Diócesis
Estos son los templos de Sevilla que deslumbran a viajeros de todo el mundo
Más allá de la Giralda y la Catedral, la capital andaluza guarda joyas escondidas que sorprenden a quienes buscan historia, arte y espiritualidad
04/09/25
Sevilla no solo es flamenco, tapas y feria: sus iglesias encierran siglos de secretos. Algunos templos son auténticos museos en piedra que enamoran al visitante. Descubre cuáles son los más impresionantes y por qué atraen cada año a miles de turistas.
- Más allá de la imponente Catedral y la Giralda
- Iglesia de San Luis de los Franceses
- La Iglesia del Salvador
- Iglesia de Santa María la Blanca
- Basílica de la Macarena
- Iglesia de Santa Ana, San Pedro y San Andrés
- Historia viva de una ciudad
Basílica de la Macarena, Sevilla.
Sevilla es, sin lugar a dudas, una de las capitales culturales más fascinantes de España. Su historia, marcada por el paso de romanos, musulmanes y cristianos, ha dejado un legado arquitectónico único que se refleja en sus templos.
Más allá de la imponente Catedral y la Giralda
Más allá de la imponente Catedral y la Giralda, que concentran gran parte de la atención turística, existen otras iglesias que guardan un encanto especial y que se han convertido en paradas imprescindibles para quienes desean conocer la esencia de la ciudad.
Iglesia de San Luis de los Franceses
Uno de los ejemplos más claros es la Iglesia de San Luis de los Franceses, considerada una joya del barroco sevillano. Su interior sorprende con una profusión de dorados, frescos y esculturas que trasladan al visitante al esplendor artístico del siglo XVIII. Según recoge Diario de Sevilla, este templo se ha convertido en un referente para quienes buscan espacios menos masificados, pero igualmente espectaculares.
La Iglesia del Salvador
En pleno centro histórico se levanta también la Iglesia del Salvador, construida sobre los restos de una antigua mezquita. Su fachada monumental y su amplia nave interior muestran la transición del barroco sevillano en todo su esplendor. La importancia de este templo es tal que suele ser el segundo más visitado tras la Catedral, al ser punto de partida de varias hermandades durante la Semana Santa, uno de los eventos más universales de la ciudad.
Iglesia de Santa María la Blanca
No menos relevante es la Iglesia de Santa María la Blanca, que en sus orígenes fue una sinagoga. Este templo refleja la diversidad cultural de Sevilla y destaca por su exquisita decoración interior, restaurada hace pocos años, que combina yeserías, frescos y mármoles policromados.
Basílica de la Macarena
Por su parte, la Basílica de la Macarena es visita obligada para los devotos y para los curiosos atraídos por la famosa imagen de la Esperanza Macarena, uno de los símbolos más reconocidos de la religiosidad sevillana. Cada año miles de personas acuden a contemplarla, especialmente durante la Semana Santa, cuando la devoción se mezcla con la espectacularidad procesional.
Iglesia de Santa Ana, San Pedro y San Andrés
Otro templo que sorprende es la Iglesia de Santa Ana, en el barrio de Triana. Conocida popularmente como “la Catedral de Triana”, fue mandada construir en el siglo XIII por Alfonso X el Sabio. Su mezcla de estilos gótico, mudéjar y renacentista la convierten en una lección viva de historia arquitectónica.
Además, la Iglesia de San Pedro y San Andrés esconden un valor patrimonial menos conocido, pero igualmente relevante, pues muestran la evolución de Sevilla a través de sus reformas y restauraciones.
Historia viva de una ciudad
La ruta por estos templos no solo es un viaje religioso o artístico: también es una oportunidad para adentrarse en los barrios más auténticos de Sevilla. Desde el bullicio de Triana hasta la solemnidad del casco histórico, cada iglesia aporta una perspectiva diferente de la ciudad.
De acuerdo con la web de Turismo de Sevilla, la capital andaluza ha potenciado en los últimos años la promoción de estas visitas para diversificar la oferta cultural y descongestionar los principales monumentos. Esto ha permitido que muchos de estos templos, antes relegados a un segundo plano, hoy figuren en las recomendaciones de guías y blogs de viajes especializados.
En definitiva, recorrer las iglesias más bonitas de Sevilla es mucho más que un paseo monumental: es adentrarse en la historia viva de una ciudad que respira arte en cada esquina. Y aunque algunas de estas joyas todavía pasan desapercibidas, quienes se detienen a explorarlas descubren en ellas la auténtica alma de Sevilla.