Servicio diario - 05 de diciembre de 2018


 

Nueva serie de catequesis dedicada al 'Padre Nuestro'
Rosa Die Alcolea

Muerte de George Bush: El Papa asegura su oración a la familia
Rosa Die Alcolea

Audiencia general, 5 de diciembre de 2018 — Catequesis del Papa
Redacción

Francisco de la Torre: "La música nos conecta directa y más rápidamente con Dios"
Rosa Die Alcolea

El Papa invita a pedirle al Señor que "nos enseñe a rezar"
Rosa Die Alcolea

La Inmaculada Concepción, en el camino a la Navidad
Anne Kurian

Argelia: El Card. Becciu celebrará la beatificación de Mons. Claverie y de 18 compañeros
Redacción

COP24: Jóvenes voluntarios de Manos Unidas aprenden sobre el Cambio Climático
Redacción

Mons. Felipe Arizmendi: Nuestra aportación al nuevo gobierno
Felipe Arizmendi Esquivel

San Pedro Pascual, 6 de diciembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

05/12/2018-10:30
Rosa Die Alcolea

Nueva serie de catequesis dedicada al 'Padre Nuestro'

(ZENIT – 5 dic. 2018).- El Santo Padre ha iniciado esta mañana, en la audiencia general, un nuevo ciclo de catequesis sobre el “Padre Nuestro”. “Enséñanos a rezar” se titula la meditación del Papa de hoy, inspirada en el pasaje bíblico del Evangelio de San Lucas 11, 1.

A  las 9:30 horas ha llegado el Papa Francisco al aula Pablo VI, en el Vaticano, donde se ha encontrado  con miles de visitantes y peregrinos procedentes de diferentes países del mundo, y ha celebrado la audiencia general, este miércoles, 5 de diciembre de 2018.

“Señor, enséñanos a rezar” pidieron los Apóstoles a Jesús, impactados por su modo de orar. “Él rezaba como cualquier hombre” –ha observado el Papa– “pero su modo de hacerlo estaba envuelto en el misterio. Esto impactó a sus discípulos”.

Jesús, se convirtió así en maestro de oración para ellos, “como quiere serlo también para nosotros”, ha anunciado el Pontífice a todos los fieles desde el aula Pablo VI.

Los evangelios nos presentan a Jesús como un “hombre de oración”. Si bien experimentaba la urgencia de predicar y de salir al encuentro de la multitud, “buscaba momentos de soledad para rezar”, ha recordado el Santo Padre.

Intimidad con el Padre

El Evangelio de san Marcos nos narra una jornada de Jesús, en la que pasó todo el día predicando y curando enfermos, sin embargo, “la noche la dedicó a la oración”, destaca Francisco.

Para él, la oración era “entrar en la intimidad con el Padre”, que lo sostenía en su misión, como sucedió en Getsemaní, donde recibió la fuerza para emprender el camino de la cruz.

“Toda su vida estaba marcada por la oración, tanto privada como litúrgica de su pueblo”, aclara el Papa. “Esa actitud se ve también en sus últimas palabras en la cruz, que eran frases tomadas de los salmos”.

 

 

 

05/12/2018-14:22
Rosa Die Alcolea

Muerte de George Bush: El Papa asegura su oración a la familia

(ZENIT — 5 dic. 2018).- Apenado por la noticia de la muerte del ex Presidente George H. W. Bush, el Papa Francisco da su "más sentido pésame" y la "seguridad de sus oraciones" a toda la familia Bush, informa la Santa Sede el 5 de diciembre 2018.

El Santo Padre ha enviado un telegrama de condolencias al Cardenal Daniel DiNardo, Arzobispo de Galveston-Houston, a través del Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado.

"Encomendando el alma del Presidente Bush al amor misericordioso de Dios Todopoderoso, Su Santidad invoca sobre todos los que lloran su muerte las bendiciones divinas de la fortaleza y la paz", escribe Mons. Parolin.

 

Entierro en Texas

George H. W. Bush falleció finalmente el 30 de noviembre de 2018 en su casa en Houston, Texas.

El cuerpo del presidente fue llevado a la rotonda del capitolio para el funeral de estado, en dicho funeral asistió el presidente Trump y su mujer Melania, a pesar de sus malas relaciones con la familia Bush, además de su hijo George W. Bush, también presidente.

El 5 de diciembre de 2018, su cuerpo ha sido trasladado a la Catedral Nacional de Washington, último funeral de estado realizado antes de su entierro, el día 6 de diciembre en Texas.

 

Ex presidente de EEUU (1989-1993)

George H.W. Bush, ex Presidente de los Estados Unidos de América (1989-1993), murió el pasado 30 de noviembre de 2019, a los 94 años.

El ex presidente republicano fue piloto de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, congresista, embajador en la ONU, director de la CIA, vicepresidente de Ronald Reagan entre 1981 y 1989 y puso fin a una carrera política de cuatro décadas como presidente.

Bush ha sido considerado un presidente más moderado que Reagan o que su hijo. Tuvo periodos de gran popularidad durante la guerra del Golfo, mientras colaboraba con las Naciones Unidas después de que Irak invadiese Kuwait. Sin embargo, perdió la elección de 1992 ante Bill Clinton, quedando en segundo lugar en la mayor votación, debido en parte a la recesión económica, a la impopularidad de su vicepresidente, Dan Quayle y a la competencia de un tercer candidato, Ross Perot, del Partido Reformista.

Bush murió ocho meses después de que lo hiciera su esposa, Barbara Bush, con la que estuvo casado 73 años.

