Cáritas Santander | Noticia • 24/01/2024

 

Cáritas acoge con satisfacción la sustitución de la ayuda en especie por apoyo económico aprobada por el Consejo de Ministros

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

Hace ya ocho años que Cáritas Diocesana de Santander comenzó a ofrecer apoyo a las familias vulnerables a través de tarjetas monedero y otros modelos de apoyo económico en sustitución de la entrega de bolsas con alimentos. Durante el pasado año, en nuestra región, 3.171 personas cubrieron sus necesidades de alimentación a través de estos nuevos formatos con una inversión superior a los 375.000 euros. Una cantidad que  supera el millón de euros en los últimos tres años.

Dignificar el Derecho a la Alimentación es el objetivo que llevó a la entidad a implantar la entrega de tarjetas monedero como una herramienta más dentro del proceso de acompañamiento que Cáritas presta a las personas que lo necesitan. “A lo largo de estos años hemos visto cómo las personas refuerzan su autonomía y su dignidad. Ya no tienen que ajustarse a lo que otros deciden que es bueno para ellas, sino que pueden decidir qué comprar en función de sus necesidades, costumbres y gustos”, explica Sonsoles López, directora de Cáritas Diocesana de Santander.

Las tarjetas se recargan bajo demanda y de forma controlada y permiten a los usuarios adquirir productos de alimentación e higiene adecuados a sus necesidades en cada momento. Son siempre personas que reciben un acompañamiento integral en Cáritas y que, en ocasiones, solo necesitan ese apoyo durante unos meses, mientras acceden a otros recursos o su situación económica mejora.

La noticia de que el Gobierno de España pondrá en marcha un programa para facilitar a las familias en situación de vulnerabilidad y con menores a su cargo unas tarjetas monedero o vales canjeables por productos de alimentación y de primera necesidad ha sido acogida con satisfacción dentro de la entidad. “Desde Cáritas Diocesana de Santander estamos satisfechos de ver que algo en lo que llevamos trabajando ya ocho años, como es dignificar el derecho a la alimentación, obtiene el respaldo de Europa y se generaliza en nuestro país. Es un paso muy importante y estamos contentos de que la sociedad vea que ese es el camino. Desde Cáritas seguiremos acompañando a quienes lo necesiten y no es solo el derecho a la alimentación, es mucho más: vivienda, educación, sanidad… todo gracias al apoyo de nuestros voluntarios, socios y donantes”, añade Sonsoles López.

 

TESTIMONIOS

Conchita es voluntaria en la Cáritas Parroquial la Anunciación de Santander, que fue una de las primeras en sustituir la ayuda en especie implementando el uso de estas tarjetas monedero. De las cinco con las que empezaron hace ocho años han pasado ahora a tener 64 tarjetas con las que apoyan a otras tantas familias en situación de vulnerabilidad. “Yo reconozco que cuando dijeron lo de las tarjetas dije que no y ahora no puedo estar más de acuerdo con esta iniciativa. Ahora comprendo que, además de no ser tan denigrante como venir a recoger las bolsas, es mucho mejor que compren lo que quieran o necesiten. A mí no me convenció nadie. Me convencí yo sola al ver cómo funcionaba” explica esta veterana voluntaria.

“A mí la tarjeta me supone un alivio tremendo, porque sin esa ayuda, no sé cómo me apañaría. Vivo con mi marido, los dos tenemos una discapacidad reconocida y yo cobro la renta vital. Pago 500 euros de alquiler más los suministros y todos los gastos del día a día. De verdad que no sé cómo me arreglaría sin el apoyo de Cáritas a través de esa tarjeta monedero. Yo miro los precios en los distintos supermercados, me fijo dónde está más barato y allí compro. Si la carne tiene buen precio, congelo y voy tirando durante el mes. Pero es que todo ha subido mucho. Compras aceite, patatas, huevos.. todo está mucho más caro”, afirma una de las usuarias de la tarjeta monedero de Cáritas.