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Elecciones Estados Unidos: Ninguno de los dos candidatos "merece el voto de los católicos"

 

Trump prefiere “dejar que los estados decidan” sobre el aborto y la FIV, y Kamala Harris coloca el acceso al aborto en el centro de su campaña, afirma un ex profesor de Filosofía de la Universidad Loyola de Los Ángeles

 

 

 

30/10/24


 

 

 

  1. "Dejar que los estados decidan"
  2. Los católicos, "políticamente indigentes"
  3. Una explicación sobre "elegir el menor de dos males"
  4. Los argumentos de Francisco y Benedicto XVI
  5. El aborto no es el único tema
  6. "Ninguno merece el voto de los católicos"

 

 

 


Donald Trump y Kamala Harris.

 

 

 

"Quienquiera que gane la presidencia el 5 de noviembre, esta elección marca un punto de inflexión para los católicos. Por primera vez, ninguno de los dos partidos principales tiene una postura pro-vida", así se expresa el Dr. James G. Hanink profesor de Dilosofía durante 40 años en la Universidad Loyola Marymount (Los Ángeles, Estados Unidos) y candidato del Partido de la Solidaridad Estadounidense para gobernador de California en 2022.

 

"Dejar que los estados decidan"

En su reflexión afirma que el expresidente Donald Trump ha adoptado una postura de “dejar que los estados decidan” sobre la licencia para abortar y sobre la fertilización in vitro (FIV). Por su parte, la vicepresidenta Kamala Harris, con un "oportunismo alegre, coloca el acceso al aborto en el centro de su campaña".

"¿Cómo hemos llegado hasta aquí?" se pregunta James G. Hanink. Y responde: "Durante décadas hemos ido perdiendo de vista la santidad de la vida humana. Cuando no honramos al Creador, nos deshonramos a nosotros mismos".

 

Los católicos, "políticamente indigentes"

Para el doctor en Filosofía desde hace mucho tiempo es fácil argumentar que los católicos "somos políticamente indigentes”, sin hogar, ¿no deberíamos ponernos a trabajar para construir una casa? Votar como lo hemos hecho, tapándonos la nariz, es una perspectiva desalentadora. Hablando coloquialmente, ¿no supondría correr el riesgo de cortarnos la nariz para fastidiarnos la cara?", señala irónicamente.

 

Una explicación sobre "elegir el menor de dos males"

También existe el consejo de “elegir el menor de dos males”, como ha sugerido el Papa Francisco.

El doctor en Filosofía explica esta argumentación: "Es necesario analizar esa expresión tan conocida. A veces, después de todo, ninguno de los dos males es el menor. Los bienes fundamentales del florecimiento humano son inconmensurables. Pero incluso si podemos identificar un mal mayor y uno menor, nunca deberíamos elegir el mal. No nos atrevemos a elegir el mal incluso si suponemos que al hacerlo lograremos el bien. Nuestra tradición, sin embargo, establece una distinción cuidadosa: podemos elegir actuar en pos de un bien incluso si prevemos que hacerlo tendrá alguna consecuencia ulterior que deploramos".

 

Los argumentos de Francisco y Benedicto XVI

A pesar de esto, afirma que en cualquier caso, el Papa Francisco nos recuerda que, en general, debemos votar porque votar nos ayuda a aclarar por qué un candidato debería ganar nuestro apoyo.

Sin embargo, el doctor en Filosofía recuerda los tres principios innegociables del Papa Benedicto XVI para la participación católica en el ámbito público. El voto es, por supuesto, el más común de estos compromisos. Cada principio se centra en la dignidad de la persona. Son, en sus palabras:

 

  • “la protección de la vida en todas sus etapas”
  • “el reconocimiento y la promoción de la estructura natural de la familia como unión entre un hombre y una mujer basada en el matrimonio”
  • “la protección del derecho de los padres a educar a sus hijos.”

 

"Un candidato que viole cualquiera de estos principios de no negociación no cumple una condición necesaria para merecer el voto de un católico", señala rotundo.

 

El aborto no es el único tema

El Dr. James G. Hanink explica que a menudo se acusa a los católicos pro vida de estar preocupados por un solo tema como es el aborto. Y ciertamente, "el asesinato deliberado de un ser humano no nacido en un lugar que la naturaleza ofrece como el más seguro de los lugares, es el tema preeminente".

Sin embargo, recuerda que hay otros temas que un católico debería tener en cuenta: "No podemos aceptar a un candidato que promueva el racismo o ahogue los gritos de los pobres. Tampoco podemos aceptar a un candidato que trate los recursos del planeta simplemente en términos de estrechas necesidades económicas". Y también, por su puesto, no merece el voto católico un candidato que arrastra corrupción personal.

 

"Ninguno merece el voto de los católicos"

"Teniendo en cuenta todo esto, ninguno de los candidatos de los principales partidos merece el voto de los católicos. Tampoco ninguno de los dos candidatos es aceptable como el menor de dos males. En efecto, estamos políticamente sin hogar y ya es hora de que asumamos nuestra responsabilidad de construir un hogar digno, uno que nos oriente hacia el bien común", sentencia Dr. James G. Hanink.

En este sentido, señala que en los últimos años, un partido muy reflexivo ha empezado a construir un hogar político: el Partido de la Solidaridad Estadounidense. Sus postulados se basan en la solidaridad, la subsidiariedad y la democracia económica. "La solidaridad insiste en que la primera medida de justicia es cómo tratamos a los más vulnerables. La subsidiariedad nos dice que realizamos mejor nuestro potencial cívico cuando actuamos de manera descentralizada. La democracia económica exige una distribución cada vez más amplia de bienes y recursos. Sin democracia económica, la democracia política es ilusoria", explica.

 

 

 


Dr. James G. Hanink.