Ante
los participantes en la Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo
para la Cultura, el Papa reflexionó sobre la necesidad de
presentar el mensaje evangélico de manera adecuada. Reconoció que
"hay muchos cristianos necesitados de que se les vuelva a anunciar
persuasivamente la Palabra de Dios". Benedicto XVI recordó su
visita a la Sagrada Familia en Barcelona y citó "la obra de Antoni
Gaudí que conjuga genialmente el sentido de lo sagrado y de la
liturgia con formas artísticas tanto modernas como en sintonía con
las mejores tradiciones arquitectónicas".
"Los problemas parecen aumentar, continuo, cuando la Iglesia se
dirige a los hombres y mujeres que están lejos o son indiferentes
a una experiencia de fe, a los cuales el mensaje evangélico les
llega de forma poco eficaz y poco fascinadora".
Por ello alentó a una presentación adecuada del mensaje, que
manifieste el verdadero rostro de Dios y de la religión. La
Iglesia quiere dialogar con todos, en la búsqueda de la verdad,
reiteró Benedicto XVI, exhortando asimismo a impulsar momentos de
encuentro, en amistad y sinceridad. Con especial atención a la
juventud, para que no caiga en trampas manipuladoras, que los
hagan sentir solos y aturdidos.
"Sin embargo, más incisiva aún que el arte y que la imagen, en la
comunicación del mensaje evangélico es la belleza de la vida
cristiana. Al final, sólo el amor es digno de fe y resulta
creíble. La vida de los santos y de los mártires, muestra una
singular belleza que fascina y atrae, porque una vida cristiana
vivida en plenitud habla sin palabras. Tenemos necesidad de
hombres y de mujeres que hablen con sus vidas, que sepan comunicar
el Evangelio, con claridad y valentía, con la transparencia de las
acciones, con la pasión gozosa de la caridad".
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