Servicio diario - 13 de agosto de 2019


 

"No están solos", recuerda el Papa a los genoveses un año después del derrumbe del puente Morandi
Rosa Die Alcolea

Costa Rica: Los obispos llaman a dar prioridad "al derecho a la vida" ante la huelga del sector sanitario
Rosa Die Alcolea

Día Internacional de la Juventud: El Papa invita a la educación abierta "a la trascendencia"
Rosa Die Alcolea

Guatemala: Alejandro Giammattei gana las elecciones con el 59% de los votos
Rosa Die Alcolea

Perú: Bendición del primer hospital de cáncer infantil de Sudamérica
Rosa Die Alcolea

Padre Antonio Rivero: "¿Qué significa la Asunción de la Virgen a los cielos?"
Antonio Rivero

San Maximiliano Kolbe, 14 de agosto
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

13/08/2019-11:34
Rosa Die Alcolea

"No están solos", recuerda el Papa a los genoveses un año después del derrumbe del puente Morandi

(ZENIT — 13 agoto 2019).- El Papa Francisco, en memoria del derrumbe del puente Morandi, en Génova, recuerda a sus ciudadanos que "no están solos" y asegura que los genoveses "son capaces de hacer grandes gestos de solidaridad, sé que se arremangan, que no se rinden, que saben estar al lado de los más necesitados".

Un año después del derrumbe del puente Morandi, en Génova, el Papa Francisco ha escrito un mensaje a los genoveses, publicado en el periódico genovés // Secolo XIX y en los otros periódicos del grupo Gedi News Network.

El Pontífice expresa su cercanía a los ciudadanos de la localidad italiana: "Quiero decirles que no los he olvidado, que he rezado y rezo por las víctimas, por sus familias, por los heridos, por los desplazados, por todos ustedes, por Génova".

A pesar de no tener "respuestas preelaboradas" que darles, el Papa aconseja que "después de estas tragedias tenemos que llorar, callarnos, preguntarnos por la razón de la fragilidad de lo que construimos y, sobre todo, tenemos que orar".

 

Presencia que nos acompaña

Así, Francisco asegura que "La respuesta de Dios a nuestro dolor fue una cercanía, una presencia que nos acompaña, que no nos deja solos", e indica que "Jesús se hizo igual que nosotros y por eso le tenemos a nuestro lado, para llorar con nosotros en los momentos más difíciles de nuestras vidas. Miremos a Él, confiémosle nuestras preguntas, nuestro dolor, nuestra ira".

“La comunidad cristiana, la Iglesia de Génova, está con ustedes y comparte sus sufrimientos y sus dificultades. Cuanto más conscientes somos de nuestra debilidad, de la precariedad de nuestra condición humana, más redescubrimos la belleza de las relaciones humanas, de los lazos que nos unen como familias, comunidades y sociedad civil”, les alienta el Santo Padre.

 

Puente Morandi

El 14 de agosto de 2018, el puente se desplomó causando 43 muertes y la evacuación de más de 600 familias. El 28 de junio de este año se demolieron las dos torres que aún se encontraban de pie tras el derrumbe parcial de la vía hace prácticamente un año. Alrededor de 3.400 personas fueron evacuadas antes de la detonación.

El puente Morandi —llamado así en homenaje al ingeniero que lo proyectó, Riccardo Morandi— medía 1.182 metros y se elevaba 45 metros sobre la carretera. Su construcción llevó cuatro años. Algunos lo conocían coloquialmente como puente de Brooklyn, por su gran parecido al de la ciudad de Nueva York.

Lo sustentaban tres pilares de cemento armado que alcanzaban los 90 metros. Se inauguró en 1967. Circulaban anualmente 25,5 millones de vehículos sobre el puente, y el tránsito se había incrementado un 40% en los últimos 30 años y se preveía un crecimiento de un 30% más en los próximos 30, según informa La Repubblica.

Sigue el mensaje completo del Papa Francisco a los genoveses, publicado este 13 de agosto de 2019 por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

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Mensaje del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas, queridos amigos.

Ha pasado casi un año del derrumbe del Puente Morandi, que provocó la muerte de 43 personas. Familias que partían o volvían de vacaciones, hombres y mujeres que estaban viajando por trabajo. Fue una herida infligida en el corazón de su ciudad, una tragedia para los que perdieron a sus familiares, una tragedia para los heridos, un acontecimiento espantoso para los que se vieron obligados a abandonar sus hogares viviendo como desplazados.

