Mariano Fazio: “La Iglesia y los
católicos, sin el Papa, no somos nada”
El historiador y vicario
auxiliar del Opus Dei presenta en Madrid su último libro
“Libertad para amar”, como a través de los clásicos se puede
descubrir la verdad
Este libro
trata de mostrar cómo la libertad está orientada al
amor y cómo esta afirmación tiene una enorme
importancia para la vida cristiana. Fazio, historiador
y filósofo, y profesor de Historia de las Doctrinas
Políticas en la Pontificia Universidad de la Santa
Cruz, lo demuestra en este ensayo de la mano de
grandes autores clásicos de todos los tiempos.
Evangelización eficaz
Con motivo de la presentación de este libro, hemos
conversado con él.
La primera pregunta a D. Mariano es:
¿Qué
desea transmitir con este libro?
“Hoy en día, como vivimos en una sociedad
muy secularizada, para realizar una evangelización
eficaz tenemos que hacer lo que han hecho los
evangelizadores a lo largo de la historia de la
Iglesia: preparar el terreno para anunciar el
Evangelio. Los grandes clásicos transmiten una serie
de valores humanos, como por ejemplo que estamos
hechos para el bien, para la verdad, para la belleza y
que somos personas con un destino transcendente. Si
lográramos que mucha gente leyera estos clásicos,
estarían abiertos a recibir la verdad en plenitud que,
en mi personal posición, creo que está en la
revelación cristiana”.
Por lo tanto, Fazio con este
libro, no solo busca despertar un aspecto cultural
sino “transmitir un interés evangelizador:
preparar el terreno para que se pueda presentar el
mensaje evangélico con una base de fondo”.
Libertad y pluralismo
Mariano Fazio, tanto en su libro, como en su
testimonio de vida y predicación, defiende la
libertad y el pluralismo, como así han
destacado de él algunos periodistas y personalidades
que le conocen.
¿Se puede defender la libertad y el pluralismo
dentro de la Iglesia, respetando la doctrina? Fazio
responde con un contundente “por su puesto”. Y
explica: “Dentro de la Iglesia tiene que haber
pluralismo y eso se consigue a través de una buena
formación doctrinal. Un católico bien formado
sabe distinguir lo que es esencial del mensaje
evangélico y de la verdad revelada, de otras
cuestiones circunstanciales que cambian con el tiempo
y con la historia”.
El escritor y filósofo pone un ejemplo:
“Cristo nos
dejó siete sacramentos y siempre habrá siete
sacramentos, pero éstos se celebran con unas
ceremonias litúrgicas que a lo largo de la historia
han ido cambiando. Jesucristo, cuando celebró la
Última Cena, no lo hizo en latín, ni en griego ni en
inglés, la celebró en arameo. Dentro de la Iglesia hay
cosas que cambian, pero permanece el mensaje de
Cristo. Y dentro de lo que cambia hay muchas opciones.
La Iglesia es nuestra casa común, en donde
pueden convivir muchas sensibilidades distintas,
y lo que tiene que primar, como dice San Agustín,
siempre es la caridad y la compresión”.
Por lo tanto, recuerda que los católicos debemos
estar “muy unidos en la verdad y debemos ser muy
respetuosos con las distintas opciones que se
presentan dentro de la Iglesia, sin traicionar al
mensaje que nos ha dejado el Señor”.
Comunicación en la Iglesia
Fazio fue, en 1996, el primer decano de la Facultad
de Comunicación Social Institucional de la Universidad
Pontificia de la Santa Cruz (Roma) y desde 2002 a 2008
fue rector de la misma institución. Por lo tanto, sabe
de comunicación y de comunicación actual de la
Iglesia.
“La formación doctrinal es esencial y condición
imprescindible para la comunicación en la Iglesia y
para la evangelización, porque nadie da de lo que no
tiene. Si salimos a evangelizar sin conocer
qué tenemos que transmitir, haríamos un flaco servicio
a la verdad. Lo más importante es estar
unidos al gran evangelizador que es Jesucristo. No hay
que elegir entre pastoral o formación teológica,
porque la pastoral implica una formación teológica y
la teología está al servicio de la pastoral”, explica.
