Servicio diario - 10 de abril de 2019


 

Nicaragua: El Papa pide a Mons. Silvio Báez que esté en Roma por un tiempo
Rosa Die Alcolea

Audiencia General: "Ninguno ama a Dios tanto como Él nos ha amado"
Larissa I López

Consejo de Cardenales: Comienzan las consultas sobre la nueva Constitución apostólica
Rosa Die Alcolea

"Perdona nuestras ofensas"- Catequesis del Papa en la Audiencia general
Redacción

El Papa Francisco anima a "no dejar de mirar a Cristo en la Cruz"
Larissa I López

'Cristo vive': "Nuestra vida en la tierra alcanza su plenitud cuando se convierte en ofrenda"
Rosa Die Alcolea

Monseñor Felipe Arizmendi: Encuentro para indígenas agentes de pastoral
Felipe Arizmendi Esquivel

Santa Gemma Galgani, 11 de abril
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

10/04/2019-20:47
Rosa Die Alcolea

Nicaragua: El Papa pide a Mons. Silvio Báez que esté en Roma por un tiempo

(ZENIT — 10 abril 2019).- El Papa Francisco ha pedido a Mons. Silvio Báez Ortega, Obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, que esté en Roma por un tiempo indeterminado, ha anunciado el propio obispo este miércoles 10 de abril de 2019, en rueda de prensa ofrecida en la curia arzobispal, a las 10:30 hora local.

Mons. Báez ha anunciado a los medios de comunicación en rueda de prensa esta información, junto al Cardenal Leopoldo Brenes, tras una larga crisis en el país, agravada con la violencia desatada por el régimen paramilitar del gobierno de Daniel Ortega Murillo, que ha dejado más de 600 muertes en las calles, más de 800 presos políticos y 1000 desaparecidos.

Hace 15 días, aproximadamente, el Papa Francisco invitó a monseñor Silvio Báez Ortega, Obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua (Nicaragua), a ir a Roma para mantener con él un diálogo, en audiencia privada, que se celebró el pasado jueves, 4 de abril de 2019, en el Palacio Apostólico del Vaticano, ha relatado el Cardenal Leopoldo Brenes, quien también ha intervenido en la conferencia.

El Obispo nicaragüense aclaró: "Yo no he pedido salir de Nicaragua", declaró Mons. Báez. "Quiero dejar claro que mi corazón ha estado aquí, en mi tierra, en mi patria, y en medio de mi pueblo, y mi corazón de pastor seguirá aquí, en Nicaragua".

"Yo no he pedido salir —insistió el prelado— he sido llamado por el Santo Padre, y como ha dicho el Cardenal Brenes, mandó una carta y a través de la Nunciatura se me comunicó que quería conversar conmigo. Fui a Roma y me recibió de una manera muy afectuosa, muy fraterna, con un gran interés por mi ministerio y por mi vida, y también por la situación de Nicaragua. Quiso que le hablara de mi ministerio y de la vida en Nicaragua. Me escuchó con muchísima atención".

El pastor de la Arquidiócesis de Managua ha reproducido lo que manifestó al Santo Padre: "En este momento experimento un gran dolor en mi corazón. El dolor de no poder estar físicamente en medio de mi amado pueblo nicaragüense".

 

"He llorado"

"Así como Pablo se echó a llorar con los presbíteros en Éfeso en Hechos 20, yo he llorado", ha confesado el obispo. "Esta decisión del Santo Padre que yo he aceptado y asumido con plena obediencia amorosa ha hecho llorar mi corazón".

"Como no llorar al recordar en estos 10 años el cariño, el apoyo, la confianza, la cercanía, las oraciones de nuestra gente, de nuestros niños, de nuestros jóvenes...", ha expresado Báez Ortega.

"Como olvidar a los campesinos, a las madres de las víctimas de la represión, los jóvenes perseguidos, a quienes están en las cárceles. Llevo todo esto en mi corazón".

"Les aseguro que tengo una paz profunda que es una gracia especialísima del Señor", ha compartido con los periodistas desde su país.

 

Asesinatos, ejecuciones extrajudiciales

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) ha responsabilizado a Daniel Ortega de "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven de Nicaragua". El Gobierno nicaragüense ha negado su responsabilidad y sostiene que es "víctima de un golpe de Estado".

