Preguntado por Bildu, José Ignacio Munilla, obispo de San
Sebastián, señala en una entrevista exclusiva con ‘Religión
Confidencial’ que “quienes gobiernan las instituciones han
de tener la capacidad de estar al servicio de toda la
población, y no sólo de quienes les han votado”. Munilla ya
tiene cita con el alcalde de San Sebastián.
Nacido en San Sebastián en 1961, Munilla fue ordenado
sacerdote por José María Setién el 29 de junio de 1986 en la
catedral del Buen Pastor: acaba de celebrar sus bodas de
plata sacerdotales. Desarrolló su ministerio sacerdotal en
dos parroquias de Zumárraga (Guipúzcoa), al tiempo que
obtuvo la licenciatura en Teología Espiritual. Fue ordenado
obispo de Palencia en 2006, donde estuvo hasta finales de
2010, cuando fue nombrado obispo de San Sebastián. En la
Conferencia Episcopal Española es corresponsable del
departamento de Pastoral Juvenil.
- Monseñor, ¿cuáles son los principales retos que
afronta su diócesis?
- Tal vez, el primero sea la comunión en el seno de la
Iglesia (“Padre, que todos sean uno, para que el mundo
crea”, Jn 17, 21). El segundo reto, cuando no el primero, es
el de superar nuestra secularización interna. Bien mirado,
tal vez no estemos hablando de dos retos, sino de uno sólo.
- ¿Qué planes pastorales están llevando a cabo?
- En este curso pastoral que concluye, hemos constituido el
consejo pastoral diocesano, en el cual se ha abordado la
cuestión de las prioridades pastorales para los próximos
años. Tuvimos entre nosotros a monseñor Fernando Sebastián,
quien nos ayudó a reflexionar con una ponencia sobre la
“Nueva Evangelización”. Tras la reflexión, he recibido
muchas contribuciones por parte de los sacerdotes,
religiosos y laicos de la diócesis, y este verano esperamos
poder elaborar el plan pastoral para los próximos cinco años
en nuestra diócesis, aunque luego vayamos concretando
anualmente las acciones prioritarias que se han de llevar a
cabo.
- ¿En qué situación se encuentra el seminario diocesano y la
pastoral vocacional?
- La situación es delicada. En este curso que termina, hemos
tenido únicamente tres seminaristas. Precisamente acabamos
de tomar la decisión de trasladar nuestro seminario a
Pamplona, integrándolo en el seminario archidiocesano, con
el objeto de enriquecer su formación.
La vitalidad de la pastoral vocacional está íntimamente
unida al objetivo que marcó Benedicto XVI al convocar el Año
Jubilar Sacerdotal, bajo el lema “Fidelidad de Cristo,
fidelidad del sacerdote”: “Promover el compromiso de
renovación interior de todos los sacerdotes, para que su
testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso e
incisivo” y “favorecer la tensión de los sacerdotes hacia la
perfección espiritual, de la cual depende sobre todo la
eficacia de su ministerio”.
- ¿Cómo están preparando la JMJ?
- La realidad de la pastoral juvenil entre nosotros es muy
humilde, pero esto no quiere decir que no tengamos una gran
ilusión por vivir este acontecimiento de gracia para los
jóvenes. Nuestra diócesis acogerá a más de 6.000 peregrinos
en los días previos a la JMJ de Madrid, y para ello estamos
haciendo un gran esfuerzo. Hemos pedido a todos estos
peregrinos que llegarán a nosotros que, en la medida de sus
posibilidades, lleven a cabo una gran misión de
evangelización en nuestras calles y parroquias, antes de
marcharse a Madrid.
- Recientemente se ha hecho pública la agenda del Papa en la
JMJ. ¿Destacaría usted algo?
- Me ha conmovido especialmente que el Santo Padre haya
decidido acudir al parque del Retiro para unirse a los
sacerdotes que estarán confesando a los jóvenes. La estampa
del Papa debajo de un árbol del Retiro, confesando a
jóvenes, será una “catequesis viviente” para todos nosotros:
para los propios sacerdotes, para los jóvenes y también para
los adultos.
- ¿Cómo interpreta la decisión del Papa de consagrar
a todos los jóvenes del mundo al Sagrado Corazón de Jesús en
la vigilia de Cuatro Vientos?