Quiero decirles que no los he olvidado, que he rezado y rezo por las víctimas, por sus familias, por los heridos, por los desplazados, por todos ustedes, por Génova. Frente a acontecimientos de este tipo, el dolor de las pérdidas sufridas es doloroso y no es fácil de aliviar, así como el sentimiento de no resignación ante una catástrofe que podría haberse evitado.

No tengo respuestas preelaboradas que darles, porque en ciertas situaciones nuestras pobres palabras humanas son inadecuadas. No tengo respuestas, porque después de estas tragedias tenemos que llorar, callarnos, preguntarnos por la razón de la fragilidad de lo que construimos y, sobre todo, tenemos que orar. Pero tengo un mensaje que brota de mi corazón como padre y como hermano, y que me gustaría transmitirles.

No dejen que las vicisitudes de la vida rompan los lazos que tejen su comunidad, borren la memoria de lo que ha hecho que su historia sea tan importante y significativa. Siempre pienso en el puerto cuando pienso en Génova. Pienso en el lugar donde partió mi padre. Pienso en el trabajo diario, en la obstinada voluntad y las esperanzas de los genoveses.

Hoy quiero decirles algo antes que nada: sepan que no están solos. Sepan que nunca está solos. Sepan que Dios nuestro Padre respondió a nuestro clamor y a nuestra pregunta no con palabras, sino con una presencia que nos acompaña, la de su Hijo. Jesús pasó ante nosotros por el sufrimiento y la muerte. Él tomó sobre sí todos nuestros sufrimientos. Fue despreciado, humillado, golpeado, clavado en la cruz y bárbaramente asesinado. La respuesta de Dios a nuestro dolor fue una cercanía, una presencia que nos acompaña, que no nos deja solos. Jesús se hizo igual que nosotros y por eso le tenemos a nuestro lado, para llorar con nosotros en los momentos más difíciles de nuestras vidas. Miremos a Él, confiémosle nuestras preguntas, nuestro dolor, nuestra ira.

Pero también me gustaría decirles que Jesús en la cruz no estaba solo. Debajo de ese andamio estaba su madre, María. Stabat Mater, María estaba bajo la cruz, compartiendo el sufrimiento de su Hijo. No estamos solos, tenemos una Madre que nos mira desde el Cielo con amor y está cerca de nosotros. Aferrémonos a ella y digámosle: "Mamá", como hace un niño cuando tiene miedo y quiere que le consuelen y le tranquilicen. Cómo se tranquilizó el humilde campesino Benedetto Pareto, en 1490, en el monte Figogna, cuando vio a una Señora con un rostro hermoso y dulce, que se le presentó como la Madre de Jesús pidiendo la construcción de una capilla. Levanten los ojos a Nuestra Señora de la Guardia y confíen en su ayuda como Madre.

Somos hombres y mujeres llenos de defectos y debilidades, pero tenemos un Padre Misericordioso al que acudir, un Hijo Crucificado y Resucitado que camina con nosotros, el Espíritu Santo que nos asiste y nos acompaña. Tenemos una Madre en el Cielo que continúa poniendo su manto sobre nosotros sin abandonarnos jamás.

También quiero decirles que no están solos porque la comunidad cristiana, la Iglesia de Génova, está con ustedes y comparte sus sufrimientos y sus dificultades. Cuanto más conscientes somos de nuestra debilidad, de la precariedad de nuestra condición humana, más redescubrimos la belleza de las relaciones humanas, de los lazos que nos unen como familias, comunidades y sociedad civil. Sé que los genoveses son capaces de hacer grandes gestos de solidaridad, sé que se arremangan, que no se rinden, que saben estar al lado de los más necesitados.

Sé que también después de una gran tragedia que ha herido a su familia y a su ciudad, han sabido reaccionar, realzarse, mirar adelante. ¡No pierdan la esperanza, no se la dejen robar! Continúen apoyando a los más afectados. Rezo por ustedes, y ustedes, por favor, no se olviden de rezar por mí.

