Servicio diario - 21 de octubre de 2018


 

Ángelus: "El antídoto", cuando el "celo apostólico" está "contaminado por el espíritu del mundo"
Raquel Anillo

Ángelus: Anunciando el Evangelio, con los jóvenes
Anita Bourdin

España: Beatificación de Tiburcio Arnáiz Muñoz en Málaga
Redacción

Comparte la Iniciativa de Viaje: El Papa agradece a Caritas Internationalis
Anita Bourdin

Colombia: Visita del presidente Iván Duque Márquez
Anita Bourdin

Sínodo 2018: Informes de los Círculos Menores de lengua hispana
Redacción

Vietnam: El Señor Truong Hoa Binh recibido en audiencia privada por el Papa Francisco
Anita Bourdin

San Juan Pablo II, 22 de octubre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

21/10/2018-14:29
Raquel Anillo

Ángelus: "El antídoto", cuando el "celo apostólico" está "contaminado por el espíritu del mundo"

(ZENIT — 21 octubre 2018).- "El camino del amor siempre está" en pérdida "porque amar significa dejar de lado el egoísmo, la auto-referencia, para servir a los demás", recuerda el Papa Francisco.

De acuerdo con su costumbre, el Papa comentó el Evangelio este domingo 21 de octubre de 2018, antes del Ángelus, en la Plaza de San Pedro, frente a unas 20,000 personas.

Señaló que, a menudo, el celo apostólico puede ser "contaminado" por "el espíritu del mundo", el "interés profesional", y ha indicado "el antídoto" en el "servicio" de los demás.

Aquí está nuestra traducción, del italiano, del comentario del Papa Francisco.

AB

 

Palabras del Papa Francisco ante el Angelus.

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

La página del Evangelio de hoy (cf. Mc 10, 35-45) describe a Jesús que, una vez más y con gran paciencia, trata de corregir a sus discípulos convirtiéndolos de la mentalidad del mundo a la de Dios. La ocasión surge de los hermanos Santiago y Juan dos de los primeros que Jesús encontró y les pidió que lo siguieran. Ya han recorrido un largo camino con él y pertenecen al grupo de los doce apóstoles.

Por lo tanto, mientras se dirigen a Jerusalén, donde los discípulos esperan ansiosamente que Jesús, con motivo de la Pascua, finalmente establezca el Reino de Dios, los dos hermanos se vuelven valientes y le dirigen su petición al Maestro: "Concédenos que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda cuando estés en tu gloria"(v. 37).

Jesús sabe que Santiago y Juan están animados por un gran entusiasmo por él y por la causa del Reino, pero también sabe que sus expectativas y su celo están contaminados por el espíritu del mundo. Por lo tanto, responde: "No sabéis lo que estás pidiendo" (v. 38). Y mientras hablaban de "tronos de gloria" sobre los cuales sentarse junto a Cristo Rey, Él habla de pasar la prueba que él pasará por una copa por beber y de un "bautismo" para ser recibido, es decir, habla de su pasión y muerte. Santiago y Juan, siempre anhelando el privilegio esperado, dicen además: sí, "podemos".

Pero, incluso aquí, realmente no se dan cuenta de lo que dicen. Jesús anuncia que su copa la beberá y su bautismo lo recibirán, es decir, ellos también, como los otros apóstoles, participarán en su cruz, cuando llegue el momento. Sin embargo — concluye Jesús — "eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concedérselo; es para aquellos para el cual ha sido preparado "(v.40). Cómo decir: ahora síganme y aprendan el camino del amor "en una pérdida", y el Padre celestial pensará en ello, el camino del amor siempre es en pérdida porque amar significa dejar de lado el egoísmo, la autoreferencialidad para servir a los demás.

Entonces, Jesús se da cuenta de que los otros diez apóstoles están enojados con Santiago y Juan, demostrando así que tienen la misma mentalidad mundana. Y esto le permite darles una lección que vale para los cristianos de todos los tiempos, incluso para nosotros. Él dice: "Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre vosotros; al contrario el que quiera ser grande entre vosotros que sea su servidor, y el que quiera ser el primero de vosotros que sea el esclavo de todos "(v. 42), es la regla del cristiano.

El mensaje del Maestro es claro: mientras los grandes de la Tierra se construyen "tronos" para su propio poder, Dios escoge un trono incómodo, la cruz, desde donde reina dando la vida: "Así como el Hijo del Hombre — dice Jesús — que no ha venido a que le sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos"(v. 45).

El camino del servicio es el antídoto más eficaz contra la enfermedad de la búsqueda de los primeros lugares, es la medicina para los trepadores en esta búsqueda de los primeros lugares que contagia a tantos contextos humanos y que no ahorra ni siquiera a los cristianos ni al pueblo de Dios, ni siquiera a la Jerarquía Eclesial.

Por lo tanto, como discípulos de Cristo, acojamos este Evangelio como una llamada a la conversión, para testimoniar con valor y generosidad una Iglesia que se inclina a los pies de los últimos, para servirles con amor y sencillez. Que la Virgen María, que se adhirió plenamente y humildemente a la voluntad de Dios, nos ayude a seguir con alegría a Jesús en el camino del servicio, el camino principal que conduce al Cielo.

 

 

21/10/2018-14:04
Anita Bourdin

Ángelus: Anunciando el Evangelio, con los jóvenes

(ZENIT — 21 octubre 2018).- "Celebramos hoy el Día Mundial de las Misiones, con el tema" Con los jóvenes, llevemos el Evangelio a todos". "Junto con los jóvenes, es el camino" Dice el Papa Francisco.

