Servicio diario - 14 de septiembre de 2018


 

Capuchinos Menores: "La verdadera grandeza es hacerse pequeños y servidores"
Rosa Die Alcolea

Santa Marta: "Los 'malos tiempos' pueden ser iluminados por la Cruz"
Redacción

Mozambique: El presidente aprecia la contribución de la Iglesia en sectores sociales
Rosa Die Alcolea

Venezuela: El Pontífice nombra administrador apostólico en Cabimas
Redacción

Torreciudad: "Cuando en lo alto de la montaña hay un amigo, es más fácil subir"
Redacción

Ecuador: El Papa acepta la renuncia del arzobispo de Portoviejo
Redacción

México: 'El Canelo', quien visitó al Papa, boxeará mañana en Las Vegas
Rosa Die Alcolea

Beato Pablo Manna, 15 de septiembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

14/09/2018-14:15
Rosa Die Alcolea

Capuchinos Menores: "La verdadera grandeza es hacerse pequeños y servidores"

(ZENIT – 14 sept. 2018).- “La verdadera grandeza es hacerse pequeños y servidores”. El Santo Padre ha animado a los Frailes Menores Capuchinos a seguir esforzándose por vivir vivir las relaciones y la actividad religiosa en la “gratuidad, la humildad y la mansedumbre”, realizando así con “gestos concretos y cotidianos” la “menoría” que caracteriza a los seguidores de Francisco.

A las 12:50 horas en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Santo Padre Francisco ha recibido en audiencia a los participantes en el 85° Capítulo General de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, en curso en Roma, en el Colegio Internacional San Lorenzo de Brindisi, del 27 de agosto al 16 de septiembre de 2018. El Papa ha pronunciado un discurso improvisado.

La “menoría” de estos Frailes Capuchinos un “don precioso” y “de gran necesidad para la Iglesia y para la humanidad” de nuestro tiempo –ha dicho el Pontífice–. Así actúa el Señor: “hace las cosas simplemente”, ha anunciado.

El Santo Padre, y ha destacado la “consagración total a Dios” hasta el martirio, cuando es requerido, la “vida sencilla” entre la gente, la “sensibilidad hacia los pobres”, y el “acompañamiento espiritual” como cercanía y humildad que nos permite acoger a todos.

La “alegría del Evangelio” –les ha exhortado– que fascinó irresistiblemente al Pobrecillo de Asís, sea la “fuente de vuestra fuerza” y ​​de “vuestra constancia” porque con la referencia a la Palabra de Jesús todo aparece con una nueva luz, la del amor providencial de Dios.

Asimismo, Francisco ha recordado a los capuchinos cuantos “testigos valientes de Cristo y del Evangelio” de su Orden han sido proclamados santos y beatos. “En el surco de este estilo de vida, caminad animados por un renovado celo para adentraros, con libertad profética y sabio discernimiento”.

Publicamos a continuación el discurso que el Santo Padre había preparado y ha entregado a los presentes en el curso del encuentro:

***

 

Discurso preparado por el Papa Francisco

¡Queridos frailes menores capuchinos!

Me siento grato por este encuentro, que me permite saludaros personalmente con motivo de vuestro Capítulo General. Doy las gracias al nuevo Ministro general, fray Roberto Genuin, expresándole mis mejores deseos de buen trabajo así como a su Consejo. En estos días de estudio e intercambio fraterno, habéis dedicado vuestra atención al tema “Aprended de mí… y encontraréis” (Mt 11:29), para identificar las perspectivas apostólicas y educativas que ofrecer a vuestros hermanos en todo el mundo. En efecto, además de la elección del nuevo gobierno de vuestra Fraternidad, habéis dedicado un espacio considerable a la Ratio Formationis Ordinis, documento importante para conducir a la persona consagrado al corazón del Evangelio, que es la forma de vida de Jesús, totalmente dedicada a Dios y al prójimo, especialmente a los últimos y a los marginados.

Siguiendo los pasos del Divino Maestro y el ejemplo de San Francisco, que encontrando a los leprosos encontró humildad y servicio, os esforzáis por vivir las relaciones y la actividad religiosa en la gratuidad, la humildad y la mansedumbre. Así, podéis realizar con gestos concretos y cotidianos la “menoría” que caracteriza a los seguidores de Francisco. Es un don precioso y de gran necesidad para la Iglesia y para la humanidad de nuestro tiempo. Así actúa el Señor: hace las cosas simplemente. La humildad y la simplicidad son el estilo de Dios; y este es el estilo que todos los cristianos estamos llamados a asumir en nuestra vida y en nuestra misión. La verdadera grandeza es hacerse pequeños y servidores.