 

 

05/12/2018-14:57
Redacción

Audiencia general, 5 de diciembre de 2018 —Catequesis del Papa

(ZENIT – 5 dic. 2018).- “¡Aunque hayamos rezado durante tantos años, siempre debemos aprender!” La oración del hombre –ha explicado el Papa–, este anhelo que nace de forma tan natural de su alma, es quizás “uno de los misterios más densos del universo”.

Francisco ha iniciado un nuevo ciclo de catequesis en la audiencia general, este 5 de diciembre de 2108, dedicado al ‘Padre nuestro’ comenzando por el tema “Enséñanos a rezar” (Pasaje bíblico: Evangelio según san Lucas 11,1).

Jesús rezaba como reza cada hombre en el mundo. Y, sin embargo, en su manera de rezar, también había un misterio encerrado, algo que seguramente no había escapado a los ojos de sus discípulos si encontramos en los evangelios esa simple e inmediata súplica: “Señor, enséñanos a rezar”.

La audiencia general de esta mañana ha tenido lugar  a las 9:30 horas en el Aula Pablo VI donde el Santo Padre ha encontrado grupos de peregrinos y fieles de Italia y de todo el mundo.

Como cada semana en la audiencia, tras resumir su discurso en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes procedentes de todo el mundo. La audiencia general ha terminado con el canto del Pater Noster y la bendición apostólica.

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Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy comenzamos un ciclo de catequesis sobre el “Padre Nuestro”.

Los evangelios nos presentan retratos muy vívidos de Jesús como hombre de oración. Jesús rezaba. A pesar de la urgencia de su misión y el apremio de tantas personas que lo reclaman, Jesús siente la necesidad de apartarse en soledad y rezar. El Evangelio de Marcos nos cuenta este detalle desde la primera página del ministerio público de Jesús (cf. 1: 35). El día inaugural de Jesús en Cafarnaúm  terminó triunfalmente. Cuando baja el sol, una multitud de enfermos llega a la puerta donde mora Jesús: el Mesías predica y sana. Se cumplen las antiguas profecías y las expectativas de tantas personas que sufren: Jesús es el Dios cercano, el Dios que libera. Pero esa multitud es todavía pequeña en comparación con muchas otras multitudes que se reunirán alrededor del profeta de Nazaret; a veces se trata de reuniones oceánicas, y Jesús está en el centro de todo, el esperado por el pueblo, el resultado de la esperanza de Israel.

Y, sin embargo, Él se desvincula; no termina siendo rehén de las expectativas de quienes lo han elegido como líder. Hay un peligro para los líderes: apegarse demasiado a la gente, no mantener las distancias. Jesús se da cuenta y no termina siendo rehén de la gente. Desde la primera noche de Cafarnaúm, demuestra ser un Mesías original. En la última parte de la noche, cuando se anuncia el amanecer, los discípulos todavía lo buscan, pero no consiguen encontrarlo. ¿Dónde está? Hasta que, por fin, Pedro lo encuentra en un lugar aislado, completamente absorto en la oración y le dice: “¡Todos te están buscando!” (Mc 1, 37). La exclamación parece ser la cláusula que sella el éxito de un plebiscito, la prueba del buen resultado de una misión.

Pero Jesús dice a los suyos que debe ir a otro lugar; que no son las personas las que lo buscan, sino que en primer lugar es Él el que busca los demás. Por lo tanto, no debe echar raíces, sino seguir siendo un peregrino por  los caminos de Galilea (versículos 38-39). Y también peregrino hacia el Padre, es decir: rezando. En camino de oración. Jesús reza.

Y todo sucede en una noche de oración.

En alguna página de las Escrituras parece ser la oración de Jesús, su intimidad con el Padre, la que gobierna todo. Lo será especialmente, por ejemplo, en la noche de Getsemaní. El último trecho del camino de Jesús (en absoluto, el más difícil de los que había recorrido hasta entonces) parece encontrar su significado en la escucha continua de Jesús hacia su Padre. Una oración ciertamente no fácil, de hecho, una verdadera “agonía”, en el sentido del agonismo de los atletas, y sin embargo, una oración capaz de sostener el camino de la cruz.

Aquí está el punto esencial: Allí Jesús rezaba.

Jesús rezaba intensamente en los actos públicos, compartiendo la liturgia de su pueblo, pero también buscaba lugares apartados, separados del torbellino del mundo, lugares que permitieran descender al secreto de su alma: es el profeta que conoce las piedras del desierto y sube a lo alto de los montes. Las últimas palabras de Jesús, antes de expirar en la cruz, son palabras de los salmos, es decir de la oración, de la oración de los judíos: rezaba con las oraciones que su madre le había enseñado.

Jesús rezaba como reza cada hombre en el mundo. Y, sin embargo, en su manera de rezar, también había un misterio encerrado, algo que seguramente no había escapado a los ojos de sus discípulos  si encontramos en los evangelios esa simple e inmediata súplica: “Señor, enséñanos a rezar” (Lc. 11,1). Ellos veían que Jesús rezaba y tenían ganas de aprender a rezar: “Señor, enséñanos a rezar”. Y Jesús no se niega, no está celoso de su intimidad con el Padre, sino que ha venido precisamente para introducirnos en esta relación con el Padre Y así se convierte en maestro de oración para sus discípulos, como ciertamente quiere serlo para todos nosotros. Nosotros también deberíamos decir: “Señor enséñame a rezar. Enséñame”.

