Tribunas

Los nuncios españoles

 

 

José Francisco Serrano Oceja

 

 

Mi buen amigo Jesús de las Heras me perdonará si le copio gran parte de su trabajo en lo que voy a escribir. Ha publicado, dada su mentalidad de historiador estadístico, la lista de los nuncios españoles, personalidades eclesiales bastante desconocidas para el general de los mortales, pero de una gran influencia incluso en cuestiones referidas a su iglesia de origen.

Y lo ha hecho a propósito del nombramiento de monseñor López Quintana como nuncio en Austria.

La lista es la siguiente, con algunos apuntes de contexto que necesitarían más espacio para su desarrollo:

Mons. Pablo Puente Buces. Está jubilado en Cantabria y fue nuncio apostólico emérito en Gran Bretaña. Es canónigo de la catedral de Santander.

Mons. Santos Abril Castelló. El único que es cardenal, arcipreste emérito de Santa María la Mayor de Roma,  presidente de la comisión pontificia para la vigilancia del Instituto de Obras de la Religión (IOR-Banca Vaticana). Persona de confianza del Papa Francisco.

Mons. Félix del Blanco Prieto, también jubilado, limosnero emérito de Su Santidad el Papa desde el 3-11-2012 hasta 2014.

Mons. Ramiro Moliner Inglés. Jubilado igualmente, nuncio apostólico emérito en Albania.

Mons. Francisco Javier Lozano Sebastián. Jubilado, nuncio apostólico emérito de Rumanía.

Y llegamos a los que están en activo. Mons. Pedro López Quintana, nuncio apostólico en Austria. Fue una persona clave en el pontificado de Juan Pablo II. Mucho tiene que contar sobre la historia de la Iglesia en general, y de la española, este nuncio que prestó grandes servicios en su época de número cuatro de la Curia en Roma. Mucho tendría que contar, sin duda, de algunos de los grandes temas que están en la actualidad informativa referida a la Iglesia.

Mons. Andrés Carrascosa Coso, nuncio apostólico en Ecuador. También buen conocedor de los entresijos de la Iglesia en España, sabe de la intrahistoria de la época reciente y de algunas decisiones que marcan el rumbo actual.

Con cierta frecuencia se le suele ver pasear por la calle Mayor de Madrid y asistir a las celebraciones litúrgicas de la Catedral de la Almudena a mons. Miguel Maury Buendía, Nuncio apostólico en Rumanía. Es buen conocedor de la diócesis de Madrid y de su clero, a quien ayuda con frecuencia.

Otro madrileño, muy apreciado por sus amigos, muchos de ellos miembros de Comunión y Liberación, es mons. Alberto Ortega Martín, Nuncio Apostólico en Líbano e Irak. Un destino delicado que le permite demostrar su indiscutible valía.

Y, por último, mons. Santiago de Wit Guzmán, Nuncio apostólico en República Centroafricana, hasta hace poco consejero principal de la Nunciatura de la Santa Sede en España.

 

José Francisco Serrano Oceja