Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 659

2 de may. 2019

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: PSEUDOTERAPIAS Y PSEUDOCIENCIAS

 

1. Los peligros de la terapia Gestalt, constelaciones familiares, PNL...

2. España: los pseudoterapeutas se defienden de sus críticos con denuncias.

3. Psicólogos advierten sobre el pensamiento positivo: “puede ser perjudicial”.

4. Valladolid cuenta con 41 de las pseudoterapias listadas por el Gobierno español.

5. En Segovia se ha documentado la práctica de 24 pseudoterapias.

6. En Orense se dan 30 pseudoterapias con diversos grados de peligrosidad.

7. En Extremadura calculan la práctica de al menos 20 pseudoterapias.

8. Las asociaciones de usuarios de homeopatía se quejan al presidente del Gobierno de España.

9. Homeopatía: el auge de una terapia carente de validez científica.

10. Chile: un hospital emplea reiki y terapias holísticas con enfermos de cáncer.

 

 

1. Los peligros de la terapia Gestalt, constelaciones familiares, PNL...

FUENTE: El País

 

 

Doce millones y medio de españoles sufrió un episodio relacionado con una enfermedad mental el año pasado, según los datos del Consejo General de la Psicología de España. Para muchos de ellos fue como experimentar el averno que Dante pintó en La divina comedia, y no por los síntomas de sus patologías. Para ellos, la búsqueda de atención médica supuso salir de un círculo de sufrimiento para entrar en otro igual de infernal, el del negocio de los falsos terapeutas de la psique. Lo cuenta Natalia López Pevida en el diario español El País.

Según el decano del Colegio de Psicólogos de Madrid y vicepresidente del Consejo General de la Psicología de España, Fernando Chacón, sus problemas derivaron, por una parte, del hecho de que la ratio de profesionales de salud mental en el sistema sanitario español es una de las más bajas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Por la otra, esta situación obliga a muchas personas a buscar ayuda desesperadamente, una búsqueda que las conduce a comprobar que “la regulación de la psicología en nuestro país es deficiente: cualquier persona sin ningún tipo de formación puede llamarse 'terapeuta', lo que genera una enorme confusión”, añade Chacón.

El Consejo no ofrece estadísticas. Los supuestos expertos que dirigen estas consultas hablan de neurociencia, hipnosis, constelaciones, mindfulness (un paisaje lleno de sombras), Gestalt, crecimiento personal, herramientas transformadoras, disociaciones y bloqueos. Ofrecen programas, terapias individuales, sesiones grupales, conferencias, formaciones y libros de autoayuda. Y, con demasiada frecuencia, retuercen el lenguaje para confundir sobre su capacitación; se definen como psicoterapeutas, psicoanalistas, terapeutas expertos en psicología humanista, coaches para procesos de acompañamiento y duelo…

Detrás de sus sesiones suelen estar las teorías el psicoanálisis de Sigmund Freud (más concretamente, la adaptación del Instituto Esalen), que a nivel científico nunca ha demostrado su validez, y las de la industria de la autoayuda que, se basan en la idea de que uno puede generar la mejor versión de sí mismo siguiendo un puñado de consejos básicos. Pero “el único ámbito regulado en psicología es el sanitario, y eso hace que en otras áreas, como la laboral, que es la menos regulada de todas, prolifere el intrusismo –encarnado en todo tipo de versiones de la autoayuda–. En el momento en el que un profesional habla de una intervención para reducir el estrés, entramos en el terreno de la enfermedad mental y por lo tanto competencia del psicólogo sanitario”, explica Chacón.

Basta echar un vistazo en Google para identificar escuelas, asociaciones e institutos con nombres rimbombantes y poca credibilidad: la Asociación Rebirthing Internacional España, el International Coach Federation, el Instituto de Constelaciones Familiares, la Asociación Española de Terapia Regresiva Reconstructiva o la de Terapia Regresiva Aplicada. Son unos pocos ejemplos de un interminable listado que refleja un problema que emana de la heterogeneidad de la formación de los responsables de estas actividades. Todas ellas expiden títulos de psicoterapeuta, terapeuta, coach, practitioner, facilitador... lo hacen aunque el alumnado no tenga estudios de psicología ni otra formación sanitaria.

“Funciona un poco como con las dietas tipo paleo o Dukan –esas que uno no debe seguir–. Me invento mi terapia, la patento, me convierto en líder y la vendo a través de cursos de formación”, apunta Delgado. Pero solo las personas con título oficial en psicología sanitaria están habilitadas para ejercer tratamientos, y eso, por supuesto, no es algo que adviertan a sus pacientes estos supuestos sanadores de la mente, por lo que nunca está de más informarte sobre quién se sienta al otro lado de la mesa cuando acudes a consulta.

Psicólogos en contra y a favor de las terapias dudosas

La oferta de soluciones engañosas puede conducir a los pacientes a una peregrinación de terapeuta en terapeuta, cada uno más inadecuado, un periplo que conoce bien el autor de La Burbuja Terapéutica (Arpa, 2018), Josep Darnés. El libro detalla su viaje por más de cincuenta propuestas curativas para resolver un trastorno de ansiedad, un término que a menudo no sabemos interpretar correctamente. “Me convertí en un yonqui de las conferencias, los libros de autoayuda, los retiros. Hay un negocio bestial detrás de todo esto”, dice. Y advierte del peligro del “efecto contagio”, por el que los pacientes reciben una determinada terapia quedan fascinados hasta el punto de empezar a realizar el curso de terapeuta, en el que la docencia se reparte en varios fines de semana y el título se otorga sin pruebas de evaluación.

Darnés también dibuja situaciones de trato vejatorio. “He visto terapeutas que por narcisismo, sadismo o simplemente por no estar bien de la cabeza, maltrataban sistemáticamente a sus pacientes”, asegura. El autor explica que el contexto del grupo y la tendencia a crear situaciones catárquicas arrastran a los participantes hacia una situación de dependencia, en la que “la vida normal empieza a parecer insípida”. ¿Cómo evitar el abuso? El vicepresidente del Consejo General de la Psicología de España, Fernando Chacón, recomienda recurrir a psicólogos colegiados para, en caso de que sucedan situaciones de mala praxis, interponer una denuncia en la comisión deontológica. De hecho, la institución dispone de una comisión destinada a la defensa y asesoramiento de los ciudadanos ante el intrusismo.

Es una medida que no hay que descartar. A nivel estatal, la última iniciativa dirigida a la protección de los pacientes es la reciente campaña del Ministerio de Sanidad para informar sobre los riesgos de las pseudoterapias, #CoNprueba. El proyecto apunta directamente a intervenciones en el campo de la psicología, pero divide a la profesión. A principios de año, el Consejo General de la Psicología publicó un texto en el que expresaba que sus opiniones no habían sido tenidas en cuenta para la elaboración del texto y que varios de los tratamientos señalados “podrían suponer beneficios contrastados para los pacientes cuando son correctamente utilizadas por psicólogos”.

La respuesta a este movimiento fue una carta pública firmada por 1.600 psicólogos, en la que los expertos se posicionaron contra la postura de sus colegios profesionales porque consideraban que la posesión de un título oficial no convierte en eficaz una pseudoterapia. Tres terapias destacan entre las señaladas en el documento del Ministerio: la terapia Gestalt, la de las constelaciones familiares y la Programación Neurolingüística (PNL). Todas ellas han sido incluidas en el epígrafe “terapias aún en evaluación”, el mismo en el que se incluyen la homeopatía y el reiki.

La investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y presidenta de la Asociación para Defender al Paciente de las Terapias Pseudocientíficas (APETP), Elena Campos, explica el porqué de la inclusión en este apartado: “Hoy en día, no hay una demostración empírica de su funcionamiento. Si la tuvieran, estarían integradas en el Sistema Nacional de Salud”, dice. Pero el vicepresidente del COP, Fernando Chacón, opina que “la evidencia científica no es dicotómica, no es un mero sí o no, tiene grados, y esta gradación debería haber sido contemplada en la evaluación”.

Y añade: “No creemos que sea adecuado aplicar a las terapias psicológicas los mismos criterios que a las terapias farmacológicas”. Por su parte, el psicólogo Eparquio Delgado, uno de los impulsores de la carta al COP, añade que, “en psicología, es difícil que una pseudoterapia sea un disparate de principio a fin. Siempre tiene algo aprovechable”. En resumen, la pseudociencia es una jungla que puede engullir a los pacientes incluso en las consultas de los psicólogos colegiados: hay que fijarse en las terapias.

Gestalt, constelaciones familiares y PNL, mejor huir de ellas

Entre las propuestas más controvertidas del campo de la psicología destaca la terapia Gestalt, un proceso de excavación en las profundidades del ego (que, cuanto más grande es, más afecta a la salud). “La mayoría de los terapeutas son ex pacientes. Es una búsqueda en nuestro interior durante años que demasiadas veces termina generando más neurosis y malestar. Tiene muchos paralelismos con el psicoanálisis pero está mucho más destinada a contactar con la emoción y la catarsis”, describe Darnés, el autor de La burbuja terapéutica. Los postulados de la Gestalt aparecen en el ámbito de la empresa a través del eneagrama, un test de la personalidad popularizado en el mundo hispanohablante.

Delgado explica que es una pseudoterapia creada por el psicoanalista Fritz Perls, y que nada tiene que ver con la psicología de la Gestalt de Wolfang Kohler, basada en el estudio del proceso de la percepción. Es una confusión frecuente en quienes buscan información sobre los tratamientos pseudocientíficos, que están presentes incluso en plataformas de crowdfunding. “No hay pruebas de su eficacia y sus postulados no son científicos, da igual que la impartan psicólogos colegiados. Y, por mucho que se use en empresas, recurrir al eneagrama en una prueba de selección es tan razonable como hacerlo al tarot o la carta astral”, apunta Delgado.

El de las constelaciones familiares es otro de los tratamientos en entredicho. Se fundamenta en dos participantes: el constelador, quien dirige la sesión, y el constelado, que es el paciente. Suele girar en torno a conflictos familiares, por lo que a menudo se lleva a cabo en una sesión grupal donde otras personas representan los roles de los familiares del constelado. Si no se desarrolla de esta manera, es frecuente que se recurra a muñecos para desempeñar ese rol. Darnés describe su experiencia en esta terapia como un episodio inquietante, en el que todos los participantes acaban llorando o en un estado de alteración emocional, y la desaconseja a personas con trastornos psicológicos. Organismos como la APETP destacan su prohibición por parte del código deontológico de la psicología profesional y señalan que tiene efectos adversos como los ataques de ansiedad y los brotes psicóticos.

Por último, está la programación neurolingüística (PNL). “No tiene evidencia científica, pero funciona porque la idea de que podemos influir en el inconsciente es muy atractiva. En el mundo del liderazgo lleva instalada dos décadas y sigue de moda. Plantea cosas como que, si analizas la dirección de los ojos de una persona cuando habla, puedes tener una información de la que la propia persona no es consciente. Por lo tanto, si te ajustas a sus mapas cognitivos, vas a poder influir en otros sin que se enteren. La PNL es una marca registrada, para aplicarla tienes que hacer los cursos en la sucursal española”, señala el psicólogo Eparquio Delgado. Desde la APETP, señalan que “a veces adopta el nombre de 'psicoterapia neurolingüística', y que no ha demostrado efectividad alguna para ningún trastorno existente. Además, suele caer en la práctica inmoral de anunciar la sanación de trastornos como la esquizofrenia, el autismo y la depresión”, por muy difícil que sea detectar y tratar estas enfermedades.

“En el supermercado terapéutico abunda el fraude de los terapeutas y psicólogos que te venden panaceas y te prometen que te van a cambiar la vida”, concluye Darnés. Y añade: “Mi consejo es que la gente huya cuando se encuentre con un personaje de estas características, pero los defensores de la psicología y psiquiatría basada en la evidencia deberían hacer autocrítica del trato frío y deshumanizado que se da a los pacientes con trastorno mental, y de la tendencia a recetar ansiolíticos”.

Delgado también expresa preocupación por el consumo de estos medicamentos y añade que “esa situación no puede ocultar el problema de que las personas sientan que buscar un psicólogo es jugársela, y dediquen mucho tiempo a revisar webs para saber de qué van realmente las terapias que les venden. La responsabilidad de encontrar un profesional que cumpla con la praxis no es del paciente, y esto sucede por dejación de funciones del COP”. Porque, igual que en las catacumbas arquitectónicas, los túneles subterráneos de la psique son laberínticos y oscuros. Una vez dentro puede ser difícil encontrar la salida, y hace falta ayuda para distinguir quién puede guiarte a la solución de tu problema.

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2. España: los pseudoterapeutas se defienden de sus críticos con denuncias.

FUENTE: El Periódico

 

 

El debate sobre las pseudociencias en España podría trasladarse ahora a los tribunales. Defensores y detractores de las denominadas 'terapias alternativas' anuncian a través de las redes sociales una nueva “avalancha de denuncias” de quienes sostienen la eficacia de estas pseudoterapias hacia quienes cuestionan de manera pública su validez, según explica Valentina Raffio en El Periódico.

“En las últimas semanas, quizás meses, estamos viendo un aumento exponencial de este tipo de demandas”, alerta Fernando Frías, abogado, miembro de asociaciones escépticas y asesor legal de algunos de los acusados. “Hasta ahora, la gran mayoría de quejas hacia los escépticos no iban más allá de las amenazas. En las últimas semanas, en cambio, están llegando cada vez más burofaxes, demandas de rectificación y conciliación, denuncias y querellas en los que se acusa a los escépticos de injurias, calumnias e incluso delitos de odio por sus críticas”, añade el letrado.

Las asociaciones de pacientes, profesionales y escépticos, los divulgadores científicos, los medios de comunicación y también los propios periodistas, se sitúan ahora en el centro de este nuevo 'boom' de casos judiciales. “Todo esto está ocurriendo en un momento en que el debate sobre las pseudoterapias se ha extendido a la opinión pública, por lo que cualquier opinión expresada, en un sentido u otro, tendrá mucho más impacto que hace unos años”, argumenta Vicente Prieto, presidente de Círculo Escéptico, una de las principales asociaciones de críticos con las pseudoterapias del país. “Esto nos lleva a un escenario de lucha desigual. Los escépticos salimos a defender la evidencia científica porque sentimos que es nuestro deber ético. Los gurús de las pseudoterapias utilizan todas las armas legales disponibles para proteger sus intereses económicos”, reflexiona.

Ante la amenaza de los tribunales, el debate sobre estas polémicas disciplinas sin eficacia probada adquiere otros tintes. De hecho, no es raro que muchas de las fuentes interpeladas para hablar de pseudoterapias extremen sus precauciones antes de soltar palabra. En el caso de las víctimas de curanderos, además, es habitual que muchas de estas prefieran ocultar su identidad ante el miedo de que su historia les pueda acarrear una denuncia. “Aquí hay que tener en cuenta que hay curanderos con bufetes de abogados encargados de defender su reputación. También tenemos constancia de que hay abogados especializados en este tipo de cuestiones que están busca de nuevos casos y que se dedican a hacer llamamientos públicos para que interpongan más denuncias”, argumenta Frías.

