NUESTROS AUTORES

PROFUNDIZAR EN EL EVANGELIO

 

Gervasio Portilla | 23.09.2013


Algunas declaraciones, del Santo Padre, el Papa Francisco, parece que no gustan a algunos representantes de terminales mediáticas españolas.

Predicar el Evangelio y buscar la profundidad del mismo, crea como le sucedió a Jesús enemigos.

Algunos les gustan más las normas, que nos hemos dado los seres humanos y la propia Iglesia a lo largo de los siglos que el propio Evangelio; olvidándose que las normas deben ser señales que nos lleven y nos ayuden para vivir el Evangelio y no al revés.

Cuando se acumula mucho poder a lo largo de años, cuando se juzga de forma inmisericorde a aquellos que están alejados o no coinciden en nuestros planteamientos, uno corre el el grave riesgo de acostumbrarse y olvidarse de lo fundamental, del amor a Dios con todo nuestro corazón y nuestras fuerzas y al prójimo como a nosotros mismos.

Esta tentación la podemos tener todos, como también existe la tentación de que nada cambie, olvidándonos que la realidad de la sociedad actual nada tiene que ver con la de hace un siglo; sin que evidentemente los cambios en modo alguno, puedan afectar a lo fundamental de nuestra fe.

Los intolerantes de ahora, son los fariseos de antes, se fijan en lo accesorio y se olvidan de lo fundamental, y su preocupación es el poder.

La oración, los sacramentos, la practica permanente de la caridad, nos debe ayudar a buscar los nuevos horizontes, en la confianza que ningún cambio ha sido fácil en la Iglesia.

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista