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ADIÓS A STEPHEN HAWKING Y RECORTES EN CIENCIA

 

 

Miguel del Río | 24.03.2018


 

 

Sean bienvenidos todos los reconocimientos en el último adiós a Stephen Hawking, aunque en el respeto a la ciencia y al trabajo de los investigadores es donde encuentro el mejor homenaje póstumo al gran científico y divulgador británico.

Por las manifestaciones actuales en las calles, muchos son los damnificados de la crisis económica, pero no es menos cierto que los científicos (de todo el mundo) tienen mucho que decir sobre lo que han sido los recortes a su trabajo, centros donde lo llevan a cabo e investigaciones concretas que se han visto aplazadas o, directamente, abandonadas. Se nos llena mucho la boca cuando hablamos de la relevancia que tiene para una economía la inversión en I+D+I, y no digamos cuando pedimos avances más concretos en cuanto al cáncer, Sida, ELA y otras enfermedades raras.

Parece que los ciudadanos, especialmente los que padecen estas lacras, lo tenemos mucho más claro que gobiernos, Estados y a qué dedican sus presupuestos. Las instituciones europeas tampoco estuvieron listas durante la crisis al exigir tantos y tan variados recortes, porque nunca tendrían que haber llegado a la ciencia, la investigación y los diversos institutos dedicados a profundizar en nuevos hallazgos. Sí, está muy bien hablar de mecenas y fondos privados, pero como mejor se garantiza es con el mantenimiento (primero) y el afianzamiento (¡ya!) del denominado sistema público de ciencia y tecnología.

Al citar apoyos a los principales pilares del bienestar, y lo combinamos con avances, tenemos que concretar en la salud, biomedicina, epidemiología, física, ciencias, investigaciones agrarias, ciencias del mar, meteorología, telecomunicaciones o inteligencia artificial, entre otras muchas, ya que la lista es más larga e igualmente importante. No hay que decantarse por una especialidad, sino por todas, dada la trascendencia de cada sector en tantas y tantas materias en las que no nos fijamos, pero están directamente relacionadas con muchas cuestiones que podemos realizar, gracias a un descubrimiento concreto y a un elenco de profesionales dedicados a en su día a investigarlo. Stephen Hawking nos atrajo hacia el universo, las estrellas y el origen de todo. Sentía también una gran preocupación con lo mucho que tenemos en la Tierra, especialmente para cuidarla mejor, y dejarnos de soñar con otras galaxias. Como tantos, él pensaba que lo prioritario es estar con la investigación real que llevan a cabo miles de profesionales en todas partes, aunque uno piense más ahora en España.

 

Miguel del Río