Un debate judicializado

No es la primera vez que este tipo de disputas se acaban judicializado. En 2008, el escritor Simon Singh fue denunciado por la asociación británica de quiropraxia a raíz de la publicación de un artículo en el que se definía a la entidad como un ente que “promueve tratamientos engañosos”. En el 2010, Fernando Cuartero, catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), también fue denunciado y juzgado por calificar de 'vulgares estafadores' a unos espiritistas. En ambos casos, los críticos fueron absueltos tras un largo proceso judicial. Otros periodistas y divulgadores, en cambio, sí que han sido condenados (con sanciones más o menos simbólicas) al considerar que sus críticas podían vulnerar el honor, dignidad o reputación de los curanderos interpelados.

En estos casos, los tribunales deben juzgar, caso por caso, si es más importante proteger el derecho a la información y a la libertad de expresión (en el que se amparan los críticos de las pseudoterapias) o el derecho al honor (que defienden los curanderos interpelados). Cada historia, claro está, tiene sus matices. Pero a grandes rasgos, los juristas recuerdan que toda 'crítica' en la que se respete la verdad, que sea de interés público y que no se plantee explícitamente con el ánimo de ofender debería prevalecer. “Hay ocasiones en las que, por más que tengamos pruebas de que alguien está cometiendo una fraude, tenemos que medir cautelosamente nuestras palabras. Puedes decir que lo que está haciendo es una estafa, no que él es un estafador”, argumenta Prieto. Sin estas precauciones, el riesgo es elevado.

Las voces de los escépticos

“En el último año he recibido más de 10 amenazas de denuncia, dos demandas de conciliación de asociaciones de profesionales pseudocientíficos y una demanda civil. Me acusan, entre otros, médicos que emplean las 'vibraciones cuánticas' o la introducción de agua y ozono por el recto como terapia”, explica Fernando Cervera, biólogo, divulgador científico y crítico de las pseudoterapias. “Las denuncias son la forma más clara y directa que tienen de silenciarlos. O, al menos, de intentarlo. Se trata de una estrategia de acoso y derribo con la que atacan a todos aquellos que se atreven a denunciar públicamente unas prácticas con las que se están estafando a centenares de pacientes y que, en el peor de los casos, incluso le pueden costar la vida a una persona”, añade.

“Mi historial de denuncias con el mundo de las pseudociencias también es muy extenso”, explica Emilio Molina, vicepresidente de la Asociación para Proteger al Enfermo de las Terapias Pseudocientíficas (APETP). En su caso, la mayoría de las demandas provienen de promotores de una teoría que sostiene que todas las enfermedades son causadas por traumas no resueltos. “Hemos llegado a un punto en que el debate se ha polarizado. Los críticos sabemos que tenemos a la evidencia científica de nuestro lado. Pero no es suficiente. Los curanderos disponen de tiempo y recursos para invertir en su defensa, algo que nosotros no siempre tenemos. Así que al final del día, lleguen las amenazas que lleguen, tenemos que tener clara una cosa: no tienen razón, tienen dinero”, zanja el escéptico.

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3. Psicólogos advierten sobre el pensamiento positivo: “puede ser perjudicial”.

FUENTE: El Español

 

 

El buenrollismo y la filosofía Mr. Wonderful se han colado de lleno en nuestras vidas en los últimos años, afirma Fran Sánchez Becerril en El Español. Estamos rodeados de canciones y mensajes que nos transmiten lo bueno que es vivir y lo bonito que puede ser. Y la psicología no iba a ser menos. Técnicas como el mindfulness y el pensamiento positivo están presentes en las consultas de medio mundo para solucionar los problemas de la gente. Pero, según el psicólogo Jesús Jiménez Cascallana y la psicoterapeuta María Ibáñez Goicoechea, la realidad es que estos tratamientos plantean un problema muy serio: “No funcionan a largo plazo”.

Para los que no tengan claro cómo se supone que actúan estas terapias, Ibáñez explica que el mindfulness es una técnica de meditación vipassana, consistente en estar atento a lo que hacemos, sin juzgar, apegarse o rechazar la experiencia. Esta atención se enfoca en lo que se percibe, sin preocuparse por los problemas, sus causas y consecuencias, ni buscar soluciones. Respecto al pensamiento positivo, su propio nombre indica cómo funciona y para la especialista “puede ser perjudicial”.

Contra estos métodos, los expertos proponen un nuevo modelo psicológico meramente práctico, basado en los resultados de sus investigaciones durante más de 28 años y los 20 de experiencia profesional en la psicología clínica. Este matrimonio, afincado en Huesca, acaba de sacar Aprende a resolver lo que hace sufrir (La esfera de los libros), un libro que pretende ser un manual para aprender a poner la mente en orden. A dos voces, los especialistas charlan con El Español sobre los riesgos del mindfulness, el buenismo en la psicología, vivir con sufrimiento y su método de terapia que han definido como “revolucionario, lógico y certero”.

- ¿Por qué no funcionan el mindfulness y el pensamiento positivo?

M.I: Son técnicas para calmar la mente en un momento puntual, pero no tratan de llegar a lo que la agita para resolver realmente el problema. Si no se va a la causa no funciona el tratamiento. Es como si te duele el riñón y te tomas analgésicos, no hay que conformarse con esto, hay que ir a la infección que produce el dolor.

J.J: Como tal, el mindfulness no tiene por qué ser una técnica a evitar, pero solo es paliativo. Como si alguien está muy nervioso y se va a pasear. Eso calma, pero a largo plazo no resuelve el problema. Pero si nos referimos al pensamiento positivo, sí que es perjudicial porque te evade de la realidad y te autoengañas.

- Si realmente a largo plazo no funciona, ¿por qué triunfa tanto?

J.J: El pensamiento positivo ha triunfado porque la gente tiene muchos conflictos psicológicos que no nos enseñan a resolver y utilizan esta técnica para sentirse bien. Esto va relacionado con que cada vez hay una exigencia social mayor y el pensamiento positivo ha generado una esperanza rápida y fácil. Respecto al mindfulness es una situación un poco distinta, porque genera cierta tranquilidad mental si está bien hecho, pero no resuelve el conflicto. Incluso hemos llegado a escuchar cosas como el mindfulness de las compras, que no tiene ya nada que ver.

- ¿El buenismo se está adueñando de la psicología?

M.I: Sí. Hay mucho porque la gente se esperanza a través de la fuerza de voluntad, el pensamiento y el convencimiento. Se autoconvence de que puede. Pero supón que tienes una pierna rota y te dicen “tu puedes”, “camina bien” o “se fuerte”. Esto no tiene sentido y te puede perjudicar.

J.J: Más que buenismo es ingenuidad. No sé si los que fomentan estas técnicas también se las creen, pero están fuera de la realidad ya que a largo plazo no funcionan.

- ¿En qué consiste el nuevo modelo que proponen?

M.I: Consiste en entender el problema y no buscar culpables, ni fuera ni dentro, sino tener curiosidad por descubrir la causa. Si no se va a la causa, el problema no puede ser resuelto y para resolverla no se puede hacer solo con el pensamiento.

J.J: Además de ir a las causas abogamos por no tapar los síntomas. El método que seguimos para abordar la parte emocional no lo hemos visto en ningún sitio: sintiendo, no razonando sobre las emociones, sino sintiéndose en el cuerpo. Y explorándolas y descubriendo cómo reacciona la mente y cómo evoluciona cuando uno le presta atención y entiende sus causas.

- Uno de los capítulos de su libro plantea la pregunta de si es posible acabar con el sufrimiento...

M.I: Desde luego que es posible, si no la vida no tendría sentido. Ese es el objetivo de la vida y la evolución del ser humano. Se evoluciona a través de la comprensión de los problemas que afectan a uno y su desarrollo. Por ejemplo, cuando sufres las consecuencias de un jefe, la mente se ocupa en culpar al otro y no se orienta en entender lo que duele. Pensar en qué me ayuda a sentir odio o ira es la capacidad de orientar la mente hacia uno mismo para resolverlo.

