Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 625

9 de nov. 2018

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: PSEUDOTERAPIAS Y PSEUDOCIENCIAS

 

1. Miles de productos homeopáticos quedarán fuera del mercado legal en España.

2. La inmensa mayoría de españolas con cáncer de mama recurren a terapias alternativas.

3. Los imperios económicos de los charlatanes de la pseudociencia en España.

4. El limbo legal español en el que se escudan los charlatanes de la pseudociencia.

5. ¿Por qué la gente acude a las pseudoterapias?

6. El gobierno catalán multa con 120.000 euros a la asociación del curandero Josep Pàmies.

7. La lucha contra las pseudoterapias en España: de las aulas a toda la sociedad.

8. Pseudoterapias: los riesgos de tratamientos sin base científica.

9. Dos estudiantes españoles inventaron una pseudoterapia para demostrar su fácil difusión.

10. “La homeopatía es una religión que mueve millones de euros”.

 

 

1. Miles de productos homeopáticos quedarán fuera del mercado legal en España.

FUENTE: EP

 

 

Un total de 2.008 productos homeopáticos han sido validados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) tras un procedimiento que inició el Ministerio de Sanidad con Dolors Monserrat y que han continuado Carmen Montón y ahora Luisa Carcedo. Con esta validación optan a seguir en el mercado. El resto, sin embargo, tendrán que ser retirados de forma inmediata. La AEMPS acaba de publicar a finales de octubre la lista de medicamentos homeopáticos que han comunicado su intención de adecuarse a la nueva regulación y cumplen los requisitos establecidos para solicitar la autorización de comercialización. Con esto, dan el primer paso hacia su regulación completa, pero aún no están aprobados, según leemos en Europa Press.

Seis meses después de que se publicara la orden que regula el procedimiento de autorización, registro y condiciones de dispensación de los medicamentos de uso humano fabricados industrialmente, el pasado 30 de octubre el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado el anexo con los fármacos que pueden iniciar la solicitud de autorización, el calendario para dicha presentación y, finalmente, la orden de retirada del mercado de aquellos medicamentos homeopáticos que no figuran en el anexo. No obstante, las compañías titulares de los productos que deben ser retirados de la venta podrán interponer un recurso potestativo de reposición, ante la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, en el plazo de un mes a contar desde el día siguiente a aquel en que tenga lugar la notificación de la presente resolución.

Entre los requisitos iniciales para ser evaluados por la AEMPS se pedía que comunicaran si el medicamento homeopático reivindica indicación terapéutica o si se solicitará como 'sin indicaciones terapéuticas'; las condiciones de prescripción y dispensación propuestas; la composición cualitativa y cuantitativa. Se requiere la declaración completa y detallada de los componentes activos del medicamento, así como la declaración de los excipientes. Asimismo, si alguna de las cepas de origen son 'nosodes', es decir son productos patológicos de origen humano o animal, así como los agentes patógenos o sus productos metabólicos y los productos de descomposición de órganos de origen humano o animal.

También debían informar sobre su forma farmacéutica, la vía de administración, e indicar si el medicamento homeopático está autorizado en algún país de la Unión Europea, con especificación de cuál y de la fecha en la que fue autorizado y registrado. Una vez llegada esta comunicación, la AEMPS daba otros tres meses para dictar una resolución, la que se ha publicado este martes en el BOE. Ahora, la AEMPS establece un calendario formado por siete periodos, empezando el primero el pasado 1 de noviembre, y finalizando el último periodo el 30 de abril de 2022, para que los titulares de los medicamentos homeopáticos que figuran en el anexo I soliciten la correspondiente autorización de comercialización.

El primer periodo establece la presentación del dossier desde el 1 de noviembre de 2018 al 30 de abril de 2019 para los productos con indicación terapéutica o productos cuya vía de administración sea inyectable; y el segundo periodo va desde el 1 de mayo de 2019 al 30 de octubre de 2019 para productos presentes de origen biológico entendiendo como tal constituidos con cepas obtenidas de fuentes biológicas tales como células vivas u organismos (humanos, animales y microorganismos tales como bacterias o levaduras) y que no estén incluidos en el primer periodo.

El tercer periodo, que va desde el 31 de octubre de 2019 al 30 de abril de 2020, es para aquellos que están constituidos por una única cepa y cuyos nombres figuren entre 'Abies nigra' y 'Capsicum annuum', y no se encuentren incluidos en los periodos anteriores; el cuarto, del 1 de mayo de 2020 al 30 de octubre de 2020, para aquellos constituidos por una única cepa y cuyos nombres figuren entre 'Carbo animalis' y 'Hieracium pilosella', y no se encuentren incluidos en los periodos anteriores; mientras, el quinto periodo, que va desde el 31 de octubre de 2020 al 30 de abril de 2021, para los constituidos por una única cepa y cuyos nombres figuren entre 'Histaminum' y 'Platina', y no se encuentren incluidos en los periodos anteriores.

Finalmente, los dos últimos periodos van: el sexto, que va del 1 de mayo de 2021 al 30 de octubre de 2021, para productos constituidos por una única cepa y cuyos nombres figuren entre 'Plumbum aceticum' y 'Zizia aurea', y no se encuentren incluidos en los periodos anteriores; y el séptimo periodo para la presentación del dossier se establece desde el 31 de octubre de 2021 al 30 de abril de 2022, y será para los productos presentes en el anexo I constituidos por varias cepas y no incluidos en los periodos primero o segundo. La orden advierte de que, de no presentarse dicha solicitud de autorización de comercialización en el plazo establecido al efecto, no se podrá seguir comercializando el medicamento en España, debiendo ser retirado del mercado.

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2. La inmensa mayoría de españolas con cáncer de mama recurren a terapias alternativas.

FUENTE: RTVE

 

 

El aumento de casos de pseudoterapias en el tratamiento del cáncer en España es “escalofriante”, en palabras de la vicepresidenta de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), Toñy Gimón, especialmente en aquellas mujeres que “van dejando de ir” a las consultas médicas para 'tratarse' por otras vías. “Todos los oncólogos podemos decir que tenemos pacientes que escandalosamente abandonan el tratamiento, lo cual es muy preocupante”, lamenta en declaraciones a RTVE el oncólogo del Hospital Parc Taulì de Sabadell de Barcelona y portavoz de la Sociedad Española de Oncología (SEOM), Miguel Ángel Seguí. Lo leemos en un reportaje firmado por Rocío Gil Grande.

El pasado mes de octubre, con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el cáncer de mama, las pacientes de las 45 asociaciones españolas que conforman FECMA han firmado un manifiesto reflejando su preocupación ante terapias “inviables o sin evidencia científica”. Porque entre el 80 % y el 90 % de las afectadas recurren a “algo alternativo”, afirman la SEOM, cuando le dan el diagnóstico de cáncer, desde reiki, homeopatía, meditación o nutricionistas hasta clínicas ajenas al sistema sanitario español.

“Es razonable. Son personas vulnerables que tienen que recibir tratamientos complejos con efectos secundarios importantes y el cáncer es una enfermedad muy amenazante”, reconoce a RTVE la experta en oncología de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) Marta Blanco. Porque la mayoría de tratamientos oncológicos en los centros sanitarios combinan varias de estas técnicas: cirugía, quimioterapia, radioterapia, terapia hormonal y biológica.

“La medicina ofrece tratamientos con evidencia científica pero son agresivos y cuando la alternativa que te ofrecen es solucionar un conflicto emocional y te dicen que charlando te vas a curar, muchas personas optan por abandonar el tratamiento médico”, añade la psicóloga de la AECC y responsable del canal de información a los pacientes Infocáncer, Patrizia Bresanello.

Pero desmontar estos tratamientos, según el doctor Seguí, es sencillo: “Un tratamiento milagroso para el cáncer que también lo es para el autismo, la esclerosis o el sida es fácil ver que no tiene sentido, es una clara estafa”. Incide en que, si estuviera probado que esas técnicas funcionaran, estarían incluidas en el Sistema Nacional de Salud.