El Papa habló sobre este Día Mundial y el tema de su mensaje después del Ángelus del domingo 21 de octubre de 2018, en la Plaza de San Pedro.

El Papa hizo el enlace con el sínodo sobre "los jóvenes, la fe y el discernimiento de las vocaciones" (3-28 de octubre de 2018): "Y esta es la realidad que, gracias a Dios, vivimos estos días. En el Sínodo dedicado a ellos: al escucharlos y al involucrarlos, descubrimos muchos testimonios de jóvenes que han encontrado el significado y la alegría de vivir en Jesús. Y a menudo, lo conocían gracias a otros jóvenes, ya involucrados en su compañía de hermanos y hermanas que es la Iglesia".

El Papa ha invitado a hacer como ellos para que "las nuevas generaciones no se pierdan el anuncio de la fe y el llamado a colaborar en la misión de la Iglesia".

El Papa invitó a más de 20.000 personas presentes a orar con él por los misioneros que dejan sus familias y su país para levar el Evangelio lejos de su casa: "Pienso en muchos cristianos, hombres y mujeres, laicos, personas consagradas, sacerdotes, obispos, que han pasado su vida y todavía la están pasando lejos de su tierra natal para proclamar el Evangelio. A ellos nuestro amor, nuestra gratitud y nuestra oración. Recemos por ellos un "Ave María".

© Traducción ZENIT, Raquel Anillo

 

 

21/10/2018-12:35
Redacción

España: Beatificación de Tiburcio Arnáiz Muñoz en Málaga

(ZENIT — 21 oct. 2018).- El 20 de octubre de 2018, el Cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, presidió en laCatedral de Málaga (España) la ceremonia de beatificación de Tiburcio Arnáiz Muñoz, sacerdote de la Compañía de Jesús.

Arnáiz nació en Valladolid el 11 de agosto de 1865. Fue ordenado sacerdote el 20 de abril de 1890, y desde 1893 fue párroco en Villanueva de Duero hasta al menos 1896. Se unió a los jesuitas el 30 de marzo de 1902.

En 1911 estuvo en Málaga donde se dedicó a atender a los pobres y necesitados. Pronto se preocupó por aquellos que viven en granjas y en otras zonas rurales, aunque también pasó algún tiempo en Loyola.

Cofundó en 1922 los Misioneros de las Parroquias Rurales, junto a la Sierva de Dios María Isabel González del Valle Sarandeses, a quienes había conocido. Esta organización sería útil para el sacerdote en su compromiso inquebrantable con el bienestar moral y cultural de los pobres, con un énfasis adicional en aquellos que vivían en áreas remotas y rurales.

En junio de 1926, cayó enfermo al predicar la novena para el Sagrado Corazón de Jesús. Sufrió una fiebre alta y le enviaron un coche para llevarlo a su residencia donde estuvo recluido en cama y pronto se le diagnosticó. Murió a causa de esto un mes después, sus restos fueron enterrados en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en Málaga, después de que sus compatriotas jesuitas obtuvieran un permiso especial para hacerlo.

Sigue la homilía pronunciada por el cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos durante la santa misa de beatificación de Tiburcio Arnaiz Muñoz, celebrada esta mañana en Málaga (España).

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Homilía del cardenal Angelo Becciu

"Todo aquel que se declare por mí ante los hombres, también el Hijo del hombre se declarará por él ante los ángeles de Dios" (Lc 12,8).

Queridos hermanos y hermanas,

Estas palabras que hemos escuchado en el Evangelio nos recuerdan nuestra responsabilidad de ser testigos de Jesús. Mientras estaba rodeado por la multitud que lo seguía, Jesús, antes de hablar a las miles de personas, se dirige a sus discípulos y les recuerda un hecho que sucederá al final de los tiempos: el juicio final. Este será pronunciado por Dios Padre, juez justo, rodeado de ángeles, y en la presencia decisiva del Hijo del hombre. Este no es otro que el mismo Jesús. Él, mientras habla a los discípulos, es consciente de que el Padre lo ha destinado a actuar como el Hijo del hombre en el último día, cuando desempeñará la función de abogado de los justos, es decir, aquél que tiene el poder de decidir por cada persona ante el tribunal de Dios. Y esto es lo que sucederá: el que sea reconocido por Él se salvará; quien no sea reconocido por Él será condenado. La intervención del Hijo del hombre en nuestro favor dependerá de un hecho preciso: ¿hemos reconocido o no a Jesús en el curso de nuestra vida? Reconocerlo o negarlo en este mundo será decisivo para nuestro destino final. La posición que asumamos ante Cristo será decisiva para nuestro destino eterno; todo se jugará en dos palabras: "me reconocerá" o "me negará".

Reconocer a Cristo significa no tener el temor de declararse cristianos, siendo testigos de su Evangelio y de los valores en él contenidos. Negar a Cristo significa rechazar tanto a Él como a su enseñanza de vida, de amor, de justicia, de paz, de fraternidad. Es más, ¡negar a Cristo significa no haber experimentado su amor!

Y el reconocimiento de Jesús debe hacerse "ante los hombres", es decir, públicamente; de hecho, poco antes él mismo había recordado: "lo que digáis al oído en las recámaras se pregonará desde la azotea" (Lc 12,3). El amor de Dios que ha tocado nuestros corazones en algún momento de nuestra vida debe brotar y volverse efusivo y operativo. Si se secara, todo perdería color, sentido, luz. Seríamos como sarmientos separados de la vid, que únicamente sirven para ser arrojados al fuego.

