El nuevo director nacional de Obras Misionales Pontificias (OMP),
Anastasio Gil, dice que nada ha cambiado con su
nombramiento, pues “las cosas van bien”. Pero se ha
propuesto reforzar la relación personal y directa con los
misioneros y con las delegaciones diocesanas misioneras.
España es el país con más misioneros del mundo: 14.000.
Durante los diez últimos años, Anastasio Gil ha sido
estrecho colaborador de su antecesor en el cargo, Francisco
Pérez, arzobispo de Pamplona. La OMP es una institución de
la Iglesia universal y de cada diócesis que apoya la
actividad misionera en las regiones y ámbitos no cristianos,
alienta la conciencia misionera de los fieles y ayuda a la
primera evangelización.
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El nuevo director nacional de OMP ha tenido la amabilidad de
hacer un hueco en su apretada agenda para recibir a
‘Religión Confidencial’. Gil explica que sus prioridades
son: “En primer lugar, cuidar más la relación con cada uno
de los misioneros: acompañarles, ayudarles. En segundo
lugar, voy a recorrer España para reforzar la buena sintonía
que hay con los obispos y con las delegaciones diocesanas
misioneras. Y en tercer lugar, quiero expresar por carta mi
agradecimiento a tantos colaboradores que nos ayudan con sus
sacrificios y donativos”. Gil asegura que todos los días
ofrece la misa por los colaboradores y donantes de OMP.
Este sacerdote segoviano de 65 años comenta que Madrid es la
ciudad española que más misioneros aporta en términos
absolutos, Palencia lo es en términos relativos, y Pamplona,
la que más misioneros nativos aporta.
Respecto a la JMJ, Gil considera muy importantes los actos
culturales previos a la llegada del Papa. “A través de esos
actos se podrá realizar una labor misionera, suscitar
interés y deseos de cambiar en los jóvenes. Así estarán
mejor preparados para escuchar las palabras de los obispos
y, por supuesto, del Santo Padre”.
Explica también que “una comunidad cristiana, si no es
misionera, ni es comunidad ni es cristiana. Por eso, tenemos
que convencer a todos los cristianos de que son misioneros.
En la sociedad actual, es imprescindible una labor misionera
previa a la catequesis, pues ya no hay un ‘humus cristiano’
como había antes”.
La Jornada de Vocaciones Nativas se celebró el 8 de mayo,
pero esta campaña se prolonga hasta junio. OMP pide ayudas
para pagar becas a seminaristas, novicios y novicias de
territorios de misión. Anastasio Gil señala que el año
pasado, España recaudó cerca de dos millones de euros,
siendo el segundo país que más ayudó después de Estados
Unidos. “La cifra de este año todavía no la sabemos. Pero
nuestro mayor apoyo son los más de mil monasterios de vida
contemplativa que rezan por esta campaña”.
El responsable de OMP afirma también que “en una sociedad
secularizada, parece que abrir un pozo en un país en
desarrollo vale más que evangelizar. Pero la realidad es que
el misionero se ocupa del desarrollo integral de las
personas. La colaboración misionera arranca de la fe, no es
una cooperación puntual ante una catástrofe. Los misioneros
se quedan allí. Además, Jesucristo es la máxima felicidad
que podemos ofrecer”.
Del 24 a 26 de mayo se celebra en Alcalá de Henares la
asamblea nacional de los directores diocesanos de Obras
Misionales Pontificias. En ellas se presentará el libro “La
Iglesia en el mundo” (editado por BAC), que contiene las
exhortaciones apostólicas post-sinodales de Juan Pablo II
sobre los cinco continentes. Anastasio Gil ha puesto sus
cinco años de mandato bajo la protección del beato Juan
Pablo II. |