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Obispos de México: los actuales tiempos nos exigen imitar esa actitud de Cristo

 

“La solidaridad de Cristo, le llevó hasta dar la vida por nosotros, convirtiéndose en un ejemplo de bondad y ternura que estamos llamados a seguir”. Mensaje navideño de los Obispos mexicanos.

 

 

23 diciembre 2018, 14:24 | Renato Martinez – Ciudad del Vaticano


 

 

“Los actuales tiempos que vivimos en México nos están exigiendo imitar esa actitud de Cristo Jesús: una manera de ser que implica el abandono de lujos y privilegios, la sencillez y sobriedad de vida, y la preocupación permanente por los más pobres”, le escribe Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey y Presidente de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM) en su mensaje por Navidad.

 

El misterio del despojo de Cristo

El nacimiento del Niño Dios, que celebraremos en la Navidad, recuerdan los Obispos, nos invita a reflexionar en este despojo –vaciamiento, desapego, anonadamiento – de Cristo Jesús, que desciende desde la divinidad para hacerse uno de nosotros. “Este despojamiento, sin embargo – precisa el Presidente de los Obispos mexicanos – no es estéril, ni se presenta como un objetivo en sí mismo, sino que manifiesta la dimensión salvífica del amor total, la presencia solidaria de Dios que se hace igual en todo a los seres humanos, menos en el pecado”.

 

Solidaridad y ejemplo de bondad

En este sentido, los Obispos mexicanos recuerdan que, “Él vivió en el seno de una familia sencilla y respetuosa de Dios, y en su seno aprendió la sensibilidad que le permitió acercarse a los más desprotegidos, preocuparse por su salud material y espiritual, regalarles signos milagrosos para que pudieran vivir mejor. Su solidaridad le llevó hasta dar la vida por nosotros, convirtiéndose en un ejemplo de bondad y ternura que estamos llamados a seguir”.

 

Tiempos difíciles

En efecto, los actuales tiempos que vivimos en México nos están exigiendo imitar esa actitud de Cristo Jesús: una manera de ser que implica el abandono de lujos y privilegios, la sencillez y sobriedad de vida, y la preocupación permanente por los más pobres.

A nombre de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) – concluye el Mensaje del Presidente de los Obispos mexicanos – quiero desearles una muy Feliz Navidad y un 2019 lleno de bendiciones. Que el ejemplo de Cristo Jesús nos acompañe en estos días y a lo largo del próximo año.