La fe profesada con los labios debe manifestarse en una actitud de amor total hacia el mundo y hacia las realidades que nos rodean. El creyente está llamado a ser presencia viva y penetrante del Evangelio en el tejido cultural y social en el que vive. En este sentido, el Santo Padre Francisco afirmó: "Recordémoslo bien todos: no se puede anunciar el Evangelio de Jesús sin el testimonio concreto de la vida. Quien nos escucha y nos ve, debe poder leer en nuestros actos eso mismo que oye en nuestros labios" (Homilía en la Basílica de San Pablo Extramuros, 14 de abril de 2013).

El beato Tiburcio Arnaiz Muñoz, con el intenso sabor de su fiel testimonio del Evangelio hasta el heroísmo, supo impregnar de la doctrina de Cristo el ambiente en el que vivió, contribuyendo así a la misión de la Iglesia en el mundo. Con su vida, marcada por las buenas obras, nos ofrece un claro ejemplo de fe sincera y profunda, enriquecida por el sentido de la presencia de Dios y por la disposición a conformar su existencia con la voluntad divina. El intenso y fructífero ministerio apostólico de este celoso sacerdote e hijo espiritual de San Ignacio de Loyola se ejerció sobre el fundamento de la fe y de la caridad, todo orientado a la edificación de las almas y a la salvación de quienes fueron objeto de su cuidado pastoral. Su vivaz y cálida predicación se convirtió en un motivo decisivo para la conversión de muchos, especialmente durante las misiones populares, a través de las cuales llevaba a cabo una intensa y fructífera evangelización y promoción social.

Él fue un pastor según el corazón de Cristo y un misionero de la fe y de la caridad. Fue el típico ejemplo del "pastor con olor a oveja", como hoy diría el Papa Francisco. Fue un intrépido heraldo del Evangelio, especialmente entre los más humildes y olvidados de los llamados "corralones", los barrios más pobres y también más hostiles a la Iglesia de Málaga, consumiendo su vida por el prójimo, sostenido por un gran amor a Dios. Él encontró el valor fundamental de su vida sacerdotal y religiosa precisamente en el don de sí mismo y en el ferviente ministerio de la Palabra. De este rasgo esencial de su fisonomía pastoral hizo partícipes a un grupo de fieles laicas, comprometidas con la catequesis en las zonas rurales, que aún hoy, reunidas en la sociedad de vida apostólica de las Misioneras de las Doctrinas Rurales, realizan un apreciable apostolado.

¿De dónde provenía todo este ardor apostólico del Beato Tiburcio Arnaiz Muñoz? De una vida espiritual intensa, que encontró su culmen en la oración y en la Eucaristía: precisamente de aquí él obtenía la fuerza para poder gastarse sin reservas en el ministerio sacerdotal. Esta unión con el Señor, fruto de la fe, era la razón de su esperanza y se manifestaba después en el amor a los demás. En el encuentro orante con Cristo, corazón con corazón, él fue madurando poco a poco en ese conocimiento del Señor (Ef 1,17), al que nos invitaba San Pablo en la segunda lectura, obteniendo así un "espíritu de sabiduría" (ibíd.) a través del cual formaba y guiaba las conciencias en la incansable actividad del confesionario, punto de referencia en la Iglesia del Corazón de Jesús para los penitentes de Málaga y de otros lugares, de la dirección espiritual, de los retiros y, sobre todo, de los Ejercicios espírituales predicados a personas de todas las clases sociales.

Queridos hermanos y hermanas: ¿cuál es el mensaje que el Beato Tiburcio Arnaiz Muñoz ofrece a la Iglesia y a la sociedad de hoy? Él representa para todos nosotros, singularmente para los sacerdotes y las personas consagradas, el ejemplo del hombre que no se conforma con lo ya conquistado sino que, siendo dócil a las exigencias del espíritu, se propone entregarse a Dios con mayor radicalidad. De aquí nace su decisión de ingresar en la Compañía de Jesús tras doce años de ministerio diocesano. Él respondió al amor de Dios a través de una creciente entrega en el ministerio y en el amor por los últimos, los descartados. ¡Cuánta necesidad hay, en nuestros días, de abrir el corazón a las necesidades espirituales y materiales de tantos hermanos nuestros, quienes esperan de nosotros palabras de fe, de consuelo y de esperanza, así como gestos de atenta acogida y de generosa solidaridad!

Presentar a Tiburcio Arnaiz Muñoz, hoy, a la Iglesia, significa reafirmar la santidad sacerdotal, pero sobre todo supone dar a conocer a un ministro de Dios que hizo de su existencia un camino constante, luminoso y heroico de total entrega a Dios y a los hermanos, especialmente los más débiles. Él se sentía corresponsable de los males espirituales y morales, así como de las heridas sociales de su tiempo y era consciente que no podía salvarse sin salvar a los otros.

Esta asunción de responsabilidad, esta madurez de fe, este estilo de presencia sacerdotal y cristiana en el mundo, son también necesarios en el actual contexto eclesial y social, el cual tiene extrema necesidad de la presencia y del compromiso de sacerdotes, de personas consagradas y de fieles laicos que sepan testimoniar con coraje y firmeza, con entusiasmo e ímpetu, su mismo sentirse con Cristo, en Cristo y por Cristo, convirtiéndose en testigos creíbles del Evangelio.

El nuevo Beato representa para la Iglesia de hoy un modelo que estimula a vivir de Cristo, al tiempo que para toda la sociedad supone una antorcha capaz de iluminar la historia de nuestros tiempos.

Que su ejemplo nos acompañe y su intercesión nos sostenga. Por eso le invocamos: ¡Beato Tiburcio Arnaiz Muñoz, ruega por nosotros!

