EL EVANGELIO DEL DOMINGO

por Gervasio Portilla García

18.12.2016


IV Domingo de Adviento (A)

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (1, 18-24)

El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera:

María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:

--«José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».

Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta:

--«Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa "Dios-con-nosotros"».

Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.

Palabra del Señor


COMENTARIO:

El Evangelio de este Domingo Cuarto de Adviento, en vísperas ya de la Navidad, nos presenta el verdadero misterio de Jesús.

Este Evangelio, nos anuncia el gran acontecimiento que cambió al mundo y que llenó de esperanza a los hombres de buena voluntad.

En el niño que María ha concebido habita en plenitud el Espíritu Santo del Señor, y supera todo lo humano, rebasando los límites de la carne y la sangre.

Jesús, con su venida, cumplirá la profecía que anunciaba al Mesías futuro con el nombre de "Enmanuel" (Dios con nosotros).

A partir de ahora, nuestro Dios es un Dios cercano, presente en las alternativas más simples de nuestra vida.

Hasta el próximo Domingo si Dios quiere. Paz y bien. Feliz Navidad.