Con esta menoría en el corazón y en el estilo de vida, dais vuestra aportación al gran compromiso de la Iglesia con la evangelización. Lo hacéis mediante la generosidad del apostolado en contacto directo con diferentes pueblos y culturas, especialmente con tantas personas pobres y que sufren. Os animo en este esfuerzo, que en el Capítulo general habéis compartido a nivel internacional, exhortándoos a no desanimaros ante las dificultades, entre ellas la disminución del número de frailes en ciertas zonas, sino a renovar cada día la confianza y la esperanza en ayuda de la gracia de Dios. La alegría del Evangelio, que fascinó irresistiblemente al Pobrecillo de Asís, sea la fuente de vuestra fuerza y ​​de vuestra constancia porque con la referencia a la Palabra de Jesús todo aparece con  una nueva luz, la del amor providencial de Dios. Cada vez que acudimos a la fuente para recuperar la frescura original del Evangelio, surgen nuevos caminos, nuevos enfoques pastorales y métodos creativos que se adhieren a las circunstancias actuales.

Nuestro tiempo muestra signos de un evidente malestar espiritual y moral, debido a la pérdida de las referencias seguras y consoladoras de la fe. ¡Cuánta necesidad tienen hoy las personas de ser acogidas, escuchadas, iluminadas con amor! ¡Y qué gran tradición tenéis vosotros, los Capuchinos en la proximidad de todos los días a la gente, en compartir los problemas concretos, en la conversación espiritual y en la administración del Sacramento de la Reconciliación! No dejéis de ser maestros de oración, de cultivar la robusta espiritualidad, que comunica a todos el llamado de las “cosas de allá arriba”.

En esto, seréis más convincente si también vuestras comunidades y estructuras manifiestan sobriedad y frugalidad, una señal visible de esa primacía de Dios y de su Espíritu de la cual las personas consagradas se comprometen a dar un testimonio límpido. En esta perspectiva, también la gestión transparente y profesional de los recursos económicos es imagen de una verdadera familia que camina en corresponsabilidad y solidaridad entre sus miembros y con los pobres. Otro aspecto importante de la vida de vuestras comunidades es la unidad y la comunión, que se realizan dedicando un amplio espacio a la escucha y el diálogo para fortalecer el discernimiento fraterno.

La historia de vuestra Orden está repleta de testigos valientes de Cristo y del Evangelio, muchos de los cuales proclamados santos y beatos. Su santidad confirma la fecundidad de vuestro carisma y demuestra las señas de vuestra identidad: la consagración total a Dios hasta el martirio, cuando es requerido, la vida sencilla entre la gente, la sensibilidad hacia los pobres, el acompañamiento espiritual como cercanía y humildad que nos permite acoger a todos. En el surco de este estilo de vida, caminad animados por un renovado celo para adentraros, con libertad profética y sabio discernimiento, por caminos apostólicos valientes y fronteras misioneras, cultivando siempre la colaboración con los obispos y los otros miembros de la comunidad eclesial.

Vuestra identidad carismática, enriquecida por la variedad cultural de vuestra familia religiosa, es más que nunca válida y constituye  una propuesta atractiva para muchos jóvenes del mundo que buscan autenticidad y esencialidad. Que la fraternidad brille como un elemento calificativo de vuestra vida consagrada, alejando de vosotros toda actitud elitista, estimulándoos a buscar siempre el encuentro entre vosotros y con todos, especialmente con los muchos sedientos del amor misericordioso que solo Cristo puede ofrecernos.

¡Que el Señor os colme con sus gracias y, en el espíritu de San Francisco, proceded alegres y seguros, siempre conscientemente agradecidos de pertenecer al santo Pueblo  fiel de Dios, y de servirlo con humildad! ¡Qué os acompañe la bendición apostólica que os imparto de todo corazón a  vosotros, Padres Capitulares, y a toda vuestra Orden! Y por favor, no os olvidéis de rezar  por mí. ¡Gracias!

