Cáritas | Noticia • 11 Noviembre 2019

 

Informe FOESSA en La Rioja: Con la cifra estatal más baja de personas en exclusión, esta es más grave que en el resto del país

 

El Informe señala que 36.000 personas se encuentran en exclusión social y otras 47.000 en riesgo de caer en ella

 

 

 


 

 

 

El Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en La Rioja presentado esta mañana en Logroño apunta a que esa Comunidad presenta la cifra de exclusión social más baja de España, pero que esta exclusión es más grave que en el resto de las Comunidades Autónomas. Así lo ha explicado Guillermo Fernández Maíllo, sociólogo del equipo de Estudios de Cáritas Española y de la Fundación FOESSA y coordinador del VIII Informe sobre Exclusión y Desarrollo Social en España 2019, que ha estado acompañado en la rueda de prensa por Fernando Beltrán, director de Cáritas La Rioja.

El Informe FOESSA es un referente por su certera descripción sobre el desarrollo social en España, la estructura social, la desigualdad y la pobreza, las relaciones sociales y la cooperación internacional.

“En su octava edición consta de un análisis global de la realidad del conjunto del país y de 18 informes territoriales, entre los que se encuentra el de La Rioja. Por ello nos ofrece una gran oportunidad de conocer de forma precisa el estado de la cohesión social en nuestra comunidad y en perspectiva comparada con otras regiones”, ha expuesto Fernando Beltrán.

Según ha detallado el director de Cáritas La Rioja, “este informe ha sido construido por más de 500 personas divididas en dos equipos: un equipo de investigación formado por 125 investigadores de 30 universidades y 13 organizaciones de acción e investigación; y otro formado por 350 encuestadores profesionales que, en La Rioja, han entrevistado por primera vez a una muestra representativa de los hogares y la población repartida por el conjunto del territorio”. Los datos que han obtenido permiten mostrar “el momento de incertidumbre actual y dar cuenta de las consecuencias de la crisis en nuestra sociedad”.

 

Exclusión enquistada

La exclusión social se encuentra enquistada en la estructura social de La Rioja, afectando a 36.000 personas, el 11,3% de la población. Es lo que denominamos sociedad estancada, un grupo de personas para las que el ascensor de la movilidad social no funciona y no es capaz de subir siquiera a la primera planta. Y dentro del mismo, un grupo especialmente vulnerable, unas 13.000 personas, el 4,1% de la sociedad riojana, se encuentran en la exclusión más extrema. Son las personas y los hogares sobre las que se ceba la desigualdad y la precariedad en sus diferentes formas.

La vivienda insegura e inadecuada, el desempleo persistente, la precariedad laboral extrema y su invisibilidad para los partidos políticos, son algunas de sus características”, ha aseverado Guillermo Fernández Maíllo.

Según ha explicado el experto, La Rioja presenta la cifra de exclusión social más baja de España, pero esta exclusión es más grave. “Además, dentro de la sociedad integrada se está produciendo una quiebra por su base y hay un grupo de unas 47.000 personas que, pese a estar en el espacio de la integración, se encuentran en una situación de inseguridad debido a que su colchón de resistencia es débil, y serán los primeros en incorporarse al espacio de la exclusión si se produce una desaceleración de la economía. Este grupo de personas y hogares es proporcionalmente mayor al del conjunto de España: representan el 14,9% de la población”, ha detallado.

El VIII Informe FOESSA también muestra el perfil sociodemográfico de los sustentadores principales de los hogares en exclusión social: hay más sustentadores principales hombres en exclusión social; el grupo mayoritario se encuentra entre los 45 y los 64 años; uno de cada tres no tiene estudios; el 36,9% trabaja, pero trabajar no es garantía de poder sobrevivir; y tres de cada cuatro personas que sustentan hogares riojanos en exclusión son de nacionalidad española. “El mayor riesgo de exclusión se concentra en los hogares donde el sustentador principal es menor de 30 años o es mujer o es inmigrante de fuera de la UE. También si se es familia numerosa o monoparental”, ha aseverado el sociólogo.

 

Factores de exclusión

La desigualdad puede verse más allá de las distancias entre los ciudadanos según su riqueza económica.

Existen otras dimensiones de la vida cotidiana también muy relevantes como la vivienda, la salud, la educación, la capacidad de las familias para hacer frente a problemas, etc. En este sentido, hay dos bloques de riesgo: el empleo y la vivienda.

“La precariedad laboral se ha convertido ya en una forma de vida de forma estructural en nuestra sociedad: un 6,2% de la población vive en hogares sin personas ocupadas, ni pensionistas contributivos, ni con prestaciones contributivas de desempleo; el 7,9% de las personas que trabajan son trabajadores pobres. El 36,9% de los hogares que se encuentran en exclusión, la Persona Sustentadora Principal se encuentra trabajando. Exclusión social y trabajo son cada vez más compatibles”, ha precisado Fernández Maillo.

Por otro lado, el acceso a una vivienda digna se ha convertido en un derecho inaccesible para muchas personas. “Hay 16.000 personas en La Rioja residiendo en viviendas con situaciones de insalubridad y 9.000 personas en viviendas con deficiencias graves en la construcción. Además, 28.000 personas presentan deudas de suministros, pagos de alquiler o hipoteca, o bien una vez pagados se quedan bajo el umbral de la pobreza severa. Asimismo, 3.000 hogares, lo que supone aproximadamente 9.700 personas, viven en situación de inseguridad (temporalmente sin contrato de arrendamiento, bajo la amenaza de la violencia o con notificación de desahucio, entre otros); y 6.200 hogares, unas 21.000 personas, viven en una vivienda inadecuada (un espacio que no reúne condiciones adecuadas para la habitabilidad, con hacinamiento, sin acceso a suministros, etc.)”.

 

Democracia, participación social y políticas públicas

En este VIII Informe de la Fundación FOESSA se constata la pérdida de calidad de nuestra democracia.

“Nuestra democracia es de escaso calado cultural y se asienta sobre un compromiso político de baja intensidad en la participación cívico política. En La Rioja solo muestra interés por la misma un 17% de la población –ha afirmado Fernández Maíllo–. A pesar de esa falta de participación, la ciudadanía sigue apoyando el Estado de Bienestar como mecanismo de protección social: siete de cada diez ciudadanos de La Rioja optarían por tener más prestaciones y servicios sociales pagando más impuestos”.

Según ha explicado, “para poder enfrentarnos al futuro, perder el miedo y fortalecer los mecanismos de inclusión de la ciudadanía en nuestra sociedad, planteamos un conjunto de grandes conversaciones cívicas que adecuen definitivamente nuestra forma de convivencia ante este proceso de mutación social que hemos denominado la sociedad desvinculada”.

En este sentido, determina que “debemos pensar en la necesidad de crear un nuevo escenario con responsabilidades compartidas”. “Es preciso dialogar en torno a la creación de un sector público compuesto por el espacio de trabajo conjunto de las administraciones públicas, las entidades no lucrativas y las empresas sociales, con las iniciativas ciudadanas y profesionales. Y quizás sea ésta la conversación cívica más crucial”, ha concluido.