¡Aunque hayamos rezado durante tantos años, siempre debemos aprender! La oración del hombre, este anhelo que nace de forma tan natural de su alma, es quizás uno de los misterios más densos del universo. Y ni siquiera sabemos si las oraciones que dirigimos a Dios sean en realidad aquellas que Él quiere escuchar. La Biblia también nos da testimonio de oraciones inoportunas, que al final son rechazadas por Dios: basta con recordar la parábola del fariseo y el publicano. Solo este último, el publicano,  regresa a casa del templo justificado, porque el fariseo era orgulloso y le gustaba que la gente le viera rezar y fingía rezar: su corazón estaba helado. Y dice Jesús: éste no está justificado “porque el que se ensalza será humillado, el que se humilla será ensalzado” (Lc 18, 14).El primer paso para rezar es ser humildes, ir donde el Padre y decir: “Mírame, soy pecador, soy débil, soy malo”, cada uno sabe lo que tiene que decir. Pero se empieza siempre con la humildad, y el Señor escucha. La oración humilde es escuchada por el Señor.

Por eso, al comenzar este ciclo de catequesis sobre la oración de Jesús, lo más hermoso y justo que todos tenemos que hacer es repetir la invocación de los discípulos: “¡Maestro, enséñanos a rezar!”. Será hermoso, en este tiempo de Adviento, repetirlo: “Señor, enséñame a rezar”. Todos podemos ir algo más allá y rezar mejor; pero pedírselo al Señor. “Señor, enséñame a rezar”. Hagámoslo en este tiempo de Adviento y él ciertamente no dejará que nuestra invocación caiga en el vacío.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

05/12/2018-09:02
Rosa Die Alcolea

Francisco de la Torre: "La música nos conecta directa y más rápidamente con Dios"

(ZENIT — 5 dic. 2018).- Todavía con el recuerdo reciente de escuchar a las corales del mundo cantar en cualquier rincón de Roma, rescatamos la experiencia de Francisco Javier de la Torre, uno de los 8.000 participantes en el III Encuentro Internacional de Coros en el Vaticano, con el lema Los coros se encuentran con el Papa Francisco, celebrado del 23 al 25 de noviembre, en el marco de la fiesta de Santa Cecilia, patrona de la Música y de los músicos.

Miles de cantantes y músicos procedentes de 40 países coincidieron en la ciudad eterna para asistir al Congreso, organizado por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización en colaboración con la Onlus, Nova Opera.

 

Coral Polifónica Cantabile

Desde Córdoba, España, los jóvenes músicos de la Coral Polifónica Cantabile no quisieron faltar a la gran cita de los coros con el Santo Padre. Entre sopranos, tenores, contraltos y bajos, viajaron al Vaticano 14 miembros de agrupación musical.

"La música te eleva, te llena, transforma una oración en algo incluso más bello" atestigua Francisco de la Torre, a su regreso de la maravillosa experiencia vivida en Roma junto a sus compañeros. Para él, ha sido hacer realidad un "sueño" cantar delante del Papa, en el Vaticano y durante la celebración de la Misa en la Basílica de San Pedro.

Y es que el domingo, 25 de noviembre de 2018, los cordobeses formaron parte del conjunto de coros que acompañaron la celebración eucarística que presidió en la Basílica Mons. Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.

Entre los mejores momentos del Congreso, el sábado 24, a mediodía, los músicos participaron en la audiencia con el Santo Padre y el gran concierto, que tuvo la particularidad de tener en el aula Pablo VI a los cantantes divididos en las cuatro voces de canto formando un único y enorme coro polifónico, junto al Coro de la Diócesis de Roma: Un total de 600 cantantes y 70 elementos de orquesta dirigidos por Mons. Marco Frisina, maestro de capilla de la Catedral de Roma y Rector de la Basílica de Santa Cecilia.

Los participantes también estuvieron presentes el domingo en el momento del rezo del Ángelus del Pontífice en la plaza de San Pedro.

Ofrecemos la entrevista en exclusiva a Zenit de Francisco Javier de la Torre Bermejo, días después de su experiencia en el III Encuentro Internacional de Coros en el Vaticano.

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¿Cómo ha vivido la experiencia de este Encuentro Internacional?

Una experiencia única, cualquier persona que canta y, además lo hace en un coro con gran repertorio de índole religiosa y que tiene creencias, su mayor sueño es poder hacerlo delante del Papa, en el Vaticano y en celebración de la Misa en la Basílica de San Pedro.

¿Cuál fue el mensaje que os dio el Santo Padre? 

Que la música, como dijo San Juan Pablo II, es un rezo en sí mismo, nos conecta directa y más rápidamente con Dios y el Papa Francisco nos animó a seguir dando un fuerte mensaje evangélico y de apostolado con nuestra música, algo que debemos procurar hacer en nuestras vidas diarias y con los que nos rodean.

¿En qué sentido la música es un camino para el encuentro con el Señor?

La música te eleva, te llena, transforma una oración en algo incluso más bello y todo eso, al cantor y al oyente le procura una satisfacción y un estado de felicidad que pocas artes logran con tanta facilidad.

La música tiene ese poder de atracción tan importante y que los grandes compositores de la música coral culta (Tomás Luis de Victoria, Palestrina, Haendel, Mozart, etc) han sabido capaces de reflejar tan acertadamente.

¿No es bello cantar una Salve? ¿No nos sentimos más cerca de nuestra Madre al hacerlo? ¿Cantar un aleluya no nos da incluso más felicidad y nos ayuda a demostrarla?

