Opinión

 

Las falacias en nuestra sociedad. Invertir en educación y en cultura

 

 

20/07/2018 | por José Ramón Talero Islán


 

 

Siempre me pregunto: ¿En qué niveles de libertad, dignidad y respeto está gran parte de nuestra sociedad? Me aturde, y a la vez, me entristece, e irrita, como nuestras calles cada vez están concurridas por personas que por circunstancias varias, piden ayuda para ellos mismos o para instituciones benéficas. No podemos dar en las calles a todos los que nos piden, porque no tenemos para nuestras familias, esta misión es del Estado, incapaz de solucionar esta situación.

 

¿No nos da vergüenza?

Mientras tanto subida de impuestos, y sin generar riqueza productiva, el dinero es saqueado por la corrupción y el mantenimiento de tanto cargo político (recuerdo que nuestro país es de los primeros en el rango), hay que atajar estos gastos innecesarios que van en perjuicio de los más débiles. Destinar lo máximo del presupuesto nacional en educación y en cultura, aquí está la clave para el progreso de una Nación. Tenemos jóvenes muy bien formados, que se marchan a otros países, debemos  invertir en ellos, este es nuestro tesoro, y nuestro futuro. Un país culto, es un país rico y libre.

 

¿Qué podemos esperar y hacer?

Creo que si ayudamos a los que están a nuestro lado, (formándolos profesional y responsablemente, proporcionándoles un trabajo digno) escuchamos a los que necesitan ser oídos (suministrándoles herramientas e información para poder acceder a trabajos), reflexionamos (creando puestos de trabajos controlados y bien remunerados) y no nos dejamos guiar por las consignas materialistas y vanas que nos acribillan a diario en todos los medios de comunicación, seríamos mejores y nuestras conciencias se nos serenarían.

 

¿Cómo y dónde se crean estos trabajos?

Sabemos todos y no hacen falta ocurrencias; porque se hacía antaño, incrementar la limpieza de montes (podando y haciendo cortafuegos), ríos y pantanos (drenándolos, limpiando sus riberas y cauces) para evitar la cantidad de incendios e inundaciones que originan daños cuantiosísimos en nuestras arcas y sobre todo, las pérdidas de vidas humanas originadas por esta falta de actuaciones.

Hay que favorecer a los emprendedores de pequeñas y medianas empresas, con bajos impuestos y menos burocracia, siempre han construido un tejido productor muy considerable, contratando a muchas personas y por consiguiente llevando el pan a muchas familias. Podría seguir sugiriendo más pero…

 

¿Por qué no se hace esto?

Las subvenciones son necesarias para los necesitados, pero tenemos que concienciarnos todos, que el trabajo y el esfuerzo común, hará que el país avance. No podemos permitir que vivamos pendientes de las limosnas, el trabajo es un derecho obligatorio que debemos tener todos y así está reflejado en nuestras leyes.