IGLESIA | Honduras - migrantes y refugiados

 

Red Clamor pide proteger los derechos de los migrantes de Honduras

 

Las organizaciones de la Iglesia católica de América Latina y el Caribe, reunidas en el "Red Clamor", que se ocupa de temas como la migración y la trata de personas, solicita que se protejan los derechos de los migrantes que integran la caravana humana en dirección a los Estados Unidos.

 

 

26 octubre 2018, 14:02 | Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano


 

 

"La movilidad humana debe ser considerada un derecho fundamental, razón por la cual rechazamos cualquier forma de criminalización y violencia contra las personas que emigran”. Esta es la declaración que abre el documento distribuido por las organizaciones de la Iglesia católica de América Latina y el Caribe, reunidas en la Red Clamor, que se ocupa de la migración, los refugiados y la trata de personas; ante la compleja realidad que vive la caravana de hondureños y otros migrantes centroamericanos que se dirigen actualmente a los Estados Unidos.

El texto recuerda que la mayoría de estas personas abandonan lacras sociales como la pobreza, exclusión, creciente inseguridad y desconfianza en las instituciones; enfrentándose durante el viaje a duras situaciones que "atentan contra sus derechos fundamentales y, no pocas veces, contra sus propias vidas".

 

Respetar la dignidad de los migrantes

Según informa la agencia de noticias Fides, por esta razón, las organizaciones de la Red Clamor presentan una serie de peticiones a los gobiernos de los países por los que atraviesa la caravana, entre ellos Estados Unidos:

«Respetar la integridad física, emocional y psicológica de las personas que emigran; tener en cuenta su individualidad; promover iniciativas para proteger sus derechos y defenderlos de cualquier forma de violencia, abuso o explotación; garantizar una migración "segura y ordenada", para que todos puedan ejercer su derecho a la migración, tal y como se establece en los tratados internacionales; así como garantizar los servicios de salud y seguridad en las carreteras recorridas por los emigrantes y prestar especial atención a la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en la caravana».

 

Llamamiento a la hospitalidad y solidaridad

Por otra parte, Red Clamor lanza un llamamiento al presidente de México, Enrique Peña Nieto, para que garantice que los miembros de la caravana "no sean víctimas de malos tratos, violencia y criminalización"; y también a la población de los países atravesados, "para que muestren hospitalidad y solidaridad, evitando cualquier forma de discriminación".

 

“La mayoría de estas personas abandonan situaciones de pobreza, exclusión, desencanto social, creciente inseguridad y desconfianza en las instituciones, enfrentándose durante el viaje a duras situaciones que atentan contra sus derechos fundamentales y, no pocas veces, su vida”

 

Asimismo, los firmantes del documento apoyan las solicitudes presentadas por diversas organizaciones a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) "para asignar medidas cautelares a favor de las personas y familias que conforman la caravana de migrantes centroamericanos y de las personas que los asisten en su recorrido".

 

Construir una migración más humana

Agradecen, además, a las comunidades parroquiales, a los religiosos, religiosas, y a Caritas, que han ido al encuentro de los hermanos y hermanas migrantes, "prestando atención humanitaria, a través de diferentes formas de solidaridad".

 

“Los firmantes piden garantizar una migración segura y ordenada, para que todos puedan ejercer su derecho a la migración, tal y como se establece en los tratados internacionales”

 

Y por ello, lanzan un apelo a quienes viven en las comunidades que se encuentran en el trayecto de la ruta de la caravana, para que se pongan en contacto con las Casas del Migrante, que son más de 80 en México; o con las parroquias, ofreciendo "su tiempo, sus manos, sus capacidades, su deseo de construir una migración más humana o de encontrarse con el Señor Jesús, presente en cada hermano y hermana que emigra".

Finalmente, extienden una invitación "a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, especialmente a los cristianos; a contribuir mediante la solidaridad activa y la oración por todos los que sufren las consecuencias de la crisis migratoria.