No puedo explicar con palabras el sentimiento de felicidad, unidad y hermandad que pude sentir a la entrada del Papa Francisco en el aula Pablo VI en la audiencia del sábado y cuando cantamos todos a la vez Jesus Christ, you are my life.

¿Cómo fue el Gran Coro de las Corales? 

Precioso, una experiencia única y reconfortante, me encantó poder participar en este acto tan peculiar.

Hubo también espacio para la formación y algunas intervenciones y testimonios. ¿Qué ha aprendido en este Encuentro Internacional?

Tuvimos la suerte de escuchar al gran compositor Marco Frissina, actual maestro de capilla de la Catedral de Roma y Rector de la Basílica de Santa Cecilia, en el Trastevere. Esto es un lujo al alcance de muy pocos, ya que gran parte del repertorio interpretado era suyo. No habló de la música y de su significado para la Iglesia y para todo el que tiene la suerte de escucharla y señaló que nosotros, los cantores, somos los transmisores de este mensaje tan bello.

El Encuentro lo organiza el Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización. ¿Es la música un instrumento para la Nueva Evangelización? ¿Por qué?

Por la unión que nos hace sentir, por ese mismo sentido de pertenencia a algo más grande que tú mismo, y que además, te hace darte cuenta que no estás sólo, que hay muchas más personas por todo el mundo como tú. Allí nos encontramos con personas de todos los continentes, que hacen y sienten lo mismo que tú: por la música, la música religiosa, y el profundo sentir cristiano que profesamos.

 

 

05/12/2018-10:52
Rosa Die Alcolea

El Papa invita a pedirle al Señor que "nos enseñe a rezar"

(ZENIT — 5 dic. 2018).- "Los animo a pedir a Dios como hicieron los discípulos", ha dicho el Papa Francisco a los peregrinos hispanohablantes: "Señor, enséñanos a rezar".

En la audiencia general, celebrada el miércoles, 5 de diciembre de 2018, el Santo Padre ha comenzado un nueva nueva serie de catequesis, dedicadas a la oración del 'Padre Nuestro'.

En este contexto, Francisco ha exhortado a los fieles de lengua española a pedir a Dios que les enseñe a orar "para que nuestra oración no sea rutinaria ni egoísta, sino encarnada en nuestra vida" y sea agradable a nuestro Padre del cielo.

De este modo el Pontífice ha saludado a los visitantes y peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica, como hace habitualmente al terminar el resumen de la catequesis en español: "Que Dios los bendiga. Muchas gracias".

 

 

05/12/2018-19:57
Anne Kurian

La Inmaculada Concepción, en el camino a la Navidad

(ZENIT — 5 dic. 2018).- En la audiencia general del 5 de diciembre de 2018, el Papa Francisco habló sobre la fiesta de la Inmaculada Concepción, tres días después, en el camino a la Navidad.

Dirigiendo un pensamiento a los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los recién casados, el Pontífice invitó: "¡Confiemos en la Virgen María!".

"Que ella nos ayude", agregó, "como modelo de fe y obediencia al Señor, para preparar nuestros corazones para dar la bienvenida al Niño Jesús a su nacimiento".

Para esta fiesta litúrgica, el Santo Padre tradicionalmente va a la plaza de España en Roma, donde pone una ofrenda floral al pie de una estatua de la Virgen.

 

 

05/12/2018-19:48
Redacción

Argelia: El Card. Becciu celebrará la beatificación de Mons. Claverie y de 18 compañeros

(ZENIT — 5 dic. 2018).- El 29 de noviembre de 2018, el Santo Padre Francisco nombró al cardenal Giovanni Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, su enviado especial en la celebración eucarística que presidirá el 8 de diciembre de 2018 en el santuario de Notre-Dame de Santa Cruz en Orán (Argelia) con motivo de la beatificación de los mártires Mons. Pierre Claverie O.P., obispo de Orán y de dieciocho compañeros (religiosos y religiosas).

El enviado especial estará acompañado por una misión pontificia compuesta por los siguientes eclesiásticos Mons. Jean Landousies, Oficial de la Sección de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, y por don Marco Marchetti, Agregado de la nunciatura apostólica en Argelia.

Publicamos a continuación la carta del Santo Padre Francisco al cardenal Giovanni Angelo Becciu:

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Carta del Papa Francisco

Venerabili Fratri Nostro
IOANNI ANGELO S.R.E. Cardinali BECCIU
Congregationis de Causis Sanctorum Praefecto

Ipse lesus, Dei Filius, qui persecutionem et crudelem mortem in cruce sine ulla culpa passus est, discipulis suis palam nuntiavit: "Non est servus maior domino suo. Si me persecuti sunt, et vos persequentur" (lo 15,20). Quae verba per saecula confirmata sunt variis in regionibus et modis. Verumtamen "persecutiones re non pertinent ad praeteritum tempus, quoniam etiam hodie eas patimur, tum modo cruento, sicut tot martyres nostrae aetatis, cum modo subtiliore, per calumnias et falsitates" (Gaudete et exsultate, 94).

Ecclesia semper peculiari devotione coluit martyres, qui fidem et caritatem erga Dominum lesum usque ad sui sanguinis effusionem sunt testati. Optimam autem occasionem ad huiusmodi martyrum venerationem aestimationemque confirmandam praebet nunc sollemnis ritus beatificationis Venerabilium Servorum Dei Petri Luciani Claverie, O.P., Episcopi Oranensis, et XVIII Sociorum, religiosorum et religiosarum, martyrum, qui in Conceptione Immaculata Beatae Mariae Virginis hoc anno peragetur in Sanctuario Dominae Nostrae de Sancta Cruce in urbe Oranensi.