 

* Traducción de Zenit/Rosa Die Alcolea (Texto original: Italiano]

 

 

 

13/08/2019-17:13
Rosa Die Alcolea

Costa Rica: Los obispos llaman a dar prioridad "al derecho a la vida" ante la huelga del sector sanitario

(ZENIT — 13 agosto 2019).- En Costa Rica aumenta la incertidumbre de los ciudadanos que necesitan de inmediata atención médica y servicios hospitalarios. Los trabajadores del sector de la salud en Costa Rica continúan la huelga, iniciada el pasado 5 de agosto de 2019, para denunciar al Gobierno que cumpla con el acuerdo del pasado mes de febrero en el que se garantizó la modalidad de pago bisemanal, entre otras muchas medidas.

En la segunda semana de huelga de los empleados de la caja costarricense del seguro social, el presidente de la Conferencia Episcopal (CECOR) ha hecho un llamamiento para que se llegue a una pronta negociación debido a la urgencia médica que requiere la población.

Monseñor Rafael José Quirós, también arzobispo de San José, insta a los miembros de la Mesa de Negociación a dar "prioridad al derecho a la vida y a la salud de los usuarios de los servicios médicos", un derecho que "va más allá del derecho a la atención médica". En esta línea, asegura que es importante "aunar esfuerzos para que de este diálogo surjan no sólo garantías laborales sino políticas que aseguren este derecho a ultranza".

 

Asamblea plenaria

En medio de esta creciente tensión que vive el país, los obispos de la Conferencia Episcopal celebraron su Asamblea Plenaria los pasados días del 5 al 9 de agosto de 2019. Durante cuatro días de oración, análisis y diálogos, los prelados reflexionaron sobre las circunstancias sociales, económicas, políticas y religiosas que viven actualmente, "marcadas por expectativas, incertidumbres, conflictos y esperanzas", anunciaron.

En este contexto, al terminar su reunión los obispos han exhortado "a la promoción del diálogo nacional sistemático", para que los actores sociales y políticos puedan llegar a la elaboración de políticas públicas y a la convergencia de agendas y acuerdos "que contribuyan al bien común y a la calidad de vida de todos los habitantes del país". También aseguran que confían en la búsqueda de caminos "para un diálogo constructivo" a fin de lograr el ansiado bien común.

Para ellos, los pastores costarricenses plantearon la instalación de mesas de diálogo entre los sectores sociales y las autoridades gubernamentales, las cuales fueron inauguradas el pasado jueves, 8 de agosto, y gracias a las cuales esperan que se dé "un diálogo fructífero".

 

Desempleo: 60.000 "desalentados"

En la nota final del encuentro, los obispos ofrecieron algunos datos de la actual crisis de desempleo que presenta el país: Actualmente se registra la tasa "más alta de paro de la última década", comentan, y mencionan a los 60.000 "desalentados" con los que cuenta el país, es decir, personas que ya desisten de buscar trabajo, desilusionados por la situación del país y sin esperanza tras varios intentos fallidos al aplicar por vacantes disponibles.

Ante este panorama, la CECOR expresa que "urgen oportunidades laborales para los jóvenes y mujeres, especialmente a aquellos deprimidos por la pobreza".

 

Religión, "fuerza de unificación"

Asimismo, los prelados señalan la religión como "fuerza de unificación". Recuerdan que en el país centroamericano, "se privilegia el intimismo de la fe, es decir, la vivencia privada y personal, subjetiva e individualista antes que la fe como experiencia de encuentro con el otro y de vivencia comunitaria".

En la nota, aclaran que "no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva". Y este acontecimiento o persona — dicen — "es el mismo Jesús".

 

 

 

13/08/2019-17:31
Rosa Die Alcolea

Día Internacional de la Juventud: El Papa invita a la educación abierta "a la trascendencia"

(ZENIT — 13 agosto 2019).- El Papa felicitó el Día Internacional de la Juventud, 12 de agosto, a todos los jóvenes del mundo a través de Twitter. El Pontífice escribió: "La educación, con horizontes abiertos a la trascendencia, ayuda a los jóvenes a soñar y a construir un mundo más bello".

Actualmente, existen en el mundo 1800 millones de jóvenes entre los 10 y 24 años de edad. Es la población juvenil más grande de la historia, según la ONU. En 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 12 de agosto como el Día Internacional de la Juventud, una celebración anual que busca promover el papel de los jóvenes como socios esenciales en los procesos de transformación y generar un espacio para generar conciencia sobre los desafíos y problemas a los que estos se enfrentan.

