Servicio diario - 11 de octubre de 2018


 

Santa Marta: "En la oración sean insistentes. No se cansen"
Rosa Die Alcolea

Sínodo: Los jóvenes peregrinarán junto a los padres sinodales a la tumba de Pedro
Rosa Die Alcolea

Pablo VI: Humildad, caridad y sufrimiento por la Iglesia y por el mundo
Rosa Die Alcolea

Padre sinodal de Corea: "Si el Papa va a Pyongyang, tendrá una calurosa acogida"
Rosa Die Alcolea

Mons. Irizar Campos: El 'Obispo charapa' que vive en el corazón de los peruanos
Redacción

Conferencia "La gestión de un bien común: el acceso al agua potable para todos"
Redacción

Bulgaria y Rumania: El Papa nombra visitador apostólico para los fieles maronitas
Redacción

San Serafín de Montegranario, 12 octubre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

11/10/2018-18:56
Rosa Die Alcolea

Santa Marta: "En la oración sean insistentes. No se cansen"

(ZENIT — 11 oct. 2018).- "Se reza con coraje, porque cuando rezamos tenemos una necesidad, normalmente, una necesidad. Un amigo es Dios: es un amigo rico que tiene pan, tiene eso de lo nosotros tenemos necesidad. Como si Jesús dijera: 'En la oración sean insistentes. No se cansen'. Pero, ¿no se cansen de qué? De pedir. 'Pidan y se les dará'.

El Papa Francisco centró su homilía en el pasaje del Evangelio de hoy que afronta el tema de la oración, de cómo debemos rezar, esta mañana, 11 de octubre de 2018, en la Misa celebrada en Santa Marta.

Jesús habla a sus discípulos de un hombre que, a medianoche, llama a la puerta de la casa de un amigo suyo para pedirle algo de comer. Y el amigo responde que no es el momento oportuno, que ya está en la cama, aunque después se levanta y le da lo que le pide.

"La oración no es como una varita mágica", ha advertido el Santo Padre, no es que apenas pedimos, obtenemos. No se trata de decir dos "Padrenuestros" y después irse.

"La oración es un trabajo: un trabajo que nos pide voluntad, nos pide constancia, nos pide ser determinados, sin vergüenza. ¿Por qué? Porque yo estoy llamando a la puerta de mi amigo. Dios es amigo, y con un amigo yo puedo hacer esto. Una oración constante, insistente. Pensemos en Santa Mónica por ejemplo, cuántos años rezó así, incluso con las lágrimas, por la conversión de su hijo. El Señor, al final, abrió la puerta", ha explicado.

Asimismo, el Pontífice ha invitado a preguntarse interiormente: ¿Cómo rezo? ¿Cómo un papagayo? ¿Rezo precisamente con la necesidad en el corazón? ¿Lucho con Dios en la oración para que me conceda eso de lo que tengo necesidad si es justo? Aprendamos de este pasaje del Evangelio cómo rezar".

 

 

11/10/2018-16:58
Rosa Die Alcolea

Sínodo: Los jóvenes peregrinarán junto a los padres sinodales a la tumba de Pedro

(ZENIT — 11 oct. 2018).- Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio de Comunicación del Vaticano, ha anunciado que la idea de una celebrar una peregrinación conjunta de los jóvenes y los padres sinodales a la Tumba de Pedro "ha sido acogida con entusiasmo" en la Asamblea General del Sínodo. Se prepara asimismo una marcha conjunta con Caritas Internationalis para el 21 de octubre.

La iniciativa ha sido revelada en el briefing ofrecido hoy, jueves, 11 de octubre de 2018, sobre la 9a congregación general del Sínodo de los Obispos, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

En la rueda de prensa han participado los padres sinodales Mons. Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto (Italia) y Mons. Lazzaro You Heung-sik, obispo de Daejeon (Corea), y el auditor Percival Holt, responsable de los jóvenes en la Conferencia de Obispos Católicos de India.

 

Una Iglesia que no esconda sus fallos

Asimismo, Ruffini ha señalado que en la Asamblea se ha reafirmado la "exigencia de una Iglesia que no esconda sus fallos", y se ha considerado que es importante

"restablecer las relaciones inter-generacionales para caminar juntos".