Idcirco libenter concedimus petitioni Venerabilis Fratris Pauli Desfarges, S.I., Archiepiscopi Metropolitae Algeriensis, ceterorumque Episcoporum Algeriae, qui enixe poposcerunt ut Patrem Purpuratum mitteremus ad Personam Nostram ibi gerendam die beatificationis Martyrum Ecclesiae Algerianae, videlicet die VIII mensis Decembris. Ideo Nostrum Missum Extraordinarium hisce Litteris ad memoratam celebrationem te constituimus, Venerabilis Frater Noster, qui peritia emines atque veluti Praefectus Congregationis de Causis Sanctorum inter proximos Nostros cooperatores numeraris.

Debita quidem laude cumulabis horum beatorum Martyrum testificationem, qui veluti evangelica grana germinaverunt et huius terrae deserta pulcherrimis virtutum floribus ornaverunt. Liturgicis celebrationibus Nostro nomine praesidebis fidelesque adstantes hortaberis ad Christum omni fiducia assequendum iisque animum bonum facies, quia Ipse est Deus omnipotens suos comitans discipulos, sicut asserit in Evangelio: "Data est mihi omnis potestas in caelo et in terra. [...] Et ecce Ego vobiscum sum omnibus diebus usque ad consummationem saeculi" (Mt 28,18.20). Fraternam demum Nostram salutationem transmittes aliarum religionum asseclis cunctisque bonae voluntatis hominibus.

Nos precibus hanc tuam sustinemus magni ponderis missionem, Venerabilis Frater Noster, dum te committimus potentibus intercessionibus Immaculatae Virginis Mariae et novorum Beatorum qui in periculo, occisoribus ignoscentes, magis vitam aeternam amaverunt, et nunc gaudentes "habent quod amaverunt, uberius habebunt in resurrectione mortuorum" (S. Augustinus, Sermo 302,7). Denique Benedictionem Nostram Apostolicam imo ex corde tibi impertimus, dilectis quoque Pastoribus et Christifidelibus illic congregatis cunctisque hunc eventum participantibus amanter Iargiendam.

Ex Aedibus Vaticanis, die III mensis Decembris, anno MMXVIII, Pontificatus Nostri sexto.

FRANCISCUS

 

 

05/12/2018-19:31
Redacción

COP24: Jóvenes voluntarios de Manos Unidas aprenden sobre el Cambio Climático

Madrid, 5 dic. 2018 – Con motivo de la celebración en Katowice (Polonia) de la COP24 (Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático), desde el jueves 6 de diciembre y hasta el próximo lunes 10 de diciembre, más de 100 jóvenes voluntarios de distintas ONG de Desarrollo europeas pertenecientes a la red CIDSE, la alianza internacional de ONG católicas de la que Manos Unidas forma parte, viajarán a Polonia para involucrarse en la lucha por combatir el cambio climático.

Desde Manos Unidas asiste una delegación formada por cuatro jóvenes voluntarios de las Delegaciones de Tenerife, Tuy, Murcia y de Servicios Centrales que participaron el pasado verano en el Campamento Sostenible para Jóvenes de Manos Unidas y con la coordinación de una persona de la Delegación de Valencia. Durante cinco días, los jóvenes representantes de Manos Unidas trabajaran a fondo con voluntarios de Broederlijk DelenCAFODEntraide et Fraternité FEC, entre otras, formadas por jóvenes con el mismo entusiasmo y ganas de aprender. El objetivo de este viaje es compartir, informarse y concienciar sobre la importancia de actuar ante la crisis medioambiental que actualmente sufre el planeta.

 

El programa para estos días en Polonia

La programación de este evento viene cargada de actividades que fomentarán la formación de los jóvenes voluntarios en cuestiones relacionadas con la luchas contra el cambio climático.

El jueves, 6 de diciembre de 2018, se visitará el Museo de Silesia, y tendrá lugar una presentación de la Campaña ‘’Cambiemos por el planeta, cuidemos a las personas’’ de CIDSE.

El día 7 se inaugurarán oficialmente las actividades programadas y los participantes conocerán además las distintas organizaciones de la sociedad civil locales. Además se realizará el estreno del documental Energía para Cambiar, un nuevo material audiovisual a través del que CIDSE aboga por un consumo más responsable de la energía.

El sábado, los voluntarios participarán en una Marcha por el Clima organizada por organizaciones de la sociedad civil polacas. El domingo, se celebrará una eucaristía en la Catedral de Katowice y los voluntarios se reunirán con el Arzobispo de la ciudad. Por la tarde, en espacio denominado como Market Place cada grupo de jóvenes presentará su ONG y los proyectos relacionados con la lucha contra el cambio climático y las transformaciones que se han llevado a cabo en sus organizaciones, compartiendo ideas y experiencias. Por último, el lunes, tendrá lugar una evaluación final y la vuelta a casa de cada grupo.

 

“Cambiemos por el planeta, cuidemos a las personas’’

La presencia de Manos Unidas en la COP24, se trata de una experiencia internacional que se une al resto de acciones que Manos Unidas ha llevado a cabo durante la campaña que realiza junto a ‘’Cambiemos por el planeta, cuidemos a las personas’’. Esta iniciativa que comenzó  en 2015, está inspirada en la Encíclica Laudato Si y se centra en la promoción de estilos de vida sostenibles. Dentro de esta campaña, se han ido realizando varios eventos: en 2015, Manos Unidas participó en la COP 21 en París, en 2016 y 2017 tuvo lugar el Campamento Sostenible y La Marcha por el Cambio a Fátima, y en 2018, se celebró el Campamento Sostenible para Jóvenes de Manos Unidas en Mas de Noguera (Castellón).

