Economía

 

La dudable alternativa a la energía nuclear

 

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advierte que la transición energética, en la que la energía nuclear no tiene cabida, puede suponer un aumento de la contaminación global

 

 

31 mayo, 2019 | ForumLibertas.com


 

 

El declive de la producción de energía nuclear, cuya producción se ha ido reduciendo paulatinamente en los últimos años, preocupa seriamente a la Agencia Internacional de la Energía (AIE). La AIE subraya que para cumplir los objetivos del Acuerdo de París y contener el cambio climático, la electricidad que no genera dióxido de carbono (CO2), como las renovables y la nuclear, tendría que progresar al triple de ritmo al que lo ha venido haciendo hasta ahora.

En la actualidad la nuclear representa alrededor del 10% de la generación de electricidad en todo el mundo y en los países desarrollados ese porcentaje sube hasta el 18%, lo que la convierte allí en la primera fuente sin generación de carbono, por delante de las renovables.

Bajo las políticas actuales y las intenciones de los gobiernos, la inversión en renovables continuaría creciendo, también en gas y, en menor medida, en carbón deberían jugar un papel importante en la sustitución de la energía nuclear. Sin embargo, esta estrategia que margina a la energía nuclear “aumentaría aún más la importancia del gas para la seguridad eléctrica de los países. Las emisiones acumuladas de CO2 crecerían en 4 mil millones de toneladas para 2040, lo que aumentará las ya considerables dificultades para alcanzar los objetivos de emisiones”, destaca el informe.

Los autores del estudio reconocen que la transición energética sería posible con menos potencia atómica, pero “necesitaría un esfuerzo extraordinario” y tendría consecuencias en términos de aumento de emisiones, de elevación de los costes y de seguridad en el aprovisionamiento. Entre esas consecuencias advierten de un encarecimiento de los precios de la electricidad para los consumidores, en particular porque un fuerte descenso de la nuclear necesitaría una inversión adicional de 1,6 billones de dólares entre 2018 y 2040 en las economías avanzadas.

Una meta muy ambiciosa que exige no sólo masivas inversiones, también un aumento de la capacidad de las plantas nucleares en un 80% en todo el mundo. Pero como la nuclear está en declive en el mundo desarrollado (por ejemplo, en España y Europa), la AIE está preocupada porque supone una amenaza para los objetivos climáticos y también -y mucho más importante- la seguridad en el suministro energético. Además, advierte de un encarecimiento de los precios de la electricidad para los consumidores por las elevadas inversiones que se necesitarían, por ejemplo, para poner en marcha nuevas plantas fotovoltaicas y eólicas, así como ampliar las redes de transporte de energía para conectar las nuevas instalaciones renovables.

Es decir, que haría falta mucho más dinero para poner en servicio nuevas plantas solares o eólicas que el preciso para prolongar la vida activa de los reactores atómicos actuales. Además, habría que ampliar las redes de transporte para conectar las nuevas capacidades de renovables. Según los cálculos de la agencia, si no hay nuevas inversiones para ampliar la vida útil de las plantas existentes o construir otra nuevas en los países desarrollados, su capacidad disminuirá en alrededor de dos tercios de aquí a 2040.

Y para sustituirlas no sólo se recurrirá a las energías renovables, sino que tendrán un papel clave tanto el gas como -en menor medida- el carbón. Las emisiones acumuladas de CO2 se incrementarían en 4.000 millones de toneladas en ese horizonte y eso haría más difícil cumplir con los compromisos climáticos. El número de reactores nucleares en funcionamiento hoy en día es significativamente menor que en 2010. Ello, debido en gran parte al cierre de 48 reactores en Japón después de la catástrofe de Fukushima. Por otro lado, sólo China tiene planeado aumentar masivamente la construcción de nuevos reactores.