Entre los fallecidos también cuentan jóvenes y niños. Una crisis que ha dejado un saldo de casi 2.000 heridos e innumerables detenidos. En este periodo de conflicto social, las libertades de prensa y expresión han sido violadas, muchos han sido los periodistas amenazados y heridos al momento de ejercer su labor, y entre los muertos está también el periodista Ángel Gahona, mientras cubría las protestas iniciales.

 

 

 

10/04/2019-12:23
Larissa 1. López

Audiencia General: "Ninguno ama a Dios tanto como Él nos ha amado"

(ZENIT — 10 abril 2019).- El Papa Francisco ha recordado hoy en la Audiencia general que "ninguno ama a Dios tanto como Él nos ha amado" y que "basta que miremos a Cristo en la cruz para descubrir la desproporción entre su amor y el nuestro".

En la audiencia de este miércoles, 10 de abril de 2019, el Santo Padre ha dedicado la catequesis a la petición del Padre nuestro que dice: "Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden" y se ha leído el evangelio de san Juan (8,31-42).

En estas fechas cercanas la Semana Santa, el Papa anima a mirar a la cruz como una forma de comprobar que el amor que Dios nos tiene será eternamente mayor que el que nosotros le ofrezcamos. Durante la catequesis, el Pontífice ha resaltado cómo en todas las oraciones del cristiano se realiza una petición de perdón, para ser conscientes de que siempre seremos deudores de Dios.

 

Todo lo hemos recibido

Dada esta condición de deudores, el Papa considera que la soberbia es la actitud más negativa en la vida cristiana: "se arraiga en el corazón sin que muchas veces nos demos cuenta, e incluso afecta a las personas que llevan una intensa vida religiosa. Nos hace creer que somos mejores que los demás, casi semejantes a Dios, amenazando así con romper la fraternidad".

Tenemos una deuda de amor con el Señor porque todo lo que tenemos lo hemos recibido de Él. El Papa ha explicado que nuestra existencia es como un "mysterium lunae" porque igual que la luna refleja la luz del sol, nosotros contamos con una luz que no es propia, sino proporcionada por Dios.

 

Hemos sido amados antes

Fruto de esa existencia recibida "si amamos es porque hemos sido amados antes; si perdonamos es porque antes hemos sido perdonados. Y en esta cadena de amor que nos precede reconocemos la presencia providente de Dios que nos ama", dice el Pontífice.

 

 

 

10/04/2019-16:40
Rosa Die Alcolea

Consejo de Cardenales: Comienzan las consultas sobre la nueva Constitución apostólica

(ZENIT — 10 abril 2019).- El borrador de la nueva Constitución apostólica -sobre la reforma de la Curia Romana —con el título provisional Praedicate evangelium—, aprobado por el Consejo de Cardenales, se enviará ahora a las Conferencias Episcopales Nacionales, a los Sínodos de las Iglesias Orientales, a los Dicasterios de la Curia, a las Conferencias de Superiores y Superioras Mayores y a algunas Universidades Pontificias, a quienes se les pedirá que envíen comentarios y sugerencias.

Durante la 29a reunión de los 6 cardenales que asesoran a Francisco, se ha puesto a punto el procedimiento de consultación de la nueva Constitución apostólica: Es el nuevo avance acordado en este último Consejo de Cardenales, celebrado del 8 al 10 de abril de 2019 en el Vaticano, con el Pontífice.

El Director ad interim de la Oficina de Prensa, Alessandro Gisotti, ha informado a última hora de la mañana del miércoles, 10 de abril de 2109, acerca de la 29a reunión del Consejo de Cardenales con el Papa Francisco, celebrada del 8 al 10 de abril.

 

6 cardenales

Estos tres días se han reunido en este Consejo de Cardenales los cardenales Pietro Parolin, Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, Reinhard Marx, Seán Patrick O'Malley, Giuseppe Bertello y Oswald Gracia, además del Secretario del Consejo, Mons. Marcello Semeraro, y el Secretario adjunto, Mons. Marco Mellino.