© Librería Editorial Vaticano

 

 

21/10/2018-15:38
Anita Bourdin

Comparte la Iniciativa de Viaje: El Papa agradece a Caritas Internationalis

(ZENIT — 21 octubre 2018).- El Papa Francisco alienta la iniciativa de Cáritas Internationalis para conocer y comprender mejor a los migrantes, durante la iniciativa "Compartir viaje"- "Share the Journey".

El Papa luego publicó en su cuenta de Twitter @Pontifex, esta invitación: "Únase a nosotros en Cáritas para hacer un millón de kilómetros con los migrantes y refugiados. Todos estamos en el camino a Emaús, llamados a mirar el Rostro de Cristo. #sharejourney".

Después del Ángelus, el Papa saludó a un grupo que participó en esta iniciativa en Roma, con el Cardenal Tagle, este domingo, 21 de octubre de 2018, diciendo: "Dirijo un pensamiento especial al grupo de Cáritas Internationalis, dirigido por el presidente, el cardenal Luís Antonio Tagle, con algunos obispos y personas de diversos países del mundo".

Se trata de "transformar la relación con los migrantes, explicó el Papa: "Habéis hecho una breve peregrinación a Roma para expresar el deseo de caminar juntos y así conocernos mejor. Animo esta iniciativa de "compartir el viaje", que se promueve en muchas ciudades y puede transformar nuestra relación con los migrantes. Muchas gracias a Cáritas!"

Y les deseo a todos un buen domingo. Por favor, no os olvidéis de orar por mí. Buen almuerzo y adiós ", concluyó el Papa.

El cardenal Luis Tagle, presidente de Caritas Internationalis, llama a los cristianos a "luchar contra el odio y el miedo" con una "marcha" de un millón de kilómetros con migrantes y refugiados, dice una declaración de Cáritas, este 17 de octubre de 2018.

 

Una peregrinación mundial

El Cardenal Tagle lanzó esta "peregrinación global" titulada "Comparte el viaje" el próximo domingo 21 de octubre en Roma caminando junto a migrantes y refugiados.

La campaña Share the Journey, lanzada por el Papa Francisco, tiene como objetivo acercar las comunidades a los migrantes y los refugiados mediante la organización de espacios y oportunidades para la "cultura del encuentro".

"El gran desafío en este momento de divisiones agudas es enfrentar la retórica del miedo y el odio con acciones de amor, bondad y misericordia, como las propuestas en nuestra campaña 'Compartir el viaje". dijo el cardenal Tagle.

 

Miedo y esperanza

"Si las guerras y la pobreza en el mundo de hoy te hacen sentir impotente, recupera tu poder conectándote con migrantes y refugiados que huyen de otros países y escucha sus historias. "Caminando juntos y hablando, reconocemos a una hermana, un hermano, un vecino y a nosotros mismos", dijo el Presidente de Caritas Internationalis.

El Cardenal filipino ha invitado a "dar un paso": "Nos damos cuenta de que, aunque nuestro mundo parece estar unido por el miedo en este momento, también lo estamos con la esperanza de una vida mejor y un futuro pacífico". El cambio en nuestros corazones y comunidades comienza con la decisión de dar un paso sencillo con los migrantes y los refugiados".

La marcha en Roma es uno de los muchos eventos organizados en todo el mundo, dice Cáritas. Las organizaciones de Cáritas en Chile, Nueva Zelanda, Canadá, el Reino Unido y los Estados Unidos ya han comenzado a caminar con migrantes y refugiados. Muchos más están planeando peregrinaciones en los próximos seis meses. Existen organizaciones nacionales de Cáritas en más de 160 países alrededor del mundo.

 

Para entender

El mismo Papa Francisco lanzó la campaña "Compartir el viaje" en septiembre de 2017 y dijo: "La esperanza es la fuerza que nos impulsa a compartir nuestro viaje, porque este viaje se realiza de manera conjunta: por aquellos que vienen a nuestra tierra y para nosotros que vamos hacia sus corazones, para comprenderles, para comprender su cultura, su idioma".

La Marcha Mundial es la última iniciativa unificada promovida como parte de esta campaña de dos años. En junio de 2018, por ejemplo, las organizaciones Cáritas del mundo entero han organizado comidas compartidas con migrantes y refugiados en sus comunidades, siempre según la misma fuente.

© Traducción ZENIT, Raquel Anillo

 

 

21/10/2018-13:06
Anita Bourdin

Colombia: Visita del presidente Iván Duque Márquez

(ZENIT — 21 octubre 2018).- El presidente de la República de Colombia, Iván Duque Márquez, de 42 años, elegido el 27 de junio por un período de cinco años, será recibido en el Vaticano por el Papa Francisco el próximo lunes 22 de octubre de 2018, dijo la Santa Sede.

El presidente anunció su viaje el pasado 6 de septiembre, un año después del viaje del Papa a su país, para "dialogar sobre el país y "consolidar la paz en todo el territorio", pedir al Papa su bendición de cara a la unidad y reconciliación en su país.

El Papa hizo un viaje a Colombia (6 al 11 de septiembre) 2017 un año después del histórico acuerdo de paz firmado el 26 de septiembre de 2016 en Cuba, por el anterior presidente, Juan Manuel Santos, y el comandante en jefe de las guerrillas marxistas, Rodrigo Londoño, para poner fin a 52 años de conflicto armado entre el gobierno y la guerrilla.

Un nuevo embajador de la República de Colombia ante la Santa Sede fue nombrado el pasado mes de mayo, el Sr. Julio Aníbal Riaño Velandia.

