La misteriosa Llama

La coleta y el ramadán

 

 

Alejandro Sanz | 28/05/2017


 

Supongo que debería haberme sorprendido cuando leí que Pedro Sánchez felicitaba el ramadán a través de twitter a todos los musulmanes, pero la verdad es que no. Seguramente influye el hecho de que unos días antes le había visto cantar la Internacional con el puño en alto después de su victoria sobre Susana Díaz. Y lo que ocurre es que una y otra imagen eran equidistantes en su falsedad.

A menudo se suele contar con una traductora del lenguaje de signos en cualquier acto público para poder trasladar las palabras del portavoz a los sordomudos. Lamentablemente, cuando Pedro y los demás parias de la tierra cantaban la Internacional, no disfrutamos de ese servicio, y es que no hace falta saber leer los labios para darse cuenta de que el líder socialista desconocía la letra. Quizá suene un poco cruel pero viéndole intentar entonar esa estrofa de la “famélica legión” más parecía cantar el himno de La Décima del Real Madrid. “Ya salen las estrellas…”.

Pero volvamos a esta súbita iluminación religiosa de Sánchez, que podría chocar a quien creyese que el PSOE es un partido laico, porque lo cierto es que los musulmanes, igual que los católicos y los judíos, consideran el hecho religioso como una vivencia íntima, que no precisa de ninguna algarabía en las redes sociales.  No se cuantos países musulmanes conocerá Sánchez, yo he estado en dos -Túnez y Egipto- y pude dialogar con el suficiente número de creyentes como para saber que su fe no necesita ningún homenaje; sería como felicitar a un católico por ir  a misa.

Con el objeto de ayudar a Sánchez en su noble iluminación de interesarse por la religión, le diré que puede felicitar a los judíos con motivo del sucot (festividad de los tabernáculos), el pesaj (pascua) o el hanuka (las luminarias). A los budistas tibetanos les puede felicitar el Año del Pájaro de Fuego y el 9 de junio el nacimiento de Buda y su paso al paranirvana.

A los hindúes les puede felicitar el diwali, cosa que también alegraría a los sijs en el mes de kartikka. A los druidas, Sánchez les puede recordar las festividades de Shamhaim, Beltayne, Ymbolc y Luganasad.

Y finalmente, a los católicos -pero esto ya es un esfuerzo titánico- Sánchez les puede felicitar por las Ascensión o el día de Pentecostés. Claro que, si lo hace, tendrá que extender la felicitación a los coptos, aunque no se si estarán para muchas fiestas porque hace apenas tres días asesinaron a 26 practicantes católicos en Egipto.

Cuando termine su ronda de felicitaciones, quizá sea ya buen momento para que Sánchez se deje coleta. Pero eso sí, cuando ya existe un original, ¿para qué quieres la copia?

 

Alejandro Sanz