.
Señaló, por ejemplo, que “el propio progreso está en crisis” y que, frente al espíritu de la cancelación y a la tentación de construir la esperanza desde la ideología, las homilías de Benedicto XVI “nos ayudan por contener una especial belleza”.
La pregunta clave llegó de la mano del moderador, Isidro Catela: ¿hay que hablar de política en las homilías? Argüello respondió. En la homilía —dijo— se comenta la Palabra de Dios, una Palabra que ayuda a situarnos en el tiempo con esperanza en el Reino de Dios. Por eso se habla de la Doctrina Social de la Iglesia y del bien común. Ese “coloquio entre la sagrada dignidad de un hombre, que es Cristo, y la comunicación” provoca una educación evangélica que tiene consecuencias sociales.
“La homilía es una educación evangélica que tiene consecuencias para la polis, para la ciudad”, afirmó. "El problema —añadió— es que hoy lo político está secuestrado por las formas contemporáneas, por la partitocracia, cuando política es, en su sentido más noble, todo lo que tiene que ver con la ciudadanía".
Porque para Argüello, entiendo, hablar de política no es hacer propaganda ni dictar consignas partidistas. Es recordar que la fe cristiana no se vive al margen de la realidad, que la dignidad humana, la justicia y el bien común tienen implicaciones públicas. Benedicto XVI lo hizo con hondura y sin estridencias.
Argüello, en medio de la tormenta, ha recordado que la neutralidad absoluta no existe cuando están en juego los fundamentos de la convivencia. Y eso, guste o no, también interpela desde el púlpito.
Por cierto, la foto que encabeza este artículo es también significativa por muchas razones que no vienen al caso: Rouco y Martínez Camino acompañaron a Argüello en la presentación del libro.
Coloquio entre Joseph Weiler y Luis Argüello
en la presentación del libro de las
homilías inéditas de Benedicto XVI.