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El Papa se congratula por el centenario de la Eparquía de Lungro de los ítalo-albaneses

 

Mediante un telegrama firmado por el Cardenal Secretario de Estado, el Papa se congratula por el centenario de la Eparquía de Lungro. Por su parte, el Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales en su homilía de la Divina Liturgia celebrada 13 de febrero en la Catedral de San Nicolás recordó el origen de esta Iglesia local y la gran labor que realizan en su seguimiento cotidiano a Cristo

 

 

14 febrero 2019, 12:31 | María Fernanda Bernasconi – Ciudad del Vaticano


 

 

El miércoles 13 de febrero, en la Catedral de San Nicolás, se inauguró el Jubileo del Centenario de la Eparquía de Lungro de los ítalo-albaneses de Italia Continental. En la Divina Liturgia participó el Cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, quien además pronunció la homilía.

Al rito, que ofició S. E. Mons. Donato Oliverio, Obispo Eparquial, asistió el Presidente de la República de Albania, quien quiso estar presente tras conocer la celebración de este aniversario durante su última visita a Calabria que realizó hace unos meses. Asimismo participaron el Cardenal albanés Simoni, los Obispos de la Conferencia Episcopal de Calabria, con su Presidente, S. E. Mons. Vincenzo Bertolone, algunos Obispos de Albania, Mons. Maurizio Malvestiti, Obispo de Lodi, ex Subsecretario del Dicasterio Oriental, el Exarca Apostólico de Grecia, S. E. Mons. Manel Nin y numerosos sacerdotes y seminaristas de Calabria.

Antes de la homilía, se leyó el telegrama del Santo Padre Francisco firmado por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de Su Santidad, mientras al final expusieron sendos discursos, el Presidente de Albania – quien dio gracias por el testimonio de fe y fidelidad a las tradiciones del país de origen – y el Cardenal Simoni – quien afirmó que había oído a “los ángeles descender a la liturgia junto a nosotros, para regocijarse por la fe gloriosa de un pueblo que se preserva en un mundo que, si bien es libre de profesar su propia fe, parece, en cambio, haber olvidado a Dios".

 

Homilía del Cardenal Leonardo Sandri

Por su parte, el Cardenal Leonardo Sandri en su homilía comenzó recordando cuanto el Papa Benedicto XV había escrito en su Bula Catholici fideles en que manifestaba que desde el principio de su pontificado sentía gran interés por la Iglesia oriental por lo que deseaba satisfacer con mayor firmeza las necesidades y el decoro propio de la Iglesia universal y de otras Iglesias particulares. De ahí su decisión de decretar que la diócesis de rito griego en tierra de Calabria fuese instituida canónicamente.

 

Eparquía hija de la clarividencia del Papa Benedicto XV

El Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales manifestó que el Espíritu del Señor los reunió precisamente para iniciar, a través de esta solemne Divina Liturgia, las celebraciones del Centenario de la Eparquía de Lungro, destacando al mismo tiempo que hace tan sólo cien años, el Pontífice de aquel entonces además de erigir esta Iglesia particular, nombraba poco después al Archimandrita Giovanni Mele como primer Obispo. Por esta razón invitó a estar agradecidos a Cristo que en la Iglesia a través del ministerio de los Sucesores del Apóstol Pedro, se ocupó de su pueblo, que en tantos momentos padeció sufrimientos, pero que jamás dejó de mostrarse orgulloso de su propia fe y dignidad.

 

La riqueza de la diversidad en la unidad y la acogida

Y añadió que junto a ellos se regocijaban también todos los que han transmitido la fe con su vida, especialmente los Obispos, sacerdotes y religiosos, junto con sus padres y abuelos que han custodiado el hogar doméstico. Además, el Purpurado manifestó su alegría por el encuentro que tendrán con el Santo Padre Francisco el próximo mes de mayo, cuando los recibirá en Roma para confirmarlos en la fe. Por esta razón les pidió que sean numerosos, y que inviten también a los indecisos, a fin de que ese momento se convierta en un testimonio ante toda la Iglesia y la sociedad italiana de la riqueza de la diversidad en la unidad, del valor de la acogida que a lo largo de la historia ha hecho grande la nación país al acoger a los pueblos de sus fronteras y al ver a tantos de sus hijos entrar en otros países del mundo para vivir en paz y contribuir a la construcción del bien común.

 

Rezar por Albania

De ahí que el Cardenal Sandri haya invitado asimismo a rezar por Albania, que en la persona del Cardenal Simoni tiene un hijo tan noble, también por el sufrimiento padecido a causa de su adhesión a Cristo y su servicio a la dignidad del hombre. Por esta razón afirmó que la ahora redescubierta plena libertad de Albania – de donde procedieron en diversas oleadas los “arbëreshë”, es decir los ítalo-albaneses – crezca con aquella referencia a Dios que durante largos años la dictadura quiso erradicar de las mentes y de los corazones.

Tras recordar que la misma Congregación para las Iglesias Orientales, como la Eparquía de Lungro, es hija de la clarividencia del Papa Benedicto XV, el Purpurado también afirmó que en un mundo desgarrado por la guerra mundial, que aplastaba y mataba, aquel Pontífice tomó varias medidas para preservar la dignidad y la historia de muchos, entre los que se encuentran también los queridos fieles ítalo-albaneses de la Eparquía de Lungro.

Y les dijo que su plena madurez e identidad eclesial, reconocida oficialmente hace cien años, no debe ser pensada como un punto de llegada, sino como la posibilidad de recomenzar cada día y cada etapa de la vida con Cristo y por Él, tal como hacen a través de los sacramentos que celebran, la cercanía a toda familia, la atención a los más pobres, el acompañamiento de las generaciones más jóvenes con el gran desafío educativo que involucra a todos, y que son las dimensiones en las que cultivar la sugerencia del Apóstol Pedro. Sí, porque por una parte los invita "a no fallar en su firmeza", y al mismo tiempo "a crecer en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo".

 

Dios les pide cada día que dejen sus certezas como Abraham

En los dos últimos puntos de su homilía el Cardenal Sandri destacó que el Evangelio también los interpela en este día de fiesta, porque Jesús advierte precisamente a quienes sienten que han llegado a la vida de fe. Algo que sucede cuando el hombre se siente “seguro de que posee a Dios y permanece cerrado a la acción impredecible de la gracia, aunque se pongan en marcha motivaciones aparentemente religiosas”. En cambio – añadió – “Dios les pide cada día que dejen sus certezas, como Abraham, para salir a su encuentro: la vida del cristiano sigue siendo la de un discípulo que sigue caminando detrás del único Maestro, Señor y Pastor de nuestras almas”.

Y antes de invocar a la “Odighitria”, “la que muestra el camino”, es decir a la Virgen María en la iconografía de las Iglesias Ortodoxas para que contemplando su vida y su disponibilidad laboriosa para realizar la voluntad de Dios, destacó que las tierras que hoy habitan son testigos de que la promesa del Evangelio está viva y dispuesta para ser cumplida. En las tierras bañadas por el mar Mediterráneo, a lo largo de los siglos, lamentablemente junto a los episodios de guerra y de violencia, también hubo muchas ocasiones en las el sufrimiento de un pueblo fue sustituido por la acogida y la solidaridad de otros pueblos.