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La verdad sobre un ministerio gratuito: la Asociación Internacional de Exorcistas desenmascara un bulo persistente

 

 

 

04/09/25 | Zenón de Elea


 

 

 


Rito de Exorcismo.

 

 

 

Las fake news y los bulos se difunden con una rapidez inusitada. Y lo peor es que mucha gente da crédito a esas mentiras. La última: que los sacerdotes exorcistas católicos cobran por sesión, hasta 500 euros en algunos casos, pudiendo ganar 12.000 euros al mes.

La reciente nota de prensa de la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE), fechada el 1 de septiembre, es un soplo de sentido común en medio del rumor: el bulo se extiende desde 2017 según algunos medios transalpinos: porque ni ganan hasta 12.000 euros al mes, ni mucho menos 500 euros por sesión. 

Desconozco si otros "expertos" (por calificarlos de algún modo un tanto irónico) en esta materia que no sean católicos y que dicen pertenecer a alguna asociación pseudoreligiosa cobrarán algo; pero desde luego, los católicos ni de lejos. 

El comunicado de la AIE no se anda con medias tintas: ese mito del exorcismo como lucrativo “ministerio” es simplemente falso. Al contrario, “la realidad es bien otra y así debe permanecer: la absoluta gratuidad del ministerio exorcístico”, dice la AIE. Y es que es fundamental preservar la dignidad del servicio que el sacerdote ofrece, no como profesional autónomo, sino como servidor desinteresado del pueblo de Dios.

Además, esta nota recuerda algo fundamental: en la Iglesia Católica, solo un sacerdote autorizado expresamente por su obispo puede ejercer como exorcista, y en ningún caso maneja dinero por ese servicio.

En palabras claras de El Debate: “Un sacerdote católico que tenga la autorización expresa de su obispo para ejercer el ministerio del exorcismo nunca cobrará por su servicio”. Y subraya que este ministerio debe permanecer “desvinculado de cualquier forma de donativo en dinero” y que “ningún fiel […] debe sentirse obligado a ofrecer una ‘compensación".

Este posicionamiento no solo es prudente, sino que está cimentado en el Derecho Canónico. El canon 1172 del Código de Derecho Canónico exige el “permiso expreso del Ordinario del lugar” para que un sacerdote pueda ejercer el exorcismo.

Además, el Código estipula que quien es designado debe ser piadoso, conocedor, prudente y respetado por su integridad”. No hay cabida para el mercadeo ni el sensacionalismo: el exorcismo es estrictamente pastoral, espiritual y gratuito.

Este comunicado, además, subraya algo claro y necesario: quienes cobran por “exorcismos” no son sacerdotes católicos reconocidos, sino individuos o grupos ligados a realidades esotéricas, ocultistas o incluso fraudulentas.

“Lo que hacen otros sedicentes exorcistas pertenecientes a realidades más o menos religiosas, más o menos esotérico-ocultistas, […] nada tienen que ver con sacerdotes católicos”. Una distinción esencial para proteger al fiel de engaños y posibles abusos.

En tiempos donde lo extraordinario vende bien, es vital escuchar la voz de la Iglesia, que llama a la cautela. En enero de 2025, la AIE ya advertía sobre “prácticas falsas y no autorizadas” y sobre la necesidad de “discernimiento, formación y acción bajo mandato eclesial”. Ninguna ceremonia improvisada, ningún rito espectacular sin respaldo canónico tiene la autoridad del ministerio católico.

En conclusión, el comunicado de la AIE no solo destruye el rumor de exorcistas lucrativos, sino que reafirma una verdad esencial: el exorcismo legítimo, cuando es necesario, permanece al servicio de la gracia y de la comunidad, sin precio. No es espectáculo ni negocio, sino un ministerio auxiliador que, en su humildad, refleja la caridad de Cristo. Que este mensaje, claro y con fundamento, nos ayude a discernir con serenidad y fe.

 

 

Zenón de Elea.