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Papa a Culto Divino: celebrar al Dios de la vida

 

El Papa Francisco se dirigió a miembros, colaboradores y asesores de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos reunidos en Roma, en su Asamblea Plenaria denominada: La formación litúrgica del Pueblo de Dios

 

 

14 febrero 2019, 11:01 | Ciudad del Vaticano


 

 

La liturgia: encuentro con el Dios de los vivos

El obispo de Roma comenzó su alocución recordando la importancia de la misión de la Congregación para el Culto Divino: “La celebración cristiana está orientada hacia esta conversión, que es el encuentro de la vida con el "Dios de los vivos" (Mt 22,32). Este es también el objetivo de vuestro trabajo de hoy, destinado a ayudar al Papa a llevar a cabo su ministerio en beneficio de la Iglesia en la oración esparcida por todo el mundo”.

Subraya que el espíritu reinante en esta labor es el de la cooperación, diálogo y sinodalidad. Por eso, “La Santa Sede, en efecto, no sustituye a los Obispos, sino que colabora con ellos para servir, en la riqueza de las diversas lenguas y culturas, a la vocación orante de la Iglesia en el mundo”. Por eso expresa su esperanza de “ continuar por el camino de la colaboración mutua, conscientes de las responsabilidades que conlleva la comunión eclesial, en la que la unidad y la variedad encuentran armonía”.

 

La liturgia: epifanía de comunión eclesial

Para el Papa, la liturgia es “la epifanía de la comunión eclesial: El punto de partida es, reconocer en la realidad de la sagrada liturgia, un tesoro viviente que no puede reducirse a gustos, recetas y corrientes, sino que debe ser acogido con docilidad y promovido con amor, como alimento insustituible para el crecimiento orgánico del Pueblo de Dios”.

 

Formación permanente

El Papa indica en su mensaje que la formación permanente de sacerdotes y laicos es un desafío: “Hablar de la formación litúrgica del Pueblo de Dios significa ante todo tomar conciencia del papel insustituible que la liturgia desempeña en la Iglesia y para la Iglesia”.

Puesto que la liturgia es una experiencia orientada a la conversión de la vida a través de la asimilación del modo de pensar y de actuar del Señor, la formación litúrgica no puede limitarse a ofrecer simplemente conocimientos, por muy necesarios que sean, sobre los libros litúrgicos, ni siquiera a salvaguardar el correcto cumplimiento de las disciplinas rituales.

Añade: “Para que la liturgia cumpla su función formativa y transformadora, es necesario introducir a los pastores y a los laicos para que capten su significado y su lenguaje simbólico, incluyendo el arte, el canto y la música al servicio del misterio celebrado”.

El obispo de Roma, finaliza su mensaje agradeciendo a todos los participantes su labor y  afirmando que “la liturgia es, de hecho, la principal vía por la que pasa la vida cristiana en cada fase de su crecimiento. Tenéis, pues, ante vosotros una gran y hermosa tarea: trabajar para que el Pueblo de Dios redescubra la belleza del encuentro con el Señor en la celebración de sus misterios y, al encontrarse con él, tenga vida en su nombre”.