Fe y Obras

 

Por si acaso lo decimos

 

 

 

10.05.2019 | por Eleuterio Fernández Guzmán


 

 

Cuando Cristo quiso,
en aquel tiempo primero,
cuando todo era posible
y nada estaba hecho.

Cuando quiso el Hijo de Dios,
en el momento exacto,
ni antes ni luego…

Escogió, Cristo, a Pedro.
Aquel hombre negador,
aquel hombre desafecto,
aquel, en fin, traidor
al amor, vencido por el miedo
fue perdonado.

Guiar a las ovejas debía,
al redil llevarlas si se perdían,
dejar atado o desatado dejar,
todo le dio el Maestro
y aceptó Pedro.

El primer Papa, Santo Padre
para los hermanos en fe,
y tenía, por eso, todo el poder.

Confirmar en la fe,
decir sí donde es sí,
no donde es no,
ni más allá ni menos tampoco.

Siglos han pasado,
al parecer, casi en vano.
Pedro con muchos nombres
ha pasado; el tiempo dejó atrás
herejes, malos hermanos, falsos.

Hay, y lo decimos,
causas de tristeza, Pedro hoy
pareciera otro Pedro,
otro hermano… no nuestro.

A veces hay palabras que engañan,
expresiones que desazón causan;
a veces el sembrador no tiene semillas
y quiere sembrar preocupaciones,
paces donde no puede haber,
corazones tristes por ver según qué.

Por si acaso decimos esto
y estamos más que seguros,
Dios mediando y mediante,
que cuando quiera el Padre
este misterio cuyo nombre no decimos
será resuelto. Para alguno será tarde,
eso seguro.

 

Eleuterio Fernández Guzmán
eleu@telefonica.net