También ha habido muchas intervenciones sobre cultura digital, ha indicado el Prefecto de Comunicación, y ha expresado que la sesión se hoy se ha desarrollado con un clima sereno, ha habido mucho diálogo entre los jóvenes y los padres sinodales.

 

Borrador del documento final

El padre Bruno Forte, elegido miembro para la Comisión de redacción del documento final del Sínodo sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, ha respondido a la pregunta de un periodista que no hay todavía un borrador sobre el documento final, como se rumorea, ya que ayer mantuvieron la primera reunión para abordar esta tarea, por parte de los 12 redactores del documento.

En relación, con el futuro, vemos 2 tipos de jóvenes, ha explicado Mons. Bruno Forte: "Por un lado, tenemos una esperanza en los jóvenes del sur del mundo. Esos jóvenes que protagonizan los capítulos migratorios a causa de guerra o hambre. Los jóvenes de la esperanza y el deseo por un lado. Y por otro lado, jóvenes que tienen mucho miedo, que se ven muy solos. El mundo de las redes sociales lleva a la soledad, aísla al joven, lo deja ahí solo con su ordenador. Esto debe ser una preocupación para nosotros, arrancando la telaraña de la web, para que vuelvan a tener contacto. Muchas veces los jóvenes están solos a oscuras en su habitación..."

"Este es un reto importante para los pastores. El joven en su presente desea ser protagonista", ha asegurado el obispo italiano.

 

 

11/10/2018-17:58
Rosa Die Alcolea

Pablo VI: Humildad, caridad y sufrimiento por la Iglesia y por el mundo

(ZENIT — 11 oct. 2018).- "Una de las primeras cosas que me dijo Francisco después de ser elegido Papa es que rezaba por poder canonizar a Pablo VI" ha revelado el
Cardenal Giovanni Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

En la tarde del jueves, 11 de octubre de 2018, el cardenal Becciu y el Cardenal salvadoreño Gregorio Rosa Chávez ha ofrecido una rueda de prensa en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, sobre la inminente canonización de Pablo VI y Óscar Romero, junto a los beatos Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús, Francesco Spinelli, Vincent Romano y Maria-Katharina Kasper.

Si bien el Card. Becciu ha aportado información sobre el Papa Montini y los otros 4 beatos, el Cardenal auxiliar de San Salvador se centrado en el beato Óscar Romero.

Mons. Giovanni Angelo Becciu ha indicado que Pablo VI era un "hombre de fe, un hombre humilde". Fue un "contemplador, místico, en ausencia de fenómenos extraordinaria, la Eucaristía siempre estuvo en el centro de su vida" ha expresado.

 

Humildad, caridad y sufrimiento

De modo esquemático, el Cardenal ha destacado tres aspectos de Pablo VI: Humildad, caridad y ser un hombre sufridor "por la Iglesia y por el mundo".

La humildad de Pablo VI "no era una humildad artificiosa, era natural", ha afirmado. Sus gestos era expresión de una profunda interioridad. Se destaca la espontaneidad. Ha realizado gestos como besar el suelo (una vez en Milán) o los pies de un metropolita ortodoxo, o arrodillarse espontáneamente ante algunos hombres.

Con respecto a la caridad, el Cardenal ha señalado que "toda su vida fue un don a la Iglesia, a Jesucristo. La verdadera caridad es la que nace del corazón, y de la disposición del alma y del animó y esto era natural de Pablo VI".

Hombre sufriente por la Iglesia y por el mundo. Se le notaba en la cara. Alguien dijo que era un hombre triste. No tenía alegría exterior pero sí tenía una serenidad interior. Es un buen arzobispo, llegará a ser Papa pero aconséjele que sonría un poco más. Él era el hombre de la serenidad interior.

De joven vivió los totalitarismos, el nazismo, y en sus años de pontificado vivió tanta contestación... era el año 68. Hubo una contestación abierta, en que fue ocupada una iglesia, se ocupó la catedral de Parma, no eran enemigos, eran católicos. Era la primera vez que pasaba esto. Lo sufrió mucho, ha narrado el Cardenal Becciu.

"El verdadero amor de Pablo VI fue la Iglesia", ha asegurado el Prefecto para las Causas de los Santos. "Lo dio todo por la Iglesia, en el momento de su muerte, rezó por la Iglesia y pidió a los que estaban con él que también lo hicieran".