El Santo Padre ha participado en los trabajos con los cardenales, como de costumbre, aunque estuvo ausente esta mañana con motivo de la audiencia general, ha indicado Gisotti. Las sesiones de trabajo han tenido lugar de 9 a 12:30 de la mañana y de 16:30 a 19 horas.

 

Más mujeres líderes en la Iglesia

Entre los temas abordados durante las sesiones de trabajo han estado también la "orientación misionera que debe asumir cada vez más la Curia" a la luz de la nueva Constitución apostólica, el "compromiso de fortalecer el proceso de sinodalidad" en la Iglesia "en todos los niveles" y la necesidad de una "mayor presencia de las mujeres en roles de liderazgo" en los organismos de la Santa Sede.

Además, se ha reiterado que el Consejo de Cardenales es un organismo que tiene la tarea de ayudar al Santo Padre en el gobierno de la Iglesia universal y, por lo tanto, su función no termina con la publicación de la Constitución apostólica.

 

O'Malley agradece al Papa el encuentro sobre abusos

El martes 9 de abril, el cardenal Seán Patrick O'Malley explicó al Papa y al Consejo los trabajos de la asamblea plenaria de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, que tuvo lugar la semana pasada.

El cardenal O'Malley dio las gracias al Papa por el Encuentro en el Vaticano La protección de los menores en la Iglesia, celebrado el pasado mes de febrero, y por la reciente publicación de las normas para el Estado de la Ciudad del Vaticano, que refuerzan el compromiso de la Iglesia contra todas las formas de abuso de menores y adultos vulnerables.

La próxima reunión del Consejo de Cardenales tendrá lugar los días 25, 26 y 27 de junio de 2019.

 

 

 

10/04/2019-12:51
Redacción

"Perdona nuestras ofensas"- Catequesis del Papa en la Audiencia general

(ZENIT – 10 abril 2019).- En la Audiencia general de este miércoles 10 de abril de 2019, celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco ha dedicado la catequesis a la petición del Padre Nuestro que dice: “Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.

 

Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! No hace buen día, pero ¡buenos días, lo mismo!

Después de pedir a Dios el pan de cada día, la oración del "Padre Nuestro" entra en el campo de nuestras relaciones con los demás. Jesús nos enseña a pedirle al Padre: "Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden" (Mt 6,12). Lo mismo que necesitamos el pan, así necesitamos el perdón. Y esto cada día.

El cristiano que reza pide a Dios ante todo que le perdone sus ofensas, es decir, sus pecados, el mal que hace. Esta es la primera verdad de cada oración: aunque fuéramos personas perfectas, aunque fuéramos santos cristalinos que no se desvían nunca de una vida de bien, somos siempre hijos que le deben todo al Padre. La actitud más peligrosa de toda vida cristiana ¿cuál es? Es la soberbia. Es la actitud de quien se coloca ante Dios pensando que siempre tiene las cuentas en orden con Él: el soberbio cree que hace todo bien. Como ese fariseo de la parábola, que en el templo cree que está rezando pero que, en realidad, se elogia ante Dios "Te doy gracias, Señor, porque no soy como los demás". Es la gente que se siente perfecta, la gente que critica a los demás, es gente soberbia. Ninguno de nosotros es perfecto, ninguno. Por el contrario, el publicano, que estaba detrás, en el templo, un pecador despreciado por todos, se detiene en el umbral del templo y no se siente digno de entrar y se confía a la misericordia de Dios. Y Jesús comenta: "Este, a diferencia del otro, regresó a su casa justificado" (Pc 18, 14), o sea, perdonado, salvado. ¿Por qué? Porque no era soberbio, porque reconocía sus limitaciones y sus pecados.

Hay pecados que se ven y pecados que no se ven. Hay pecados flagrantes que hacen ruido, pero también hay pecados tortuosos, que se anidan en el corazón sin que nos demos cuenta. El peor es la soberbia que también puede contagiar a las personas que viven una vida religiosa intensa.  Había una vez un convento de monjas, en el año 1600- 1700, famoso, en la época del jansenismo: eran perfectísimas y se decía de ellas que eran purísimas, como los ángeles, pero soberbias como los demonios. Es algo muy feo.  El pecado divide  la fraternidad,  el  pecado nos hace suponer que somos mejores que los demás, el pecado nos hace creer que somos similares a Dios.