© Traducción ZENIT, Raquel Anillo

 

 

21/10/2018-13:45
Redacción

Sínodo 2018: Informes de los Círculos Menores de lengua hispana

(ZENIT — 21 oct. 2018).- Ya están disponibles los Informes de los 14 Círculos Menores para reflexionar sobre la tercera parte del Instrumentum Laboris, dedicada a Elegir: Caminos de conversión pastoral y misionera, a la luz de las contribuciones que surgieron durante el debate celebrado en las Congregaciones Generales anteriores.

En la mañana del sábado, 20 de octubre de 2018, durante la 17a Congregación General de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.

De los 14 Círculos Menores, 4 de ellos son de lengua inglesa, 3 son de lengua francesa, 1 de lengua germánica, 2 de lengua hispánica, 3 de lengua italiana y 1 de lengua portuguesa.

Los relatores de los Círculos Menores en lengua hispana son el Cardenal José Luis Lacunza Maestrojuán, Obispo de David (Panamá) y Mons. Mariano José Parra Sandoval, Arzobispo de Coro (Venezuela), y los moderadores son el Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, Arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), y el Cardenal Luis Francisco Ladaria Ferrer, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

A continuación, ofrecemos los 2 informes en español, publicados por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el sábado, 20 de octubre de 2018:

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Relatio — Circulus Hispanicus A

Moderator: Em.mo Card. RODRÍGUEZ MARADIAGA, S.D.B., Oscar Andrés

Relator: Em.mo. Card. LACUNZA MAESTROJUÁN, O.A.R., José Luis

Desde el inicio, se plantea la necesidad de agilizar el trabajo y darle un poco más de discernimiento para no debatir ideas desde la cabeza sino desde el corazón.

La Parte III es la más difícil y la que menos tiempo tenemos para trabajarla. Se propone elaborar una estructura en la que se retome todo el camino de la Iglesia desde el
Vaticano II. Para ello, se sugiere poner todo en 3 capítulos en lugar de 4, que quedarían así, tomando en cuenta la propuesta de San Juan Pablo II para la Nueva Evangelización:

1- Una Iglesia en proceso de Conversión Pastoral (Ardor)
2- Una Iglesia Sinodal (Método)
3- Una Iglesia misionera en comunión orgánica (Expresión)

La propuesta fue aceptada, incluso se propuso hacer de ella un modo que se votó y aprobó de forma unánime.

A partir de ahí se hicieron diversos comentarios tratando de ver cómo se encajaban en ella los distintos temas expuestos en las reuniones generales de manera que se asumieran las perspectivas, los estilos, el protagonismo de los jóvenes, todo ello desde la perspectiva de una Iglesia en salida. También, en esa misma línea, hay que repensar la parroquia para que sea lugar de encuentro, de escucha, de comunión y de misión, para lo cual hay que pensar en una pastoral menos sacramental o sacramentalista y en el presbiterio y episcopado con sentido de comunidad desde la óptica de la Iglesia Pueblo de Dios.

Quizá podría ser muy significativo que, en la Eucaristía de cierre del Sínodo, el Santo Padre haga un signo de envío como compromiso de la Asamblea de llevar a la práctica la experiencia vivida.

Se le dio muchas vueltas al tema de la conversión: ¿de quién? ¿a qué? ¿de dónde? ¿a dónde? Conversión no es crítica de lo anterior como si todo hubiera sido malo, es buscar el "plus" del "duc in altum", aspirar a ser mejor y a servir más, y requiere escucha, salida, discernimiento, acompañamiento. Ha de tenerse en cuenta que la persona es el centro y hay que educar en y para la libertad y en diálogo con los diferentes, presentando a Jesús que es quien hace atractiva a la Iglesia.

¿Qué significa creer en los jóvenes? Es invitarlos a participar, siguiendo la pedagogía de Jesús para evangelizar: orar, escoger colaboradores, meterse en las casas, se dejaba invitar, usaba aspectos de la vida cotidiana para las parábolas, curaba, predicaba en contra vía, amó hasta el extremo de dar su vida, resucitó y vive en nosotros, en Pentecostés nos envió el Espíritu que es fuego...

Las bancas de nuestros templos están vacías por falta de sintonía con la gente y espacialmente con los jóvenes, por lo que se necesita una liturgia más participada, cantos, moniciones, ofrendas, revisar fórmulas de oraciones y plegarias. Si los jóvenes abandonan la celebración de la Eucaristía, es un primer síntoma de pérdida hasta de fe. Hemos dejado de hablar el lenguaje actual y cada vez nos entiende menos gente. Necesitamos reaprender como parte de la conversión pastoral.

Vivir y estructurar la Iglesia en clave sinodal requiere que nos escuchemos y demos cabida a todos, pero también que, sin dejar de lado otras nuevas, hagamos efectivas las estructuras eclesiales que ya existen en orden a favorecer la corresponsabilidad y colegialidad tanto en las diócesis como en las parroquias. Se mencionó la posibilidad de que, a distintos niveles, hubiera un "post sínodo" que, después de un período de tiempo, permitiera contemplar y evaluar la efectividad del sínodo.

A partir de ahí, el Círculo se dividió en tres grupos, según las tres partes de la propuesta, con el fin de que cada uno integrara en ella los temas existentes en la propuesta actual y otros que el grupo considerara imprescindibles. Al final, cada grupo presentó su propuesta al plenario, se revisaron y fueron sometidas a votación. El Círculo aprobó 4 Modos.

***

 

Relatio — Circulus Hispanicus B

Moderator: Em.mo Card. LADARIA FERRER, S.I., Luis Francisco

Relator: S.E. Mons. PARRA SANDOVAL Mariano José

El círculo menor Hispánicus B después de un intercambio de ideas entre sus miembros decidió que para esta III parte debía presentar para la elaboración del documento final orientaciones de fondo y propuestas puntuales.