- Me parece un signo luminoso ante los ojos del mundo
entero, que subraya y actualiza la propia gracia bautismal:
¡somos de Jesús! La beata Madre Teresa de Calcuta
acostumbraba a decírselo a sus hijas espirituales: “Muchos
nos admiran por lo que hacemos, pero lo principal es lo que
somos: ¡somos de Jesús!”. En efecto, el adagio latino dice
“operari sequitur esse”, es decir, la acción se desprende
del ser (o también, el ser es previo a la acción). La
consagración al Corazón de Jesús subraya lo esencial: hemos
nacido del amor de Cristo, y toda nuestra vida ha de
desplegarse como una consecuencia coherente de esa realidad.
- Supongo que ya se ha superado la oposición inicial a su
nombramiento por parte de algunos sectores o personas de su
diócesis. ¿Es así?
- Para ser sincero, prefiero no hablar en público sobre ese
tema, porque ello suele dificultar la sanación de las
heridas. Me parece que el camino más adecuado es el de los
encuentros personales, que permiten una comunicación más
sincera y libre de las presiones de los blogs, cámaras,
rotativos, etcétera. No es fácil hacerlo así en esta
sociedad actual que se ha convertido en un patio de rumores,
pero hay que intentarlo.
- ¿Podría decir algo sobre la labor asistencial que
la diócesis está llevando a cabo con los inmigrantes, los
desempleados y los más desfavorecidos?
- La labor asistencial de Cáritas, de forma especial, es
ciertamente muy importante: el año pasado fueron atendidas
23.386 personas en los distintos centros y parroquias de
Cáritas Guipúzcoa. En los últimos cuatro años se ha
producido un aumento del 43% de personas atendidas.
La cantidad económica destinada a las ayudas ha ascendido en
2010 a 5.565.332 euros. Y es de justicia reseñar que desde
que comenzó la crisis, los donativos de los fieles
guipuzcoanos a Cáritas han aumentado en un 100%. Es decir,
se han duplicado.
- ¿Se puede estudiar la asignatura de religión en el
sistema público escolar? ¿Qué obstáculos hay?
- Recientemente, he pronunciado una conferencia en el hotel
Ercilla de Bilbao, seguida de un turno de preguntas,
denunciando una multitud de irregularidades que se están
produciendo (http://enticonfio.org/enticonfio052.pdf).
Los obstáculos son constantes, pero lo peor es que esconden
un rechazo inconfesable del reconocimiento del derecho de
los padres a educar a sus propios hijos.
- ¿Cómo es su relación con las autoridades de la diputación
y en los ayuntamientos de Guipúzcoa donde gobierna Bildu?
-
Creo que hay que distinguir las políticas partidistas de las
relaciones institucionales; principalmente, porque quienes
gobiernan las instituciones, al margen de que hayan sido
elegidos por un determinado sector de la población, han de
tener la capacidad de estar al servicio de toda la
población, y no sólo de quienes les han votado. Por lo
tanto, en estos momentos me encuentro dando los primeros
pasos en esa relación institucional, y ya tengo una próxima
cita con el alcalde de San Sebastián. Espero poder reunirme
también con las demás instituciones.
- ¿Qué papel ha jugado la Iglesia católica en el nacimiento
y el estudio de la cultura vasca?
- Ha sido un papel muy importante, sin duda. Principalmente
en lo que se refiere a la transmisión de la lengua vasca, y
a los estudios de antropología, etnografía, arqueología,
etcétera. Baste recordar a figuras tan señaladas de
sacerdotes y religiosos, como José Miguel Barandiarán, José
Luis Villasante, Emeterio Sorazu, Manuel Lekuona y su
sobrino Juan María Lekuona...
- ¿Podría decirnos algo sobre sus bodas de plata
sacerdotales recientemente celebradas en el día de San Pedro
y San Pablo?
- Puedo decir que el sacerdocio es una vocación incomparable
y maravillosa, por la que doy gracias a Dios todos los días.
Repito lo que dije el día de la celebración: ¡si mil veces
volviese a nacer, mil veces volvería a ser sacerdote! He
sido y soy inmensamente feliz, siendo un testigo e
instrumento privilegiado de los procesos de conversión que
el Espíritu Santo lleva a cabo en tantos corazones. Los
sacerdotes somos testigos de primera fila de que en este
mundo hay más bien que mal, aunque a veces pueda parecer lo
contrario.
Desde la atalaya de mis bodas de plata sacerdotales, también
puedo dar testimonio de que esta vida pasa ¡como un
suspiro!, y quisiera aprovechar la ocasión de esta
entrevista para decir bien alto que merece la pena
entregarse a Dios y desgastarse plenamente en su servicio; y
que cometeríamos una grave irresponsabilidad si dejáramos de
“invertir” los años y los talentos que Dios nos ha dado a
cada uno.
|