Y, en cambio, ante  Dios, todos somos pecadores, y tenemos razones para darnos golpes de pecho -¡todos!- como el publican en el templo. San Juan, en su Primera Carta, escribe: “Si decimos no tenemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros” (1 Jon 1: 8). Si quieres engañarte, di que no tienes pecados: así te engañas.

Somos deudores  sobre todo porque en esta vida hemos recibido mucho: la existencia, un padre y una madre, la amistad, las maravillas de la creación … Incluso si a todos nos toca pasar días difíciles, siempre debemos recordar que la vida es una gracia, es el milagro que Dios ha sacado de la nada.

En segundo lugar, somos deudores  porque, aunque consigamos amar,  ninguno de nosotros puede hacerlo solamente con sus propias fuerzas.  El amor verdadero es cuando podemos amar, pero con la gracia de Dios. Ninguno de nosotros brilla con luz propia. Es lo que los antiguos teólogos llamaban  un “mysterium lunae” no solo en la identidad de la Iglesia, sino también en la historia de cada uno de nosotros.  ¿Qué significa este mysterium lunae“?  Que es como la luna, que no tiene luz propia: refleja la luz del sol. Tampoco nosotros tenemos luz propia: nuestra luz es un reflejo de la gracia de Dios, de la luz de Dios. Si amas es porque alguien, que no eras tú, te sonrió cuando eras un niño, enseñándote a responder con una sonrisa. Si amas es porque alguien a tu lado te despertó al amor, haciendo que entendieras que en él reside el sentido de la existencia.

Tratemos de escuchar la historia de una persona que ha cometido un error: un prisionero, un convicto, un drogadicto… conocemos a tanta gente que se equivoca en la vida. Sin perjuicio de la responsabilidad, que siempre es personal, a veces te preguntas a quién se debe culpar por sus errores, si sea solamente su conciencia, o la historia de odio y abandono que algunos llevan tras de sí.

Y este es el misterio de la luna: amamos, ante todo,  porque hemos sido amados, perdonamos porque hemos sido perdonados. Y si alguien no ha sido iluminado por la luz solar, se vuelve tan frío como la tierra en invierno.

¿Cómo podemos dejar de reconocer, en la cadena de amor que nos precede también la presencia providente del amor de Dios? Ninguno de nosotros ama tanto a Dios como Él nos ha amado. Basta ponerse ante un crucifijo para comprender la desproporción: Él nos ha amado y nos ama siempre a nosotros primero.

Recemos, pues: Señor, incluso el más santo de nosotros no deja de ser deudor tuyo. Oh Padre, ¡ten piedad de todos nosotros!

Al final de la catequesis el Papa ha saludado, entre otros, a los peregrinos de lengua española provenientes de España y de América Latina. “Acercándonos cada vez más a las fiestas de Pascua, -ha dicho- los animo a no dejar de mirar a Cristo en la cruz, para que su amor purifique todas nuestras vidas y nos libre del orgullo de pensar que somos autosuficientes. Que la gracia de la resurrección de Cristo transforme totalmente nuestra vida. ¡Qué Dios los bendiga!

 

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

 

10/04/2019-16:14
Larissa 1. López

El Papa Francisco anima a "no dejar de mirar a Cristo en la Cruz"

(ZENIT — 10 abril 2019).- "Acercándonos cada vez más a las fiestas de Pascua, los animo a no dejar de mirar a Cristo en la cruz, para que su amor purifique nuestras vidas y nos libre del orgullo de pensar que somos autosuficientes".

Estas son las palabras del Papa Francisco dirigidas a los hispanohablantes durante la audiencia general celebrada hoy, 10 de abril de 2019, en la plaza de San Pedro. Además, el Pontífice ha rogado "que la gracia de la resurrección de Cristo transforme totalmente nuestra vida".

El Papa ha saludado y bendecido a los peregrinos de lengua española procedentes de España y América Latina durante la catequesis sobre el Padre Nuestro. En ella ha recordado que "ninguno ama a Dios tanto como Él nos ha amado" y que "basta que miremos a Cristo en la cruz para descubrir la desproporción entre su amor y el nuestro".