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

14/09/2018-18:44
Redacción

Santa Marta: "Los 'malos tiempos' pueden ser iluminados por la Cruz"

(ZENIT — 14 sept. 2018).- "No temamos a los 'malos tiempos', que pueden ser iluminados por la misma cruz, signo de la victoria de Dios sobre el mal": Es el mensaje que ha ofrecido el Pontífice Francisco en su homilía de esta mañana, en la misa matutina en la Casa de Santa Marta.

Contemplar la Cruz, "signo del cristiano" —ha invitado el Papa— es para nosotros "contemplar un signo de derrota pero también un signo de victoria". En la Cruz "todo lo que Jesús había hecho en la vida" fracasa, y toda la esperanza de la gente que siguió a Jesús, termina.

 

No tener miedo

El Santo Padre ha exhortado en la Eucaristía a no tener miedo de "contemplar la Cruz como un momento de derrota, de fracaso".

"Cuando Pablo reflexiona sobre el misterio de Jesucristo —ha explicado— nos dice cosas fuertes, nos dice que Jesús se vació de sí mismo, se aniquiló, se volvió pecado hasta el final, asumió todo nuestro pecado, todo el pecado del mundo: era un "trapo", un hombre condenado. Pablo no tuvo miedo de mostrar esta derrota e incluso esto puede iluminar nuestros momentos feos, nuestros momentos de derrota, pero también la Cruz es un signo de victoria para nosotros los cristianos".

 

Frente al crucifijo

Nuestra vida continúa —aclara el Papa— con Cristo vencedor y resucitado, que nos envía el Espíritu Santo, pero también con ese perro encadenado, "al que no debo acercarme porque me morderá".

"La Cruz nos enseña esto, que en la vida hay fracaso y victoria. Debemos ser capaces de tolerar las derrotas, de soportarlas pacientemente, las derrotas, incluso de nuestros pecados porque Él pagó por nosotros. Tolerarlas en Él, pedir perdón en Él pero nunca dejarse seducir por este perro encadenado. Hoy será hermoso si en casa tranquilos nos tomamos 5, 10, 15 minutos delante del crucifijo, o lo que tenemos en casa o aquel del rosario: mirarlo, es nuestro signo de derrota, que provoca persecuciones, que nos destruye, pero es también nuestro signo de victoria porque Dios ha ganado allí".

 

 

14/09/2018-14:44
Rosa Die Alcolea

Mozambique: El presidente aprecia la contribución de la Iglesia en sectores sociales

(ZENIT – 14 sept. 2018).- El Papa Francisco y el presidente de Mozambique, Felipe Jacinto Nyusi, reunidos esta mañana en audiencia, han apreciado la contribución de la Iglesia Católica en muchos sectores de la sociedad, con referencia al acuerdo bilateral firmado en 2011 para facilitar la actividad del Iglesia en ese país.

Este viernes, 14 de septiembre de 2018, mandatario Felipe Jacinto Nyusi ha visitado el Vaticano, donde se ha encontrado además con el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, y con Mons. Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados, según informa la Santa Sede.

Las conversaciones han transcurrido en una atmósfera de cordialidad –señala la Oficina de Prensa en el comunicado– y se han subrayado las buenas relaciones entre la Santa Sede y Mozambique.

Posteriormente, se habló de la situación sociopolítica de la nación, así como del curso del proceso de reconciliación nacional, “manifestando el deseo de que se pueda llegar a una paz estable y duradera”.

Durante la conversación hubo también un intercambio de opiniones “sobre la lucha contra la pobreza y la corrupción, así como sobre la cooperación económica de Mozambique con otros países”, indica el Vaticano.

 

 

 

14/09/2018-15:31
Redacción

Venezuela: El Pontífice nombra administrador apostólico en Cabimas

(ZENIT — 14 sept. 2018).- El Papa Francisco ha nombrado administrador apostólico "sede vacante" de la diócesis de Cabimas (Venezuela) a Mons. Ángel Francisco Caraballo Fermín, obispo auxiliar de Maracaibo, en el mismo país.

Es una información de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, hecha pública esta mañana, 14 de septiembre de 2018.

El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Cabimas (Venezuela), presentada por Mons. William Enrique Delgado Silva.