 

Acción climática ambiciosa y urgente

Los seis presidentes de conferencias episcopales de todo el mundo firmaron hace semanas una “Declaración  conjunta sobre la justicia climática”, en la que los líderes de la Iglesia católica piden a los líderes de los gobiernos que adopten medidas ambiciosas e inmediatas para enfrentar y superar los efectos devastadores de la crisis climática. En el contexto del último informe del IPCCC de la ONU sobre la necesidad urgente de desarrollar políticas que limiten el calentamiento global a 1,5 grados, la Iglesia  llama a los políticos a trabajar con el fin de lograr una implementación ambiciosa del Acuerdo de París firmado en la COP21, por el bien de las personas y el planeta. Piden que la COP24, Katowice, Polonia, sea un hito en el camino trazado en 2015, en París.

Esta “Declaración” está inspirada en el trabajo en terreno de muchas personas valientes, dentro y más allá de las comunidades católicas, que están divulgando los mensajes del Papa de Laudato Si’. La exhortación pide cambios rápidos y radicales que resistan a la tentación de buscar soluciones tecnológicas rápidas. Los líderes eclesiásticos de América Latina, Asia, África, Oceanía y Europa piden a los gobiernos que tomen medidas concretas para avanzar hacia una distribución justa de recursos y responsabilidades, donde los “grandes emisores asuman la responsabilidad política y respondan a sus compromisos financieros respecto al clima”.

Esta “Declaración” se basa en la urgencia, la justicia intergeneracional, la dignidad humana y los derechos humanos. Trata algunos puntos centrales: mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C; cambiar a estilos de vida sostenibles; respetar los conocimientos de las comunidades indígenas; implementar cambios en los sistemas financieros, en línea con los acuerdos climáticos globales; transformar el sector energético poniendo fin a la era de los combustibles fósiles y haciendo la transición a energías renovables; y repensar el sector agrícola para garantizar que proporcione alimentos saludables y accesibles a todos, con un énfasis especial en la promoción de la agroecología.

Con esta declaración, la Iglesia también reafirma un compromiso para dar pasos audaces hacia la sostenibilidad, una contribución crucial para la justicia climática. En todo el mundo, la Iglesia está participando en iniciativas concretas para cambiar a comunidades y estilos de vida más sostenibles, incluyendo un movimiento mundial para la desinversión en combustibles fósiles y un compromiso creciente en el Tiempo de la Creación.

COP24: dos informes esenciales

De cara a la COP 24 (Conferencia de las Partes de la ONU sobre Cambio Climático) que se celebra en Polonia este mes de diciembre, CIDSE, la alianza internacional de ONG católicas de desarrollo de la que Manos Unidas forma parte, difunde estos documentos que, en su versión en castellano, invitamos a leer.

Este informe de CIDSE, traducido al castellano por Manos Unidas,  explica cómo un cambio de paradigma en la sociedad civil, en nuestro estilo de vida, en los sistemas energéticos y en nuestros hábitos de consumo, ayudarían a reducir la temperatura media global para llegar a los niveles pactados en el Acuerdo de París de 2015 (1.5 º C). Basándose en el Diálogo de Talanoa, creado en la pasada COP 23, CIDSE pretende responder a tres preguntas claves: ¿dónde estamos, dónde queremos ir y cómo llegamos ahí? Se trata de respuestas necesarias para poder seguir trabajando en la lucha por el cambio climático. Las respuestas recibidas han sido la base para las negociaciones de la COP 24 de Katowice.

En este informe, CIDSE aboga por eliminar el uso de los combustibles fósiles y apoyar el uso de energías renovables. Además, se considera que una transición hacia la agroecología ayudaría a que nuestros estilos de vida no fuesen tan dañinos para el medio ambiente. En definitiva, CIDSE pretende lograr esfuerzos comunes basados en la Encíclica Laudato Si del Papa Francisco, para lograr el cuidado de nuestra casa común, que es única y limitada.

Así se titula el segundo informe creado por CLARA, la Alianza del Clima y Uso de la Tierra, de la que CIDSE forma parte. Este informe pretende anteponer las necesidades de las personas y del planeta para lograr los objetivos del Acuerdo de París, salvaguardando los derechos comunitarios sobre la tierra de los pueblos indígenas y las comunidades locales, ya que, según CLARA, ‘’representa la acción climática más efectiva, eficiente y equitativa que los gobiernos pueden emprender para reducir su huella de carbono y proteger los bosques del mundo’’.

En definitiva, el informe completo considera que los caminos que faltan para llegar al límite de 1.5 º C pasan por realizar cambios en el uso de la tierra y en su gestión, ya que estos pasos ayudarán a lograr los objetivos fijados en el Acuerdo de París relacionados con la equidad, la integridad ecológica y los derechos.

Manos Unidas

 

 

 

05/12/2018-11:06
Felipe Arizmendi Esquivel

Mons. Felipe Arizmendi: Nuestra aportación al nuevo gobierno

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

Hemos iniciado un nuevo periodo presidencial en el país. En el discurso inaugural, ¡cuántas promesas, cuántos proyectos! Llevarlos a la práctica, siempre por el bien común, no depende sólo del deseo o de decretos del Presidente, aunque diga que tiene el poder en la mano.

