Tribunas
21/07/2025
León XIV. Palabras de ánimo
Ernesto Juliá
El Papa saluda a una anciana durante la Misa del Jubileo
de las Familias, los Niños, los Abuelos y los Ancianos
(@VaticanMedia).
El Papa está dando claras señales de la necesidad de recuperar el hondo sentido humano y sobrenatural de la familia. Y una vez más, nos lo ha recordado en su homilía en la celebración del Jubileo del Año Santo “de las familias, los niños, los abuelos, lo mayores”.
Nos recuerda, con la sencillez y la claridad de sus palabras, el plan de Dios al apoyarse en la ejemplaridad de las familias para sostener en pie a la humanidad en su caminar hacia la Vida eterna en el amor de Dios que ha creado el mundo.
“Sí, al proponernos como testigos ejemplares a matrimonios santos, la Iglesia nos dice que el mundo de hoy necesita la alianza conyugal para conocer y acoger el amor de Dios, y para superar, con su fuerza que une y reconcilia, las fuerzas que destruyen las relaciones y las sociedades”.
Les recuerda a los padres, a los abuelos a los mayores, que la familia es transmisora de vida y de Fe.
“En la familia, la fe se transmite con la vida, de generación en generación: se comparte como el pan en la mesa y los afectos del corazón. Esto convierte a la familia en un lugar privilegiado para encontrar a Jesús, que nos ama y siempre quiere nuestro bien”.
Una familia que acoge con el corazón abierto la vida que Dios les confía. Me conmovió, no hace muchos días, un matrimonio que iba de paseo con sus seis hijos, uno Down. El marido llevaba el carrito en el que dormía plácidamente el último de sus hijos que acababa de cumplir 15 meses. La madre se me acercó –no tenía la menor duda de que yo era sacerdote- para pedirme que le bendijera a la séptima criatura fruto de su amor conyugal, que crecía serenamente en su seno.
El Papa conoce bien las dificultades que, con bastante frecuencia, se encuentran las familias, y les invita a pensar en las oraciones del mismo Jesucristo que no deja nunca de acompañarles en sus tribulaciones.
“Jesús sigue orando al Padre por nosotros, y su oración actúa como un bálsamo sobre nuestras heridas, convirtiéndose en anuncio de perdón y reconciliación para todos. Esa oración del Señor da sentido pleno a los momentos luminosos de nuestro amor mutuo como padres, abuelos, hijos e hijas. Y esto es lo que queremos anunciar al mundo: estamos aquí para ser “uno” tal y como el Señor quiere que seamos “uno”, en nuestras familias y en los lugares donde vivimos, trabajamos y estudiamos: distintos, pero uno; muchos, pero uno, siempre uno, en cualquier circunstancia y edad de la vida”.
Consciente de que el amor entre el hombre y la mujer, entre la madre y el padre, es la piedra angular sobre la que Dios construye la familia, se lo recuerda con todo cariño:
“Por eso, con el corazón lleno de gratitud y esperanza, a ustedes los esposos les digo: el matrimonio no es un ideal, sino el modelo del verdadero amor entre el hombre y la mujer: un amor total y fecundo (cfr. S. Pablo VI, Carta enc. Humanae vitae, 9). Este amor, al hacerlos “una sola carne”, los capacita para dar vida, a imagen de Dios.”
Y termina la homilía animando a los hijos a amar, a obedecer a seguir el bien ejemplo de sus padres; y recordando a los abuelos su misión dentro de la familia, que no acaba nunca.
“Por tanto, los animo a que sean para sus hijos ejemplos de coherencia, comportándose como desean que ellos se comporten, educándolos en la libertad mediante la obediencia, buscando siempre su propio bien y los medios para acrecentarlo. Y ustedes, hijos, sean agradecidos con sus padres: decir “gracias” por el don de la vida y por todo lo que con ella se nos da cada día es la primera forma de honrar al padre y a la madre. Por último, a ustedes, queridos abuelos y ancianos, les recomiendo que velen, con sabiduría y ternura, por quienes aman, con la humildad y paciencia que se aprende con los años”.
Sólo me queda añadir: María, Reina de las Familias, reza por la familias para que se descubran con uno, tres, cinco, ocho, diez,...hijos, Familias de Dios.
Ernesto Juliá Díaz
ernesto.julia@gmail.com