Diócesis
Cualquier realidad de la Iglesia debe estar en comunión con el plan de catequesis de la Delegación del obispado madrileño cuyo delegado es el sacerdote Manuel María Bru
06/10/24
Manuel María Bru, delegado episcopal de Catequesis.
El pasado viernes, la Delegación de Catequesis de la archidiócesis de Madrid presentó sus novedades para este curso pastoral. Una de las actividades más importante es la catequesis, una de las realidades de la vida parroquial que mayor impacto tiene en la comunidad porque afecta no solo a los niños, también a los catequistas y a los padres.
En este contexto, y ante la última noticia publicada por Religión Confidencial sobre una supuesta carta del delegado episcopal de catequesis Manuel María Bru al fundador de Hakuna, José Pedro Manglano, RC ha preguntado a Bru sobre algunas cuestiones relativas a las catequesis que se organizan en colegios católicos, universidades católicas y distintas realidades eclesiales, dado que Bru insiste en que las catequesis se deben dar en las parroquias y que lo ideal "es la complementariedad entre familia y parroquia".
Colegios privados no católicos
Sobre los colegios privados no católicos Bru responde: "Los colegios privados no católicos no pueden proponer procesos de iniciación cristiana. Si lo hacen es sin permiso de la Iglesia. Puede haber excepciones si la autoridad eclesiástica llega a la conclusión de que en algunos de estos colegios, se dan las condiciones que se le piden a los colegios católicos. Lo mismo respecto a los colegios públicos".
Respecto a los colegios católicos que dependen de instituciones o congregaciones católicas, ya sean privados o concertados, sólo pueden proponer procesos de iniciación cristiana bajo tres condiciones, explica el delegado episcopal de catequesis:
a) Que en ellos exista una actividad pastoral con las familias de los escolares, y que fruto de esta actividad haya una comunidad cristiana escolar.
b) que la catequesis que se imparta sea una prolongación de la catequesis de la parroquia a la que el colegio geográficamente pertenezca, lo que supone que los equipos de catequistas de ambas parroquias estén integrados, y que se proponga el mismo itinerario y metodología, que por otra parte no pueden ser otros que los de la diócesis.
c) que no se den en horario escolar, ni se presenten como una extra-escolar formativa (y por tanto entre otras cosas que sea gratuita), sino como actividad pastoral de la parroquia. En todo caso, el arciprestazgo y la vicaría episcopal a la que pertenece discernirá en cada caso si estas condiciones se dan realmente y si existe una verdadera integración de la pastoral del colegio en la pastoral parroquial y diocesana.
Pastoral en las universidades
Con respecto a la pregunta sobre los movimientos y realidades eclesiales y su labor apostólica en las universidades, Manuel María Bru aclara que "no se trata sólo de si tienen que informar a la archidiócesis de Madrid, es que todo lo que tiene que ver con la pastoral en una universidad católica tiene que estar en coordinación con la Pastoral Universitaria de la Diócesis. Pero esta coordinación no se vive ni por parte de la diócesis ni por parte de las universidades católicas en clave de obligación, sino en clave de comunión. Es algo que se hace porque el mínimo sentido de comunión lleva a unos y a otros a coordinarse".
Impartir sacramentos
En cuanto a los sacramentos, el bautismo de un universitario es el bautismo de un adulto, y por tanto tiene que estar precedido de un catecumenado de adultos.
"El catecumenado de adultos es una institución diocesana, ni siquiera parroquial. Hasta la instauración en Madrid del Catecumenado de Adultos, que esta en proceso de organización a través de una comisión diocesana, se mantiene el criterio establecido: desde las parroquias, y en su caso desde las delegaciones o sus secciones, como es la pastoral universitaria, se informa de los candidatos a los vicarios territoriales o al obispo directamente, y en cada situación se establece un proceso “ad hoc” para determinar el itinerario a seguir, los medios, los catequistas de adultos, y por último la celebración siempre presidida por el obispo o por un vicario episcopal por el designado para recibir los tres sacramentos de la iniciación cristiana (bautismo, confirmación y eucaristía)", explica el delegado episcopal de catequesis.
En cuanto a la catequesis y la recepción del sacramento de la eucaristía y de la confirmación por parte de una universidad católica rige el mismo criterio que con respecto a los colegios católicos: "siempre en relación a las parroquias de cada uno de los estudiantes o a la parroquia a la que territorialmente pertenece el campus universitario. Y para la confirmación siempre bajo la tutela del vicario episcopal territorial correspondiente", explica Bru.