Dios es enemigo de robar, de mentir, de desear los bienes ajenos, de la corrupción. Así nos lo tiene señalado en el Decálogo, pero respeta nuestra libertad para seguir este camino, o hacer lo contrario. Dios no se impone. Jesucristo no tolera la corrupción; sin embargo, entre sus colaboradores había corrupción. ¡Y eso que es Dios! La mayoría nos declaramos creyentes, pero la corrupción puede estar en ti y en mí, a pesar de leyes humanas y divinas. Si no cooperamos todos, no se podrá extirpar.

Todos sufrimos la violencia y la inseguridad; acabar con ella no depende sólo de los buenos consejos de mamás santas, ni de una reorganización policíaca, o de nuevas leyes. Dios nos ordena no matar, sino hacer siempre el bien; sin embargo, ¿cuántos no le hacen caso? Se necesita rescatar las familias, respetar la vida intrauterina, cambiar el corazón, hacerle caso a Dios, para que haya armonía social. Sin esto, no se alcanza la anhelada transformación.

Vencer por siempre la pobreza, que es un anhelo profundo del mismo Dios, no depende de dádivas generalizadas, ni sólo de programas de desarrollo regional. Dios podría hacernos ricos a todos, pero no lo quiere hacer él solo sin nosotros; por ello, es necesario aprender a trabajar, desde una familia bien integrada, buscar creativamente fuentes de ingresos, no malgastar el dinero en cosas no indispensables, y todo esto depende de cada ciudadano. Jóvenes eternamente dependientes, no conocen la dignidad del trabajo.

 

PENSAR

¿Qué podemos aportar al nuevo gobierno? Ciertamente nuestra oración, pero no a las fuerzas de la naturaleza, a los cuatro rumbos del universo, a los espíritus de los ancestros, sino al Creador de la madre tierra, a nuestro Padre del Cielo, generador de toda vida, y a nuestra Madre de Guadalupe, como lo hicieron dos indígenas en el ritual del Zócalo, una invocando a la Virgen y otro entregando un Crucifijo al nuevo Presidente.

Recordamos lo que el Papa Francisco, en su visita a México, dijo a las autoridades civiles en Palacio Nacional: "A los dirigentes de la vida social, cultural y política, les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos actores de su propio destino, en su familia y en todos los círculos en los que se desarrolla la sociabilidad humana, ayudándoles a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales indispensables: vivienda adecuada, trabajo digno, alimento, justicia real, seguridad efectiva, un ambiente sano y de paz. Es una tarea que involucra a todo el pueblo mexicano en las distintas instancias tanto públicas como privadas, tanto colectivas como individuales. Le aseguro, señor Presidente que, en este esfuerzo, el Gobierno mexicano puede contar con la colaboración de la Iglesia católica, que ha acompañado la vida de esta Nación y que renueva su compromiso y voluntad de servicio a la gran causa del hombre: la edificación de la civilización del amor" (13-II-2016).

Los obispos mexicanos, en nuestro Proyecto Global de Pastoral 2031+2033, hicimos la opción de ser una Iglesia comprometida con la paz y las causas sociales; y en este campo, estamos dispuestos a colaborar con autoridades de toda índole y con la sociedad civil:

"La necesidad inaplazable por construir una paz firme y duradera en nuestro país, reclama que la Iglesia pueda sentarse a la mesa con muchos otros invitados: organizaciones ciudadanas, confesiones religiosas, autoridades civiles, entidades educativas, sectores políticos y medios de comunicación, entre otros, para que juntos, y aportando lo que le es propio a cada uno, podamos reconstruir el tejido social de nuestro país. Creemos que es urgente trabajar por la paz de nuestros pueblos y llegar a compromisos concretos. Como sociedad mexicana es necesario combatir todas aquellas situaciones de corrupción, impunidad e ilegalidad que generan violencia y restablecer las condiciones de justicia, igualdad y solidaridad que construyen la paz.

Todo el Pueblo de Dios en su conjunto, estamos llamados, por el bautismo, a trabajar por la reconstrucción de la paz, a ejercer nuestro sentido profético ante esta situación, no sólo al anunciar con el testimonio el proyecto de Dios, sino denunciando con valor las injusticias y atropellos que se cometen, dejando de lado temores y egoísmos, muchas veces aún a costa de la propia vida, como ha sucedido con periodistas, defensores de los derechos humanos, líderes sociales, laicos y sacerdotes" (Nos. 175-176).

 

ACTUAR

¿Qué podemos hacer tú y yo, para que los buenos proyectos del nuevo Presidente se hagan realidad? El no tiene una varita mágica para enderezar el país. Hagamos lo que nos corresponde, sobre todo educando para el bien actuar desde nuestra familia.

 

 

05/12/2018-07:58
Isabel Orellana Vilches

San Pedro Pascual, 6 de diciembre

«Mercedario valenciano, descendiente de acaudalados, fieles y generosos mozárabes entregados al rescate de cautivos; siguió sus pasos. Fue un gran predicador y pacificador. Murió mártir en Granada en defensa de la fe»

Aunque aspectos de su vida han sido objeto de disparidades, está constatado que nació en Valencia, España, entre 1227 y 1230. Era una época en la que el país se hallaba bajo el influjo musulmán, y quienes abrazaban la fe cristiana sabían que su vida pendía siempre de un hilo. Miles de cristianos derramaron su sangre por Cristo. La familia de Pedro, unos mozárabes de clase pudiente y fieles a la Iglesia, tuvieron el honor de contar entre sus componentes a seis mártires, el último de los cuales sería él mismo. El compromiso eclesial de sus progenitores estaba bien anclado. Le habían llamado Pedro considerando que su nacimiento se debía a la mediación de Pedro Nolasco, al que se encomendaron viendo que no venían los hijos; tan grande era el reconocimiento que dispensaban al santo. Nolasco y otros mercedarios mantenían una entrañable relación con la familia Pascual y disfrutaban de su hospitalidad.