Asimismo, el presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), monseñor Miguel Cabrejos, presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, se dirigió a los jóvenes, en su día: "Ustedes son agentes fundamentales para la humanización y el cambio social del presente y del futuro. Su ímpetu y tenacidad, fortalece y ayuda a seguir construyendo un mundo más digno para todos".

En sintonía con el Sínodo de los Obispos celebrado en Roma en octubre de 2018, sobre los jóvenes, el pastor peruano expresó: "Caminemos juntos, unamos ideales y sueños para seguir trabajando por una sociedad inclusiva, justa, solidaria, sin corrupción, cuidando nuestra Casa Común y atendiendo especialmente a los más débiles y excluidos. No se dejen robar la esperanza. Ustedes son el ahora de Dios, el rostro de Cristo joven".
 

 

Formación integral de los jóvenes

En un reciente mensaje en vídeo dirigido a los participantes en el Congreso Mundial de la Oficina Internacional de Educación Católica (OIEC), celebrado del 5 al 8 de junio de 2019 en la Universidad de Fordham — Lincoln Campus de Nueva York (Estados Unidos), el Papa hizo un llamamiento a las instituciones educativas católicas para que construyan "un humanismo capaz de insuflar un alma en el progreso económico, de modo que se oriente hacia la promoción de cada hombre y de todo el hombre".

Deplorando "la tendencia generalizada a deconstruir el humanismo" y la "cultura de la indiferencia", recordó su misión de "ofrecer horizontes abiertos a la trascendencia, porque la educación católica "marca la diferencia" cultivando valores espirituales entre los jóvenes". Alentó también a "liberar la educación de un horizonte relativista" y a "abrirla a la formación integral de todos y cada uno".

 

Con Anne Kurian

 

 

 

13/08/2019-10:25
Rosa Die Alcolea

Guatemala: Alejandro Giammattei gana las elecciones con el 59% de los votos

(ZENIT — 13 agosto 2019).- El 11 de agosto de 2019, los guatemaltecos eligieron a su nuevo presidente: Alejandro Giammattei, del partido Vamos, ganó la elección en segunda vuelta con cerca del 59% de los votos, contra el 40% aproximado que obtuvo Sandra Torres, candidata del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y ex primera dama del país —durante el periodio 2008-2012—, informó el Consejo Supremo Electoral del país.

El presidente electo para el periodo 2020-2024 participaba de una elección presidencial por cuarta vez, es médico y usa muletas porque padece esclerosis múltiple. Giammattei, de 63 años, sostuvo durante su campaña electoral que defendería el matrimonio conformada por un hombre y una mujer y la vida del niño por nacer.

Los resultados preliminares del Tribunal Supremo Electoral señalan que el aspirante del partido Vamos suma un 57.95 por ciento de los votos escrutados (1.907.696 de los votos), mientras que la candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza tiene el 40,87 por ciento (1.384.005 sufragios). El porcentaje de participación ronda el 42.05 por ciento.

Giamattei gobernará Guatemala entre 2020 y 2024. Recibirá un país con problemas de pobreza, inseguridad, corrupción y desempleo. Todos estos elementos juntos, potencian el deseo de migrar hacia Estados Unidos, país donde viven casi tres millones de guatemaltecos, la mayoría de ellos ilegales, indica Vatican News en español.

 

Cinco áreas de trabajo

El plan de gobierno de Giammattei se propone trabajar en cinco grandes áreas. La primera es propiciar el crecimiento económico y el aumento sostenible del empleo; en segundo lugar deben reducir la brecha entre quienes más necesitan y más tienen.

La tercera área es mejorar la gobernabilidad del país para una convivencia en paz y armonía que permita la inversión y el empleo, además de mejorar los indicadores de la gestión pública y aprovechar las relaciones internacionales para propiciar el crecimiento de las exportaciones, turismo e inversión extranjera directa, así como mejorar la situación de los migrantes.

 

 

 

Uno de los grandes problemas que el nuevo presidente deberá enfrentar es la exclusión social. En este sentido, trabajarán para lograr que la población más excluida y marginada mejore sus condiciones de vida, a la vez que asumen mejorar las condiciones para generar más y mejores oportunidades de empleo que permitan a las personas tener un nivel de vida digno.