 

 

14/09/2018-10:43
Redacción

Torreciudad: "Cuando en lo alto de la montaña hay un amigo, es más fácil subir"

En Zaragoza, hablo a las tres de la tarde del domingo, 2 de septiembre de 2018, sentado en un bar tomando unas tapas, con un hombre de acento andaluz. Va con familia, y se nota que es el abuelo. Le pregunto y comento a la dueña que atiende la barra si conoce Torreciudad. Gloria no conoce Torreciudad y la animo a visitarlo con toda la familia. Se queda con la copla, pues somos amigos.

Mientras entran y salen muchas familias, andaluzas la mayoría, asiente mi interlocutor cuando le digo que los que van más lejos han bajado antes de la montaña donde vive la Virgen de Torreciudad. Y el caso es que a pesar de los cientos de kilómetros que les esperan, en palabras del anterior Prelado del Opus Dei el beato Álvaro del Portillo, y repitiendo un proverbio kikuyu que le enseñaron unas hijas suyas negras como el carbón de Kenia, "Cuando en lo alto de la montaña hay un amigo, una amiga, es más fácil subir". Y parece que miles de familias han subido a lo alto de la montaña, a ver a la Virgen milenaria de Torreciudad para presentarle sus familias, como cada año hace ya 28.

Jordi Picazo, en Zaragoza

 

Miles de familias viajan cientos de kilómetros para festejar

«Hoy, al celebrar esta Jornada Mariana de la Familia junto a la Virgen de Torreciudad, nos sabemos y somos poca cosa, muy necesitados de la ayuda de Dios para ser buenos hijos suyos y para sacar adelante nuestras familias según su querer, pero con nuestra Madre del Cielo nos sentimos capaces de esta oración de acción de gracias a Dios», dijo Fernando Ocáriz, Prelado del Opus Dei, el sábado 1 de septiembre de 2018 en la 28a edición de la Jornada Mariana de la Familia en Torreciudad, España.

Glosando a San Pablo (Rm 8,28) en la segunda lectura de ese día, recordó que san Josemaría resumía las muchas dificultades de una familia cristiana en tres palabras, Omnia in bonum, todo es para bien, «cuando no comprendíamos por qué permitía algo que nos hacía sufrir a nosotros o a los demás. Esta jaculatoria la podemos aplicar también en cada hogar; todo es para bien: un problema económico que obliga a cambiar de planes, los retos que supone educar a los hijos, las dificultades para armonizar un trabajo exigente con los cuidados de la casa… Todo es para bien, si todo lo ponemos en las manos de Dios: Él dará la fuerza para convertirlo en ocasiones de crecer como familia, en hacer que esos pequeños o grandes dramas al final también la unan más, porque se lleven entre todos con amor», comentó el Prelado del Opus Dei.

«¿Somos conscientes del gran bien que hacen las familias cuando se esfuerzan en ser una escuela de comunión, de perdón, de solidaridad?», preguntó el Prelado, para recordar las palabras recientes del Papa Francisco en Dublín para el Encuentro Mundial de las Familias.

 

Dificultades en la familia

Siguió citando a Francisco en Dublín: «Dios quiere que cada familia cristiana sea un faro que irradie la alegría de su amor en el mundo. ¿Qué significa esto? —preguntaba el Santo Padre hace unos días en Irlanda. Significa que, después de haber encontrado el amor de Dios que salva, intentemos, con palabras o sin ellas, manifestarlo a través de pequeños gestos de bondad en la rutina cotidiana y en los momentos más sencillos de cada día» (Discurso del Papa Francisco en Dublín para el Encuentro Mundial de las Familias, 25 de agosto de 2018).

Para conseguirlo, «no es necesario esperar a que todo en la propia casa marche a la perfección», como recuerda el papa Francisco -comentó Fernando Ocáriz  y lo corroboró con palabras de san Josemaría «Cada hogar cristiano -afirma san Josemaría- debería ser un remanso de serenidad, en el que, por encima de las pequeñas contradicciones diarias, se percibiera un cariño hondo y sincero, una tranquilidad profunda, fruto de una fe real y vivida» (San Josemaría en “Es Cristo que pasa”, n. 22). Es así como estas familias cooperan muy directa y eficazmente a construir y fortalecer la civilización del amor, de la que hablaba san Juan Pablo II». Invito Ocáriz a rezar por la Iglesia, por el Papa y por todos los pastores y fieles. «Y que, en esta jornada, se alce al Cielo nuestra plegaria especialmente por todas las familias del mundo: que a ellas llegue la fuerza de la oración y del sacrificio que acompañe cada una de nuestras jornadas».

