Política

 

Jordi Évole y la entrevista a Maduro: cancha para el dictador

 

 

4 febrero, 2019 | ForumLibertas.com


 

 

Jordi Évole ha conseguido un scope de primera magnitud con la entrevista a Maduro. Ha sido sin duda un puntazo periodístico, pero que ha tenido numerosas críticas en cuanto a su contenido. Más allá de la oportunidad periodística, la entrevista se convirtió en una plataforma de opinión al servicio de Maduro. Esto fue así porque las cuestiones inquisitivas que Jordi Évole procuró emplazar no eran tales en la mayoría de los casos, sobre todo porque en las repuestas Évole aceptó en casi todas las ocasiones deformaciones de la realidad, cuando no mentiras puras y duras, del discurso de Maduro. Le permitió que argumentara lo que quiso sin estirar el hilo de lo que, el ahora ya no reconocido presidente de Venezuela, contestaba.

Fueron omisiones claras en la entrevista el hecho de permitir que la oposición al actual régimen bolivariano se centrara en la actitud de Trump, permitiendo presentar una instancia tan importante como la Comisión Europea como unas simples comparsas de la postura americana, y omitiendo el hecho de que la mayor parte de estados latinoamericanos mantienen la misma actitud. En otros términos, el mundo occidental no reconoce a Maduro como presidente. Este es un hecho de una contundencia extraordinaria de la que Maduro salió vivo. Todo ello con un correlato adicional del tipo de estados que sí lo apoyan: China, Rusia, Turquía… que tienen gobiernos que precisamente no ocupan un lugar destacado en el ránking de los regímenes democráticos.

Fue una de las grandes omisiones de la entrevista el no entrar en cómo es posible que un país que en 1988 estaba a la cabeza de América Latina en renta per cápita, solo superado por las Bahamas, se haya convertido en uno de los últimos. Évole podía inquirir en cómo ha sido posible que la renta en términos reales haya retrocedido a la misma que tenía en 1953; es decir, los venezolanos actuales han perdido más de medio siglo de bienestar en unos pocos años que coinciden precisamente con el mandato de Maduro. Hoy el 91% viven por debajo de los umbrales de pobreza, y de ellos 21 millones padecen pobreza extrema.

Entre el 2013 y el 2107 los ingresos por exportaciones cayeron más de un 50% y se le fueron cerrando las puertas a la financiación internacional incluido la de Rusia y China que, además, cobran en petróleo las cuantiosas deudas que el régimen venezolano tiene con ellos. Hoy las cuentas de Venezuela están quebradas y su deuda exterior equivale a 6 veces el valor de la exportación. El déficit público en 2017 llegó a la astronómica cifra del 30% del PIB. Y para financiar este brutal agujero, se imprimió más y más papel moneda, dando lugar a la inflación más grande que se haya registrado. En 24 meses los precios han aumentado 1 millón por ciento.

Todas estas cuestiones deberían haber surgido con claridad en la entrevista. No fue así, y Évole perdió la oportunidad de mostrar como el periodismo podía estar al servicio de los hechos, en lugar de que los hechos quedaran supeditados al relato interesado de Maduro.