 

 

 

10/04/2019-21:21
Rosa Die Alcolea

`Cristo vive': "Nuestra vida en la tierra alcanza su plenitud cuando se convierte en ofrenda"

(ZENIT — 10 abril 2019).- "Lo fundamental es discernir y descubrir que lo que Jesús quiere de cada joven es sobre todo su amistad', expone el Papa Francisco en el punto 250 de la Exhortación Apostólica Christus vivit, publicada el martes, 2 de abril de 2019.

El capítulo octavo está dedicado a la vocación, que según Francisco "es una llamada al servicio misionero de los demás", porque nuestra vida en la tierra alcanza su plenitud cuando se convierte en ofrenda (254).

"Para realizar nuestra vocación es necesario desarrollarnos, hacer crecer y cultivar todo lo que somos. No se trata de inventarse, de crearse de la nada, sino de descubrirse a la luz de Dios y de hacer florecer el propio ser" (257). Y "este "ser para los demás" en la vida de cada joven está normalmente ligado a dos cuestiones fundamentales: la formación de una nueva familia y el trabajo" (258).

 

Amor y familia

En cuanto al "amor y la familia", el Papa escribe que "los jóvenes sienten fuertemente la llamada al amor y sueñan con encontrar a la persona adecuada con la que formar una familia" (259), y el sacramento del matrimonio "envuelve este amor con la gracia de Dios, enraizándolo en Dios mismo" (260). Dios nos creó sexualmente, él mismo creó la sexualidad, que es su don, y por lo tanto "no hay tabúes". Es un don que el Señor da y " tiene dos objetivos: amarse unos a otros y generar vida". Es una pasión.... El verdadero amor es apasionado" (261).

Francisco observa que "el aumento de las separaciones, de los divorcios... puede causar grandes sufrimientos y crisis de identidad en los jóvenes. A veces tienen que asumir responsabilidades que no son proporcionales a su edad" (262).

A pesar de todas las dificultades, "quiero decirles.... que vale la pena apostar por la familia y que en ella encontrarán los mejores incentivos para madurar y las mejores alegrías para compartir. No dejes que te roben la oportunidad de amar seriamente" (263). "Creer que nada puede ser definitivo es un engaño y una mentira... Les pido que sean revolucionarios, les pido que vayan contra corriente" (264).

 

Trabajo

En cuanto al trabajo, el Papa escribe: "Invito a los jóvenes a no esperar vivir sin trabajo, dependiendo de la ayuda de los demás. Esto no es bueno, porque "el trabajo es una necesidad, es parte del sentido de la vida en esta tierra, del camino hacia la madurez, el desarrollo humano y la realización personal. En este sentido, ayudar a los pobres con dinero debe ser siempre un remedio temporal para las emergencias" (269).

Después de observar cómo los jóvenes experimentan, en el mundo del trabajo, formas de exclusión y de marginación (270), afirma con respecto al desempleo juvenil: "Es una cuestión... que la política debe considerar prioritaria, sobre todo hoy en día, cuando la velocidad del desarrollo tecnológico, junto con la obsesión por reducir los costes laborales, puede llevar rápidamente a la sustitución de innumerables puestos de trabajo por maquinaria" (271). Y a los jóvenes les dice: "Es verdad que no puedes vivir sin trabajo y que a veces tendrás que aceptar lo que encuentras, pero nunca renunciar a tus sueños, nunca enterrar definitivamente una vocación, nunca renunciar" (272).

Francisco concluye este capítulo hablando de "vocaciones a una consagración especial". En el discernimiento de una vocación no se debe excluir la posibilidad de consagrarse a Dios....". ¿Por qué excluirlo? Ten la certeza de que si reconoces una llamada de Dios y la sigues, será lo que dé plenitud a tu vida" (276).

 

 

 

10/04/2019-09:21
Felipe Arizmendi Esquivel

Monseñor Felipe Arizmendi: Encuentro para indígenas agentes de pastoral

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

Coordiné un encuentro latinoamericano de 47 agentes de pastoral nativos de pueblos originarios, todos procedentes de diferentes culturas indígenas, en Latacunga, Ecuador, del 1 al 6 de abril.
Eran seglares, religiosas, diáconos y sacerdotes de Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Guatemala y México. Sólo faltaron de El Salvador y Honduras, donde me dijeron sus Conferencias Episcopales que no tienen bien organizada esta pastoral. De Venezuela iban a participar dos, pero lo impidieron trabas migratorias a la hora de abordar el avión en Caracas.