Fortaleza porque, dijo Ocáriz, "Son palabras esperanzadoras", refiriéndose a las palabras del Papa Francisco en la exhortación Amoris Laetitia «Doy gracias a Dios porque muchas familias, que están lejos de considerarse perfectas, viven en el amor, realizan su vocación y siguen adelante, aunque caigan muchas veces a lo largo del camino» (AL, 57).

 

San José estresado

«En el Evangelio hemos visto cómo un ángel tranquilizó a san José, en un momento complicado para la historia de la familia de Nazaret (cfr. Mt 1,18-23).¡Qué asombroso es contemplar cómo María y José encontraron también dificultades para sacar adelante su familia! La historia de su hogar no es una historia idealizada: sí, la Sagrada Familia fue sin duda la más feliz que ha habido y habrá en la tierra, pero no por eso dejaron de tener que afrontar contrariedades y problemas», explicó el Prelado, que vino desde Roma para el ya tradicional encuentro.

Pidió Fernando Ocáriz, Prelado del Opus Dei, alegría, esperanza, unidad, fortaleza ante estas adversidades compañeras de camino, recomienzo ante los tropiezos, en la compañía de la Virgen: «Madre nuestra, Virgen de Torreciudad, con tu ayuda queremos compartir esta visión alegre y esperanzada de la familia con las personas que tenemos a nuestro alrededor. (...) No nos desalienta que la senda pueda ser ardua, o que podamos tropezar, porque sabemos que tú nos acompañas siempre».

 

La alcaldesa, en la onda

Por su parte, Laura Puyal, alcaldesa de El Grado, municipio en el que se enclava Torreciudad, señaló su alegría por «compartir esta fiesta, que es una apuesta por la familia con valores como patrimonio de la humanidad, que ayuda tanto a superar el individualismo. Además, supone una gran promoción de la comarca y de nuestros pueblos».

 

"Desde Torreciudad con amor", hacia el Papa

Las familias aplaudieron en pleno sol del somontano, entre tierra agua y fuego, al Papa Francisco, Aplausos para Francisco ante las palabras de una madre coraje: «Dígale al Papa Francisco que le queremos y que estamos a su lado», le pidió al Prelado para cuando estuviera de regreso en Roma. El Prelado aplaudió a la mamá coraje que en medio de decenas de miles de personas habló como si estuviera en una reunión familiar (Puedes ver el vídeo de YouTube de 2'28" aquí).

También en su mensaje de ese 1 de setiembre antes de llegar el Prelado pidió procurar «ofrecer la oración y penitencia que el Santo Padre ha pedido a todos en su reciente " Carta al Pueblo de Dios, que puedes leer pinchando aquí,". Amemos más y más a la Iglesia y al Papa. Nos puede ayudar recordar que la Iglesia no es solo el conjunto de los hombres y mujeres que a ella nos hemos incorporado sino, sobre todo, como explicaba san Josemaría, es "Cristo presente entre nosotros; Dios que viene hacia la humanidad para salvarla, llamándonos con su revelación, santificándonos con su gracia, sosteniéndonos con su ayuda constante, en los pequeños y en los grandes combates de la vida diaria" (Es Cristo que pasa, n. 131) (...) Fernando». Puedes leer todo el mensaje aquí.

 

Tres nuevos sacerdotes para la Iglesia

A la mañana siguiente 2 de setiembre, el obispo de Cuenca, Mons. José María Yanaguas, ordenó sacerdotes a tres diáconos de la prelatura del Opus Dei. Monseñor Yanaguas recordó que el sacerdocio «no es oficio de media jornada, es vocación, pasión que consume, ambición de llegar a todos». Además, exhortó Monseñor Yanaguas a los nuevos presbíteros a ser «sacerdotes alegres, llenos del amor de Dios, deseosos de sacrificaros sin reservas, asumiendo gozosamente vuestro nuevo oficio y poseídos por la alegría del Evangelio, como nos pide el Papa Francisco».
Virgen milenaria de Torreciudad