- Otro de los apartados de su libro apunta a lo que nos impide ser libres y felices...

J.J: El miedo impide ser feliz. Lo que pasa es que la gente te dice “no tengas miedo” y eso no funciona para resolver las causas.

M.I: Este miedo puede ser a la opinión de los demás, a quedarse sin trabajo, al desprecio de la gente, la crítica... Hay muchos miedos, lo que pasa es que uno no es consciente. No sabe que detrás hay un miedo tapado con otras emociones y otras aptitudes.

- ¿Cuál es la clave para ser feliz?

J.J: Resolver el miedo. Aprender a resolverlo. Entendiéndolo racionalmente, pero aprendiendo a sentir y perdiendo miedo al miedo.

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4. Valladolid cuenta con 41 de las pseudoterapias listadas por el Gobierno español.

FUENTE: El Norte de Castilla

 

 

Un factor común a muchas terapias definidas como 'alternativas' es la culpabilización del paciente, según explica Antonio G. Encinas en El Norte de Castilla. El mal que se padece se debe a un trauma pasado, a una energía que no fluye, a un desconocimiento del propio espíritu. A intangibles, casi siempre relacionados con la parte subconsciente. Nada fisiológico. A partir de ahí, un especialista en descubrir el origen interior de esos males los descifra a través de las piedras, los cuencos, las plantas o la hipnosis y, presuntamente, cura al enfermo. Otro factor común de muchas de estas terapias es que no hay ni un solo estudio científico que avale que funcionan. Ni uno.

Ese caso se da en 73 de las presuntas terapias que ha analizado el Gobierno, que las ha denominado directamente 'pseudoterapias'. Es decir, terapias falsas. Que no curan. Que no tienen indicación terapéutica. Que solo sirven para que alguien, en muchos casos sin ningún tipo de formación médica, gane dinero. Otras 66 técnicas están sometidas en estos momentos a análisis. Algunas de este segundo grupo son tan afamadas y extendidas como la homeopatía, el reiki o la acupuntura. Los expertos evaluarán las pruebas a su favor y en contra y dictaminarán si pasan a ocupar un puesto en la lista de falsedades o no.

En Valladolid se ofertan, regular o periódicamente, 41 de estas 73 supuestas terapias sin ningún tipo de resultado sanador. Algunas tienen cabida en una especie de 'clínicas' que se denominan especialistas en remedios naturales. Otras forman parte de los tratamientos que ofrecen médicos titulados o fisioterapeutas junto a otras técnicas que sí han demostrado científicamente su eficacia. En otros casos, se infiltran en centros de estética.

José Luis Almudí, presidente del Colegio Oficial de Médicos, se muestra contundente a este respecto. «Han empezado a aparecer ofertas de mal llamadas terapias que no solo no las hacen profesionales sanitarios sino que están en centros de estética, peluquerías, con ofertas de supuestos servicios terapéuticos sin ningún aval o formación, porque no existe ninguna formación acreditada», explica.

El Plan de Prevención de la Salud frente a las Pseudoterapias, presentado el pasado mes de noviembre por el Gobierno, preveía varias acciones. Una era definir las que no tienen ningún efecto sobre la enfermedad. Otra, fomentar el pensamiento científico y crítico de los ciudadanos para recelar de estas técnicas milagrosas. Y al mismo tiempo, conceder el valor que merecen a los avances científicos.

Con rasgos sectarios

«Contempla modificaciones normativas para evitar la publicidad engañosa. Estos cambios reforzarán los mecanismos de control existentes para evitar la promoción comercial de prácticas que no estén amparadas por el conocimiento científico en ámbitos como Internet, redes sociales, actos o jornadas», señalaba el Gobierno entonces en un comunicado. En Valladolid ya se consiguió frenar una conferencia de Txumari Alfaro, propagador de una técnica considerada peligrosa por sus tintes sectarios, la bioneuroemoción. En casos como este su principal promotor en España ya se encuentra bajo investigación y ha recibido multas importantes. El mayor riesgo de estas pseudoterapias con trazas de secta está en el abandono por parte de los pacientes de las terapias efectivas. Cuando alguno de ellos quiere regresar a la vía médica, es tarde.

Un informe de la Asociación para la Protección del Enfermo frente a las Terapias Peligrosas (APETP) cifraba «entre 1.200 y 1.460» las muertes al año en España por culpa de estas técnicas. Una cantidad que se deriva, explicaban, «de los daños directos producidos por las propias pseudoterapias y la pérdida de oportunidad terapéutica por retraso o abandono de terapias». Aseguraban que el problema es «sistémico» y la cifra podría ser incluso mayor, por lo que pedían la intervención del Estado.

«Todas estas medidas son estupendas pero deben tener continuidad con una base normativa, legal, que prohíba estas pseudoterapias. Sobre todo aquellas que suponen un riesgo para la salud de los ciudadanos. Las que no supongan un riesgo evidente habría que obligarlas a anunciar que no sirven para nada, que no tienen ninguna indicación terapéutica. Ningún tratamiento de estos puede suplir la terapia convencional. Hay que advertirlo», señala José Luis Almudí.

Las organizaciones científicas han tomado decididamente partido contra estas prácticas, en una guerra en la que parten con clara desventaja. Por un lado, la desconfianza hacia las multinacionales farmacéuticas favorece la propagación de teorías conspiranoicas. Por otro, las redes sociales y Youtube se han convertido en aliados poderosos de los charlatanes. Mientras tanto, Facebook ya ha decidido actuar contra los comentarios de los antivacunas, por ejemplo.

Los médicos tampoco están exentos de responsabilidad. En la década de los noventa se mostró mucha permisividad con estudios sobre homeopatía, quiromasaje o acupuntura. Titulaciones expedidas en muchos casos por universidades –la de Valladolid tuvo un posgrado en homeopatía– que han revestido de formalidad estas prácticas. «No había tanta sensibilización científica», admite Almudí. «Muchos de los médicos que ahora se dedican a la homeopatía provienen de aquella época. La evidencia científica ha demostrado que no tenían ningún aval».

Éstas son las terapias falsas que hay en Valladolid

Análisis transaccional: Se basa en que todos nacemos bien y tenemos un potencial que limitan factores externos e internos.

Armónicos: La voz tiene poder sanador.

Aura soma: El paciente escoge unas botellas con líquidos de colores -de entre las que se le ofrecen- y la terapeuta interpreta el código de colores en relación con el potencial de la persona, su aprendizaje...

Coaching transformacional: Consiste en crear un 'estado permanente de presencia' para identificar la oportunidad que hay tras cada evento.

Constelaciones sistémicas: Las dolencias provienen de traumas familiares pasados.

Cristales de cuarzo: Cree en el poder curativo de estos minerales.

Cuencos de cuarzo: Dice curar a través del sonido de los cuencos.

Cuencos tibetanos: Se supone que producen un sonido armónico con capacidad sanadora.

Diafreoterapia: Trata de «restituir la comunicación entre lo físico, energético, emocional y espiritual» a través de unos masajes.

Diapasones: Sanación a través de sonidos y vibraciones.

Digitopuntura: Derivada de la acupuntura -en estudio- pero con presión con los dedos sobre determinadas zonas del cuerpo.

Esencias marinas: Pretende que las esencias activan la capacidad del cuerpo de sanarse a sí mismo.

Fascioterapia: Afirma que actuar sobre determinadas membranas, las fascias, provoca que el organismo se autorregule.

Feng Shui: Asegura que orientar y equilibrar los espacios consigue equilibrar la energía vital.

Gemoterapia: Utiliza gemas y cristales para curar mente, cuerpo y espíritu.

