Iglesia-Estado

 

Homenaje a Eugenio Nasarre en la Fundación Pablo VI: un católico comprometido con la democracia

 

Más de 80 amigos recuerdan al político, profesor y periodista como defensor de Europa, del diálogo de la Iglesia con la sociedad y al servicio de la reconciliación en España

 

 

 

26/10/24


 

 

 

  1. Personalidad irrepetible
  2. La creencia en Europa
  3. Espíritu conciliador
  4. El valor de la transición

 

 

 


Homenaje a Eugenio Nasarre.

 

 

 

El pasado jueves la Fundación Pablo VI celebró la presentación del libro homenaje dedicado a Eugenio Nasarre, fallecido el 27 de enero de 2024, que ha promovido el Consejo Federal del Movimiento Europeo (CFEME) y para el que ha contado con la participación de hasta 80 amigos y compañeros del ámbito de la política, de los medios de comunicación, de la universidad y de numerosos entornos en los que Nasarre trabajó y compartió proyectos.

 

Personalidad irrepetible

Los presentes le recordaron al político, profesor y periodista como defensor de la democracia y de Europa, un reconocimiento a un católico comprometido con el diálogo de la Iglesia con la sociedad y al servicio de la reconciliación en España. Pero, sobre todo, un tributo al amigo y a la personalidad de Eugenio Nasarre, una personalidad irrepetible e irreemplazable en la sociedad española.

Entre sus amigos presentaron el acto Soledad Becerril, ex ministra de Cultura; Juan María Laboa, sacerdote; Belén Becerril, profesora de Derecho de la Unión Europea de la Universidad CEU San Pablo; Jesús Avezuela, director general de la Fundación Pablo VI; y Francisco Aldecoa, presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo y coordinador de la publicación.

Recordaron algunas de estas facetas y rasgos de la personalidad y de la forma de ver y entender la política, Europa, la Iglesia, la educación, el diálogo y la democracia de Eugenio Nasarre, que tuvo una vida extraordinariamente fructífera y que contribuyó con un compromiso firme y desinteresado a una España democrática y moderna y a una Unión Europea federal.

 

La creencia en Europa

El primero en intervenir fue Jesús Avezuela, con una semblanza en la que puso de manifiesto su estrecha amistad con Nasarre y la inmensa gratitud por su colaboración con la Fundación Pablo VI desde sus tiempos como estudiante en la Escuela de Periodismo de la Iglesia.

"Puso de manifiesto en reiteradas ocasiones la necesidad de seguir creyendo en una Europa que, mucho más allá de los tratados europeos y de la regulación, tiene unos orígenes y valores que sus padres fundadores dejaron en herencia para servir como pilar a la hora de abordar las grandes cuestiones, como el desarrollo tecnológico, la transformación del trabajo, las amenazas nacionalistas, la inmigración o el cambio climático".

 

Espíritu conciliador

Con este espíritu conciliador, democrático y constitucional contribuyó desde su juventud, junto a otras personalidades de la España de la Transición -algunos de ellos presentes en una abarrotada sala Maritain-, a abrir España a Europa y abrir también a la Iglesia, que, en aquellos años, estaba aun excesivamente reacia a formar parte del proyecto europeo.

Así lo explicó Juan María Laboa, sacerdote al que unía también una profunda amistad con Eugenio Nasarre y con quien compartía la pasión por el Papa Pablo VI y el Concilio Vaticano II. En su intervención, recordó algunos de los momentos vividos juntos en Roma, desde donde contagió entusiasmo a aquellos jóvenes que representaban el cambio de la sociedad española. Era “un buen amigo, dialogante y un hombre profundamente convencido de sus ideas, que colaboró en los cambios de la Iglesia española”.

 

El valor de la transición

Por su parte, Belén Becerril, profesora de Derecho de la Unión Europea en la Universidad CEU San Pablo, señaló que Nasarre “temía el auge de los populismos y de ese antieuropeísmo que empieza a imponerse en algunos partidos de izquierda y derecha”; estaba profundamente preocupado por la Ley de Amnistía, por la Ley de Memoria Democrática y por aquellos discursos que ponen en duda el valor de la Transición.

Además Soledad Becerril, militante con él en los primeros años de la Unión de Centro Democrático, dijo que su vocación siempre fue aunar voluntades y, en este sentido, siempre trataba para todos los asuntos de “tender la mano a unas personas y otras”. Y eso, lamentó, hoy solo lleva a la "melancolía".

Entre los invitados acudieron Juan José Laborda, expresidente del Senado; Juan Antonio Ortega Díaz Ambrona, ex ministro de Educación durante los gobiernos de UCD; Marcelino Oreja, ex ministro de Asuntos Exteriores de Adolfo Suárez; Óscar Alzaga, jurista y uno de los artífices de la Transición española; o Carlos Bru, jurista y político, con quien vivió también la militancia en Izquierda Democrática.