Fe y Obras

Un innecesario exhibicionismo

 

 

22.06.2017 | por Eleuterio Fernández Guzmán


 

Como en otras muchas ocasiones (hasta lo consideran una liberación o algo así) este año 2017 se va celebrar el denominado “Orgullo gay” que viene a ser algo así como querer que se vea la tendencia sexual de una persona con alharacas y bendiciones generales. Ya se sabe que donde hay libertad no manda, por lo común, el tal sentido.  

Lo bien cierto es que todo esto no es necesario. Vamos, que no hace falta nada de nada.

En la sociedad en la que vivimos no es que se tenga, ya, por normal lo que es antinatural sino que, además, se pretende obligar a que se acepte tal aberración (por desviación) y se imponen sanciones a los que manifiesten su desacuerdo no ya con eso sino con su imposición social. Y lo que tiene que llegar…

Lo que queremos decir es que no hace falta que exhiban sus procacidades y sus gustos particulares. Y no hace falta porque son tenidos por “ordinarios” y, por eso mismo, ya nadie les va decir nada sino, seguramente, alabarán un comportamiento tan errado como querer tener vagina donde se tiene pene o pene donde se tiene vagina. En fin…

Todo esto no es más que la manifestación de algún tipo de indisposición personal. Es decir, ¿se imaginan ustedes una manifestación de personas diciendo que son heterosexuales?

Seguramente no se lo imaginan pero, según corren los tiempos, llegará el día en el que se tenga que hacer. Y no será por mostrar algo sino por pura defensa ante la dictadura homosexualista en la que vivimos, nos movemos y existimos. Y eso no es lo que pasa con el tan cacareado “Orgullo gay” sino, justamente, lo contrario.

Y por si no fuera ya suficiente tener que ver y contemplar las mamarrachadas que suelen hacer en este tipo de actos, tendremos que soportar (seguro que es así) el ataque a la Iglesia católica. Y queremos decir que habrá quien se disfrace de cura, de monja, de obispo o hasta de Papa para hacer risa de tales situaciones espirituales. Y, además, será tenido tal comportamiento por algo original y bueno, no denunciable o loable...

En realidad, no es que el que esto escribe sea profeta ni hijo de profeta sino que ya se ha visto, año tras año, que es imposible que alguien diga que se siente orgulloso de ser homosexual sin tener que zaherir a quien no está de acuerdo con eso. Y es que es la naturaleza del escorpión…

 

Eleuterio Fernández Guzmán
eleu@telefonica.net