Geobiología: Achaca las dolencias a influencias del entorno, sean naturales o artificiales.

Hidroterapia del colon: Introduce agua a una determinada temperatura por el ano para «limpiar el intestino».

Hipnosis ericksoniana: Pretende que el paciente entre en un estado de trance que le permita analizarse interiormente.

Iridología: Los patrones del iris permiten estudiar la salud del paciente.

Masaje californiano: Aúna diferentes técnicas de masaje y pretende sanar a través de la relajación.

Masaje en la energía de los chakras: Relacionado con el masaje ayurvédico –en análisis–, se realiza sobre los pies para armonizar los puntos de los chakras.

Masaje metamórfico: Masaje que se realiza en los pies, manos y cabeza.

Masaje tibetano: Combina el masaje manual con la supuesta capacidad curativa de los aceites.

Medicina ortomolecular: Recomienda consumir grandes cantidades de vitaminas para tratar enfermedades.

Numerología: Preconiza que existe una relación mística entre los números y los seres vivos.

Oligoterapia: Insta a consumir minerales en pequeñas dosis para regular el metabolismo.

Piedras calientes: Combina el masaje con la aplicación de piedras a distintas temperaturas. Pretende que fluya la energía vital.

Posturología: Observando cómo se sostiene de pie una persona se puede encontrar el origen de sus dolencias.

Psychic healing: Curación psíquica. Técnica de presunta sanación energética.

Radiestesia: Es un sexto sentido que permite averiguar cosas del pasado e incluso del futuro y se basa en las radiaciones que emiten todas las cosas.

Rebirthing: Pretende recuperar la memoria celular a través del control consciente de la respiración. Provoca hiperventilaciones y puede resultar muy peligrosa.

Sofronización: Pretende fomentar el conocimiento interior a través de la relajación.

Sotai: Trata de corregir desequilibrios corporales a través del movimiento.

Tantra: Buscar estados de conciencia ampliados a través de la activación de los puntos sagrados.

Técnica metamórfica: Acariciar con masajes suaves pies, cabeza y manos para solucionar traumas inconscientes.

Técnica Nimmo de masaje: Intenta masajear los tejidos blandos junto a las articulaciones.

Terapia bioenergética: Asegura que desbloquea zonas del cuerpo cargadas por culpa de un bloqueo energético.

Terapia biomagnética: Pretende curar a través de la imposición de imanes en diferentes zonas del cuerpo.

Terapia floral de California: Utiliza esencias florales para regular los estados emocionales y mentales.

Terapia floral orquídeas: Supone curarse gracias a la «frecuencia vibratoria» de las orquídeas del amazonas, cuya esencia se obtiene mediante el filtro de su campo energético.

Terapia regresiva: Indaga, a través de la hipnosis, en la causa original de la dolencia.

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5. En Segovia se ha documentado la práctica de 24 pseudoterapias.

FUENTE: El Norte de Castilla

 

 

Las pseudoterapias –terapias alternativas, complementarias o integrativas– son aquellas prácticas ofrecidas como actos médicos sin que haya podido demostrarse científicamente su efectividad. La Asociación para Proteger al Enfermo de las Terapias Pseudocientíficas (APETP) advierte del peligro que entraña someterse a una de estas falsas terapias, lo que puede acarrearle graves problemas de salud e incluso la muerte, al margen de evidentes daños económicos y morales. Lo leemos en El Norte de Castilla, en un artículo de Carlos Álvaro.

Un factor común a muchas de estas terapias es que no hay ni un solo estudio científico que avale que funcionen. Es el caso de los 73 tratamientos que el Gobierno ha catalogado como 'pseudoterapias', es decir, terapias falsas, que no curan, que no tienen indicación terapéutica, que solo sirven para que alguien –en muchos casos sin ningún tipo de formación médica– gane dinero. Otras 66 técnicas están bajo sospecha, algunas de ellas tan afamadas y extendidas como la homeopatía, el reiki, la acupuntura...

En Segovia se ofertan, regular o periódicamente, 24 de las 73 supuesta terapias que el Gobierno ha catalogado como tales. Algunas forman parte de los tratamientos que ofrecen médicos titulados o fisioterapeutas, junto a técnicas que sí han demostrado su eficacia terapéutica, y otras tienen cabida en centros especialistas en remedios naturales o en centros de estética.

El presidente del Colegio Oficial de Médicos de Segovia, Enrique Guilabert, advierte del daño que este tipo de prácticas puede conllevar en la salud del paciente, en ocasiones irreversible: «Quienes practican terapias pseudocientíficas dicen que no hacen daño, pero sí lo hacen. Son muchas las ocasiones en que se pierde la oportunidad de tratar al enfermo con terapias convencionales que puedan salvarle la vida o no agravar el cuadro. Si hablamos de pacientes con procesos oncológicos, el daño es evidente», afirma.

El Colegio de Médicos segoviano rechaza, rotundamente, las terapias sin base científica. «Son un engaño. Hablan de efectos milagrosos, de curación de cientos de enfermedades, pero, en realidad, lo único que hay detrás es gente avispada que actúa con el único fin de ganar dinero. Enganchan al paciente, crean en él un hábito para que regrese a la consulta y se someta a una serie de sesiones, pero la evidencia científica es nula», añade el representante de los profesionales médicos segovianos.

Casos

La Asociación para Proteger al Enfermo de las Terapias Pseudocientíficas cifra entre 1.200 y 1.460 muertes al año en España por complicaciones de estas prácticas o abandono del tratamiento médico indicado. En Segovia también hay casos, aunque no trasciendan. «Recuerdo de un caso, hace dos años, en el Hospital General. Por culpa de una pseudoterapia, se perdió la oportunidad de seguir un tratamiento adecuado que, sin duda, hubiera cambiado la evolución del proceso. El paciente no murió, pero le quedaron secuelas importantes», apunta Guilabert.

El Plan de Prevención de la Salud frente a las Pseudoterapias que el Gobierno presentó el pasado mes de noviembre prevé varias acciones, entre ellas, definir aquellas terapias que no tienen efecto alguno sobre la enfermedad, fomentar el pensamiento científico y crítico de los ciudadanos para que recelen de estas técnicas, y valorar los avances científicos que han permitido a los humanos mejorar su esperanza y condiciones de vida.

«Los ciudadanos deben consultar a su médico de cabecera antes de someterse a cualquier tipo de terapia que, la mayoría de las veces, resulta ser una engañifa. Como organización médica colegiada, hemos emprendido una campaña de concienciación para poner en valor técnicas contrastadas. Sé que ha habido colegios médicos que ya han retirado secciones de medicina alternativa. Nosotros, en Segovia, nunca hemos tenido esa vocalía. Sabemos que en esta provincia hay colegiados que practican la homeopatía, pero no podría cuantificarlo porque no tenemos registro», señala el presidente del Colegio de Médicos.

Las organizaciones científicas han tomado decididamente partido contra estas prácticas, en una guerra en la que parten con cierta desventaja. Por un lado, la desconfianza hacia las multinacionales farmacéuticas favorece la propagación de teorías conspiranoicas. Por otro, las redes sociales y Youtube se han convertido en aliados poderosos de los charlatanes. Tampoco los médicos están libres de responsabilidad.

En la década de los noventa, hubo demasiada permisividad con estudios sobre homeopatía, quiromasaje o acupuntura y se lanzaron titulaciones que aportaron formalidad a estas terapias. «Nos parece estupendo que el Estado se pronuncie. La ministra de Sanidad se ha posicionado claramente, aunque, ahora mismo, no se puede sancionar si, en principio, no se comete un acto delictivo. El posicionamiento del Ministerio de Sanidad es adecuado. Llevarlo a la ley es algo más complejo», afirma Guilabert. Los colegios profesionales son partidarios de legislar, de crear una base normativa, legal, que prohíba las terapias que no lleven aparejado un estudio científico que avale su eficacia.