La continuidad del trabajo de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) es otro tema difícil, al igual que el pacto firmado por el actual presidente Jimmy Morales con los Estados Unidos "tercer país seguro", tema de preocupación para los obispos del país, quienes lo manifestaron públicamente. Este pacto ha sido rechazado por la mayoría de la población, porque consideran que Guatemala vive los mismos problemas que sus vecinos El Salvador y Honduras.

 

Falsos comunicados de la Conferencia Episcopal

Los días previos a las elecciones, se difundieron en diferentes medios de comunicación falsos comunicados por parte de la Conferencia Episcopal de Guatemala. Al respecto, monseñor Gonzalo de Villa, presidente de la Conferencia Episcopal, hizo una declaración, aclarando que dichas notas eran inverosímiles.

El prelado señaló: "Quisiera hacer referencia a que han circulado comunicados falsos, supuestamente de la Conferencia Episcopal, en contra de algún candidato, a favor de otro. Nosotros, como Conferencia Episcopal, no hemos hecho ningún comunicado entorno a estos días inmediatamente anteriores a las elecciones, de manera que si hay quienes han usado mal nuestro nombre es por mentirosos y por malos periodistas, pero como Conferencia no hemos hecho ninguna publicación y desmiento por este medio cualquiera que crea que la Conferencia se ha pronunciado entorno a alguno de los candidatos a favor o en contra para las próximas elecciones de este domingo".

 

 

 

13/08/2019-15:43
Rosa Die Alcolea

Perú: Bendición del primer hospital de cáncer infantil de Sudamérica

(ZENIT — 13 agosto 2019).- El hospital "Vidawasi" (Casa de la Vida), primer hospital oncológico pediátrico de Perú y de Sudamérica, fue bendecido el pasado sábado, 10 de agosto de 2019, por Mons. Nicola Girasoli, Nuncio Apostólico en el Perú, y Mons. Richard Alarcón, Arzobispo de Cusco, quienes visitaron el centro poblado de Yanahuara, en el distrito cusqueño de Urubamba.

En la ceremonia participaron Jesús Dongo y Marina Cano, fundadores de la asociación “Vidawasi”, iniciadores del proyecto, así como autoridades locales, representantes de las instituciones involucradas en esta labor y público en general.

 

Respaldo de la Santa Sede

El proyecto "Vidawasi" cuenta con el respaldo de la Santa Sede. Además, tiene como soporte internacional al Hospital Sant Joan de Déu y la Fundación Puigvert de Barcelona, al Hospital Infantil Teletón de Oncología de México, el Hospital St. Jude de Estados Unidos, entre otros hospitales y centros expertos en oncología a nivel mundial.

En su paso por este nosocomio, Mons. Girasoli, mencionó que "Vidawasi" es una "bendición para todos los peruanos", ya que es una obra "hecha con el corazón y solidaridad", donde todos los pequeños pacientes oncológicos encontrarán la sanación a sus dolencias y la tranquilidad que necesitan gracias a su ubicación estratégica en pleno Valle Sagrado de los Incas.

Por su parte, Jesús Dongo, fundador de "Vidawasi", agradeció a la Iglesia Católica por ser una de las primeras instituciones que le abrió las puertas para emprender este proyecto. Asimismo, invitó a todo el país a unirse a esta cruzada, para que sean parte de este emblemático hospital pediátrico.

 

"Ciudad Vidawasi"

Los prelados peruanos visitaron las áreas construidas de "Ciudad Vidawasi", proyecto en el que trabaja la organización peruana desde hace seis años. Ésta cuenta con áreas administrativas y recreativas del hospital, así como el hospedaje casa "Vidawasi", la villa médica, la villa de voluntariado, los albergues familiares y una capilla.

Además de estas instalaciones construidas, se tiene planificado crear otras áreas destinadas a la investigación, difusión científica, formación y capacitación de los profesionales de la salud.

 

Familia fundadora

Marina Cano y Jesús Dongo son los fundadores de “Vidawasi” Perú, organización sin fines de lucro, que han conseguido su objetivo: construir el primer hospital de cáncer infantil, ubicado en el Valle Sagrado de los Incas en el Cusco.

El 26 de junio de 2010 Jesús y su hija Abigail sufrieron un grave accidente dejándolos al borde de la muerte. Frente a este suceso, Jesús y su familia “deciden cambiar su rumbo y orientaron todos sus esfuerzos a una vida con el propósito de atender a miles de niños con cáncer”, describe la página oficial del proyecto.

