Tribunas
04/08/2025
Los obispos españoles sacan pecho
José Francisco Serrano Oceja
Santa misa en el encuentro de los españoles
participantes en el Jubileo de los Jóvenes.
(@Vatican Media)
Se podría parafrasear, de nuevo, la pregunta que hizo el sátrapa al primer ministro francés Pierre Laval: ¿Con cuántas divisiones cuenta la Iglesia en España?
El acto del pasado viernes por la tarde en la Plaza de San Pedro, que entiendo estaba programado antes de que falleciera el Papa Francisco, no es un acto más de los que se han celebrado en el contexto del Jubileo de los Jóvenes.
Se diga lo que se diga, que treinta mil españoles, pongamos menores de treinta y cinco años, llenen la plaza mayor de la cristiandad, bien sentaditos y ordenaditos, para un encuentro, una eucaristía y la típica y tópica performance ilustradora, no es una cuestión baladí. Que yo sepa ninguna otra Iglesia hizo algo parecido.
Expresa un acto de presencia pública, y como toda presencia de masas, de fortaleza, sin igual del catolicismo.
Un acto hecho ante la mirada del Papa León XIV y de un mundo católico globalizado.
Por lo que veo hoy, cuando escribo en sábado, un acto con escasa repercusión de los medios de información general, y en las televisiones, que lamentablemente le han cogido el punto a la intervención de las HAM y, como contrapunto de lo que pasa en Roma, están llenado el imaginario colectivo audiovisual de abusos de poder, de conciencia, de madres denunciando el secuestro de sus hijas… Lo que vi fugazmente sobre esto el viernes en una cadena privada era de traca. El paso de la oportunidad al oportunismo es muy corto.
Volvamos a la calurosa tarde romana, rodeados de jóvenes.
Entiendo que los obispos españoles han leído lo que los sociólogos Rafael Ruiz Andrés, Ignacia Perugorría y Joseba García Martín han publicado en la Revista Española de Sociología (RES). “De qué hablamos cuando hablamos de Hakuna: claves para entender el catolicismo cool en España” se titula el artículo científico que hasta habrá pasado por revisión por pares.
De entre lo que se puede deducir de este texto es que la pastoral con jóvenes de la Iglesia en España pone en crisis el proceso de secularización en nuestro país.
Está claro que no todos los jóvenes que estaban en Roma son modelo Hakuna o asimilados. Que representan la pluralidad de la Iglesia. Sin embargo, hay modalidades comunes en la forma de la experiencia juvenil de compromiso cristiano que no se pueden obviar.
No sé si la pastoral juvenil se podía calificar como una pastoral fácil, de corto período, de añadida emotividad y escasa incidencia en el tejido social. Fácil no es, y eso lo puedo asegurar por lo que palpo todos los días en la Universidad.
Me pregunto si esta realidad española, vamos a denominarla de intensidad de acompañamiento en la experiencia cristiana de los jóvenes, es un dato característico de nuestro catolicismo o es un fenómeno global que aquí tiene sus peculiaridades. No creo que el fenómeno francés sea del todo equiparable.
También me pregunto sobre la secuencia histórica de esta realidad de acompañamiento, en lo que tiene de efecto del fenómeno de las Jornadas Mundiales de la Juventud y de las constantes réplicas de esos acontecimientos.
Lo que está claro es que el modelo peregrinación juvenil funciona y lo hace desde hace mucho tiempo.
Recuerdo a estos efectos las peregrinaciones a Guadalupe que organizaban los de Nueva Tierra, luego Comunión y Liberación, con la pastoral universitaria también de Madrid, en un momento de secano postconciliar, y que marcó tendencia.
De hecho, fue a quienes también se recurrió para la JMJ de Santiago de Compostela, una JMJ que nos marcó a muchos.
Roma, viernes por la tarde. Este acontecimiento no hubiera sido posible sin el cambio generacional en el clero. No hay más que ver el perfil mayoritario de los sacerdotes que allí estaban para darnos cuenta de que gracias a ese perfil sacerdotal los obispos españoles pueden sacar pecho de lo que se está haciendo en España.
No dudo de que León XIV, con su capacidad de observación y su natural prudencia e introspección, se ha dado cuenta de que la Iglesia en España necesita obispos que entiendan y atiendan esta pastoral y que la alienten.
Lo mismo con las cofradías, lo mismo con la devoción popular, lo mismo con…
Y mira que lo tiene fácil. De entre los cientos de sacerdotes que estaban en Roma el viernes pasado yo conozco unos cuantos que serían magníficos obispos que dieran su vida por esas ovejas. No es necesario hacer experimentos.
José Francisco Serrano Oceja