Terapias peligrosas

Pero las terapias sin base científica pueden ser “muy peligrosas”, defienden desde AECC. Una persona con perspectivas de curación, o incluso paliativos en caso de no tener cura, “puede morir con muchas complicaciones y mala calidad de vida”, expone Blanco. El pasado mes de julio, el oncólogo Joaquim Bosch-Barrera, del Instituto Catalán de Oncología, publicaba en su cuenta de Twitter su asombro ante una mujer que acudió “por fiebre” a Urgencias. Lo hizo con una imagen: un pecho femenino –pese a que no lo parece- lleno de tumores negros, pus y heridas. La imagen fue borrada después por su dureza. Tras preguntar a la paciente, la mujer explica que tiene cáncer de mama, pero que está en “tratamiento” con terapias alternativas. “Y tu terapeuta alternativo, ¿qué te dice de tu tumor?”, pregunta el doctor. “Dice que si sale hacia fuera es bueno, porque significa que se está oxigenando”, responde ella.

La mujer murió días más tarde por un cáncer no tratado y no por la fiebre con la que acudió a urgencias, y el oncólogo publicó lo ocurrido en un hilo de Twitter para denunciar las pseudoterapias, que “juegan con la salud y con la vida de personas humanas”. No era el primer caso: en Valencia murió un joven con leucemia tras rechazar el tratamiento oncológico y acudir a un curandero.

A raíz de la denuncia del doctor Bosch-Barrera, el Colegio de Médicos de Girona abrió un expediente para saber si el “médico ortomolecular” engañó a la paciente y el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya ha creado una comisión para poder confeccionar un protocolo de actuación ante estos casos. Porque los casos están aumentando, por un lado, por “la disponibilidad de información respecto a estas prácticas que parecen inocuas” en Internet y, por otro, “en consonancia con la moda de autocuidados en la salud”, expone Bressanello.

Bulos y pseudociencia en internet

Una simple búsqueda en internet refleja la facilidad con la que pueden accederse a este tipo de tratamientos o información. También en librerías genéricas hay infinitud de libros con títulos como El cáncer no es una enfermedad, de Andreas Moritz, disponible en plataformas de internet muy comerciales llegando a defender que los tratamientos contra el cáncer convencionales “pueden ser fatales” y promete revelar “qué es realmente lo que causa el cáncer y cómo eliminar los obstáculos que impiden que el cuerpo se cure por sí mismo”. El autor murió a los 58 años por causas desconocidas.

En la red están también los casos de quienes dicen haberse curado o haber curado a otros de forma milagrosa y sin medicación. A veces “pueden parecer médicos, tienen clínicas, diplomas e incluso mienten directamente”. Otras veces, las terapias parecen totalmente inocuas y ni siquiera incompatibles con la medicina convencional. En 2014, la médico de familia Odile Fernández publicó un libro que logró mucha fama, Mis recetas anticáncer. En él, defiende que la nutrición y el estilo de vida pueden ayudar a curar el cáncer. Fernández superó un cáncer pese a que tenía pocas probabilidades de sobrevivir. Años después, entrevistada en El País, reconoció que no sabía si la causa de que hubiera sobrevivido fue la quimio o la alimentación: “Lo que creo es que fue todo”.

Los médicos alertan, sin embargo, de que pese a ofertarse productos naturales, como suplementos de plantas, de vitaminas o infusiones, “pueden interferir con el fármaco que están recibiendo”, expone la doctora Blanco. “Por ejemplo, el zumo de pomelo interfiere con la quimio y la hace más tóxica y con más efectos secundarios”, añade. O la homeopatía, que el doctor Seguí define como “el agua más cara del mundo”.

Pero “los casos más peligrosos que pueden aumentar el riesgo de abandono del tratamiento médico son los que ofrecen una causalidad del cáncer emocional: bioneuromoción, nueva medicina germánica, constelaciones familiares, etc.”, recalca Blanco. Páginas que promueven este tipo de pseudoterapias abundan en la red sin ningún tipo de filtro ni evidencia científica. “Te dicen que la causa de tu cáncer es emocional, un conflicto y que cuando soluciones ese problema te vas a curar, es peligrosísimo”, incide. El doctor Seguí añade que son terapias que “se basan en culpabilizar al paciente de lo que hizo o de lo que comió y no aporta nada”.

“Juegan con la desesperación de la gente”

Para que las personas con cáncer no caigan en estas trampas, las expertas de la AECC desmontan su ‘modus operandi’. Según Blanco, prometen “cosas absolutamente exageradas”, hacen publicidad de “algún producto o técnica innovador, que produce una curación maravillosa y rápida o efectos milagrosos”, cuando la medicina científica no hace promesas vanas. “Usan palabras pseudotécnicas, cuánticas o filosóficas que hacen pasar por términos científicos o se centran en que la causa de la enfermedad está en las emociones”, añade.

Además, “cuando intentas criticarlo y razonar que no son terapias, entran a hablar de conspiraciones de la industria farmacéutica y de los médicos”, lo que es fácilmente rebatible: el método científico cuenta con registros, un control y estudios reproducibles. Esos casos milagrosos “no son extrapolables” a otros pacientes, incide. “Intentan aislar muchas veces a los pacientes de los vínculos familiares para que no puedan recibir otro tipo de opiniones”, añade Bressanello.

Pero no todo lo que puede hacer el paciente por su curación es perjudicial. Llevar una vida sana, una correcta alimentación, descansar bien… todo aquello que el enfermo de cáncer quiera aportar a su tratamiento, debe consultarlo antes con los profesionales que le están tratando, inciden desde la AECC, para no interferir en la medicación ni perjudicarse. La comunicación bilateral entre médico y paciente y la confianza es fundamental. Respecto a internet, las expertas recomiendan filtrar la información fiable de la que no, como “las que vienen de sociedades científicas o asociaciones de pacientes”.

La Asociación Española Contra el Cáncer dispone además de un servicio telefónico, Infocáncer, para que pacientes y familiares consulten todo aquello que les genera dudas: 900 100 036. Además, la Organización Médica Colegial de España tiene un observatorio para las pseudoterapias en el que registran casos contra el intrusismo profesional. La ciudadanía puede tanto consultar con ellos si una clínica es legal como informar de sus sospechas respecto a otra.

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3. Los imperios económicos de los charlatanes de la pseudociencia en España.

FUENTE: El Periódico

 

 

Josep Pàmies se define como “un payés indignado y luchador”, un agricultor convencido de que la tierra es un “tesoro de salud” y de que la “medicina clásica debe ser el último recurso”. Enric Corbera se promociona como un “investigador incansable en busca de la libertad emocional de las personas”. El doctor Alberto Martí Bosch defiende la medicina holística y asegura que los enfermos son capaces de colaborar en su propia sanación. Todos ellos despotrican de la industria farmacéutica, a la que acusan de ser un negocio que sablea los bolsillos de los pacientes. Ahora bien, Pàmies, Corbera y Martí Bosch –por citar algunos de los defensores de las pseudoterapias– no trabajan por amor al arte. Su ánimo de lucro es descomunal. Lo cuentan Olga Pereda y Valentina Raffio en El Periódico.

Josep Pàmies –en el foco mediático tras recomendar un derivado de la lejía para tratar el autismo– es director comercial de Pàmies Horticoles S.L., empresa constituida en Lleida en 1999 y que en la actualidad tiene una veintena de empleados. Dedicada al “cultivo de hortalizas, raíces y tubérculos”, la sociedad ingresó el año pasado más de dos millones de euros, consiguiendo unos beneficios de 136.591 euros, según informes financieros oficiales consultados por El Periódico. Los beneficios han supuesto una caída del 13 % respecto a los registrados en 2016. Sin embargo, llama la atención el increíble aumento de las ganancias desde 2013, cuando la empresa –que carece de subvenciones– obtuvo unos beneficios de 40.335 euros. Un año después, en 2014, la cifra ya ascendía a 141.855 euros.

Enric Corbera, mientras, tiene detrás un boyante negocio de la mano de la bioneuroemoción, disciplina sin sustento científico que trata las patologías a través del bienestar emocional. El buque insignia es el instituto que lleva su nombre y que fue constituido en Barcelona en 2014. Dos años más tarde, el centro –con 13 empleados y registrado con “otra educación” como actividad oficial– ingresó más de 4,3 millones de euros, consiguiendo un beneficio de 964.763 euros.