Al escribir la encíclica Humanae Vitae—ha explicado el Prefecto— Pablo VI intuía que habría críticas a esa encíclica pero quiso darle prioridad a su conciencia, a su discernimiento, hizo lo que el Señor le pedía.

"Pablo VI ya empezó la reforma de la Iglesia. Su gran éxito fue llevar adelante el Concilio. Cambió totalmente las perspectivas de la Iglesia, esta nueva visión originó la reforma, que dio origen a nuevos dicasterios y reformaron también la Secretaria de Estado. Cambió la perspectiva en este sentido. Pablo VI animó la reforma".

 

 

11/10/2018-15:06
Rosa Die Alcolea

Padre sinodal de Corea: "Si el Papa va a Pyongyang, tendrá una calurosa acogida"

(ZENIT — 11 oct. 2018).- Mons. Lazzaro You Heung-sik, obispo de Daejeon (Corea), ha expresado su alegría de participar en el Sínodo con los obispos chinos.

En el briefing ofrecido hoy sobre la 9a congregación general del Sínodo de los Obispos han participado los padres sinodales Mons. Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto (Italia) y Mons. Lazzaro You Heung-sik, obispo de Daejeon (Corea), y el auditor Percival Holt, responsable de los jóvenes en la Conferencia de Obispos Católicos de India.

Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio de Comunicación del Vaticano, ha anunciado que ha sido acogida con entusiasmo la idea de una peregrinación conjunta de los jóvenes y los padres sinodales a la Tumba de Pedro. Se prepara asimismo una marcha conjunta con Caritas Internationalis para el 21 de octubre.

Asimismo, Ruffini ha señalado que en la Asamblea se ha reafirmado la "exigencia de una Iglesia que no esconda sus fallos", y se ha considerado que es importante "restablecer las relaciones intergeneracionales para caminar juntos".

También ha habido muchas intervenciones sobre cultura digital, ha indicado el Prefecto de Comunicación, y ha expresado que la sesión se hoy se ha desarrollado con un clima sereno, ha habido mucho diálogo entre los jóvenes y los padres sinodales.

 

Invitación al Papa a visitar Corea

El padre sinodal de Corea, Mons. Lazzaro You Heung-sik, ha expresado que está muy contento de participar en este Sínodo y ha comentado que se percibe la universalidad de la Iglesia: "Siento que todos estamos unidos. Estar aquí con los jóvenes me está rejuveneciendo. Es importante escuchar a lo jóvenes, eso me enriquece", ha indicado.

Ante la próxima visita del Presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, al Papa Francisco, prevista para el jueves 18 de octubre, y la invitación que transmitirá al Santo Padre por parte Kim Jong-un, líder de Corea del Norte, para visitar el país, el obispo coreano de Daejeon ha afirmado que "Corea del Norte está preparada para renunciar a las armas y hacer un país nuevo. En septiembre, el presidente de mi país ha propuesto invitar al Papa Francisco sería buena idea para que Corea del Norte entre en la comunidad internacional. Si el Papa va a Pyongyang, "tendrá una calurosa bienvenida".

Asimismo, el prelado coreano ha indicado que "habría que dar algunos pasos antes de llegar a ese momento. Implica que cambien algunas cosas, no hay sacerdotes en Corea del Norte. También habría que plantear una apertura a la libertad religiosa. Si el Papa va a Corea del Norte habrá dado un paso gigante para el mundo de la isla coreana".

El Obispo de Corea ha explicado que hasta el año pasado, todo el mundo temía que se abriera el conflicto entre Corea del Norte y Corea del Sur. El 27 de abril, se abrió un camino de reconciliación entre los dos países, cuando los líderes de las dos Coreas, Kim Jong-un y Moon Jae-in, protagonizaron un encuentro amistoso en la histórica cumbre en la aldea de Panmunjom en Paju, cargada de emotividad y de gestos destinados a escenificar un acercamiento, algo que "conmovió" a Mons. Lazzaro You Heung-sik.