Jesús es abogado de profesión y Marina maestra de educación inicial y “junto a sus tres hijos Abigail, Jesús Ignacio y Paz de María, invitan a ser parte de este maravilloso propósito”.

 

 

 

 

13/08/2019-10:00
Antonio Rivero

Padre Antonio Rivero: "¿Qué significa la Asunción de la Virgen a los cielos?"

 

COMENTARIO A LA LITURGIA DOMINICAL

15 de agosto, Solemnidad de la Asunción de la Virgen al Cielo [1]

Ciclo C

Textos: Ap 11, 19a; 12, 1.3-6a. 10ab; 1 Co 15, 20-27; Lc 1, 39-57

 

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: El misterio glorioso de la Asunción de María al Cielo es como la contrapartida del misterio gozoso de la Anunciación.

Síntesis del mensaje: Si María se encuentra en el Cielo con cuerpo y alma no cabe el pesimismo absoluto: la humanidad no está condenada a la corrupción. Si María ha sido asunta al Cielo, no cabe el orgullo prometeico: el hombre no es un ser autosuficiente, sino que para alcanzar su realización final depende de las manos de Dios.

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, resumamos un poco la historia y el contenido del dogma de la Asunción de María al Cielo. Desde el siglo VI, a este día, 15 de agosto, se le llamaba la Dormición de la Virgen, título con que hoy se la sigue designando en Oriente junto con el de Tránsito de María. En el siglo VII fue adoptada por la Liturgia romana, por cuyo influjo se difundió posteriormente en Occidente, donde se la designó Asunción de María. La liturgia romana actual la considera como la "fiesta de su destino de plenitud y bienaventuranza, de la glorificación de su alma inmaculada y de su cuerpo virginal, de su perfecta glorificación con Cristo resucitado; una fiesta que propone a la Iglesia y a la humanidad entera la imagen y la consoladora prenda del cumplimiento de la esperanza final; pues dicha glorificación plena es el destino de aquellos que Cristo ha hecho hermanos teniendo en común con ellos la carne y la sangre" (Pablo VI, Marialis Cultus, 6). La asunción de María es un dogma definido solemnemente por Pío XII el 1 de noviembre de 1950 con la constitución apostólica Munificentissimus Deus. Ella participa de la resurrección de Cristo en cuanto que estuvo perfectamente unida con él, escuchando su palabra y poniéndola en práctica. La asunción es la epifanía de la transformación tan profunda que la semilla de la palabra divina produjo en María, en la integridad de su persona.

En segundo lugar, este misterio glorioso es la contrapartida del misterio gozoso de la Anunciación. En el misterio de la Anunciación, el abismo de humildad de María provocó el vértigo de Dios que descendió a su seno. En el misterio de la Asunción, Nuestra Señora se rinde a la nostalgia vertical del Dios que enamoró su juventud y que ahora la atrae a las alturas. Y así como por la Anunciación, María franqueó a Dios la entrada a este mundo haciéndose en cierto modo puerta de la tierra, así por la Asunción es llevada a la gloria como Madre nuestra, convirtiéndose de esta manera en la puerta del cielo, "ianua coelr, según se las letanías lauretanas del santo rosario. Ella es, así, la nueva escala de Jacob por la que Dios desciende a los hombres (Anunciación), y por la que los hombres ascendemos hasta Dios (Asunción).

Finalmente, la glorificación de María asume un valor de signo escatológico para todo el pueblo de Dios que camina todavía hacia el día del Señor; signo adaptado para sostener en la seguridad la esperanza de la propia realización escatológica, como la de María, y para dar aliento a cuantos se encuentran aún en medio de peligros y de afanes luchando contra el pecado y la muerte. Por tanto, la asunción de María no es una realidad alienante para el pueblo de Dios en camino, sino un estímulo y un punto de referencia que lo compromete en la realización de su propio camino histórico hacia la perfección escatológica final.