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6. En Orense se dan 30 pseudoterapias con diversos grados de peligrosidad.

FUENTE: La Región

 

 

La lucha de los profesionales sanitarios contra las pseudoterapias avanza con la declaración del Ministerio de Sanidad y el de Ciencia de un listado de 73 de estas falsas técnicas que prometen milagros y pueden ser muy perjudiciales para la salud, como informan los colectivos médicos. De las 73 consideradas ya como pseudoterapias, 30 –más del 40 %– son fácilmente localizables en Orense a golpe de click. Lo cuenta Elisabet Fernández en La Región. Basta un chequeo en Google para acceder a las páginas web y teléfonos de centros sanitarios –o incluso de estética–, naturistas, herboristerías y autónomos que se venden como especialistas en estas técnicas. De simples masajes a hidroterapias del colon o psicoterapias: las pseudoterapias que se realizan en la ciudad van de “poco” dañinas a muy peligrosas, según los expertos.

Ángeles de Atlantis o Arolo Tifar entran dentro del grupo de pseudociencias que se define como de sanación “energética y espiritual”. Prometen limpiarte el aura. La “cirugía energética” es similar. “Consiste en extraer con las manos, sin tocar al paciente, cualquier densidad de energía estancada, entidad o bloqueo energético del cuerpo”, describen en cirugiaenergetica.net. Una sesión, 60 euros.

En Orense también es posible acudir a una terapia con un espinólogo, que utiliza una técnica de ajuste vertebral manual. Adelgazar, dejar de fumar, olvidarse de la ansiedad... Todo es posible para quien maneja la hipnosis ericksoniana. La cromopuntura trata el dolor con luz y la digitopuntura con masajes. Hay variantes de masajes que incluso prometen curar “dolores crónicos”: babandi, californiano, chacras, metamórficos...

En el campo de la psicoterapia hay métodos como el “rebirthing”–respiraciones y repetición de afirmaciones para eliminar experiencias negativas– o el análisis transaccional, que asegura el cambio personal. La salud también se confía a los números. Para los más místicos, la numerología se vende en Orense. El listado podría engordar próximamente. Hay 66 terapias en evaluación por el Gobierno. Muchas muy conocidas, como la homeopatía o la acupuntura.

Desde el Colegio Médico: “autocuidado y terapia convencional”

Desde el Colegio de Médicos de Orense alertan de los peligros de estas pseudoterapias que prometen soluciones milagrosas a problemas de salud que debe tratar un médico. “No somos quien para impedir la publicidad de este tipo de técnicas y no tenemos capacidad de hacer un seguimiento de todas las que proliferan, pero hemos conseguido que los que se venden como grandes eminencias no lleguen a Ourense ni a Galicia”, explica José Luis Jiménez, presidente del Colegio de Médicos de Ourense y del de Galicia. Se refiere al catalán que “curaba” el autismo con un derivado de la lejía y que intentó dar una charla en Ourense.

“Hay terapias muy peligrosas que afectan a personas muy graves que se agarran a cualquier esperanza. Algunas llegan a abandonar la terapia convencional”, anota el presidente de los médicos. Además de la confianza en los sanitarios, desde el Colegio Médico apuntan que la solución también está en el “autocuidado” de la persona.

El Consello Galego de Colegios Médicos sobre las Falsas Medicinas (pseudociencias, pseudoterapias) emitió un comunicado en el que señala que “no es de recibo que se juegue con la esperanza de los enfermos. Por eso, ante este tipo de anuncios, sin perjuicio de reservarnos el derecho de denunciarlos por vías jurídicas, queremos ofrecer a los ciudadanos nuestras oficinas y páginas web, para darles información veraz y contrastada sobre este tipo de terapias”.

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7. En Extremadura calculan la práctica de al menos 20 pseudoterapias.

FUENTE: El Periódico de Extremadura

 

 

Al menos una veintena de las técnicas que el Ministerio de Sanidad ha incluido en su lista de pseudoterapias se ofertan actualmente en Extremadura. Entre ellas están la radioestesia, aura soma, diafreoterapia, digitopuntura, gemoterapia, geobiología, medicina antroposófica, método Grinberg, terapia regresiva o rebirthing. En algunos casos se practican en centros permanentes. En otros, a domicilio. Todas forman parte de la relación de 73 técnicas para las que el Gobierno no ha encontrado «ningún soporte en el conocimiento científico con metodología lo suficientemente sólida que sirva para evaluar su seguridad, efectividad y eficacia, por lo que se pueden clasificar como pseudoterapias». Lo leemos en El Periódico de Extremadura.

En total, han sido analizadas 139 referencias. Respecto a las 66 restantes, «el hecho de que existan publicaciones relativas a estas prácticas no implica que la técnica esté respaldada por el conocimiento científico y que se avale su eficacia y seguridad», por lo que serán estudiadas individualmente en sucesivos informes. Aquí aparecen otra treintena más en diferentes poblaciones extremeñas, algunas tan extendidas como el yoga o la osteopatía y otras más exóticas como el Chi-Kung, la biodanza o la terapia craneosacral.

Las terapias pseudocientíficas pueden representar un peligro para la salud bien porque lleven a un abandono de un tratamiento avalado científicamente bien por el daño que ocasionan de forma directa, además del perjuicio económico que suponen. La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) presentó en enero pasado el ‘Primer informe sobre fallecidos a causa de las pseudoterapias en España’, en el que se situó la horquilla de muertes anuales por culpa de estas técnicas entre las 1.210 y las 1.460. Entre los casos que se cita en el estudio figura uno en Badajoz, en el 2004, cuando un hombre de 67 años murió tras el consumo de dos productos homeopáticos

Como parte de las acciones de sensibilización e información a favor de la evidencia científica los ministerios de Sanidad y de Ciencia han habilitado una página web (www.CoNprueba.es) que alojará todos los contenidos relacionados con las acciones del Gobierno frente a las pseudociencias y las pseudoterapias.

En muchos de los casos, estas terapias se ofrecen como solución a problemas físicos y trastornos emocionales o de conducta a pesar de no tener ningún aval científico. En este sentido, Pedro Hidalgo, presidente del Colegio Oficial de Médicos de la Provincia de Badajoz, esgrime que en la pseudociencia a menudo se conjugan dos problemas fundamentales: que quien la ejerce «no está capacitado ni titulado y que lo que se ofrece no está contrastado científicamente». Porque, recalca, «la medicina es una. No hay medicinas alternativas ni alternativas a la medicina. Y la medicina es científica».

El listado de sanidad incluye algunas referencias, en especial dentro de las técnicas en «evaluación», cuya presencia puede resultar llamativa, como el yoga, la musicoterapia o la risoterapia. Aquí, incide Hidalgo, la cuestión es «no confundir. Es bueno practicar el yoga, pero que no te digan que con él vamos curar algo». En otros casos, como el de la homeopatía, matiza que «no tiene contrastada su efectividad, lo que es igual a placebo, y así hay que decírselo al ciudadano». Se trata, «primero de no hacer daño y, segundo, de no confundir», resume.

Cualquiera puede acabar cayendo en estas pseudoterapias en un determinado momento de su vida, sea cual sea su nivel educativo o estatus social. «Te encuentras personas formadas, pero que están consumiendo pseudociencia», cuenta el presidente de los médicos pacenses. Y es habitual que afecte en situaciones de especial vulnerabilidad como cuando se hace frente a una enfermedad.