Un curso de milagros por 110 euros

Las charlas presenciales de Corbera y su equipo duran unas dos horas y cuestan 35 euros, según se especifica en la web del instituto. Bastante más caro es el “curso de milagros” –título del libro que publicó en 2013– que plantea realizar en Barcelona el 1 de diciembre. Empezará a las 9.30 horas y terminará a las 19.30. Su precio: 110 euros, con la posibilidad de pagar 80 si la conferencia se sigue por 'streaming'. Para los interesados, Corbera ofrece los siguientes detalles: “Todos los problemas que percibimos en realidad están en nuestra mente. Cuando nos proyectamos hacia fuera y dejamos de reconocer la relación que existe entre nuestra mente y lo que nos ocurre, entramos en una ilusión en la que nos sentimos separados de todo lo demás”.

A través del curso –continúa el creador del método de la bioneuroemoción- los asistentes tendrán la posiblidad de “comprender la vida desde una perspectiva distinta”, en la que ellos mismos serán “los principales responsables de las situaciones que experimenten”. Además de charlas y cursos, el instituto también ofrece la oportunidad de experimentar la bioneuroemoción a través de una sesión individual con “profesionales” del centro, tanto en modalidad presencial como por skype. Dura una hora y media y cuesta 90 euros.

En los registros financieros oficiales, Corbera Institute está relacionado con otras dos empresas. Una de ellas es Tocinera Segura S.L. (elaboración de productos cárnicos y volatería), que se fundó en 1984 y que actualmente no tiene actividad empresarial. La otra es Interacción Bioneuroemoción S.L., constituida en julio de 2017. Su actividad declarada es la “investigación y desarrollo experimental en ciencias sociales y humanidades”. Sus cuentas no están disponibles en la documentación consultada por este diario.

Beneficios de 90.000 en un año

También ha tratado de montar un imperio Alberto Martí Bosch, que abandonó su puesto oficial de oncólogo pediátrico y ahora se dedica, entre otras cosas, a abordar el cáncer “de forma holística”. Ha fundado el grupo de centros Adivida, al que promociona como su “más ambicioso proyecto vital”. Adivida Medical Center S.L. se constituyó en abril del año pasado con una actividad declarada de “promoción inmobiliaria”. La información financiera refleja unas pérdidas de 8.100 euros a finales de 2017. Sin embargo, Martí Bosch está relacionado con otra sociedad limitada: Almabosch Medical Center, constituida en Madrid en octubre de 2015 bajo el epígrafe de “actividades de medicina general”. A finales de 2015, la empresa declaró unas pérdidas de 9.160 euros. El crecimiento de la sociedad ha sido descomunal ya que solo un año después tuvo unos beneficios de 89.877 euros.

En la web de Adivida, Martí Bosch declara que “hay una manera diferente de hacer medicina” y que los enfermos son capaces de colaborar en su propia sanación. Ofrece muchos tratamientos –colonterapia, fitoterapia, balneoterapia, entre otros– pero no especifica su precio. Una enferma de cáncer que tiene un blog escribió el año pasado un texto defendiendo al controvertido doctor: “Para los que dicen que es un estafador, la tarifa de la consulta es 120 euros y está casi dos horas dedicadas a ti. No me parece caro. Es como cualquier médico privado. Lo que puede subir más el precio son los complementos, que puedes comprar en su tienda o hacerlo por internet, como hago yo. Según cada caso necesita más o menos productos. En mi caso, unos 100 euros al mes”. La enferma añade que el fundador de Adivida nunca le dijo que no siguiera los tratamientos “convencionales” de quimioterapia.

No ocurrió mismo con Cristina Beraza, que falleció en verano de 2017 víctima de un cáncer de ano tras ponerse en manos de un “experto en medicina oriental” que le recomendó abandonar el tratamiento de quimioterapia. Su hija contaba hace unos meses a El Periódico que cada visita con Juan José G. R., natural de Córdoba y asentado en Euskadi, costaba 120 euros. A esa cantidad había que añadir los 200 euros que la víctima se dejaba en la herboristería, donde compraba los productos propios que el curandero le recetaba. La familia de Cristina denunció a Juan José G. R. por estafa y está a la espera de juicio (eso en el caso de que lo haya).

Medicamentos de 20 céntimos

“Hay gente que no confía en un medicamento de 20 céntimos, cuya eficacia ha sido demostrada y que además viene cubierto por la Seguridad Social, pero sí cree en un remedio que cuesta 50 euros y que en ningún momento ha demostrado ser útil. Y luego dicen que el negocio está en la industria farmacéutica, a lo que yo respondo: ¿y Boiron, principal fabricante de homeopatía, qué? ¿Es que acaso la industria de las pseudoterapias no saca nada?”, se indigna Vicente Prieto, presidente de Círculo Escéptico, asociación que fomenta el pensamiento crítico contra las pseudociencias.

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4. El limbo legal español en el que se escudan los charlatanes de la pseudociencia.

FUENTE: El Periódico

 

 

Promocionar una terapia o medicamento sin eficacia demostrada es una estafa. Un fraude que, aunque llegue a poner en peligro la vida de los pacientes, durante años ha quedado impune ante la ley. Esto se debe a que actualmente las pseudociencias juegan en un terreno resbaladizo en el que confluyen las ambigüedades legales, el escaso compromiso de las administraciones y la falta de pensamiento crítico entre los ciudadanos. De ahí que vender infusiones para revertir el párkinson, derivados de la lejía para curar el autismo o extraños mejunjes contra el cáncer no acostumbre a tener consecuencias penales. Lo leemos en El Periódico, en un artículo firmado por Valentina Raffio.

Los imperios económicos creados por los charlatanes pseudocientíficos se sustentan, por inverosímil que parezca, en un limbo legal. Y es que aunque todos ellos sostengan que pueden curar cualquier tipo de enfermedad, ninguna de sus empresas está registrada dentro del ámbito sanitario. De ahí que evadan el cumplimiento de los requisitos que dicta la ley para proteger a los pacientes de eventuales malas praxis médicas.

Hecha la ley, hecha la trampa. Bajo esta premisa ni siquiera el peso de la legislación –en la que se estipulan todas las medidas necesarias para evitar la promoción de productos, actividades o servicios sanitarios engañosos para el usuario (Real Decreto 1907/1996)– sirve de freno para estos fraudes sanitarios. Este sentimiento de impunidad del que gozan las pseudociencias ha llegado a tal extremo que se promocionan a plena luz del día. Para darse cuenta de ello tan solo hace falta adentrarse en internet en busca de un remedio contra cualquier enfermedad para encontrarse con cientos de charlatanes pseudocientíficos.

Terapias al margen de la ley

“La legislación debería actuar de manera preventiva, evitando que sea tan fácil embaucar a las personas que están en una situación de vulnerabilidad. Pero aquí el principal problema es que las administraciones no están actuando como deberían para frenarle los pies a esta gente”, explica Fernando Frías, abogado y socio fundador de Círculo Escéptico, una de las principales asociaciones dedicadas a la denuncia de las prácticas pseudocientíficas.

En este caso, la responsabilidad recae en las administraciones autonómicas y locales, los principales organismos que podrían tomar medidas para evitar la propagación de prácticas que supongan un peligro para la salud pública. Pero sin embargo, “las autoridades llevan años evitando entrar en este tipo de conflictos porque tienen miedo de todas aquellas actuaciones que puedan ser interpretadas como límites a la libertad de expresión”, añade Frías. De ahí que hoy en día se sigan celebrando actos como el de la semana pasada en Balaguer, en la que se promocionaba el uso de derivados de la lejía para curar el autismo.

Pseudociencias en el banquillo

En la mayoría de los casos, las pseudociencias campan a sus anchas aprovechándose de aquellos pacientes en situación más vulnerable. Y en las pocas ocasiones en que estas estafas llegan a los tribunales, la condena es mínima. En 2014, el juicio contra el falso antitumoral Bio-Bac se saldó con una pena de 4 meses y 15 días para el principal acusado y con la absolución de todos los demás implicados. Hace tan solo unos meses, el curandero del joven que abandonó la quimioterapia para tratarse con remedios alternativos también quedó absuelto de un delito de intrusismo y homicidio por imprudencia grave.