El encuentro fue promovido por el Departamento de Cultura y Educación del CELAM, del que soy miembro. Su objetivo fue compartir la realidad de los pueblos originarios latinoamericanos, discernir criterios a la luz del Magisterio universal y latinoamericano, y hacer propuestas pastorales, para fortalecer el proceso hacia una Iglesia con rostro autóctono.

Al compartir las realidades que viven, entre otras muchas cosas, dijeron:

"Los países se declaran multiétnicos y pluriculturales, pero no lo ponen en práctica. Control de la natalidad de una manera obligada (esterilización forzada). La pérdida de identidad de nuestros jóvenes. Se están perdiendo el idioma, el traje y los valores étnicos. El mal uso de las nuevas tecnologías.

Como consecuencia de las migraciones a la ciudad, surgen adicciones (alcohol, droga), especialmente en los jóvenes, prostitución, embarazos precoces, relativismo, etc. Desplazamiento de las comunidades, por la violencia y el narcotráfico. Persecución y criminalización de los líderes que están defendiendo la madre tierra; unos han sido asesinados y otros han sido encarcelados injustamente. Los programas de asistencia social que imparte el gobierno crean dependencia; es una manera de comprar al pueblo.

En tiempo de elecciones, los políticos se aprovechan de la pobreza de la gente y la manipulan; dividen a la comunidad. La violencia intrafamiliar. La mujer sufre discriminación, por ser mujer, pobre e indígena. En algunas regiones la mujer va dando su voz y su presencia. El sistema de familias extensas, muy propio de estas comunidades, está cambiando. Se ha rescatado la medicina tradicional.

Explotaciones mineras, agrotóxicos, agro negocios que traen des forestación, contaminación a los territorios comunitarios y atentan contra el buen vivir de los pueblos indígenas. Afectan al territorio, tornándolo improductivo. La falta de acceso al agua y contaminación de la misma. La pobreza es cada vez más notoria, por las políticas neoliberales que se llevan adelante desde el Estado".

Al compartir sobre qué pastoral se hace por parte de la Iglesia con y por estos pueblos, expresaron: "El sueño de una Iglesia con rostro propio va teniendo su camino, con procesos de reflexión y trabajo pastoral. Hay una primavera eclesial en nuestras iglesias con la presencia del Santo Padre Francisco. Falta una dimensión más profética de la Iglesia, una Iglesia que salga del templo, que baje al altar del pueblo.

La inculturación del Evangelio sigue siendo un desafío. No conocemos a profundidad la espiritualidad, los signos, los ritos y símbolos. Falta un acompañamiento cercano a los pueblos con corazón y pensamiento propio.

Hay documentos del Magisterio que nos ayudan a fortalecernos, pero no se ponen en práctica. Hay desconocimiento y prejuicios de la pastoral indígena. Algunos de los que se comprometen con los pueblos originarios, son mal vistos. Se están realizando traducciones de la Biblia, liturgia, cantos, catequesis, etc. Hay peligro de una folclorización de la espiritualidad indígena. Pocos sacerdotes y religiosos acompañan a los pueblos indígenas. Los que están trabajando con ellos, lo hacen de manera comprometida y constante. Hay sacerdotes y religiosas no indígenas que han aprendido la lengua y valoran nuestra cultura. Hay algunos obispos comprometidos con nuestros pueblos, acompañando y empujando los procesos".

 

PENSAR

Muchos textos del Magisterio, tanto pontificio como latinoamericano, alientan esta pastoral. Los he recogido en un librito, editado tanto por nuestra Conferencia Episcopal como por el CELAM, titulado Pueblos originarios y Magisterio eclesial. Allí rescato una encíclica sumamente actual de San Pío X, titulada Lacrimabili statu indorum, del año 1912, que recomiendo.

