Colaboraciones
La verdad en sus tipos
26 junio, 2025 | Javier Úbeda Ibáñez
Muchas veces no buscamos la verdad por miedo, por intereses turbios, por egoísmo, por pereza, por soberbia, por amor a la vida de placeres.
Vale para todos el octavo mandamiento, pero están especialmente obligados a vivirlo a fondo quienes están al servicio de los medios de comunicación social, o trabajan en el campo político, o son oradores o gobernantes o candidatos que se postulan para ser presidentes de una nación. ¡No hay que mentir!
La verdad no tiene hoy carta de ciudadanía en todas partes del planeta, no la han dejado entrar y salir libremente, la tienen maniatada, vendada, amordazada. ¿Por qué? No se quiere encontrar hoy con la verdad, pues «la verdad, aunque no peca, incomoda».
Jesús nos da otra definición a quienes creemos en Él: «Yo soy el camino, la verdad y la vida» (Jn 14, 6). En efecto, para los cristianos, Dios es la suma verdad y el fundamento de toda verdad. Esa hambre que siente el ser humano de la verdad a final de cuentas es hambre de Dios, es el hombre que por su naturaleza tiende a Dios.
Tenemos que agradecer a Dios que nos haya dado el octavo mandamiento.
1. Verdad del ser: ser aquello que uno es, que uno debe ser. Hay verdad del ser cuando tú te comportas como persona inteligente, libre y responsable. Vives en la verdad de tu ser cuando sabes y te comportas con lo que te exige tu origen, tu fin como persona humana, cuando tienes trascendencia y sentido. Cuando vives la verdad de tu ser, vives realizado, feliz, digno y te elevas sobre todo el universo material y animal. Lo contrario a la verdad del ser es la inautenticidad.
2. Verdad del pensar: tu mente está hecha para percibir el ser de las cosas. Cuando tu mente coincide que la verdad de las cosas, vives en la verdad del pensar. Tu mente tiene que respetar la verdad de las cosas: la verdad del trabajo, del dinero, de la sexualidad, del matrimonio, del estudio, de la carrera... ¡Cuánta formación necesitas para descubrir la verdad de las cosas, y pensar así con veracidad de ellas! Lo contrario a la verdad del pensar es el error, que puede ser consciente o inconsciente, voluntario o involuntario.
3. Verdad del hablar: decir lo que tu mente sabe que es verdad, y que lo ha descubierto así, después del estudio y la formación. Tus palabras deben ser vehículo leal de lo que piensas. Por medio de tu palabra, haces partícipe a los demás de lo que llevas dentro. La palabra es puente que hace transparente a los demás el corazón y la intimidad de la persona. Lo contrario a la verdad del hablar es la mentira.
4. Verdad del obrar: es la verdad del comportamiento y de la vida. Vivir como se cree, coherencia de vida entre lo que se cree, lo que se predica y lo que se vive. Si vives esta verdad, serás sincero y cumplidor a tu palabra dada, serás leal y fiel a tus compromisos asumidos, serás equitativo y justo con los demás. Lo contrario a la verdad del obrar es la incoherencia, el fariseísmo, la hipocresía.