Fazio insiste en que en un “mundo crucificado por
la guerra, por los odios y por la falta de perdón, se
hace cada vez más necesario una evangelización
profunda”.
Reputación de los sacerdotes
Respecto a los últimos escándalos que han salpicado
a la Iglesia y que ha afectado a la reputación de los
sacerdotes, manifiesta:
“Tenemos que ver a la Iglesia desde una
perspectiva de fe. Quienes formamos parte de
la Iglesia somos criaturas pecadoras, llenas de
limitaciones, que procuramos ser fieles a lo que el
Señor nos dijo, aunque muchas veces no lo logramos.
Dentro de la Iglesia, hay sacerdotes que no han sido
fieles a lo que el Señor nos pide. Y todos con
nuestras limitaciones, en momentos determinados no
somos fieles. Pero, por otro lado, cuántos
sacerdotes hay que entregan su vida en el último
rincón del mundo, al servicio de la iglesia
universal, en circunstancias heroicas”.
Recuerda, no obstante, que hay escándalos muy
graves que ocasionan la pérdida de la condición
sacerdotal de los presbíteros, “aunque gracias a Dios
no es lo habitual en la Iglesia. Los
escándalos no tienen que opacar la gran labor de los
miles y miles de sacerdotes en todo el mundo.
Es el momento de rezar para que los sacerdotes seamos
lo más fieles posibles al evangelio del Señor”.
Relación con el Papa Francisco
Dicen los que le conocen, que D. Mariano se lleva
muy bien con el Papa Francisco. Son amigos. Por eso,
la pregunta sobre aquellos que cuestionan las
decisiones de Francisco, fundamentalmente de algunos
católicos, se hace imprescindible:
“Es un elemento esencial de la fe católica la unión
con el Papa porque vemos en el Papa no a una
persona concreta, sino al vicario de Cristo.
Todo Papa tiene una dimensión humana, consecuencia de
su formación cultural, del país de donde viene, de su
experiencia pastoral. Lo hemos percibido en estos
últimos años. Hemos experimentado toda la riqueza que
nos ha traído la experiencia eslava de Juan Pablo II,
la experiencia de un gran teólogo de Europa central
como Benedicto XVI, y toda la práctica pastoral del
continente latinoamericano llamado por Juan Pablo II
el continente de la esperanza”.
Y después de esta aclaración, explica:
“Los
estilos humanos de los tres últimos pontífices son muy
distintos y en esto cabe una gran pluralidad.
Hay personas que conectan muy bien con el estilo
comunicativo más directo de Francisco; otras personas
preferían el estilo más académico de Benedicto XVI.
Esta variedad lo debemos ver como dos grandes riquezas
que tiene la Iglesia hoy. Pero dejando de lado
preferencias, la unidad con el Papa es esencial. La Iglesia y los católicos, sin el Papa, no
somos nada”.
Por último y sobre la cuestión de que las
prelaturas personales se encuadren ahora en el
Dicasterio del Clero, a preguntas de RC, el vicario
auxiliar del Opus Dei remite al comunicado de
mensaje del prelado del Opus Dei, Mons. Fernando
Ocáriz, a propósito de la Constitución Apostólica 'Praedicate
Evangelium' que es “un impulso para la evangelización
y esto es lo verdaderamente importante. Hay cambios de
dependencia, pero no hay cambios sustanciales”.
De la Congregación de Obispos dependía antes la
prelatura del Opus Dei, pero de este Dicasterio
dependen las iglesias particulares y el Opus Dei no es
estrictamente hablando una iglesia particular.
Entrevista con D. Mariano Fazio. Foto:
Pilar Martín Bravo/Universidad de Navarra.
Mariano Fazio presenta su nuevo libro.
Foto: Pilar Martín Bravo/Universidad de Navarra.