“Los juicios contra este tipo de estafas son complicados. Muchas veces no hay pruebas suficientes para poder tirar adelante una acusación y acaba siendo la palabra de uno contra el otro. En los casos más graves la víctima ha fallecido, lo que paradójicamente hace que sea más difícil que se dictamine a favor del paciente”, comenta Frías.

De víctimas a culpables

Pero la que quizás es la parte más triste de toda esta historia es la culpabilización de los pacientes que, encontrándose en una situación de extrema vulnerabilidad, caen en manos de terapeutas pseudocientíficos. “En estas estafas se considera que la culpa es de la víctima por caer en el engaño”, explica el abogado. Y es a partir de esta premisa como los juicios dan un giro y para situar en el foco del discurso a los pacientes.

“En los juicios se argumenta que las terapias alternativas no matan, que si la gente muere es por el desarrollo de sus enfermedades y que si un paciente decide de propia voluntad dejar un tratamiento avalado para ponerse en manos de un charlatán es su culpa”, argumenta Frías. Un discurso que, según explica el abogado, es fruto de una profunda falta de sensibilidad y pensamiento crítico que, una vez más, acaba por darle vía libre a las pseudociencias.

Batalla desigual

Pero algo está cambiando. El movimiento escéptico está sumando apoyos, por lo que cada vez son más las personas que se están atreviendo a denunciar este tipo de prácticas. Pero una vez más, la batalla contra las pseudociencias se desarrolla en un terreno profundamente desigual. “Los que denunciamos este tipo de conductas nos estamos arriesgando muchísimo. Sabemos que en muchos casos solo por mencionar determinados nombres ya nos estamos jugando una denuncia”, explica Vicente Prieto, presidente de Círculo Escéptico.

“El problema está en que nos enfrentamos a empresas que facturan millones y que harán lo que sea necesario para preservar su modo de vida, empezando por amenazar y denunciar a todo el que se interponga en su camino. No luchamos contra creencias, luchamos contra negocios”, concluye Frías. De ahí la gran paradoja: los que denuncian se arriesgan a ser denunciados por los aquellos que se tambalean en los limbos legales.

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5. ¿Por qué la gente acude a las pseudoterapias?

FUENTE: El Periódico

 

 

En el universo de las pseudociencias hay un despropósito para cada necesidad. Desde supuestas medicinas que prometen curar cualquier cosa con diluciones de las sustancias que causan la enfermedad (como en el caso de la homeopatía), hasta disciplinas que afirman que las patologías en sí no existen sino que es todo una construcción de la mente. Planteamientos que en muchos casos rozan el esperpento pero que, sin embargo, sirven de reclamo para un gran número de pacientes en situación de vulnerabilidad. ¿Pero qué tienen las pseudociencias que las hacen tan atractivas? Responde a esta cuestión el artículo publicado en El Periódico por Valentina Raffio.

“Las pseudociencias ofrecen la falsa esperanza de que todos nuestros problemas tienen una solución fácil, rápida y accesible. Son un falso consuelo al que la gente se agarra en situaciones de necesidad. La ciencia, en cambio, no puede ofrecer falsas soluciones de las que no se pueda demostrar su efectividad”, explica Vicente Prieto, presidente de Círculo Escéptico, una asociación sin ánimo de lucro dedicada a la promoción del pensamiento racional y crítico que, paralelamente, se sitúa entre las principales voces contra la proliferación de las pseudociencias.

Contrariamente a lo que podríamos pensar, no existe un perfil estándar de paciente que acude a este tipo de terapias. Y es por ello que los expertos alertan que, ante la amplitud del espectro de las disciplinas pseudocientíficas, cualquiera puede acabar cayendo en estas en un determinado momento de su vida, sea cual sea su nivel educativo o estatus social. Mucho más en situaciones de especial vulnerabilidad como es el caso de aquellos que se enfrentan a una enfermedad.

Un abanico de teorías

Desde los fenómenos paranormales a las pseudoterapias sin fundamento científico, pasando por las escuelas de pensamiento que afirman ser la solución ante cualquier mal y las teorías de la conspiración más variopintas; las charlatanerías pseudocientíficas acaban por abarcar un gran abanico de posibilidades. Unos planteamientos que pueden ser más o menos inocuos hasta que, en algunos casos, se entrometen en el ámbito de la salud. Y es aquí donde empieza el peligro.

“Lo único que tienen en común las pseudociencias es que no han sido demostradas empíricamente”, reflexiona Prieto. “La medicina de verdad no necesita apellidos. Si emplean palabras como: alternativa, holística, natural, tradicional, energética, biológica, entre otras, son pseudoterapias que jamás han demostrado que sirvan para otra cosa que para llenar el bolsillo del supuesto terapeuta”, añade el escéptico.

Ante este panorama, la lucha contra las pseudociencias no tan solo se ha enfocado a desmentir las clásicas charlatanerías sino que, además, poco a poco debe conseguir abrir su espectro hacia las nuevas disciplinas que van surgiendo. En este sentido, Felipe Alonso-Marcos, doctor en comunicación social y experto en pseudociencias, explica: “Siempre va a haber pseudociencias puesto que parece haber una constante búsqueda por ser diferente, por probar cosas nuevas, generar estilos de vida y comprar nuevas tendencias. Es posible erradicarlas una a una, pero siempre va a aparecer una nueva”.

En este sentido, Alonso-Marcos engloba todas estas pseudociencias en un conjunto de “palabrería emocional-espiritual” que se retroalimenta a través de una demanda social. “Estamos en una sociedad secularizada que ya no sabe en qué creer, pero que todavía no está lista para no aceptar no creer en nada, y exige y busca cosas nuevas en qué creer. En este caso, para muchos es más fácil creer en teorías que hacen que el mundo real y cotidiano sea más mágico antes que aceptar la realidad tal y como es”, reflexiona.

Espíritu crítico

“Afortunadamente la gente está perdiendo la vergüenza a hablar de ello, ya que no siempre es fácil reconocer que te han tomado el pelo. Pero ahora son cada vez son más las personas, entidades e incluso medios de comunicación que están empezando a denunciar este tipo de prácticas que, al fin y al cabo, están poniendo en peligro la salud de las personas”, explica Prieto. Sin ir más lejos, en los últimos meses diferentes rotativos han relatado historias de pacientes víctimas unas estafas pseudocientíficas que, en ocasiones, les ha llegado a costar la vida.

En este sentido, el presidente de Círculo Escéptico aboga por seguir fomentando el pensamiento crítico en la sociedad: “No quiero que la gente me crea porque sí. Me gustaría que la gente no deje de hacerse preguntas y que a raíz de este proceso sean ellos mismos los que lleguen a una solución”, explica. Para ello, Prieto sugiere un sencillo ejercicio de pensamiento crítico que consiste en evaluar toda disciplina, práctica o teoría mediante el planteamiento de dos simples preguntas en busca, eso sí, de una respuesta convincente y fundamentada: ¿Cómo lo sabes? y ¿Puedes demostrarlo? “Si no consiguen pasar este filtro ten casi por seguro que son pseudociencias”, concluye Prieto.

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6. El gobierno catalán multa con 120.000 euros a la asociación del curandero Josep Pàmies.

FUENTE: El Periódico

 

 

La Generalitat de Catalunya (gobierno autonómico catalán) ha impuesto dos multas por un valor total de 120.000 euros a la asociación de plantas medicinales de Josep Pàmies, conocida como Dolça Revolució, por la promoción de productos pseudocientíficos contra el cáncer, la leucemia y el autismo, entre otros. El payés (agricultor) de Balaguer (Lérida, España) y su entidad más cercana han denunciado las sanciones vía redes sociales, argumentado que las multas suponen un límite a su libertad de expresión. Lo leemos en El Periódico, en una noticia de Valentina Raffio.

La Conselleria de Salut sigue investigando la celebración del congreso realizado recientemente en Balaguer, donde se promocionó el MMS (Miracle Mineral Solution, un derivado de la lejía) como cura para el autismo. Este mismo evento también ha sido denunciado por el Ministerio de Sanidad ante la Fiscalía, quien ahora investiga posibles sanciones para los organizadores.