 

 

11/10/2018-13:15
Redacción

Mons. Irízar Campos: El 'Obispo charapa' que vive en el corazón de los peruanos

(ZENIT — 11 oct. 2018).- Tras la visita del papa Francisco al Perú representantes de los pueblos indígenas Shipibo-konibo, Asháninka, Machiguenga, Harakbut, se reunieron con laicos, misioneros, y religiosos de diversas órdenes en la ciudad de Lima para dar inicio al primer encuentro camino al Sínodo sobre la Amazonía, que se celebrará en 2019.

Y es que los obispos de la Amazonía deben llevar a Roma un documento de trabajo y debate para la realización del Sínodo 2019. Estos encuentros tienen como finalidad responder a la invitación de Francisco de "dejar que los pueblos originarios moldeen culturalmente a la Iglesia".

En Perú por ejemplo la Amazonía siempre ha estado al centro de nuestro país. Los pasos del finado monseñor Miguel Irízar Campos sembraron también esperanza en la selva del Perú. Aquí una semblanza de su vida, a pocos días de cumplirse dos meses de su partida a la casa del padre.

***

 

Miguel 'rizar Campos

"prmaiztegui!, ¡Ormaiztegui, de rodillas!" era la única forma de mantenerlo quieto cuando niño, y es que como todo vasco buscaba siempre abrirse al mundo. Monseñor Miguel Irízar Campos, nació en otro mar, cerca del golfo de Vizcaya, en el pueblo de Ormaiztegui, país Vasco de España. Irízar dejó honda huella en el corazón de los nativos de la Amazonía peruana. Tras 50 años de entregada labor misional, a un mes de su partida a la casa del padre el 18 de agosto, los peruanos no olvidan cómo se enamoró de estas tierras.

Incansable misionero. Donde sus sandalias lo llevaban decía "primero fui charapa luego chalaco". Inquieto servidor de los más necesitados, monseñor Miguel Irízar Campos cumplió 50 años de apasionada labor misional en el Perú en 2007. A los 84 años de edad dejó de existir el pasionista que aún vive en el corazón de las comunidades indígenas y el pueblo chalaco.

En 1972 el santo Papa Pablo VI lo nombró Obispo Misionero del Vicariato de Yurimaguas (provincia del Alto Marañon). Recibió la consagración episcopal el 25 de julio de ese mismo año. Desde los 17 años ingresó a la congregación pasionista. Su personalidad misionera se fue forjando al conocer de cerca las necesidades de las comunidades nativas.

Interesado en conocer la labor de sus hermanos pasionistas en el Alto Amazonas de la Selva peruana, Irízar aprendió a desplazarse en río recorriendo cada uno de los pueblos indígenas. Fue entonces cuando su horizonte en la misión creció. Durante 17 años recorrió distintos poblados en los ejes de los ríos Huallaga, Marañón, y Pastaza.

 

"Charapa" por vocación

"Juan Cruz de la Dolorosa", es el nombre que eligió para abrazar la cruz de su misión a los 23 años. Se convirtió en "pastor de las personas". Y es que se desvivía por llevar a sus hermanos a condiciones más humanas, así lo narró su primo el sacerdote Juan Cruz para la prensa peruana, "vivía inquieto por consolar a los que más sufren". Estudió ciencias sociales en la universidad Gregoriana de Roma, por su afán de siempre servir a los demás.

Llegó al Perú desde el pueblo de Ormaiztegi del país Vasco en España en 1960. Desde entonces su habilidad con la música y su carisma apostólico lo hicieron conocido entre los fieles. Su ardor por evangelizar lo llevó a buscar nuevas formas para llevar siempre la "buena noticia".

Nombrado nuevo superior de su congregación en el Perú se desvivía por facilitar a sus hermanos todo lo necesario para su misión. Convertido en un "charapa" más, el joven pasionista impulsó la creación de centros de rehabilitación, institutos superiores y centros de capacitación en la selva del Perú. Defendió a su pueblo incluso de la amenaza de las fuerzas subversivas y el narcotráfico de los años 80.

 

Obispo de corazón

Sin dejar de ser charapa se sentía también chalaco. En 1989 el santo Papa Juan Pablo II lo nombró obispo coadjutor del Callao, y caminó de la mano de monseñor Ricardo Durand por 6 años hasta que en 1995 se convirtió en el nuevo obispo del Primer Puerto.

