La
española Madre Cándida María de Jesús Cipitria y Barriola fue una
de las seis canonizadas este domingo por el Papa en el Vaticano.
De ella Benedicto XVI destacó su dedicación a la educación y
promoción de la mujer. Teambién subrayó el Santo Padre su radical
apuesta por los que menos tenían. "Donde no hay lugar para los
pobres, tampoco lo hay para mí", decía la nueva Santa.
"Aquella muchacha de origen sencillo, con un corazón en el que
Dios puso su sello y que la llevaría muy pronto, con la guía de
sus directores espirituales jesuitas, a tomar la firme resolución
de vivir 'sólo para Dios'. Decisión mantenida fielmente, como ella
misma recuerda cuando estaba a punto de morir", relató el Papa en
la Plaza de San Pedro.
"Con escasos medios contagió a otras Hermanas para seguir a Jesús
y dedicarse a la educación y promoción de la mujer. Nacieron así
las Hijas de Jesús, que hoy tienen en su Fundadora un modelo de
vida muy alto que imitar, y una misión apasionante que proseguir
en los numerosos países donde ha llegado el espíritu y los anhelos
de apostolado de la Madre Cándida", concluyó el Papa antes de
descubrirse el retrato de la nueva santa.
Junto a Madre Cándida el Papa canonizó a dos religiosos, uno
polaco y otro canadiense, y otras tres religiosas, dos italianas,
una australiana.
La solemne ceremonia litúrgica fue concelebrada con el Papa, por
cinco cardenales, diez arzobispos, 13 obispos y veinte sacerdotes.
En la plaza de san Pedro estaban también presentes las
delegaciones oficiales de los cinco países de procedencia de los
nuevos santos. Con su subida a la gloria de los altares, ha
indicado el Papa “se renueva la fiesta de la santidad en la plaza
de san Pedro”.
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