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Sacerdotes y religiosos permanecen en Gaza: “Evacuar sería una sentencia de muerte”

 

Las parroquias se transforman en refugios donde las comunidades brindan auxilio y sostienen la dignidad humana frente a la violencia y el desarraigo

 

 

 

31/08/25


 

 

 

Pese a las órdenes de evacuación emitidas por el gobierno de Israel, sacerdotes y religiosas de diferentes congregaciones han decidido permanecer en las parroquias de Gaza, acompañando a quienes no tienen la posibilidad de huir. Ancianos, enfermos, niños y familias enteras sin medios para desplazarse son ahora el centro de atención de estas comunidades cristianas, que se han negado a abandonar a los más frágiles en un momento de extrema emergencia humanitaria.

 

 

 

  1. Visita del cardenal Pizzaballa
  2. Parroquias como refugios
  3. Fraternidad y acompañamiento

 

 

 


Cardenal Pizzaballa en Gaza

 

 

 

En un comunicado conjunto, los Patriarcados Latino y Ortodoxo de Jerusalén alertaron sobre el riesgo que implica la evacuación forzada para una parte significativa de la población.

“Para muchos, evacuar sería una sentencia de muerte”, señalaron, subrayando que trasladar a enfermos crónicos, personas con movilidad reducida o a familias sin recursos equivaldría a condenarlos al abandono.

Ante esta realidad, las iglesias locales han optado por mantener abiertas sus puertas, transformando los templos en espacios de refugio y solidaridad.

 

Visita del cardenal Pizzaballa

El cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, se desplazó recientemente hasta la zona para expresar su cercanía y llevar un mensaje de esperanza.

Durante su visita, denunció que “no puede haber un futuro construido sobre el desplazamiento y la venganza”, aludiendo a la necesidad urgente de frenar la espiral de violencia y buscar caminos de reconciliación.

El purpurado también agradeció la entrega de sacerdotes, religiosas y laicos que, a pesar de la precariedad y los riesgos, continúan ofreciendo alimento, atención básica y consuelo espiritual a la población.

 

Parroquias como refugios

Fuentes eclesiales explicaron que varias parroquias de Gaza se han convertido en refugios improvisados, donde decenas de familias encuentran protección frente a los bombardeos.

Los templos cumplen una función doble: mantienen la vida litúrgica para quienes lo desean y se transforman, al mismo tiempo, en centros de distribución de ayuda humanitaria y de acompañamiento comunitario.

En muchos casos, son uno de los pocos lugares donde los civiles pueden sentirse resguardados, al menos de forma temporal. La decisión de permanecer en el territorio es también un gesto de resistencia moral frente a la lógica de la guerra.

 

Fraternidad y acompañamiento

Para los líderes cristianos, quedarse junto a los más vulnerables significa afirmar que cada vida tiene un valor irrenunciable y que la dignidad humana no puede quedar subordinada a intereses políticos o militares.

En palabras de uno de los sacerdotes locales, “no podemos pedir a los más débiles que resistan solos; si ellos no pueden marcharse, nosotros tampoco”.

Mientras tanto, la comunidad internacional continúa discutiendo fórmulas para un alto el fuego y corredores humanitarios.

En ese escenario, la presencia de la Iglesia en Gaza se convierte en un signo concreto de fraternidad y acompañamiento. Su permanencia silenciosa pero firme busca recordar que, incluso en medio de la devastación, todavía hay gestos de humanidad que resisten.