Ni el colegio de médicos pacense ni el cacereño tienen constancia de que haya actualmente facultativos colegiados en la región desarrollando este tipo de prácticas. Tanto uno como otro permiten comprobar en sus webs si un profesional está colegiado o no en sus respectivas provincias. Aparte, «realizamos un control de todos los médicos que están colegiados y de qué técnicas utilizan», precisa Carlos Arjona, presidente del Colegio Oficial de Médicos de Cáceres. Y si hay alguna denuncia o queja (que también puede realizarse vía web), «investigamos lo que están haciendo».

Y si no es un médico colegiado quien está en cuestión, se comunica a la consejería cualquier práctica «que consideremos que no está sometida a unos criterios de evaluación científica. No vale que digan que puede suponer una mejora para la salud, hay que demostrarlo», arguye Arjona. «Nosotros lo que aconsejamos siempre a la población es que si piensan que la persona que está detrás no es médico, consulten nuestra página o llamen directamente a los dos colegios extremeños, donde le diremos si lo es o no y qué titulación tiene, para que no sea engañado», apostilla.

El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Extremadura ha sido uno de los más activos a la hora de denunciar estas malas prácticas sanitarias, que su presidente, Juan José Jiménez Merino, considera que están fundamentalmente «vinculadas con el intrusismo». De las 139 técnicas comprendidas en el plan de protección del Gobierno, precisa, «hay unas 20 que pueden ser propias de fisioterapia». No obstante, cree que se ha cometido «una barbaridad» incluyendo en este grupo algunas como la osteopatía, la acupuntura, el drenaje linfático, la quiropraxia, la hidroterapia o la reflexología, «que forman parte de la fisioterapia desde hace muchísimos años» y también de sus planes universitarios.

Disciplinas que para poderlas aplicar, eso sí, hay que tener la diplomatura o el grado. «El verdadero problema es que se están utilizando como terapias por intrusos que no son profesionales sanitarios. Esto es algo muy distinto a que sean pseudoterapias, porque realmente están avaladas por la evidencia científica, por las sociedades científicas nacionales e internacionales o por los protocolos de los sistemas sanitarios». Una postura que comparte a nivel nacional el consejo general de colegios y que se ha expresado al ministerio a través de un escrito.

«Es una lucha que tenemos ya desde hace muchos años. Hay muchísimo intrusismo en Extremadura en la fisioterapia», sostiene Jiménez, que afirma que en los últimos cuatro años han presentado al menos una treintena de quejas por este motivo, «y no presentamos más porque no nos hacen ni caso», critica. A su juicio, «no funcionan los servicios de inspección». «Lo que se nos contesta es que hay un vacío, que los inspectores no pueden meterse con personas que no son sanitarios. Esto es incongruente, que no sea posible controlar a los centros que pueden hacer daño a la ciudadanía, mientras que a nosotros nos obligan, que es algo que me parece bien, a controles rigurosos».

Igualmente, Jiménez carga contra los centros de formación y academias donde preparan a sus alumnos «en tres o cuatro meses». «Lo que no se puede permitir es que personas que no son sanitarios, que aprenden estas técnicas en estos cursos, puedan hacer las mismas funciones que hace un fisioterapeuta.

El presidente de este colegio profesional advierte de las consecuencias que puede traer recurrir a estos profesionales. «He tratado muchísimas complicaciones de personas que van a estos falsos fisioterapeutas», asegura, por las secuelas que estos les han ocasionado al tratar de curar contracturas, lumbalgias, pinzamientos discales o roturas fibrilares. «Se puede quedar a una persona tetrapléjica por una mala manipulación el cuello», avisa.

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8. Las asociaciones de usuarios de homeopatía se quejan al presidente del Gobierno de España.

FUENTE: Diario 16

 

 

Un total de ocho organizaciones que representan a usuarios de homeopatía de toda España han redactado una carta conjunta para el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. En ella piden a los partidos políticos y a las autoridades que respeten la libertad de elección, así como que los pacientes que recurren a la homeopatía así como a otras terapias naturales puedan elegir, al igual que los profesionales de la salud a la hora de recomendarlas. Lo cuenta Beatriz Talegón en Diario 16.

También exigen la retirada de la campaña #CoNprueba del Gobierno, así como el cese de lo que consideran una difamación constante, puesto que en esta campaña no se está queriendo informar a la sociedad de lo que realmente son las terapias complementarias, sino que está intentando criminalizarse a los usuarios de las mismas, confundiendo a la población. Esta cuestión es de gran importancia, puesto que se mezclan en demasiadas ocasiones, y con una dudosa intención, informaciones que quieren vincularse con las terapias naturales, cuando en realidad nada tienen que ver con ellas, suponiendo una alerta innecesaria a muchos ciudadanos al equivocar la manera de exponerlo.

Fuentes consultadas explican para este diario que se está queriendo criminalizar la homeopatía así como otras terapias naturales complementarias, confundiendo a la población. “Lo que hay que perseguir es el fraude en cualquier ámbito, y por supuesto también en este. Hay personas que dicen tener conocimientos, cuando en realidad no tienen ninguna titulación ni formación oficial al respecto. Esto es lo que debemos perseguir, pero no las terapias complementarias. Es el mal uso que algunos hacen, queriendo confundir, y nos parece una irresponsabilidad por parte del Gobierno que haya querido entrar en este tipo de juego. Una cosa son las terapias complementarias, como lo es la Homeopatía, que en otros países está perfectamente regulada, integrada en el sistema sanitario público y otra cosa es gente que se aprovecha precisamente de la falta de información (situación a la que contribuye el Gobierno con este tipo de campañas), que pueden poner en peligro la salud de las personas”.

Se pide, en este sentido, la regulación de la homeopatía así como de otras terapias naturales, igual que se ha hecho ya en otros países de Europa, “para que la ciudadanía del Estado español obtengan los mismos derechos que en otros países de la Unión Europea”.

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9. Homeopatía: el auge de una terapia carente de validez científica.

FUENTE: El Día

 

 

Ya lo dijo el médico e investigador alemán Edzard Ernst: “la homeopatía es uno de los tratamientos más inverosímiles dentro del mundo de la medicina alternativa”. El científico llegó a esa conclusión después de trabajar durante años para intentar dotar de validez científica a las terapias alternativas cuyo uso se había extendido a principios de siglo. Periplo que cuenta en su libro Un científico en el País de las Maravillas. Lo cuenta V. Pavés en El Día.

En 2010, tras revisar varias investigaciones sobre homeopatía, Ernst publicó unos resultados científicos que significaron el principio de una contienda entre detractores y partidarios de esta pseudociencia. Edzard Ernst publicó “Homeopathy: what does the ‘best’ evidence tell us” en The Medical Journal of Australia, un estudio en el que acababa afirmando que “toda evidencia confiable falla al demostrar que la medicina homeopática tiene efectos más allá del placebo”.

Como él, varios investigadores han llegado a la misma conclusión en diferentes periodos de tiempo. Una de las revisiones de estudios científicos más importante de los últimos años fue la realizada por el Ministerio de Sanidad de Australia en el año 2015. De los 1.800 estudios científicos revisados, sólo 225 habían sido lo suficientemente rigurosos y cumplían los criterios de calidad científica.

El principal laboratorio comercializador de homeopatía en España, Boiron, basa sus principales conclusiones en un único estudio, el EPI3. Una investigación farmacoepidemiológica que ha durado más de seis años y que, según el grupo, “ha obtenido unos resultados muy satisfactorios”. Boiron factura 20 millones de euros al año en nuestro país. Una diferencia más que considerable con lo que factura en Francia (370 millones) lugar en el que la homeopatía está mucho más extendida.

“Se trata de un engaño sanitario”, explica el abogado alicantino experto en pseudociencias Fernando Frías, que “está confundiendo a mucha gente”. En este sentido también se posiciona Natacha Sujanani, psiquiatra del Servicio Canario de la Salud (SCS), que recuerda que “a día de hoy la homeopatía no ha demostrado una eficacia superior al efecto placebo”.