Hay muchísimas intervenciones de San Juan Pablo II, de Benedicto XVI y Francisco. Por ejemplo, en Canadá, San Juan Pablo II dijo: "Cuando por primera vez fue proclamada la fe entre los nativos de esta tierra, las valiosas tradiciones de las tribus indias se vigorizaban y enriquecían con el mensaje evangélico. Sus antepasados sabían por instinto que el Evangelio, lejos de destruir sus valores y costumbres auténticos, tenía poder de purificar y sublimar la herencia cultural que habían recibido. De este modo, no sólo el cristianismo es importante para los pueblos indios, sino que Cristo mismo es indio en los miembros de su Cuerpo" (20-IX-1987 y 15-IX-1984).

El Papa Francisco dijo en Puerto Maldonado, Perú: "Ayuden a sus obispos, ayuden a sus misioneros y misioneras, para que se hagan uno con ustedes, y de esa manera dialogando entre todos, puedan plasmar una Iglesia con rostro amazónico y una Iglesia con rostro indígena" (19-1-2018).

 

ACTUAR

Transcribo lo que pidieron: "Que en los seminarios y en las casas de formación religiosa no se les robe su identidad. Valorar las vocaciones indígenas, desde la cosmovisión y espiritualidad de los pueblos. Estar con el pueblo y acompañar su proceso de reflexión teológica. El acompañamiento en sus luchas sociales, sobre todo en la defensa de sus derechos, cultura, territorio. Aprender sus idiomas, para evangelizar tomando en cuenta su cultura. Fortalecer la forma y el modo de acompañamiento de los pueblos originarios ante la realidad urbana en que se insertan y viven. Continuar el trabajo de los derechos humanos de los pueblos originarios. Formación del clero y de religiosas indígenas".

Al final, expresaron el deseo de que haya un Sínodo sobre pueblos originarios.

 

 

 

10/04/2019-07:23
Isabel Orellana Vilches

Santa Gemma Galgani, 11 de abril

«Marcó su vida la pasión por Cristo crucificado. Fue agraciada con los estigmas y otros muchos dones. Sus múltiples padecimientos, rodeados de hechos inexplicables, no fueron comprendidos. Se ofreció como víctima por los pecadores»

Sus 25 años de vida estuvieron marcados en su mayoría por fenómenos místicos ante los cuales hubo disparidades, incomprensiones y numerosos desprecios. Nació en Borgonuovo de Capannori, Italia, el 12 marzo de 1878. Era la cuarta de ocho hermanos y la primera niña que alegraba el hogar.

Su madre no quería bautizarla con el nombre de Gemma, que fue sugerido por un tío de la pequeña, porque en el martirologio no existían ascendentes de ninguna mujer canonizada que se hubiera llamado así. El párroco Olivio Dinelli con inspirado juicio alegó:«Muchas gemas hay en el cielo; esperemos que también ella sea un día otra Gemma del paraíso».

Cuando tenía un mes de vida la familia se trasladó a Lucca, donde la santa pasó el resto de su existencia. A los 4 años oraba tiernamente a María, amor que le inculcó Aurelia, su madre, junto a la devoción por Jesús crucificado: «De lo primero que me acuerdo es que mi mamá, cuando yo era pequeñita, acostumbraba a tomarme a menudo en brazos y, llorando... me enseñaba un crucifijo y me decía que había muerto en la Cruz por los hombres».

La catequesis materna dio sus frutos sembrando en el corazón de Gemma una pasión desbordante por Cristo: «Jesús, yo quiero llegar con mi voz hasta los últimos confines del universo para alcanzar a todos los pecadores y gritarles que entren todos dentro de tu Corazón». Intuyendo Aurelia su inminente muerte, quiso que preparasen a la niña para la confirmación. Y mientras la recibía entendió que Jesús le pedía el sacrificio de verse privada de su madre.

Aurelia murió el 17 de septiembre de 1885 a los 39 años. Gemma tenía 7 y se refugió en la Virgen: «Al perder a mi madre terrena me entregué a la Madre del cielo. Postrada ante su imagen, le dije: ¡María!, ya no tengo madre en la tierra; se tú desde el cielo mi Madre'».Por fortuna, tuvo la certeza de que Ella le amparaba porque su personal calvario no había hecho más que empezar. A los 9 años inició sus estudios en el colegio de Santa Zita fundado por la beata Elena Guerra.