Las sanciones impuestas

La primera sanción, de un importe de 30.000 euros, llegó en septiembre. En este caso la Generalitat sancionaba la venta y promoción de plantas medicinales que desde Dolça Revolució se promocionaban para curar diferentes enfermedades entre las cuales también se incluían el cáncer y la leucemia. Fuentes de la Generalitat confirman que en esta ocasión la entidad reconoció el delito del que se le acusaban y accedió a llegar a un acuerdo para el pago de la multa. Finalmente, la sanción se redujo a 18.000 euros que ya han sido abonados.

La segunda sanción, de 90.001 euros, ha llegado hace unos días como respuesta a la promoción del MMS (Clorito de Sodio, derivado de la lejía), un compuesto prohibido por la Agencia Española del Medicamento desde el año 2010. En este caso, según explica la Conselleria de Salut, la sanción impuesta ha sido más dura ya que la promoción de este falso medicamento supone un delito contra la salud pública más grave que en el caso anterior.

Fuentes de la Generalitat confirman que aún no han recibido ninguna respuesta sobre la aceptación y el pago de esta segunda sanción. En este caso, la entidad podría tanto presentar alegaciones como acceder a pagar la sanción, reconociendo así el delito del que se les acusan. En el segundo supuesto, como ocurrió en el caso anterior, también se podría llegar a un acuerdo para la reducción del importe de la multa.

El MMS es el mismo producto que se promocionó en el polémico congreso de Balaguer como cura, entre otros, para el autismo. La Generalitat ya está investigando el suceso y se espera que en los próximos días se comunique eventuales sanciones contra los organizadores del mismo entre los que se encuentran Josep Pàmies y su asociación de plantas medicinales.

Respuesta de la ‘dolça revolució’

Tanto Josep Pàmies como Dolça Revolució han denunciado las medidas que la Generalitat y el Ministerio de Sanidad han tomado en las últimas semanas. Los defensores de las pseudoterapias se defienden a través de sus redes sociales, donde han emitido un comunicado en “solidaridad” de ambas partes.

“Denunciamos que el acoso que están sufriendo no es un hecho aislado, sino que forma parte de una campaña global contra la medicina natural, la agricultura y la alimentación ecológica. Esta campaña intenta silenciar todas aquellas personas y grupos que cuestionan la agroindústira, la industria farmacéutica y el corporativismo médico y que se niegan a obedecer los mandatos de las autoridades cómplices de los diferentes Estados y organizaciones internacionales”, relatan en el comunicado.

En esta ocasión las entidades denuncian un “ataque a la libertad de expresión e información y un intento de persecución de las actividades destinadas a la autogestión de la salud”. También recriminan los “excesos de la administración” y reivindican que “es lícito etiquetar las propiedades de las plantas medicinales, aunque ello implique desobedecer la legislación vigente que lo persigue a través de amenazas y sanciones”. Debido a ello, el comunicado finaliza pidiendo la dimisión de la 'consellera' de Salut de la Generalitat de Catalunya, Alba Vergés.

Eliminan contenidos polémicos

Según leemos en el mismo medio, los defensores de las pseudoterapias empiezan a dar marcha atrás en su defensa del MMS (Miracle Mineral Solution, derivado de la lejía prohibido por la Agencia Española del Medicamento desde el año 2010) como herramienta para tratar casi cualquier enfermedad. El curandero Josep Pàmies y su asociación de plantas medicinales conocida como Dolça Revolució han eliminado de sus redes algunos de los contenidos en los que defendían el uso de esta sustancia como cura para el autismo, el cáncer, las infecciones de sangre e incluso las úlceras.

Esta última purga llega justo después de que el Ministerio de Sanidad denunciara ante la Fiscalía la venta de este derivado de la lejía prohibido y de que la Generalitat de Catalunya haya multado con 30.000 y 90.000 euros a Dolça Revolució por promocionar el uso de plantas medicinales contra el cáncer y del MMS contra el autismo, tal como se señala más arriba. Ahora, ambas administraciones estudian ulteriores sanciones contra el acto celebrado en Balaguer en el que se promocionaban estos métodos como cura para el autismo.

Según informan fuentes de la Asociación para Proteger al Enfermo de las Pseudoterapias (APETP), entidad dedicada a la denuncia de estas prácticas, no es la primera vez que el payés de Balaguer y su círculo más cercano eliminan contenido polémico de sus redes. En esta ocasión, los pseudoterapeutas han desinfectado sus redes de algunas de las publicaciones más explícitas en defensa de este derivado de la lejía y, además, han optado por eliminar algunos de los testimonios que avalan su uso.

El congreso de la discordia

En el proceso de limpieza de sus redes, Pàmies también se ha deshecho de un 'post' de Facebook publicado el día 5 de octubre en el que anunciaba la decisión de la Generalitat de Catalunya de prohibir la conferencia en la que se anunciaba poder curar el autismo con MMS. En esta publicación Pàmies escribía que había sido “censurado” por el organismo público y que, además, había sido amenazado con una multa de hasta un millón de euros por hablar del Clorito de Sodio. En esta ocasión, el payés de Balaguer concluía con un llamamiento a los “políticos decentes” para que actuaran ante “este atropello y atentado a la libertad de expresión”.

“¿Qué preocupa a la Generalitat o a sus funcionarios infiltrados de la gran industria farmacéutica, qué el MMS, sustancia inofensiva, no patentable, supereconómica y efectiva con un montón de enfermedades, entre ellas el Autismo, llegue al conocimiento de los ciudadanos y pierdan miles o millones de clientes?”, escribía Pàmies en el ya eliminado 'post' de Facebook que, en aquel entonces, ya había sido compartido unas 2.000 veces y recibía unas 1.400 reacciones.

La información sobre el polémico congreso, finalmente celebrado en casa de un vecino de Balaguer, también fue eliminada de la página web oficial de Pàmies y de la de Dolça Revolució, asociación que consta como colaboradora en la organización del acto.

Testimonios borrados

No es la primera vez que Pàmies y su círculo cercano eliminan contenido relacionado con el uso de MMS y otros falsos remedios. En estos días algunas de las publicaciones en las que se recogían testimonios de curación milagrosa relacionados con el MMS han desaparecido. Según recoge la APETP, quien guarda registro de toda la información publicada en las redes de estos curanderos, hay diferentes testimonios que están siendo borrados en los últimos días.

En estos se recogían historias de pacientes que supuestamente lograron superar sus enfermedades gracias a las ‘curas milagrosas’ promocionadas por Pàmies y sus allegados. Concretamente, en las publicaciones eliminadas se relataban algunos casos de curación de tumores, malaria, infecciones de orina y de sangre e incluso úlceras mediante una combinación de pseudoterapias, entre las cuales destacaba el uso directo de MMS.

Desde hace unos días, también ha desaparecido todo rastro del MMS de la web de Dulce Revolución. Las publicaciones relacionadas con este producto han sido eliminadas y los testimonios en los que recogía el uso de esta sustancia han sido modificados para eliminar todo rastro de este supuesto suplemento milagroso. No obstante, en la página web de la entidad se siguen recogiendo centenares de testimonios de curación mediante técnicas alternativas. En muchos de estos se relata cómo los pacientes abandonaron los tratamientos médicos aconsejados por supuestos terapeutas alternativos.

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7. La lucha contra las pseudoterapias en España: de las aulas a toda la sociedad.

FUENTE: Valencia Extra

 

 

Homeopatía, acupuntura, bioneuroemoción, reflexología, terapia ortomolecular, reiki, hipnosis Eriksoniana o DMB (‘Developmental Behaviour Modelling’). Estas son sólo algunas de las prácticas que se encontraban hasta hace poco en la oferta de estudios de la Universidad de Valencia (UV). La Asociación para Proteger al Enfermo de las Terapias Pseudocientíficas (APETP) pidió al centro universitario el pasado mes de julio la retirada de hasta siete másteres y cursos de postgrado que permitían obtener titulaciones especializadas en pseudoterapias. Lo cuenta Anna González Cardona en Valencia Extra.