El Fundador del Opus Dei le regaló un santuario a la Virgen de Torreciudad, Virgen que tiene más de mil años, no la fabricó el Opus Dei, como algunos piensan, y que se venera en su imagen original en el Santuario trayéndola de la ermita milenaria a pie de colina, con una fuerte devoción en tierras del Somontano, no porque ella se lo pidiera como en el caso del Pilar y el Apóstol Santiago, sino porque le dio la gana al Fundador, «que es la razón más sobrenatural», como le gustaba rezar a san Josemaría, maño donde los haya. Su madre le ofreció a la Virgen de Torreciudad cuando de pequeño y una tras otra, fueron muriendo sus hermanas mayores de enfermedades de la época y él llegó a decir... «ahora me toca a mí». Pero su madre, Doña Dolores, le respondió que «tú no, que estás ofrecido a la Virgen» (puedes contrastarlo aquí con esta información histórica).

Y se me ocurre a mí, con tu permiso, amigo lector, que es lo que comentaba san Josemaría con el significado etimológico de la palabra José: "Dios añadirá", y recordaba san Josemaría que «Dios, a la vida humilde y santa de José, añadió —si se me permite hablar así— la vida de la Virgen María y la de Jesús, Señor Nuestro» (en la homilía de san Josemaría En el taller de José). Muchos se preguntan por el nombre Josemaría junto, y es que el Fundador del Opus Dei, en su amor a la Sagrada Familia de Nazareth, pedía «no me separéis a José de María». El hecho es que en alguna época de su vida incluso firmaba familiarmente sus notas con el apodo Mariano. Tanto era su amor a la Virgen, cuentan.

@JordiPicazo,
filólogo y periodista colegiado

[Título: "Cuando en lo alto de la montaña hay un amigo, una amiga, es más fácil subir" — proverbio kikuyu]

 

 

14/09/2018-16:11
Redacción

Ecuador: El Papa acepta la renuncia del arzobispo de Portoviejo

(ZENIT — 14 sept. 2018).- El Santo Padre Francisco ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la archidiócesis de Portoviejo (Ecuador) presentada por Mons. Lorenzo Voltolini.
Mons. Lorenzo Voltolini Esti, Arzobispo de Portoviejo, nació el 20 de mayo de 1948, en Poncarale (Brescia-Italia).

Realizó sus estudios primarios en su pueblo natal, después entró en el Seminario Menor de Brescia, donde frecuentó los estudios secundarios y el colegio. En el Seminario Mayor de Brescia estudió filosofía y teología.

El 15 de junio de 1974 fue ordenado sacerdote y enviado, por su obispo, a trabajar en la Diócesis de Latacunga en el Ecuador.

El 7 de diciembre del 1993 el Papa Juan Pablo II lo nombró Obispo Auxiliar de Portoviejo. Desde el 26 de febrero de 1999 tiene nacionalidad ecuatoriana.

 

Caballero de la República Italiana

En el 2005 el Embajador de la República Italiana, Giulio Piccirilli, a nombre del Gobierno italiano, lo condecoró con la Estrella de la Solidaridad y con el título de Caballero de la República Italiana. El Gobierno italiano, con esta condecoración, ha querido reconocer que Mons. Lorenzo Voltolini Esti está trazando en Ecuador los mejores rasgos de la imagen de la Italia cristiana: respeto de las diversas culturas, laboriosidad, sencillez e integración.

El 6 de agosto de 2007, Su Santidad Benedicto XVI lo nombró como Arzobispo de la Arquidiócesis de Portoviejo en reemplazo de Mons. José Mario Ruiz Navas, quien permaneció al frente de la Arquidiócesis de Portoviejo durante 18 años y presentó su renuncia al Papa por límite de edad.

 

 

14/09/2018-18:11
Rosa Die Alcolea

México: 'El Canelo', quien visitó al Papa, boxeará mañana en Las Vegas

(ZENIT — 14 sept. 2018).- El boxeador mexicano Saúl Álvarez, mexicano, competirá mañana, 15 de septiembre de 2018, en MGM Grand Garden Arena, en Las Vegas (Estados Unidos), contra el kazajo Gennady Golovkin.

'El Canelo' saludó con afecto al Papa Francisco hace 10 meses, al participar en la audiencia general en el Vaticano, y regaló al Pontífice unos guantes firmados por él, donde también pone "México lo quiere", representando a su país de nacimiento.