Por esa época, al conocer la Pasión de Cristo sintió un dolor que le desgarraba por dentro acompañado de fiebre alta. El 17 de junio de 1887, festividad del Sagrado Corazón, determinó ser religiosa, sentimiento unido a «un ardiente anhelo de padecer y de ayudar a Jesús a sobrellevar la cruz». Se cumpliría con creces este deseo.

En 1894 pereció Gino, el primogénito de la familia, al que ella amaba de forma singular. En 1896 fue intervenida de una lesión en el pie, que se efectuó sin anestesia, debiendo soportar inmenso dolor, y el 25 de diciembre de ese año privadamente consagró a Dios su castidad. En 1897 falleció su padre Enrico, que había sido farmacéutico, y con su deceso llegó un periodo de sinsabores al hogar de los Galgani. Perdieron todo y los hermanos se separaron. Gemma fue acogida por unos tíos y pasó por un breve y convulso periodo.

Relegó las prácticas religiosas y las reemplazó por diversiones. Pero el sufrimiento la perseguía. Y sin darle apenas tregua, a los 20 años se le presentó una osteítis en las vértebras lumbares que la dejó imposibilitada para caminar. Los dolores en la cabeza eran insoportables, la enfermedad avanzaba y los médicos la desahuciaron.

Aunque se había propuesto llevar la cruz, no ocultó su contrariedad: «le dije a Jesús que no rezaría más si no me curaba. Y le pregunté qué pretendía teniéndome así. El ángel de la guarda me respondió: `Si Jesús te aflige en el cuerpo es para purificarte cada vez más en el espíritu'». Sanó con la mediación de santa Margarita María de Alacoque. La cortejaron dos caballeros que se prendaron de su belleza, pero no tuvieron nada que hacer; Dios era su único dueño. En los círculos del vecindario la conocían como «la jovencita de la gracia».

El año 1899 fue crucial. El 8 de junio se le manifestaron por vez primera los estigmas de la Pasión. Serían ostensibles en numerosas ocasiones cuando oraba, momento en que sudaba sangre. Meses más tarde, en el transcurso de una misión conoció a los padres pasionistas. Entonces sintió que Cristo le decía: «Tú serás una hija predilecta de mi Corazón».Estos religiosos la condujeron a la familia Gianni, cuya ayuda fue decisiva para afrontar lo que iba a sobrevenirle. Había caído en sus manos la vida de san Gabriel de la Dolorosa, escrita por el padre Germán de San Estanislao, C.P., que sería su director espiritual, y a partir de entonces su vida dio un giro radical.

Las visiones, éxtasis y vaticinios comenzaron a sucederse mientras su salud empeoraba. Su virtud traspasaba la morada y los hechos inexplicables formaban parte de su día a día. Los estigmas invariablemente se le reproducían del jueves al viernes. Para que no viesen sus llagas usaba guantes negros y se ataviaba con un discreto vestido del mismo color. Aún así, no pudo evitar que estos favores saltaran a la calle. Y la misma gente que antes la admiró, se burlaba de ella y la tildaban de histérica y farsante. También el obispo Volpi, que fue su confesor, tuvo sus dudas. Paralelamente, los científicos no hallaban explicación a los hechos que le acontecían.

El padre Germán la sostuvo espiritualmente ante la exigencia de pruebas y el arrecio de las dificultades. Gemma sobrellevaba su dolor en silencio. Por su mediación se obraban grandes conversiones. Con todo, en su trayectoria espiritual hubo muchas incursiones violentas del diablo. En 1901 su director le indicó que redactase su biografía: «El cuaderno de mis pecados». En ella se percibe su profundo sentido victimal: se había ofrendado en holocausto por los pecadores.

Instada por Cristo a fundar un monasterio para los pasionistas en Lucca, en 1901 enfermó gravemente. En el último periodo de su vida la oscuridad y la angustia por sus pecados le pesaron como una losa. Murió el Sábado Santo, 11 de abril de 1903, en medio de espantosos dolores que ofreció con carácter expiatorio. Ese año Pío X autorizó la erección del monasterio.

Pío XI la beatificó el 14 de mayo de 1933. Pío XII la canonizó el 2 de mayo de 1940.