En un informe que se presentó a la vicerrectora de Estudios de Grado y Política Lingüística, Isabel Vázquez, la agrupación denunció cómo la inclusión de estas prácticas en estudios de la UV ayudaba a su legitimación cuando “son responsables directas de perjuicios en la salud y la economía de los enfermos”. Fernando Cervera, biólogo y vocal de la APETP, advierte de que “bajo estos nombres, se esconden pseudomedicinas que dicen poder curar porque el agua tiene memoria, que mediante la imposición de manos se puede curar el cáncer o que observando el iris se puede detectar el estado físico, emocional y mental de los pacientes”.

Ante la petición, la Comisión de Estudios de Postgrado de la UV reunió a varios expertos y terminó por retirar las titulaciones a finales de septiembre. Primero fueron los másteres propios en Medicina Regenerativa y Antienvejecimiento, en Acupuntura y en Recuperación Funcional de la Actividad Física y el Deporte. Al día siguiente, el Máster Propio en Developmental Behaviour Modelling (DBM); el certificado universitario en Coaching con Metodología DBM para la enseñanza, gestión, coaching y terapia; el Diploma de Especialización en Hipnosis Eriksoniana y el Certificado Universitario Modelado del Aprendizaje desde el DBM.

Incluso se suprimió otro curso que no estaba incluido en los documentos que aportó la asociación, el título Certificado Universitario en Modelado de la Hipnosis y la Terapia eriksoniana desde el DBM. Todo en menos de 48 horas. Además de evaluar los siete cursos, desde la APETP se pidió la articulación de una comisión “para evaluar los mecanismos actuales de oferta de títulos propios, dado que es obvio que no funcionan correctamente”.

La respuesta de la UV no llegó hasta dos meses después, en septiembre, cuando el vicerrectorado encargó la elaboración de “informes adicionales” a expertos para ayudar en la decisión, aunque defendiendo el control de calidad que aplican para la organización de los cursos. “Siempre vienen avalados por algún departamento, centro o estudio de investigación –recalcan– y se someten a un proceso de valoración”.

Dicha valoración consiste en la exposición pública de una memoria académica, que es estudiada durante 20 días por subcomisiones formadas por profesorado de cada rama de conocimiento. Una vez la Comisión de Estudios de Postgrado emite un informe final, tan solo se necesita la aprobación del Consejo de Gobierno para empezar a impartir el máster, según explican desde la universidad. “Son adecuados y suficientes”, afirman.

Ahora, la APETP quiere seguir con su lucha a nivel nacional, y ha reclamado la actuación de los colegios profesionales de médicos ante aquellos que ejercen terapias alternativas. Ya han denunciado a más de 60 médicos –“aunque podrían haber sido 2.000”, aseguran– de Valencia y Madrid por ofrecer pseudoterapias e incumplir el código deontológico.

La reacción del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) ante esto fue una declaración en la que su presidente, Serafín Romero, se mostraba comprometido con la lucha contra las pseudociencias, pero que consideraba “deontológicamente correcto el ofrecimiento y uso por parte de los médicos de procedimientos no validados científicamente, siempre y cuando no provoquen daño al enfermo, no sean excusa para abandonar o no iniciar la práctica médica científica, se informe adecuadamente y se tenga el consentimiento del enfermo”.

En la APETP argumentan que esta situación es insostenible. “Hay manga ancha en el ámbito sanitario, algo que no pasa en otros sectores como la alimentación o la automoción. Aquí solo nos acordamos de las pseudoterapias cuando hay un muerto”, explica Cervera. “El problema no es la ley, no hay limbo legal, sino la falta de inspecciones y de voluntad para hacerlas cumplir”, añade.

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8. Pseudoterapias: los riesgos de tratamientos sin base científica.

FUENTE: Mallorca Diario

 

 

Entendemos como pseudoterapias aquellas prácticas que se ofrecen como actos médicos sin que esté demostrada científicamente su efectividad. Esta es la definición que se ofrece desde la Organización Médica Colegial (OMC), que advierte que estas falsas terapias, además de ser peligrosas, están proliferando hasta el punto de convertirse en una moda. Según la propia OMC, que ha creado un Observatorio para investigar, denunciar y luchar de forma activa contra todas las prácticas pseudocientíficas, son cada vez más frecuentes las noticias sobre víctimas de estas prácticas, algunas de ellas con consecuencias fatales, hasta el punto que desde el Ministerio de Sanidad aseguran estar “preocupados” por todos los productos que se venden “sin ninguna práctica científica”.

Según cuenta Laura Marquès en este artículo, publicado en Mallorca Diario, los Colegios Oficiales de Médicos de España lo tienen claro: este problema “afecta a un número cada día mayor de ciudadanos y está generando graves problemas para la salud, tanto personal como pública”. Mallorcadiario.com ha querido conocer el porqué del aumento en el número de enfermos que acuden a las pseudoterapias y cómo se lucha contra ellas desde las asociaciones médicas y científicas.

Cáncer y pseudoterapias

El pasado viernes 19 de octubre se celebró el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama y las pseudoterapias estuvieron muy presentes también este día. La Federación Española de Cáncer de Mama alerta de que las pseudoterapias “se están convirtiendo en una moda y en algunas mujeres en situación vulnerable, emocionalmente hablando, suponen un riesgo importante, ya que abandonan la medicación con el riesgo que eso supone para su salud”.

En el caso de pacientes oncológicos la mente juega un papel fundamental. “El cáncer es una enfermedad maldita con mucha implicación emocional en la cual el miedo a la muerte está muy presente. Es destructivo a nivel físico, pero también a nivel psicológico y siempre han existido esta especie de ‘chamanes’ que aprovechan esa debilidad a nivel emocional y psicológica para ofrecer esas pseudoterapias jugando con la esperanza de la gente”, alerta el médico psiquiatra Miguel Lázaro, que explica cómo funciona su metodología.

“En muchas ocasiones el curandero de turno les dice a esos pacientes que sólo con este tipo de terapias van a lograr la curación, esgrimiendo un relato totalmente montado para el engaño y con una narrativa a la que el paciente se agarra como a un clavo ardiendo; esto sucede, en la mayoría de casos, en pacientes oncológicos o que ya están desahuciados, y ocurre porque el paciente se dice: si la medicina no me cura quizá esto si lo logre. Ya no tienen nada que perder y acuden a la pseudociencia, tanto por miedo a la enfermedad como a los efectos secundarios de la medicación”.

Esta es una cuestión en la que han hecho hincapié el vicepresidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Álvaro Rodríguez-Lescure; la presidenta del Grupo de Investigación en Cáncer de Mama Solti, Eva María Ciruelos, y el vocal del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) José Ángel García Sáenz, que alertan de que “entre el 80 y 90 por ciento de las afectadas con cáncer de mama recurren a algo alternativo cuando les dan el diagnóstico”, apunta Rodríguez-Lescure, precisamente por esa vulnerabilidad que se siente cuando conocen que tienen esta patología. Aunque también asegura que ese porcentaje, “que puede llamar en un principio la atención, es justificable porque ese “algo” puede ser por ejemplo tomarse un zumo de limón con agua caliente en ayunas; se convierte en un problema cuando los pacientes, al seguir esa terapia alternativa, abandonan el tratamiento médico, lo que es gravísimo” pero también lo es cuando ésta interfiere con la medicación que le ha recetado el doctor.

Causas del aumento

El doctor Lázaro apunta a una de las posibles causas del aumento de casos. “Es evidente que hay un ‘flechazo’ y una fascinación por los tratamientos complementarios. Existe tal cantidad de información en internet sobre, por ejemplo, alimentos o complementos alimenticios –que no olvidemos que mueven muchísimo dinero– que es imposible hacerles frente. La publicidad que se les hace es mucha y la única forma es hablar mucho con el paciente, resolver sus dudas y darle toda la información que necesite. Si van a ir a internet para intentar resolver sus preocupaciones en relación al tratamiento de su enfermedad o el origen de la misma, deberíamos ser los médicos los que les ofreciésemos la información que requieran”.

El intrusismo en el sector médico propicia la aparición de estas pseudoterapias y desde la Organización Médica Colegial (OMC) no solamente rechaza estas prácticas con posiciones públicas avaladas por el Código Deontológico, de obligado cumplimiento para todos los médicos colegiados, sino que así lo viene manifestando a través de diversas declaraciones de su Asamblea General, habiendo creado además el Observatorio contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias para para investigar denunciar y luchar de forma activa contra los innumerables casos de prácticas engañosas y contrarias a la medicina científica.