De esta manera se llegó a estas conclusiones:

Sería interesante superar el riesgo de aproximarnos a los jóvenes con perspectivas pastorales parciales, que debilitasen la intención de nuestro trabajo conforme a la finalidad de nuestro sínodo que pretende llegar a todos los jóvenes, sin excepción.

A la hora de hacer realidad el tema del sínodo: La jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, hay palabras clave como "escucha y acompañamiento" por ejemplo. Otra palabra reiterada es el testimonio (quizás la cita más frecuente en el sínodo ha sido la de Pablo VI: los hombres de hoy escuchan más a los testigos que a los maestros y si sigue a los maestros es porque son testigos)
Los jóvenes no solo son receptores sino están llamados a ser protagonistas en la misión de la Iglesia: evangelizar, comunicar la buena noticia del Señor. Fascinados por Jesús y con el fuego del Espíritu Santo contagiar la alegría de la fe es un compromiso personal y comunitario.

Es importante que juntos (jóvenes y adultos) descubramos y profundicemos en el Kerygma: el encuentro gozoso y desafiante con Cristo muerto y resucitado.

Los jóvenes con su fuerza apostólica y su servicio a los que sufren, son protagonistas del anuncio, de la misión y compasión que la Iglesia vive. El desafío mayor es que los jóvenes que sufren (pobres) sean también protagonistas de la misión de la Iglesia.

En el N° 173 se hace referencia al kerygma, pero creemos que debe tener un lugar más relevante.

El Papa Francisco en la Evangelii Gaudium (14) nos sugiere tres escenarios en nuestra evangelización que nos permita atender a tres tipos de destinatarios distintos: los presentes, los alejados y los ausentes. El reto es llegar a los 3 escenarios, no solo a uno de ellos.

Hoy en la Iglesia se nos invita a retomar la acción de aquel hombre que cuenta la parábola del Buen Samaritano, cuando se acercó al herido junto al camino. Este "acercarse" lo hizo implicarse en el mundo, en el dolor del otro, hacerlo suyo, asumir su mundo y su historia. Le dio lo que tenía, y lo dejó libre. El corazón joven salta cuando descubre que en Jesús hay misericordia para todos.

Hoy la Iglesia debe hacer lo mismo con todos los jóvenes: Y aquí, a ejemplo del Santo Padre Francisco, proponemos un nuevo modismo: "projimorear" o "aprojimarse", es decir, acercarse a cada joven y hacerle sentirse amado, cercano, sentir que podemos darle lo mejor, la medicina: Cristo, pero dejarlo libre. Esto es "projimorear" hacer al otro un prójimo."

Debemos asumir una actitud acogedora y cordial para propiciar una integración y acompañamiento de todas las personas incluyendo aquellas de diferentes orientaciones sexuales, de modo que puedan crecer en la fe y en el vínculo con Dios-amor, fuente de verdad y misericordia, y hacerlo en el marco de una vida comunitaria.

Valoramos el lugar de la mujer en la Iglesia y el reconocimiento de su igual dignidad con el hombre. Así le ofrecemos a nuestra pastoral tanto el aporte femenino como masculino, que se complementan y hacen fecunda la vida de toda la comunidad. Por esta misma razón proponemos una mayor participación de la mujer en el discernimiento pastoral colaborando activamente en la toma de decisiones.

Dentro de la continuidad entre este Sínodo y el anterior (IL 11), parece interesante que esa continuidad tenga también una expresión pastoral. Cuando acompañamos a los jóvenes para que descubran la voluntad de Dios en su vida es bueno que la vocación "fundante" al amor que han recibido, tengan la oportunidad de concretarla con un acompañamiento adecuado por parte de la Iglesia. La pastoral juvenil les propone un proyecto de vida desde Cristo: la construcción de una casa, de un hogar edificado sobre roca (Cf. Mt 7). Ese hogar, ese proyecto para muchos de ellos se concretará en el matrimonio y en la caridad conyugal. Es por ello, necesario que la pastoral juvenil y familiar tengan una continuidad natural, trabajando de manera coordinada e integrada entre ambas pastorales y las demás pastorales afines (vocacional y catequética), para poder acompañar adecuadamente el proceso vocacional.

En cuanto a las escuelas y universidades católicas consideramos que es importante tener en cuenta algunos criterios inspiradores señalados en la Veritatis Gaudium en vista a una renovación y relanzamiento de las escuelas y universidades "en salida" misionera, tales como, la contemplación espiritual, intelectual y existencial del Kerygma; el dialogo a todos los niveles, la interdisciplinariedad, el fomento de la Cultura del Encuentro, la urgente necesidad de "crear redes"y la opción por los últimos, por aquellos que la sociedad descarta y desecha. (cfr. VG 4)

Creemos necesario que aparezca reflejada en el documento final una referencia concreta al tema de la CONVERSIÓN PASTORAL Y PERSONAL. Conversión entendida como una llamada constante del Espíritu para el quehacer cotidiano de la Iglesia (Ap. 2, 11) y de la exigencia que perennemente viene de la Palabra de Dios a la revisión y al cambio. (1Tes, 1,9. Hch. 14, 15).Que supone una transformación de Mentalidad, de criterios y de audacia pastoral, que garantice que la tarea evangelizadora esté llena de cercanía, acogida y compasión. Que debe impregnar todas las estructuras eclesiales, renovándolas e incluso abandonando aquellas que no favorecen la trasmisión de la Fe.