Dando prueba fehaciente de su fortaleza, los progenitores de Pedro pasaban por alto el riesgo que corrían sus vidas y rescataban a cristianos esclavos, como hacían los mercedarios. Precisamente uno de ellos, que después se afilió a la Orden mercedaria, era un sacerdote versado en teología, doctor por la universidad de París, al que encomendaron la educación de su hijo; lo que sentían por él era una comprensible mezcla de afecto y confianza. En esa época Pedro Pascual ya había vivido la experiencia del envite que sufrió su propio hogar a manos de los musulmanes. Se dedicaba a socorrer a cautivos enfermos, pidiendo limosna para ellos junto a otros jóvenes como él. A sus 19 años fue designado canónigo de la catedral de Valencia por Jaime I el Conquistador; los había presentado san Pedro Nolasco.

Después de consumarse la reconquista de su ciudad natal y siguiendo los pasos de su preceptor, PedroPascual se trasladó a París, como era deseo del monarca, para formarse junto al doctor Aymillo. Por indicación del prelado de la capital gala, que se admiró de sus muchas virtudes, predicó en toda la diócesis. Entre sus compañeros de estudios se hallaban santo Tomás de Aquino y san Buenaventura. Esta etapa de su vida en la ciudad del Sena fue teñida por el dolor de la pérdida de sus padres. Antes de regresar a Valencia, siendo ya doctor, Pedro había determinado abrazarse a la pobreza. Con esa intención había dado poderes al fundador Nolasco para que entregase sus cuantiosos bienes a los cautivos, los huérfanos y los encarcelados. Al sentirse afín al carisma mercedario, se integró en la Orden y profesó el año 1250 en el convento de Valencia, mostrando su fervor y espíritu penitencial. Fue ordenado sacerdote y ejerció como profesor en Barcelona; estuvo al frente de la cátedra de filosofía. Después se estableció en Zaragoza, ya que el rey Jaime I le encomendó la formación de su hijo, el infante Don Sancho de Aragón. Tanto ésta región como Cataluña supieron de su celo apostólico.

Cuando Don Sancho se hizo mercedario, la labor apostólica de Pedro se centró en lo propio del carisma de la fundación a la que pertenecía: el rescate de cautivos y la predicación. En 1262 Urbano IV lo designó obispo de Granada a petición de Don Sancho, que era ya arzobispo de Toledo. Humildemente aceptó la misión, contrariándose a sí mismo, ya que no deseaba dignidad alguna, y allí fundó el convento de Santa Catalina. Fruto de su celo apostólico vieron la luz nuevos conventos en Baeza, Jaén y Jerez de la Frontera. En 1275, tras los conflictos que se desataron en Granada, emprendió una peregrinación por distintos lugares de la geografía española, Francia y Portugal. Volvió a Granada y desde allí efectuó un viaje a Roma siendo pontífice Nicolás IV que se admiró, como todos los que iban conociendo a Pedro, de su ciencia y virtud. Tanto es así que lo designó legado suyo para Francia y España con la indicación de que predicase la cruzada.
Se hallaba en Francia en 1294 cumpliendo con este cometido cuando fue elegido prelado de Jaén, se cree que a propuesta del rey Don Jaime II de Aragón. Bonifacio VIII confirmó el nombramiento en 1296. Fue consagrado en la capilla de San Bartolomé por el cardenal Mateo de Acquasparta el 20 de febrero de ese año. Devoto de María, en 1295 ya había defendido la Concepción Inmaculada en su escrito Vida de Lázaro; fue un pionero al respecto.

En 1297 viajó a Granada y allí fue hecho prisionero por los musulmanes. Sin duda le precedía su vigorosa defensa de los cautivos a los que rescataba, y la instrucción y bautismo que impartía a los cristianos, así como su encendida predicación junto a sus dotes de pacificador. Además, su amigo el rey Jaime I, en 1294 no había tenido reparos en establecer un tratado de amistad con el rey nazarí Muhammad I Al-Ahmar (el Rojo), que en ese momento regía la ciudad de la Alhambra. Pero en 1297 el nuevo emir Muhammad II Al-Faqih, hijo del anterior, había roto el pacto dejando clausurado dramáticamente el periodo de paz del que transitoriamente gozaron los cristianos. Tras su captura, Pedro fue recluido en la torre granadina del Carmen de los Mártires.

Al saber la noticia, los fieles destinaron limosnas para rescatarlo, pero Pedro no las aceptó sino que con ellas liberó a otros esclavos necesitados. En prisión escribió varios tratados sobre la vida espiritual y diversas obras defendiendo la fe, en las que refutaba tesis de judíos y de musulmanes. Sus trabajos suscitaron la ira de sus captores, y le condenaron a muerte por decapitación. Padeció un momento de terror que solapó instantáneamente su gozo por el martirio. Cristo le consoló: «Pedro, no te asustes porque la naturaleza haga su oficio. Yo mismo estuve triste hasta la muerte la noche antes de mi Pasión, y por tu amor padecí aquella amarga agonía». Lleno de fortaleza se enfrentó a este martirio el 6 de diciembre de 1300. Clemente X confirmó su culto el 14 de agosto de 1670.