Fe y Obras

Conservadores y progresistas en la Iglesia católica

 

 

12.02.2015 | por Eleuterio Fernández Guzmán


Hay quienes no son partidarios de decir que en el seno de la Iglesia católica hay creyentes que muestran una tendencia conservadora y otros que hacen lo propio con una progresista. Seguramente no se darán cuenta de lo que pasa…

La noticia se ha llegado a titular así:

“Rechaza la comunión a los divorciados vueltos a casar.

El cardenal Burke se declara dispuesto a "resistir" al Papa”.

Acto seguido se escribe que se trata de un cardenal conservador; es más, lo llaman “tradicionalista” porque creen, con eso, ponerlo en mal lugar porque ya sabemos qué es lo que se quiere decir con eso.

Este caso, el de los divorciados vueltos a casar y su posible acceso a la comunión eucarística es síntoma de muchas cosas. Muchas de ellas son más que malas.

Lo que pasa es que quienes sostienen lo arriba expuesto lo que pretenden es que no se sepa que, en realidad, en la Esposa de Cristo hay personas que quieren que la misma mire para otro lado en determinados temas. Vamos, que haga caso omiso a su doctrina y, por eso mismo, a lo que debe defender y transmitir.

Hay, por tanto, otros que pretenden lo contrario: que la doctrina milenaria que sostiene a la Iglesia católica ha de seguir siendo la doctrina que sostenga a la Iglesia católica. Y no es muy difícil de entender.

Pero el caso es que las cosas son como son y, al parecer, no pueden ser de otra forma pues ya dijo Pablo VI aquello del humo de Satanás que había entrado en el seno de la Esposa de Cristo y cuando el Mal entra en algún sitio resulta difícil echarlo.

Hay algo, sin embargo, que deberíamos tener en cuenta y que no sería conveniente olvidar: sin la sustancia de la fe católica, sin lo que supone tener claro qué es lo que creemos y qué es lo que no debemos creer, nada de lo que tenemos por bueno y mejor seguirá siendo bueno y mejor.

Por eso nos corresponde, a cada uno de nosotros, fieles católicos, poner en su sitio a los que, siendo simples laicos, sacerdotes, obispos o cardenales quieran salirse por la tangente en cuanto a nuestras creencias por quedar bien con el mundo y querer ser aceptado por el mismo. A nosotros nos corresponde, por tanto, no mirar para otro lado cuando se pretende hacer ver que se puede mejorar lo que no se puede cambiar o cambiar lo que no puede ni debe ser tocado.

A nosotros, seguramente, nos tildarán de conservadores y a ellos, seguramente, de buenos y mejores.

Y es que, al fin al cabo, donde manda patrón, no manda marinero. Aunque, claro, el marinero pueda amotinarse ante según qué cosas ordene el patrón.

Eleuterio Fernández Guzmán
eleu@telefonica.net