Sus sandalias no dejaron nunca de asentarse en el arenal. La ciudadela de Pachacútec comenzó a emerger. Se edificó la Universidad Católica del Callao, fundó el monasterio Cisterciense y el primer monasterio de Carmelitas Descalzas, ambos en Ventanilla.

Su gran vocación de servicio conquistó el corazón de los chalacos. Irízar Campos tenía un solo objetivo: contribuir al desarrollo de una cultura más justa y solidaria en el Callao, que por esos años vivía convulsionado por la pobreza y la desigualdad.

Los jóvenes chalacos empezaban a escucharlo. El "Obispo sonriente" le decían y es que su sonrisa solo dibujaba la alegría de su corazón, pues siempre promovía el encuentro con Cristo.

 

Al servicio del bien común

Tras su sensible fallecimiento en la comunidad de Deusto, en Bilbao, al norte de España, donde residía desde el 2015, la Diócesis del Callao emitió un comunicado que da cuenta de su principal motivación "impulsar las vocaciones". Ordenó a más de 100 sacerdotes incrementando el número de presbíteros en el Callao, incluso acogió a seminaristas de otras jurisdicciones eclesiásticas para su formación en el seminario diocesano Corazón de Cristo.

Con su lema episcopal, "Enviado a dar la buena noticia" para los chalacos fue siempre un pastor muy cercano y sobre todo fiel a su misión. El arenal de Pachacútec se convirtió en la principal fortaleza de promoción educativa con la que cuenta hasta hoy el pueblo chalaco. Desde entonces en el lugar se estableció un gran complejo educativo denominado Centro de estudios y desarrollo comunitario (CEDEC) hasta donde llegan miles de niños, y jóvenes, además de familias de escasos recursos para recibir una formación educativa integral.

A los 11 años el pasionista Irízar había descubierto su inquietud por servir a los demás entregando su vida, y así lo hizo.

 

Lucha anticorrupción

"El secreto de la ética pública es la transparencia" proclamaba Irízar cuando el país convulsionaba tras la presentación de los bochornosos "vladivideos" entre los años 2000 y 2001. "La educación para la honestidad, y la probidad es lo que necesitamos para no incurrir en actos de corrupción" declaró para la prensa peruana, cuando el presidente Valentín Paniagua lo invitó a presidir la comisión Iniciativa Nacional Anticorrupción.

Tras casi 20 años hoy podemos suscribir sus palabras "la persona que ingresa en la administración pública debería tener una formación ética, moral y conducta proba, pues entra a un escenario donde será tentado por el poder y el dinero".

Durante su periodo de secretario general de la Conferencia Episcopal Peruana el país sufría el secuestro de 74 rehenes en la residencia del embajador del Japón. Irízar pedía la unión entre los peruanos para cerrar filas con el Gobierno y apoyar la lucha contra las fuerzas subversivas.

Fue miembro del Pontificio Consejo Cor Unum, Presidente de Caritas del Perú y responsable de la sección de movimientos eclesiales del departamento de Pastoral Social (DEPAS) hoy Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

El obispo que supo ganarse el corazón de los peruanos descubrió en el país su segunda patria y es por eso que sus huellas aun permanecen vivas en la vida de todos los peruanos.

Esther Núñez Balbín

 

 

11/10/2018-17:26
Redacción

Conferencia "La gestión de un bien común: el acceso al agua potable para todos"

(ZENIT — 11 oct. 2018).- El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en colaboración con las embajadas acreditadas ante la Santa Sede de Francia, Italia, Mónaco y Estados Unidos, promueve una conferencia internacional sobre "La gestión de un bien común: el acceso al agua potable para todos" que tendrá lugar el 8 de noviembre de 2018, en la Pontificia Universidad Urbaniana, patrocinadora del evento.

La conferencia se propone reafirmar la necesidad absoluta y urgente de un compromiso general para garantizar a todos y en cualquier situación el acceso al agua potable y expresar la preocupación de la Iglesia por el sufrimiento y el malestar de los que están excluidos del disfrute de este bien fundamental para la vida y de los servicios vinculados con él. Como reiteró el Santo Padre en el Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación en 2018, de hecho, "el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal".

También es uno de los temas destacados en el primer capítulo de la Encíclica Laudato si `, uno de los objetivos establecidos por las Naciones Unidas para el desarrollo sostenible al que se debería llegar en 2030, así como un tema crucial para la Región Panamazónica a la que estará dedicada la próxima Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos , programada para octubre de 2019.