Por su parte, Elena Campos, presidenta de Asociación para Proteger al Enfermo de las Terapias Pseudocientíficas (Apetp), argumenta que “a pesar de ser una pseudoterapia reconocida”, la homeopatía aún cuenta con médicos “díscolos” que la defienden y las organizaciones médicas colegiales sitúan en el 5 % del total en España.

La lucha gubernamental

Según Frías, España está llevando a cabo un estudio para demostrar o no la eficacia de la homeopatía, más allá del efecto placebo, tal y como han hecho ya otros países. “Probablemente el resultado será negativo porque todos los países han llegado a la misma conclusión”, explica. También Francia se sumó el año pasado a la investigación de estos productos. Concretamente, el pasado agosto, el Ministerio de Sanidad francés encomendó a la comisión de transparencia de la Alta Autoridad de Salud (HAS) confirmar la validez científica de la homeopatía para decidir si mantiene su subvención. “Boiron ha respondido a esta declaración de intenciones argumentando que se van a perder más de 1.600 puestos de trabajo si se lleva a cabo la investigación”, explica Frías. “Da a entender que ya saben que el resultado va a ser negativo”, insiste.

Abanderando el argumentario de los escépticos, también el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España se ha decidido este año a dar los primeros pasos para “proteger de forma integral a la ciudadanía de las pseudoterapias”. Porque, a pesar de la inocuidad que se le supone a estos tratamientos, existen peligros más allá de su simple consumo. Los investigadores a menudo señalan a sus “riesgos indirectos”, tomando la posibilidad de que el paciente reniegue de su tratamiento convencional eficaz para optar simplemente por el alternativo. Situaciones de este tipo han ocurrido en nuestro país, que arrastra incluso casos que han acabado con la vida de algunos pacientes. “Hay una falta de percepción de su seguridad”, insiste Campos.

Una creencia de 200 años

A pesar de que la homeopatía fue creada hace hoy 200 años, la creencia en que el consumo de estos productos equilibra la capacidad de recuperación natural de los seres vivos, se mantiene a día de hoy. Ni los numerosos estudios que valoran su eficacia única como placebo ni la evidente falta de rigurosidad científica a la hora de llevar a cabo aquellos estudios que parecen posicionarse a favor de la práctica, han conseguido erradicar su uso.

En Canarias, el 0,87 % de la población consume este tipo de productos, como desvela la Encuesta Nacional de Salud 2017. Una cifra que se sitúa ligeramente por encima de la media nacional ubicada en el 0,68 %. Por su parte, el barómetro del CIS de febrero de 2018 destaca que casi el 30 % de la población había utilizado homeopatía en el último año.

También la Encuesta de Percepción Social de la Ciencia y la Tecnología de 2018 concluye que el 25,4 % de la población confía mucho o bastante en la utilidad de la homeopatía y que el 5 % abandonó su tratamiento convencional por una pseudoterapia. Esta situación, lejos de ser una anécdota, en diversos procesos judiciales ha sacado a la luz que la ley “no protege al incauto”, como remarca Elena Campos. Por lo que la investigadora aboga por que se legisle para actuar “contundentemente” contra las personas que dañen a los pacientes con estas terapias.

Según Frías, las razones por las cuáles la homeopatía sobrevive tan bien a los años es porque es “un placebo de libro”. Se vende en farmacias, tiene la misma forma que las pastillas y “no hacen nada”, lo que ha conseguido darle “cierta ventaja con respecto a otros tratamientos alternativos más disparatados”.

¿Prohibir o no prohibir?

La prohibición de la homeopatía se reivindica desde varios sectores de la sociedad, sin embargo, los especialistas afirman que esta solución no es la más adecuada pues coartaría la libre elección de los pacientes. No obstante, Sujanani señala que, al menos los facultativos deberían estar obligados a “aplicar únicamente aquellos tratamientos que hayan probado su eficacia”.

Los expertos parten de la base de que “es difícil que se llegue a erradicar su uso” cuando se trata de un “tema filosófico”, como destacó Frías. Sujanani por su parte insiste en que “no se puede prohibir porque la gente es libre de creer en ellos”, pero que entonces, deberemos tener en cuenta que la homeopatía “sólo se mueve en el terreno de la fe y no en el de la ciencia”.

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10. Chile: un hospital emplea reiki y terapias holísticas con enfermos de cáncer.

FUENTE: El Urbano Rural

 

 

Con el reinicio de las Terapias Complementarias el Hospital Regional LBO (Rancagua, Chile), pionero de los centros de salud pública en regiones del país, destaca una vez más por sus intervenciones holísticas en beneficio de los pacientes. Las terapias complementarias, que están dirigidas a personas que se encuentran en tratamiento oncológico en el HRLBO, fueron implementadas para aliviar los molestos síntomas que producen la quimio y la radioterapia, según informa El Urbano Rural.

Esta Unidad agregó talleres de Meditación y Musicoterapia, además de Terapia Holística, la que consiste en sesiones individuales de Reiki, Auriculoterapia y Terapia Vibracional. Estas iniciativas están a cargo de terapeutas que colaboran ad honorem con el hospital y que ayuda de sobremanera a mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Marcela Álvarez, Terapeuta del Centro de Medicina Natural y Ancestral Chacayes, señaló que “las terapias complementarias armonizan el cuerpo físico, emocional y mental, porque todos tenemos desequilibrios, ya sea por emoción, por un mal rato u otro y eso lo somatizamos en nuestro cuerpo físico y eso nos puede llevar a alguna enfermedad”. Los pacientes aseguran que estas terapias reducen el estrés, relacionado con el proceso de quimioterapia y dolor, también ayudan a disminuir síntomas somáticos con Mindfulnes (meditación) en pacientes con cáncer de mamas.

Edith Rubio, paciente del HRLBO, y participante de las terapias complementarias manifestó que “Nos hacía falta porque es muy bueno, se saca todo lo de adentro y se descomprime todo, es verdaderamente genial, muy muy bueno”. Asimismo Karen Cruz indicó que “esta es la primera que asiste a estas terapias y fue una experiencia muy bonita, estoy viviendo un reciente duelo de mi padre y vi cosas muy lindas, muy bien por lo que están entregando a nosotros también los cuidadores y a los pacientes enfermos”.

Carolina Frías, psicóloga de la Unidad de Oncología y Alivio del Dolor y Hematología, sostuvo que “estas terapias están dirigidas a pacientes cuidadores de las tres unidades mencionadas y vienen a complementar el bienestar del paciente, la búsqueda de aquello donde la persona se pueda expresar y desahogar abiertamente como también los cuidadores que también tiene un rol muy importante en el día a día de lo que es padecer un diagnóstico de cáncer, porque esta enfermedad no impacta solamente en el paciente sino que también a su familia y a sus más cercanos”.

En tanto la psicóloga Glenia Acuña, de la Unidad de Oncología. Alivio del dolor y Patología mamaria y patología ginecológica, aseguró que “las terapias trabajan principalmente con la energía de los pacientes, como el Reiki, lo que hace que la persona sienta mucho relajo, es como estar en una nube”. Cabe destacar que la Dra. Carmen Vergara, Jefa de la Unidad de Hematología, fue quien integró estas actividades complementarias al HRLBO, convirtiendo a este centro de salud regional en un referente al impartir estos talleres en pacientes adultos.

Las Terapias Complementarias constan de diferentes sesiones que son muy relajantes y permiten a los pacientes y cuidadores traspasar el umbral del alivio del dolor en el caso de cuidados paliativos, lo que en resumen, mejora la calidad de vida de las personas y pacientes, junto a sus cuidadores.

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.