Proponemos que se establezcan Itinerarios de iniciación o crecimiento en la vida de oración, que lleven a una experiencia concreta de encuentro directo y personal con el Señor en la vida cotidiana. Damos particular importancia en los jóvenes a la lectura orante de la Palabra de Dios (o método Lectio Divina) y la incorporación de tiempos de solo silencio donde el orante simplemente pueda estar en la presencia del Señor sin dar curso ya a la reflexión o a pensamientos de modo que vaya creciendo en su vida una dimensión más contemplativa.

Planteamos la necesidad de que el Dicasterio correspondiente elabore una orientación en donde de manera sistemática y clara se aborde la temática de la sexualidad, con argumentos antropológicos, asequibles a todos los jóvenes, haciendo ver que la virtud de la castidad es una afirmación gozosa, que crea las condiciones para el amor humano y divino.

Considerando que para los jóvenes de hoy no existe diferencia entre lo virtual y lo real, la Iglesia debe asumir de un modo decidido todo lo nuevo que surge en el mundo de la virtualización (como inteligencia digital, Big data, etc.). Además, la Iglesia tiene la misión de ayudar a los adolescentes y jóvenes víctimas de violencia en la red (pornografía, ciberbullying, etc.), dando sostén, analizando el fenómeno, estructurando protocolos, produciendo materiales para la sensibilización y formación, organizando eventos y activando instrumentos para la promoción de una ciudadanía digital responsable. Asimismo la Iglesia debe promover el compromiso de los gobernantes y de los colosos del Web en la protección de los menores en la red.

Proponemos igualmente la práctica la Sinodalidad, como forma de ser Iglesia promoviendo la participación de todos los bautizados y personas de buena voluntad, cada uno según su edad, estado de vida y vocación, haciendo efectiva y real la participación activa de los jóvenes en cada Diócesis, Conferencia episcopal e Iglesia universal.

Con respecto a la temática sobre seminarios y casas de formación, se propone renovar el modelo formativo de los candidatos asumiendo los criterios de la nueva Ratio Fundamentalis en vista a la conversión personal y pastoral.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

21/10/2018-13:33
Anita Bourdin

Vietnam: El Señor Truong Hoa Binh recibido en audiencia privada por el Papa Francisco

(ZENIT — 21 octubre 2018).- El vice primer ministro permanente de la República Socialista de Vietnam, el Sr.Truong Hoa Binh, fue recibido en audiencia privada por el Papa Francisco en el Vaticano este sábado, 20 de octubre de 2018. Se encuentra en este puesto en el gobierno vietnamita desde 2016.

El acercamiento de Vietnam y de la Santa Sede, particularmente a través del trabajo del grupo de trabajo conjunto para el establecimiento de relaciones diplomáticas plenas, se ha intensificado en los últimos años.

En 2011, Vietnam recibió al primer representante oficial, no residente, de la Santa Sede desde la congelación de las relaciones bilaterales en 1975.

El vicepresidente dijo que Vietnam está comprometido a mejorar la libertad religiosa y que el desarrollo de las relaciones podría resultar en un enviado "residente".

Luego se reunió con el secretario de Estado cardenal, Pietro Parolin, a quien invitó a visitar Vietnam: una invitación aceptada, anuncia la agencia "Vietnam Plus".

En octubre de 2014, el Papa Francisco recibió al Primer Ministro vietnamita Nguyen Tan Deng. En una declaración conjunta, la Santa Sede y Vietnam destacaron que la reunión marcó "un paso importante para fortalecer sus relaciones".

En enero de 2015, un viaje pastoral del cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos en el país, marcó una nueva señal de relajación en las relaciones mutuas.

Luego, el Presidente de la República, Tran Dai Quang, fue recibido por el Papa en noviembre de 2016. Las conversaciones fueron una oportunidad para alentar el "espíritu de diálogo común" y la colaboración entre la Iglesia y el Estado.

El secretario de Estado cardenal, Pietro Parolin, quien participó hasta las negociaciones anuales de 2009 entre la Santa Sede y el gobierno vietnamita, es un conocedor del archivo. Así, cuando fue creado cardenal el 22 de febrero de 2014, una delegación del gobierno vietnamita de cinco miembros, encabezada por el Sr. Duong Ngoc Tan, subdirector de la Oficina de Asuntos Religiosos del Gobierno, hizo el viaje al presbiterio en el curso del cual recibió el birrete y el anillo cardenalicio.

Actualmente, dos obispos vietnamitas participan en el sínodo sobre los jóvenes en Roma: Mons. Pierre NGUYÊN VĂN VIÊN, Obispo auxiliar de Vinh, y Mons. Joseph ĐO MANH HÙNG, Obispo auxiliar de Saigon, así como un joven, Joseph Cao HUU MINH TRI , comprometido con el mundo de los negocios, y en representación del Ministerio de la Juventud Católica de Saigón.

© Traducción ZENIT, Raquel Anillo

 

 

21/10/2018-14:30
Isabel Orellana Vilches

San Juan Pablo II, 22 de octubre

«Prontamente beatificado y canonizado, la vida de este papa polaco es impactante. Su fortaleza y carisma, su forma de apurar el cáliz mostrando el valor cristiano del sufrimiento sigue grabada en la retina de todos»

Karol Józef Wojty?a, aclamado pontífice Juan Pablo II, conmovió al mundo durante casi tres décadas del siglo )0(. Sus gestos de bondad, la capacidad para llegar al corazón de creyentes y no creyentes, sus dotes de comunicador, los incesantes viajes apostólicos en los que no cesó de transmitir el amor de Dios, como hizo con su ingente obra, sedujeron a millones de jóvenes y adultos. El dolor humano, con su carácter de esencial ofrenda a Cristo, ha tenido en él uno de sus insignes valedores. Al ver los estragos del sufrimiento en su persona, todo el planeta pudo constatar la grandeza del mismo cuando se asume como él lo hizo. Así coronó su vida de entrega entrado el siglo XXI, siendo faro para todos los que sufren.