El tema se abordará a través de un enfoque multidisciplinario con representantes de instituciones eclesiales y no eclesiales, expertos en ciencias ambientales y sociales, representantes del mundo académico, exponentes de las grandes religiones y contará con la participación entre otros del cardenal Peter K.A. Turkson, y de Mons. Bruno-Marie Duffé, respectivamente Prefecto y Secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. También intervienen el Prof. Luca Pandolfi, docente de la Pontificia Universidad Urbaniana, el Prof. Léo Heller, Representante Especial de la ONU para el derecho humano al agua y al saneamiento, el Sr. Frédéric Van Heems, Administrador Delegado de Veolia Eau France, la Dra. Milagros Couchoud, Presidenta del Instituto Mediterráneo del Agua, el Sr. Jean-Frangois Donzier, Secretario General del International Network of Basin Organizations. Habrá además representantes de la Organización Islámica para la Educación, la Ciencia y la Cultura (ISESCO) y de la Unión Hindú Italiana.

Los testimonios de los países que más sufren la falta de agua potable mostrarán la importancia de la responsabilidad de todos los sujetos en este ámbito y de la coordinación entre las agencias de governance locales, nacionales e internacionales. El tema también se tratará desde el punto de vista del derecho internacional, de la contaminación y de sus consecuencias para la salud que afectan a las estructuras sanitarias de los países en desarrollo.

 

 

11/10/2018-18:37
Redacción

Bulgaria y Rumania: El Papa nombra visitador apostólico para los fieles maronitas

(ZENIT — 11 oct. 2018).- El Santo Padre ha aceptado la renuncia al encargo de Visitador Apostólico para los fieles maronitas residentes en Grecia, Bulgaria y Rumania, presentada por Mons. Francois Eid.

El Santo Padre ha nombrado visitador apostólico para los fieles maronitas residentes en Grecia a Mons. Youssef Soueif, arzobispo de Chipre de los Maronitas.

El Santo Padre ha nombrado visitador apostólico para los fieles maronitas residentes en Bulgaria y Rumania a Mons. Michel Aoun, obispo de Jbeil de los Maronitas.

 

 

11/10/2018-09:11
Isabel Orellana Vilches

San Serafín de Montegranario, 12 octubre

«Lego capuchino. Hizo de la pobreza el santo y seña de su vida; poseía un crucifijo de latón, un rosario, un manto raído, y un corazón tan grande que no le cabía en el pecho. Fue agraciado con el don de milagros»

En esta festividad de Nuestra Señora de Aparecida, y de la Virgen del Pilar, patrona de la hispanidad, entre otros santos y beatos la Iglesia celebra también la vida de este humilde capuchino.
Félix era natural de Montegranario, Italia. Nació en 1540. Su padre, un modesto albañil, tuvo que sacar adelante cuatro hijos. Serafín fue el segundo y sufrió durante años la penuria económica de la familia y el trato despótico y violento de su hermano mayor, Silencio, que se cebó en él cuando quedaron huérfanos. Una jovencita, Lisa, fue su particular «ángel protector». Trajo con ella el aire diáfano del ideal religioso leyéndole vidas de santos. Fue el detonante de preguntas hondas que se formuló por vez primera: "—«¿ Y qué hemos de hacer para salvarnos? Creo que lo mejor para mí será retirarme a un desierto y hacer vida de penitencia».Con la lucidez que brota de la inocencia evangélica, Lisa respondió: —«¿Para qué quieres un desierto? Vete a vivir con los capuchinos, y serás santo». Serafín supo de la existencia de estos religiosos y de la vida que llevaban a través del relato que hizo ella. En esa época ya se estaba labrando esa santidad que deslumbraría a las gentes en medio de la compleja relación con su hermano, la dureza de su trabajo como peón de albañil, portando en sus espaldas un peso desproporcionado, y sufriendo las chanzas de otros compañeros. Su alma transparente era una simbiosis de ofrenda y sacrificio.