Celebrar la asunción de María, la petición tiene que dirigirse a suplicar que cuanto se realizó -después de Cristo- en la Virgen Madre se realice también para nosotros, sus hijos. Ni pesimismo: todo acaba con nuestra muerte. Ni orgullo prometeico: yo alcanzaré mi plenitud y realización aquí en la tierra, robando a escondidas el fuego a nuestro Dios, sin necesidad de Él ni de su cielo. Así como María fue llevada en cuerpo y alma al Cielo inmediatamente después de terminar el curso de su vida aquí en la tierra, así también nosotros resucitaremos en nuestros cuerpos al final de los tiempos, cuando venga Jesucristo por última vez.

Para reflexionar: San Juan Damasceno, el más ilustre transmisor de esta tradición, comparando la asunción de la santa Madre de Dios con sus demás dotes y privilegios, afirma, con elocuencia vehemente: "Convenía que aquella que en el parto había conservado intacta su virginidad conservara su cuerpo también después de la muerte libre de la corruptibilidad. Convenía que aquella que había llevado al Creador como un niño en su seno tuviera después su mansión en el Cielo. Convenía que la esposa que el Padre había desposado habitara en el tálamo celestial. Convenía que aquella que había visto a su hijo en la cruz y cuya alma había sido atravesada por la espada del dolor, del que se había visto libre en el momento del parto, lo contemplara sentado a la derecha del Padre. Convenía que la Madre de Dios poseyera lo mismo que su Hijo y que fuera venerada por toda criatura como Madre y esclava de Dios".

Para rezar: Hoy, tu Hijo, te viene a buscar, Virgen y Madre: "Ven, amada mía", te pondré sobre mi trono, prendado está el Rey de tu belleza. Te quiero junto a mí para consumar mi obra salvadora, ya tienes preparada tu "casa" donde voy a celebrar las Bodas del Cordero". Dichosa tú que has creído, porque lo que se te ha dicho de parte del Señor, en ti ya se ha cumplido. Madre, prepárame un lugar en el Cielo, junto a Ti.

 

Para cualquier duda, pregunta o sugerencia, aquí tienen el email del padre Antonio, arivero@legionaries.org

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[1] Para este comentario, me serví de algunas ideas del padre Alfredo Sáenz en su libro "Palabra y Vida", ciclo B, Gladius 1993.

 

 

 

13/08/2019-13:38
Isabel Orellana Vilches

San Maximiliano Kolbe, 14 de agosto

«El hombre que confió en la Inmaculada. Franciscano, mártir de la caridad. Se ofreció como víctima en el campo de concentración de Auschwitz para salvar a un padre de familia. Había fundado la Milicia y la Ciudad de la Inmaculada»

De él dijo Juan Pablo II que «hizo como Jesús, no sufrió la muerte sino que donó la vida» . Poco antes de la invasión de Polonia, el santo había escrito: «Sufrir, trabajar y morir como caballeros, no con una muerte normal sino, por ejemplo, con una bala en la cabeza, sellando nuestro amor a la Inmaculada, derramando como auténtico caballero la propia sangre hasta la última gota, para apresurar la conquista del mundo entero para Ella. No conozco nada más sublime». Dios le tomó la palabra.

Raymond nació en Zdunska Wola, Polonia, el 8 de enero de 1894. Sus padres, María Dabrowska, que no pudo cumplir su sueño de ser religiosa, y Julio Kolbe, integrados en la Tercera Orden Franciscana, le transmitieron su fe y devoción por la Virgen. De cinco varones habidos en el matrimonio, dos fallecidos prematuramente, los tres que sobrevivieron crecieron impregnados de la espiritualidad franciscana. En 1906 el pequeño Raymond había tenido una visión en la que María se le presentaba con una corona blanca y otra roja cuyo simbolismo interpretó como una simbiosis de pureza (la blanca) y vaticinio de su martirio (la roja). María Dabrowska, conocedora del hecho, guardó en su corazón, como hizo la Virgen, esta espada de dolor que sabía iba a ser motivo de gloria eterna para su querido hijo. Éste asentó en la Madre del cielo su vida y quehacer apostólico.

A los 13 años ingresó en el seminario franciscano de Lviv, junto a Francisco, su hermano mayor. Allí acrecentaba su oración, su amor al estudio y daba pruebas de férrea vocación. Sin embargo, la promesa de defender a María, que ambos hicieron, iba acompañada para Raymond de la idea de las armas. Combatiría por Ella rememorando el día en el que el monarca polaco Juan Casimiro consagró su país a la Virgen, ante la imagen de Nuestra Señora de Czestochowa. Todo ello venía a su mente y a su corazón porque la paz se había roto en la frontera de Lviv ocupada por los rusos y dominio austriaco. No tardó en darse cuenta de que sacerdocio y armas eran irreconciliables, pero se sentía llamado a engrosar las filas de los que se disponían a luchar para defender su patria.