Nació en Wadowice, Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Fue el menor de tres hermanos, aunque Olga apenas sobrevivió. Perdió a su madre a los 9 años y poco después a Edmund, el primogénito, un médico que se contagió en el ejercicio de su profesión. Sus padres dejaron en Karol fuertemente arraigada la semilla de la fe católica. Brillante en sus estudios, con una mente privilegiada, cursó filosofía en la universidad Jagellónica de Cracovia. Al mismo tiempo se vinculó a un círculo teatral. En esa época obtuvo varios galardones como jugador de ajedrez. En 1939, durante la invasión nazi, fue peón en una cantera y obrero en una fábrica química. Era un líder nato, joven atractivo, de carismática personalidad y singular magnetismo para atraer a la gente.

Gozaba del respeto y admiración de sus compañeros, católicos idealistas y entusiastas, que conformaron el grupo Uniay que defendían a los más débiles. En 1941, en plena ocupación alemana, falleció su padre, oficial del ejército polaco.

La Gestapo iba tras él, y se recluyó en una buhardilla. Un sastre le dio a conocer a san Juan de la Cruz y se entusiasmó. En esa época se sintió llamado al sacerdocio. Tuvo que formarse en el seminario clandestino de Cracovia hasta que el arzobispo, cardenal Stefan Sapieha, acogió al grupo de aspirantes en su palacio. Ordenado sacerdote en noviembre de 1946, él lo envió a Roma. Estudió en el Ange//icumdoctorándose en teología con una tesis sobre su estimado santo y reformador carmelita español. En Polonia fue vicario parroquial, capellán universitario y profesor de teología moral y de ética en el seminario y en las universidades Jagellónica y de Lublin; era afín al pensamiento deScheler, sobre el que hizo su tesis. En 1958 Pío XII lo designó obispo auxiliar de Cracovia. En 1962 participó en el Concilio Vaticano II, donde sus intervenciones sobre el ateísmo y la libertad religiosa no pasaron desapercibidas. Pablo VI lo nombró cardenal en 1967. Al fallecer Juan Pablo I, tras su fugaz asunción de la Cátedra de Pedro, fue elegido para sucederle; tomó el nombre de este antecesor.

A partir de entonces, este polaco, primero en ostentar la altísima misión como Vicario de Cristo en la tierra, inició un pontificado excepcional. Enamorado de la Eucaristía y devoto de María, supo llegar al corazón de todos con independencia de razas, credos, edades, profesiones... Fue un atleta de Cristo, sacerdote y obispo ejemplar, un gran Pastor. También filósofo y teólogo destacado, defensor de la moral y de los derechos humanos, de la cultura de la vida, amante de la paz y de la justicia, papa de los jóvenes y de las familias, adalid de los derechos del no nacido, de los ancianos y de los enfermos. Apóstol de la reconciliación que supo aglutinar a credos diversos en Asís abriendo una vía ecuménica del diálogo interreligioso de un valor incalculable. El papa viajero que recorrió el mundo una y otra vez abrazando y bendiciendo a todos. En su pontificado se registró la caída de la cortina de hierro y el desmoronamiento del imperio soviético, lo que es atribuido por muchos estudiosos a la presencia de un papa del este europeo.

El gravísimo atentado sufrido en mayo de 1981, poco a poco fue minando su salud. Perdonó al agresor y siguió viviendo alumbrado por Cristo y por María, que lo rescató de una muerte prematura, pudiendo llevar a cabo de manera heroica su responsabilidad. Afrontó magistralmente numerosos problemas y dificultades que se le presentaron. Fue un hombre de oración que mostró siempre una imponente fortaleza ante las adversidades. Los últimos años de su vida no ocultó al mundo su deterioro físico; se mantuvo al frente de la Sede de Pedro dando ejemplo de su inalterable fidelidad a Cristo y a la Iglesia.

Catorce encíclicas, once constituciones apostólicas y 1060 audiencias públicas celebradas dan prueba del alcance de su entrega y ardor apostólico. En uno de sus mensajes recordó: «La vocación del cristiano es la santidad, en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud, en la plenitud del verano de la edad madura, y después también en el otoño y en el invierno de la vejez, y por último, en la hora de la muerte».ÉI lo cumplió con creces. Si se pudiera hablar en términos numéricos sería uno de los pocos pontífices que ostentó uno de los records más altos. Y no solo por los casi veintisiete años de duración de su pontificado, el tercero más largo de la historia. También por la muchedumbre que le siguió en directo y en diferido multiplicando sus palabras y gestos gracias a los diversos medios de comunicación. Ellos mostraron el dolor que produjo su muerte acaecida el 2 de abril de 2005, y el impresionante gentío que se dio cita en su duelo.

Hay que dejar atrás los detractores que tuvo y sigue teniendo, que también han perseguido a otros integrantes de la vida santa, como se ha recordado aquí para otras biografías; ahí está la reciente de Teresa de Calcuta. Es inútil que traten de silenciar con absurdo griterío el eco de las obras de los grandes hijos de Dios. Él es su valedor; no se le puede acallar. Habla a través de los santos aunque pasen los siglos; lo vemos en esta sección de ZENIT todos los días. La realidad es que por sus muchas virtudes Juan Pablo II fue beatificado por Benedicto XVI el 1 de mayo de 2011. Francisco lo canonizó junto a Juan XXIII el 27 de abril de 2014, fiesta de la Divina Misericordia que este gran polaco instituyó.