"Para mí es un honor poderle entregar al Papa algo de mí y obviamente poder tener la bendición del Papa para mí es una experiencia inolvidable, y me siento muy contento y agradecido con todos por esto", declaró el deportista de México aquel día, 22 de noviembre de 2017, tras su encuentro con el Papa.

 

Desempate

El torneo que jugará mañana Canelo Álvarez ha conseguido en la Arena T-Mobile, ha conseguido vender los 20.000 boletos que estaban a la venta fueron vendidos y ya no hay tickets ni en taquilla ni por internet y es difícil encontrarlos en la reventa, señala `Univision'.

`El Canelo' ha enfrentado a oponentes como Miguel Cotto, Amir Khan y Julio César Chávez Jr. Todos cayeron ante Álvarez. Hasta que llegó Gennady Golovkin. El kazajo y el de Jalisco dieron una pelea muy cerrada y de gran nivel. Los jueces decidieron dar un empate y por esto, es que hay revancha este 15 de septiembre del 2018, la cual promete ser una contienda para la historia.

Saúl 'Canelo' Álvarez comenzó su carrera como boxeador a muy temprana edad. A los 13 años su hermano, Rigoberto Álvarez, debuta como profesional y de ahí, el menor inicia como amateur, apunta el medio 'Marca'.

 

Primeros logros

Saúl Álvarez Barragán, conocido como "El Canelo" nació en San Agustín, Jalisco. Con 27 años, ya ha sido campeón del Consejo Mundial de Boxeo (WBC) y de `The Ring' (lista de campeones mundiales) del peso mediano.

Sus primeros logros fueron al inicio del siglo. En 2004 ganó la medalla de plata en el Campeonato Nacional Juvenil. En 2005 logró la presea de oro en la Olimpiada Juvenil. En total, 'Canelo' consiguió 44 victorias y solo dos derrotas como amateur, señala `Marca'.

También ha sido campeón de Asociación Mundial del Boxeo (WBA), de la Organización Mundial de Boxeo (WBO) y The Ring del peso superwélter. La revista `The Ring' lo considera como uno de los mejores boxeadores libra por libra del mundo.

 

 

14/09/2018-14:56
Isabel Orellana Vilches

Beato Pablo Manna, 15 de septiembre

«Presbítero y fundador de la Pontificia Unión Misional. Ardiente promotor de las misiones, defensor de la inculturación. Considerado por Juan XXIII el Cristóbal Colón de la cooperación misionera»

En esta festividad de la Virgen de los Dolores se celebra, entre otros santos y beatos, la vida de Pablo Manna, aclamado por distintos pontífices. Juan XXIII lo denominó «el Cristóbal Colón de la cooperación misionera». Pablo VI en su carta Graves et increscentes de 1966 consideró que debía ser inscrito «con letras de oro en los anales de las misiones» recordando que fue «uno de los más eficaces promotores de la universalidad misionera en el siglo XX».

Y Juan Pablo II, que lo beatificó en 2001, ya en 1990 había reparado en su grandeza, diciendo que «puso en evidencia, de una manera única, la esencial dimensión misionera de la Iglesia universal».Y es que su lema fue: «Todas las Iglesias para la conversión de todo el mundo».

Nació en Avellino, Italia, el 16 de enero de 1872 en el seno de una familia acomodada. Era el quinto de los hijos del matrimonio Ruggeri. A los dos años de nacer, murió la madre y quedó al cargo de unos tíos residentes en Nápoles. En 1882 regresó a Avellino donde su padre convivía con su segunda esposa. Durante unos años en el estío solía residir en la casa de unos tíos sacerdotes que influyeron en su vida. Y muy claro tuvo su porvenir, porque en 1887 ingresó en la congregación de los Salvatorianos.

En Roma estudió filosofía y teología, pero intuía que debía elegir otro camino. Tras la lectura de unas revistas publicadas por el Instituto de Misiones Extranjeras de Milán (actual PIME), que daban cuenta de sus actividades, sopesó su vocación. Y sin tardanza alguna, en 1891 dejó a los Salvatorianos y se inscribió en él. Tenía 19 años y la idea clara de ser misionero.