Hubo un momento en que experimentó el aguijón de la duda respecto a su vocación; influyó en la voluntad de su hermano, y los dos decidieron abandonar el convento. Pero ahí estaba la madre, orando y velando por sus hijos, con tanta fe que llegó a visitarlos justo en el momento oportuno. Era portadora de una gozosa noticia. Les comunicó que iba a unirse a ellos Joseph, el menor de los hermanos, y que ambos progenitores habían acordado dedicarse a servir a Dios exclusivamente.

Disipada la vacilación, en septiembre de 1910 Raymond inició el noviciado. Al profesar tomó el nombre de Maximiliano. Cursó estudios de filosofía y teología en Roma entre 1912 y 1919, obteniendo el doctorado en ambas disciplinas, aunque también destacaba brillantemente en matemáticas y en física. En esta época la Virgen le inspiró la fundación de la Milicia de la Inmaculada. Ya sacerdote regresó a Polonia con una gran debilidad física, pero con un espíritu apostólico imbatible. Su mala salud lo liberó de otros compromisos y pudo dedicarse por entero a promover la Milicia que materializó en su país junto a otro grupo de religiosos en 1919. Llevado por su excelso amor a María, y creyendo que era una vía para rescatar las almas, creó la revista mensual «Caballero de la Inmaculada», cuya tirada ascendía al millón de ejemplares en 1939. Con esta publicación llegaba a hogares polacos y de otros lugares del mundo. Al mismo tiempo impartía clases en Cracovia.

En 1929 fundó la primera «Ciudad de la Inmaculada», que tuvo su sede en el convento franciscano de Niepokalanów, y que pronto fue bendecida con tal cúmulo de vocaciones que se convirtió en el mayor monasterio de la época y uno de los más numerosos en toda la historia de la Iglesia. Dos años más tarde, respondiendo a la solicitud de petición de misioneros que hizo el papa, partió voluntariamente a Japón donde creó otra nueva Ciudad y difundió la revista mensual. Abrió un noviciado y un seminario. Con un apostolado en el que incluía prensa y radio seguía adelante con su sueño de «conquistar todo el mundo, todas las almas, para Cristo, para la Inmaculada, usando todos los medios lícitos, todos los descubrimientos tecnológicos, especialmente en el ámbito de las comunicaciones».

En 1936 regresó a Polonia ya que en su ausencia Niepokalanów había atravesado alguna crisis. Con la ocupación nazi acogió allí a miles de desplazados de Pozna?, los cobijó y asistió espiritualmente. En febrero de 1939 la Gestapo le apresó y le internó en los campos de concentración de Amtlitz y en el de Ostrzeszów. Aunque fue liberado, en 1941 volvieron a detenerle. Le condujeron a Pawiak y de allí le trasladaron a Auschwitz asignándole el número 16670. El 3 de agosto de 1941 se escapó un prisionero, y como castigo fueron seleccionados otros 10 para ser ejecutados. Raymond escuchó el clamor de uno de ellos, Francis Gajowniczka, que sufría por su familia. Dio un paso al frente y se ofreció al comandante para morir en su lugar al tiempo que daba fe de su condición sacerdotal. Era otro signo visible de su santidad.

Fue condenado a morir de hambre en una cámara subterránea, el temible búnker n° 13, junto a los 9 restantes prisioneros. Él, que había escrito: «Tengo que ser tan santo como sea posible», en esas condiciones siguió oficiando la Santa Misa con la ayuda de algunos guardianes que le proporcionaban lo preciso para consagrar, compartiendo rezos y cánticos con sus compañeros y alentándoles en esas crueles circunstancias. Tres semanas más tarde era el único superviviente; el resto fueron muriendo poco a poco. De modo que sus verdugos le aplicaron una inyección letal el 14 de agosto de 1941. Su madre tuvo directa noticia del martirio que estaba dispuesto a sufrir por la carta que él le había dirigido. Pablo VI lo beatificó el 17 de octubre de 1971. Juan Pablo II lo canonizó el 10 de octubre de 1982.