EL EVANGELIO DEL DOMINGO

 

 

por Gervasio Portilla García

03.11.2024


 

XXXI Domingo del Tiempo Ordinario (B)

 

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (12, 28b-34)

 

En aquel tiempo, un escriba, se acercó y le preguntó a Jesús:

― «¿Qué mandamiento es el primero de todos?».

Respondió Jesús:

― «El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser". El segundo es este: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". No hay mandamiento mayor que estos».

El escriba replicó:

― «Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».

Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:

― «No está lejos del reino de Dios».

Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

 

Palabra del Señor


 

COMENTARIO:

 

El Evangelio de este Trigésimo Primer Domingo del Tiempo Ordinario, recoge la pregunta sobre cuál es el Mandamiento más importante.

Para Jesús, el mandamiento del amor a Dios, no es el primero y más importante; es sencillamente el centro que lo impregna e informa todo, la fuerza motriz, que transforma las relaciones personales y sociales.

Frente a las prescripciones de los judíos, para quienes el prójimo es sólo correligionario, Jesús, universaliza el concepto del prójimo y nos dice que no se trata tanto de saber quién es nuestro prójimo, sino de darnos cuenta que todos tienen derecho a nuestro amor, porque todos los hombres son portadores del amor de Dios.

El amor al prójimo nace del amor a Dios, y el amor a Dios, debe de proyectarse para que sea auténtico en el hermano.

 

Hasta el próximo Domingo si Dios quiere. Paz y bien.