En el reciente Congreso de Deontología Médica se anunció que, en el contenido del futuro Código Deontológico, actualmente en revisión, se negará una vez más la naturaleza médica de esas prácticas y procedimientos entre los que se destaca, entre otras, la homeopatía, reconociéndola sin fundamento, con altos riesgos y costes, así como generadora de confusión para muchos pacientes al ser calificada por algunos como “medicina alternativa”, aseguran desde la OMC, que afirman en un comunicado que “el médico que ejerza y aplique técnicas o terapias no reconocidas legalmente ni avaladas por la comunidad científica ni académica, tiene el deber de informar adecuadamente a sus pacientes de manera entendible y asumir, si es el caso, todas las obligaciones y responsabilidades jurídico legales, profesionales y deontológicas (CDM) que puedan derivarse y que marcan la actividad médica de la lex artis ad hoc y el Acto médico en sensu estricto”.

También la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), en una carta firmada por casi 400 expertos, pide a Sanidad que actúe contra ellas. Así, el vicepresidente de APETP, Emilio Molina, explicó recientemente que no es la primera vez que redactan una carta, manifiesto o similar alertando contra las pseudoterapias, pero que el problema es que “están proliferando y están fuera de control”.

Bulos, dietas milagro y homeopatía

Informaciones de prensa o incluso juicios penales han sacado a la luz en los últimos meses un creciente número de personas que han suspendido sus tratamientos contra el cáncer por “dietas milagro” que recomiendan curanderos con resultados mortales. El Ministerio de Sanidad anunció recientemente que había denunciado ante la Fiscalía la venta y promoción de clorito de sodio (MMS), un tipo de lejía usado para limpiezas industriales, como supuesto tratamiento contra el autismo.

Otro caso llamativo recogido en prensa es el de una mujer que sufrió heridas muy graves por la rotura de un ventrículo y un neumoperitoneo después de recibir un supuesto tratamiento médico naturista, consistente en punciones de tórax y la introducción de ozono por vía anal. El aumento de casos ha obligado a Sanidad a pronunciarse al respecto. La ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, señaló que el Gobierno “está preocupado” por los productos que se venden “sin ninguna base científica”.

Tras este último caso, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM) reiteró “su más absoluto rechazo a estas prácticas contrarias a la verdadera ciencia” e instó a las autoridades sanitarias españolas a que hagan un “pronunciamiento expreso” contra pseudoterapias y pseudociencias.

Una simple búsqueda en internet refleja la facilidad con la que pueden accederse a este tipo de tratamientos o información. También en librerías genéricas hay infinitud de libros con títulos como El cáncer no es una enfermedad, de Andreas Moritz, disponible en internet y que defiende que los tratamientos contra el cáncer convencionales “pueden ser fatales” y promete revelar “qué es realmente lo que causa el cáncer y cómo eliminar los obstáculos que impiden que el cuerpo se cure por sí mismo”.

Desde la ciudadanía también se intenta desmontar los bulos relacionados con pseudoterapias y, en este sentido, hace un año nació en España el observatorio “Salud Sin Bulos”, para combatir la proliferación de estas prácticas y unir a la comunidad científica y comunicadores para denunciar las noticias falsas que se propagan a través de redes sociales y páginas web. El coordinador de este observatorio, Carlos Mateos, asegura que estos bulos son “bastante obvios” para los sanitarios, pero no tanto para el paciente, por lo que es imprescindible tener más información y responder de manera rápida contra ellos, que, además, “se posicionan muy bien” en internet. “Nuestro objetivo es unir a todos: asociaciones de pacientes, colegios médicos, periodistas, contra una causa común: los bulos de salud”, afirmó Mateos, quien reconoce que el cáncer es la enfermedad sobre la que existen más bulos, por el miedo que causa y el desconocimiento que existe sobre los mecanismos que la provocan.

Pero, ¿cómo contrarrestarlo? El doctor Lázaro hace autocrítica apunta a la escucha activa del paciente, a tener más tiempo para ellos y a involucrarse en la relación con el paciente. “Para contrarrestarlo desde los servicios médicos se debería dar más información y se debería escuchar más al paciente para averiguar cuáles son sus miedos, porque, en muchas ocasiones, hay una ‘deshumanización’ en el contacto con el enfermo y debemos asumir esa parte de ‘culpa’ y plantearnos cuál es la relación que tenemos con el paciente. Los pacientes que acuden a estas terapias ‘alternativas’ presentan un cuadro de origen psicosomático en los que influyen muchísimo los aspectos emocionales de la enfermedad y esta especie de ‘chamanes’ se caracterizan por ejercer una escucha activa durante el tiempo que sea necesario, con lo que el paciente se siente, de alguna forma, más respaldado; es una especie de efecto placebo”, alerta.

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9. Dos estudiantes españoles inventaron una pseudoterapia para demostrar su fácil difusión.

FUENTE: El Periódico

 

 

Fernando Cervera y Mariano Collantes eran estudiantes de Biología cuando, por primera vez, escucharon hablar del biomagnetismo médico, una pseudoterapia cuyo máximo representante es el mexicano Isaac Goiz, quien asegura haber curado el cáncer y el sida con imanes. Corría el año 2009, según explica Beatriz Pérez en El Periódico. Estos jóvenes valencianos contactaron con un practicante de biomagnetismo y lo retaron a que mostrara alguna publicación científica que diera datos favorables sobre aquella terapia. “Nos dio algunas referencias a universidades donde, supuestamente, se impartían clases de biomagnetismo. Pero eran datos falsos”, relata Cervera, quien, indignado en una discusión en un foro de internet, comparó esas “estafas” con el hecho de “embotellar mierda humana y venderla prometiendo curas milagrosas”.

De aquí parte el germen del libro El arte de vender mierda. El fecomagnetismo, la homeopatía y otras estafas (Laetoli, 2014), escrito por el propio Cervera. La obra narra la historia (real) de la consumación de un gran engaño: la invención, por parte de él y de Collantes, del fecomagnetismo, una 'medicina alternativa' que supuestamente mezclaba restos fecales que, diluidos mediante técnicas homeopáticas, curaba diferentes “males” humanos. No especificaron cuáles eran estos males, pero no hizo falta: terapeutas, enfermos, revistas e incluso políticos dieron por auténtica esta gran broma. O gran farsa. El arte de vender mierda es, en primera instancia, un relato sobre la absoluta falta de control que existe en el mundo de las pseudoterapias.

En su estrambótico chiste (que arrancó con la creación de una web sobre fecomagnetismo), estos dos jóvenes repararon en que si querían “parecer” pseudocientíficos había que hacer varias cosas: criticar la ciencia moderna, inventarse ramas inexistentes de la ciencia, ofrecer testimonios (falsos) de personas curadas y relacionar la pseudociencia con otras mejor asentadas, como por ejemplo la homeopatía o el biomagnetismo. Además, buscaron nombres para los doctores impulsores del fecomagnetismo: Hugh Nielsen y Leslie Laurie. Era un homenaje a los actores Hugh Laurie de la serie House y Leslie Nielsen, de la película ¡Aterriza como puedas!

Cervera y Collantes también le proporcionaron un pasado falso al fecomagnetismo: buscaron, como la inmensa mayoría de las pseudoterapias, antecedentes históricos, prácticas ancestrales, culturas milenarias que lo habían practicado. A partir de aquí, y tras promocionarse en otros blogs de pseudociencia, decidieron esperar. Pronto comenzaron a recibir mensajes de gente que se había tragado que el engaño.

No contestaron a nadie, hasta que una mujer se puso en contacto con ellos a través de un mensaje preocupante: “Agradezco información para el tratamiento de frustración, agresividad, cambios de humor, hiperactividad y dolor de cabeza de mi marido. Necesitamos algo a lo que agarrarnos, pues estamos desesperados y tenemos dos hijos pequeños que lo están pasando muy mal”. Para Cervera y Collantes, ésta fue la prueba definitiva del elevado grado de desesperación del cual se sirven los pseudocientíficos para aprovecharse de la gente. Ellos le aconsejaron ir a un médico y su broma se convirtió en una crítica a la permisividad social que hay en torno a las terapias alternativas.