Se ordenó sacerdote en mayo de 1894 en el Duomo de Milán, y al año siguiente fue trasladado a Birmania. Partidario acérrimo de la inculturación hizo notar:

«Me dirigiré a mis ovejas en su propia lengua, respetaré sus tradiciones, integraré sus locuciones y sus maneras de pensar en mi trabajo de evangelización». Así lo hizo durante ocho años compartidos con los indígenas de Ghekku al frente de la misión de Mombló fundada por él, hasta que su débil salud atacada por la tuberculosis le obligó a regresar. Ello no le impidió publicar un artículo de temática antropológica basado en su convivencia con la tribu birmana. Ese mismo año de 1902 volvió a la misión, pero de nuevo tuvo que partir a Italia por motivos de enfermedad. Aún hubo un tercer y definitivo intento con ida y vuelta. Su organismo se reveló ante las severas condiciones de vida que repercutían en su frágil constitución, y en 1907 retornó a Italia definitivamente.

¿Qué podía hacer? Al llegar a la misión por vez primera, al ver las carencias que le rodeaban había reiterado su ofrenda, sin ocultar su gozo: «estoy contento, es mi cruz y sin la cruz no se va al paraíso». Pero no pudo cumplir su sueño. En 1908 rogó a la Virgen de Lourdes que hiciera de él un hombre santo; es todo lo que anhelaba. Aún así, envuelto en cierta penumbra, confesaba: «Veo muy oscuro el futuro. Veo destruidas tantas esperanzas y planes de obras buenas, me veo a los 35 años envuelto en dificultades diversas...». Era el peso de la incertidumbre que frecuentemente asola el alma humana, aunque luego la voluntad divina ilumine lo más recóndito del apóstol. Abierto a ella, a los pocos meses el beato comenzó a vislumbrar otro horizonte.

Era un buen escritor y en 1909, poco antes de publicar su primer libro, le confiaron la redacción de la revista Le Missioni Cattoliche. Su pluma, de la que se dijo era su apóstol, se convirtió en un fecundo instrumento de grandes dimensiones apostólicas, ya que desde ella impulsaba las vocaciones misioneras. Una de sus primeras acciones en 1914 fue crear el periódico Propaganda Missionaria, editando cientos de miles de ejemplares. En 1916 consolidó esta acción con la fundación de la Unión Misionera del Clero, ayudado por el beato y fundador de los javerianos, Guido María Conforti, que fue reconocida como Obra Pontificia, y hoy es la Pontificia Unión Misional (PUM).

La creó tras constatar la escasísima atención que ciertos obispos y presbíteros prestaban a la evangelización misionera: «Muchos sacerdotes se ocupan demasiado de sus propios problemas pastorales y no lo suficiente de las misiones». Tenía claro que «la clave del problema misionero está en las manos del sacerdote». Es más, con toda contundencia, sabiendo bien lo que decía, este hombre de Dios a quien guiaba un visible celo apostólico y que se alimentaba con la oración, manifestó: «¡No nos sirven sacerdotes mediocres!».

En 1919 puso en marcha la revista Italia Missionariacon el fin de suscitar vocaciones entre los jóvenes, la Rivista di studi missionariy un catecismo misionero. Su sed por las misiones era inagotable. En 1924 fue designado superior general del PIME que se fusionó con el Instituto Misionero de Roma y de Milán. Desempeñó ese oficio durante diez años. En esa época abrió y dirigió el Seminario Meridional para las Misiones Extranjeras en Ducenta, y dio los pasos para la fundación de la rama femenina de su Instituto: las Misioneras de la Inmaculada, que impulsó definitivamente al cesar en su alto cargo de gobierno, a petición propia.

En 1927 emprendió un viaje apostólico para visitar diversas misiones de Asía, América y otros lugares. En el transcurso del mismo surgió su obra «Observaciones sobre el método moderno de evangelización en Asia». Mientras, seguía escribiendo incansablemente, fundando nuevas revistas y alentando a todos a amar las misiones. En 1943 fue designado superior regional del PIME. Terminó sus fecundos días dirigiendo y fomentando la Unión Misionera, que fue extendiéndose paulatinamente. Con sus escritos y cartas dirigidas a distintos cardenales y prelados logró que en la Iglesia se estimulasen las obras misioneras. Murió en Nápoles el 15 de septiembre de 1952. Juan Pablo II lo beatificó el 4 de noviembre de 2001.