A los 18 años se fue al convento de Loro-Piceno, consciente de sus muchas deficiencias humanas: distraído, lento, descuidado, olvidadizo, torpe... Pero tenía lo esencial, como revelan las humildes palabras que dirigió al portero que le abrió la puerta: —«Padre, yo no sé leer ni escribir; no sé más que rezar y amar a Dios». Hizo el noviciado en Jesi y mostró la autenticidad de su vocación. Le veían orar durante horas ante el sagrario, tenía verdadero espíritu penitencial, y fraguaba su acontecer con ayuno y mortificaciones. Él mismo diseñó cilicios para las severas disciplinas que se aplicó, llevado de su convencimiento de que eran un bien para su alma. Cuando un superior le invitó a moderarlos en beneficio de su salud, respondió: —«¡Vaya una cosa! Si yo muero, habrá un pecador menos en el mundo». Durante cuarenta años sufrió desprecios y humillaciones dentro y fuera del convento, curtiéndose en la virtud de la paciencia. Y consiguió aceptar sus debilidades. Fue un maestro de la caridad. Respondía bondadosamente cuando era objeto de mofa: «muy bien, muy bien. Tú me conoces mejor que nadie. Así hay que tratar a los pecadores como yo. Dios te lo pague, santito mío, Dios te lo pague».

Al final, y viendo que no respondía en las misiones que se le encomendaron, fue destinado a la limosna. Pero este religioso, que no se distinguió precisamente por su eficiencia, como era un santo fue bendecido con diversas experiencias místicas: éxtasis, visiones y milagros. Tenía el don de llegar a las gentes que conducía a Dios. Amaba profundamente a la Virgen y difundió su devoción en los demás. Era fidelísimo a la vivencia evangélica; jamás cometió voluntariamente un pecado venial, ni consintió en su entorno componendas al respecto. Sentía profunda piedad por los enfermos y moribundos. Y cuando hizo milagros, llevado por su humildad, trató de ocultarlos. Aceptaba sus limitaciones lleno de mansedumbre: «No poseo nada; tengo solamente este crucifijo y el rosario, pero con ellos, si Dios me ayuda, serviré de ayuda a los hermanos, y me haré santo». Con la penetración que da la auténtica vida espiritual mostraba su crucifijo de latón para recordar a los predicadores que en él se halla la clave de todo: «Este es el verdadero libro que conviene estudiar para hacer predicaciones provechosas a los pueblos».

Era feliz con su pobreza. Poseía un manto raído que una vez tuvo que reemplazar temporalmente, sustituyéndolo por uno nuevo por indicación de un superior que quiso probar su obediencia. Ese día soportó con gozo las chanzas de quienes, acostumbrados a su humilde sayal, se sorprendieron al verle pedir limosna por las calles de Ascoli con inusual «elegancia». Abrumado por la gente que le reclamaba por su fama de milagrero, (que se había hecho manifiesta no solo con las personas sino también con animales a los que amansaba), añoraba la soledad y el silencio. Sus superiores le prohibieron realizar prodigios. Como no estaba en su mano evitarlos, pedía discreción a los agraciados: «Vete, y quédate calladito, calladito, santito, porque no he sido yo, sino que ha sido Cristo y tu fe las que te han curado».

Toda su trayectoria pone de manifiesto que estaba en las antípodas de la inmadurez espiritual. Refleja la grandeza de un alma penitente, entregada, desprendida, desasida de sí. Ello se percibe también en sus constantes destinos; fue un religioso que pasó por muchos conventos. A nadie negó el bien que pudo hacer, comenzando por infundir a los que acudían a él en masa la confianza en Dios y en su divina Providencia. Se le reveló la hora de su muerte y esperó gozoso el momento. Llevaba sesenta y cuatro años llenos de trabajos y severas penitencias. Alegre y lúcidamente cándido, como siempre había sido, respondía a la pregunta de sus hermanos que se interesaban por su salud: «Muy bien; pronto me voy al cielo».

A principios de octubre de 1604 enfermó, y sólo se levantó el día 12 de ese mes, horas antes de morir. Previamente, tuvo la gracia de ayudar en misa, comulgar y hasta pedir limosna. Tanto es así, que pensando que se repondría demoraron administrarle los sacramentos. Pero él sabía que estaba a las puertas del cielo, y suplicó: «dadme a mi Dios, traedme a mi Jesús. Antes de la noche voy a morir». Y así fue. Clemente XIII lo canonizó el 16 de julio de 1767.