Una actividad con ánimo de lucro

Los jóvenes, relata el libro, se pusieron en contacto con la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales para preguntarles sobre el fecomagnetismo y otras “estafas conocidas”. Les respondió Lourdes Ciuró, diputada del PDECat en el Congreso y entonces portavoz adjunta de la comisión. “Ciuró se mostraba firmemente convencida de que las terapias alternativas debían estar al mismo nivel que la medicina científica, y de hecho llegó a decir literalmente que tendrían que estar financiadas por la seguridad social –recoge el libro–. Y dijo, de forma literal, que el 'uso de la homeopatía no tiene la predicación que debería entre la ciudadanía, ya que la gente se deja influir por falsos mitos como el del efecto placebo'“. En respuesta a este diario, ha puntualizado que “se trata de un tema de hace muchos años”, en que se mostró “a favor de la homeopatía, no de las terapias alternativas en general” y sostuvo que “no vería mal que la homeopatía se reconociese como de hecho se hace en Francia”.

Las andazas de Cervera y Collantes, que quisieron comprobar cuán lejos puede llegar una estafa, incluyen numerosas anécdotas, entre las que destaca la primera oferta formal para distribuir el fecomagnetismo en Sudamérica por parte de Andrés Zuno, uno de los grandes difusores de la homeopatía y las pseudociencias en México que incluso aceptó que Hugh Nielsen le escribiera el prólogo de su próximo libro.

Los jóvenes fueron invitados a participar en la Feria Esotérica de Madrid en 2013, donde impartieron una conferencia sobre fecomangestimo. Según recoge El arte de vender mierda, varios blogs y revistas 'online' (entre las que destaca la plataforma 'on line' Saludae, referente de las terapias alternativas) se mostraron abiertas a publicar su terapia. En otras, como Biomanantial pudieron publicar su terapia pagando 175 euros. “Habíamos demostrado que no existía ningún mecanismo de control sobre qué se publicaba en las páginas de terapias alternativas, ya que si tenías dinero podías llegar a obtener el reconocimiento de páginas y revistas que, en teoría, eran especialistas en el sector”, escribe Cervera en el libro. Según él, en España “existe poca tradición de ver a la ciencia como parte de la cultura básica, y ese es uno de los problemas que hacen que las pseudociencias campen a sus anchas”.

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10. “La homeopatía es una religión que mueve millones de euros”.

FUENTE: Libre Mercado

 

 

Médicos, científicos y biólogos españoles se han unido para declarar la guerra a la homeopatía y a cualquier tratamiento que se ofrezca en farmacias y no cuente con aval científico. En una carta abierta a la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, firmada por cincuenta investigadores de España, los expertos han querido comunicar a la sociedad el peligro subyacente detrás de estos métodos para los pacientes. Lo cuenta Elena Berberana en el medio digital Libre Mercado.

La polémica no ha tardado en desatarse. En España, 15.000 farmacias recogen en sus expositores productos homeopáticos, según la Federación Española de Médicos Homeopáticos. Por su parte, la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) tiene un objetivo claro: “Sacar todo lo que sea homeopático de las farmacias”. Sin embargo, la ministra de Sanidad ya ha anunciado que el Gobierno socialista no va a modificar ninguna ley, y por ahora, las farmacias podrán seguir dispensando este tipo de tratamientos, recordando al usuario que “no cuentan con demostración científica”.

Hay que tener en cuenta que la venta de medicamentos homeopáticos se encuentra regulada en España por la ley del medicamento (Ley 29/2006 de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios). Por tanto, serán los establecimientos farmacéuticos los que pueden ofrecer este tipo de medicina, descartándose los herbolarios porque, en ese caso, se estaría incurriendo en un delito. En base a la legislación, son las propias farmacias las que pueden decidir si deciden ofrecer homeopatía o no. Pero, la APETP cree que los medicamentos homeopáticos deben salir de las farmacias ya que “desde el punto de vista científico no está probada la eficacia”, asegura Elena Campos, presidenta de la APETP y doctora en biomedicina.

“Hay un gran riesgo de que los pacientes abandonen terapias efectivas. Algunas pseudoterapias pueden tener efectos negativos sobre la salud. Suelen producir daños económicos o morales en los pacientes”, desvelan desde la APETP. “Tenemos decenas de casos de pacientes afectados por la homeopatía”, confiesan las fuentes consultadas. Sin embargo, y a pesar de que la oposición de la gran parte de la comunidad científica que califica la homeopatía de “artes mágicas y terapias falsas”, la industria sigue en pie, vivita y coleando. ¿Por qué?

“Es una nueva religión”

Isidoro Martínez, director del proyecto Qué Mal Puede Hacer, portal web creado para informar y prevenir a pacientes susceptibles de la toma de los medicamentos sin eficacia probada, pone de manifiesto que “la homeopatía es una religión que mueve millones de euros pero nosotros no buscamos ilegalizarla, ni su prohibición. Sólo queremos sacarlas de las farmacias porque se le otorgan a estos medicamentos un halo de credibilidad científica que no tienen”, apunta Martínez.

En la misma línea va el comunicado circunscrito por los especialistas en ciencias médicas quiénes alegan que en el documento que “en los últimos años existe un auge de las pseudociencias y de las terapias mágicas, más comúnmente conocidas como terapias alternativas o terapias complementarias. La proliferación de estas mal llamadas terapias está poniendo en riesgo médico a un grupo de población especialmente vulnerable, aparte de estar esquilmando los recursos económicos de sus adeptos”, recogen en el informe.

Las muertes de Rosa Morillo y Mario Rodríguez, enfermos de cáncer que abandonaron su tratamiento con quimioterapia por métodos pseudocientíficos, han provocado la indignación y el rechazo público de buena parte del gremio sanitario. “Lo peor es que hay médicos colegiados que han llegado a recomendar a sus pacientes que se sometan a tratamientos que sólo están compuestos de agua y azúcar”, aluden desde la APETP. Asimismo, el fundador de Qué Mal Puede Hacer, declara que “la homeopatía es inocua y su éxito radica en que el efecto placebo que produce al enfermo”.

Por su parte, la Federación de Médicos Homeópatas en España (Femh.org), se defienden de los ataques garantizando que sí curan y trasladan un listado de patologías médicas que son tratadas por la homeopatía con éxito: alergias, dermatitis, rinitis, asma, fibromialgia, diarrea infantil, migrañas, colon irritable y hasta el trastorno de hiperactividad (TDAH). Pero Martínez señala que “tan sólo consiguen una leve mejoría porque el paciente psicosomatiza lo que el prospecto o el homeópata le augura”. Además añade que como religión que es, “la curación a través de estas bolitas azucaradas se base en pura fe en el medicamento”.

Más allá de la confrontación entre homeópatas, científicos y pacientes a favor o en contra de su uso, se encuentra en los datos. Con las cifras en la mano, quizás la situación no sea tan límite como describen asociaciones como la APETP. El caso es que los españoles no son muy amantes de las terapias alternativas como la homeopatía. Pese a que la industria resiste, según el último barómetro del CIS, tan sólo el 5 % de pacientes compran y prueban la homeopatía. El interés por estos productos ha caído en picado desde el 2011 hasta la actualidad en un 70 %.

Los principales laboratorios en España, Boiron, Heel y DHU Ibérica han resentido en sus cuentas este cambio de actitud de los pacientes que prefieren las herboristerías y productos naturales o la medicina convencional a la homeopatía. Hasta un 15 % han caído los ingresos de los proveedores: de 51 millones de euros anuales, el negocio ha decrecido hasta los 43 millones en 2016, según el Registro Mercantil.

“De seguir estos cauces, la prohibición será innecesaria, las propias farmacias retirarán estos medicamentos de sus mostradores ya que no será rentable para nadie, arguye Federico Ruibal, auxiliar de farmacia. “La gente apenas pregunta por estos medicamentos y nosotros cada vez tenemos menos en las estanterías. Ya todo el mundo está muy informado con el doctor Google”, sentencia el dependiente.

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