Servicio diario - 12 de junio de 2018


 

Santa Marta: "El cristiano debe ser sal y luz para los otros"
Rosa Die Alcolea

América Latina: La Fundación `Populorum Progressio' evaluará 100 proyectos
Rosa Die Alcolea

España: Hoy se cumplen 25 años de la visita de San Juan Pablo II
Rosa Die Alcolea

Chile: Recuerdan las "huellas de Francisco" en la Universidad Santo Tomás
Redacción

P. Antonio Rivero: "El Reino de Dios es como una planta"
Antonio Rivero

San Antonio de Padua, 13 de junio
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

12/06/2018-12:34
Rosa Die Alcolea

Santa Marta: "El cristiano debe ser sal y luz para los otros"

(ZENIT — 12 junio 2018).- "Ser sal y luz para los otros, sin atribuirse méritos" es el "simple testimonio habitual", la "santidad de todos los días", a la que está llamado el cristiano, ha anunciado el Papa Francisco en la Misa celebrada esta mañana, en la Capilla de la Casa de Santa Marta.

Es un testimonio —ha aclarado el Santo Padre— de "todos los días, que inicia por la mañana, cuando nos despertamos, y termina por la noche, cuando nos vamos a dormir".

"Parece poca cosa", advierte Francisco, pero el Señor "con pocas cosas nuestras hace milagros, hace maravillas". Por lo tanto, es necesario tener esta actitud de "humildad" que consiste en buscar solamente ser sal y luz.

 

Siempre al servicio

"Sal para los otros, luz para los otros, porque la sal no se sazona a sí misma, siempre al servicio. La luz no se ilumina a sí misma, siempre al servicio. Sal para los otros, pequeña sal que ayuda en las comidas, pero pequeña. ¿En el supermercado la sal se vende por toneladas? No... En pequeñas bolsitas, es suficiente".

"Y después —ha continuado— la sal no se vanagloria de sí misma, porque no se sirve a sí misma. Siempre está allí para ayudar a los demás: ayudar a conservar las cosas, a condimentar las cosas. Siempre está el testimonio".

 

Santidad de cada día

El Pontífice ha señalado que el Señor nos dice: "Tú eres sal, tu eres luz", y ha exhortamos a que renunciemos a tener ningún mérito. Pues, nosotros cuando comemos —ha expresado— no decimos: "¡Ah, qué rica la sal! ¡No!: "Rica la pasta, rica la carne, rica...". No decimos: "Qué rica la sal". De noche cuando vamos para casa, no decimos: "Qué buena la luz", no. Ignoramos la luz, pero vivimos con aquella luz que ilumina. Ésta es una dimensión que hace que nosotros cristianos seamos como anónimos en la vida.

"No somos protagonistas de nuestros méritos", ha subrayado nuevamente el Papa al concluir. Por lo tanto, no se debe hacer como el fariseo que agradece al Señor pensando que es santo.

Además, el Santo Padre ha propuesto que al final día, hagamos una "linda oración" y nos preguntemos: "¿He sido sal hoy?" "¿He sido luz hoy?", y ha concluido diciendo: "Ésta es la santidad de todos los días".

 

 

12/06/2018-12:14
Rosa Die Alcolea

América Latina: La Fundación `Populorum Progressio' evaluará 100 proyectos

(ZENIT — 12 junio 2018).- La reunión anual del Consejo de Administración de la Fundación Populorum Progressio para América Latina, confiada al Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, se celebrará del 12 al 14 de junio en la archidiócesis de San Salvador de Bahía, Brasil.

La Santa Sede lo ha hecho público en la mañana del martes, 12 de junio de 2018, a través de un comunicado de prensa.

Se trata de una Fundación constituida y erigida por el Santo Padre en el Estado de la ciudad del Vaticano, que promueve la autogestión de las comunidades para satisfacer las necesidades básicas, combatir la pobreza e impulsar el desarrollo integral a través de un modelo de pequeños proyectos, basado en la participación de las comunidades con el acompañamiento de la Iglesia.

 

100 proyectos

Durante la reunión, los miembros del Consejo examinarán unos 100 proyectos para decidir sobre su eventual financiación, que es posible, en particular, gracias al apoyo de los fieles italianos, a través del fondo del ocho por mil de la Conferencia Episcopal Italiana.

Los proyectos abarcan diversas dimensiones del desarrollo humano integral de las comunidades indígenas, mestizas, afroamericanas y campesinas en América Latina y el Caribe: Producción (agropecuaria, artesanal, comercial), desarrollo de microempresas, infraestructuras (sistemas de agua y alcantarillado, energía, salones polivalentes, almacenes, comedores comunitarios, unidades sanitarias), finanzas (microcrédito, tiendas comunitarias), salud (centros de salud y equipos, letrinas y pozos), educación (aulas, equipos informáticos, herramientas para la formación), y comunicación (emisoras y equipos locales de radio y televisión).

La reunión brindará también la oportunidad de reflexionar sobre las modalidades más eficaces de llevar a cabo el servicio de caridad de la Iglesia con los necesitados, y de identificar las directrices para el trabajo de los próximos años.

En 25 años de actividad (1992-2017), la Fundación ha financiado 4.296 proyectos, con un valor total de alrededor de 41 millones de dólares.

 

Miembros del Consejo

En el evento participarán los miembros del Consejo: El cardenal Peter K.A. Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, así como Presidente y Representante Legal de la Fundación, Mons. Javier Augusto del Río Alba, arzobispo de Arequipa (Perú), Presidente del Consejo de Administración, Mons. Oscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio (Colombia), Vicepresidente del Consejo de Administración, el cardenal Chibly Langlois, obispo de Les Cayes (Haití), Mons. José Luis Azuaje Ayala, obispo de Barinas (Venezuela) y Mons. Segundo Tejado Muñoz, Secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

Asimismo, asistirán a la reunión: Mons. Giovanni d'Aniello, nuncio apostólico en Brasil, una delegación, encabezada por Mons. Leonardo di Mauro, en nombre del Comité para las intervenciones caritativas en favor del Tercer Mundo de la Conferencia Episcopal Italiana, Mons. Edmundo Luis Flavio Abastoflor Montero, arzobispo de La Paz (Bolivia), Presidente saliente del Consejo de Administración.

Coordinará los trabajos el nuevo Secretario del Consejo, el P. Luis Ferney López Jiménez, que sucede al Dr. Juan Vicente Isaza Ocampo, quien ha concluido su labor después de más de 20 años.

 

 

12/06/2018-16:36
Rosa Die Alcolea

España: Hoy se cumplen 25 años de la visita de San Juan Pablo II

(ZENIT – 12 junio 2018).- Tal día como hoy, hace 25 años, San Juan Pablo II visitó Sevilla por segunda vez, un viaje enmarcado en su cuarta visita apostólica a España, del 12 al 17 de junio, que dedicó también a las ciudades de Huelva y Madrid.

El 12 de junio de 1993, el Papa polaco presidió la ordenación de 37 sacerdotes en el Pabellón de Deportes de la capital hispalense. S. Juan Pablo II exhortó a los nuevos presbíteros: “Como sacerdotes, estaréis llamados a proclamar la Palabra de Vida, a anunciar la Buena Nueva que salva. Esto es lo que esperan los fieles…”.

Juan Pablo II fue recibido en Sevilla por los Reyes de España, don Juan Carlos I y doña Sofía, mientras acompañaban los compases de música por sevillanas que acompañaron al Papa durante toda su estancia en Andalucía.

Los restantes actos del día 12 fueron el Ángelus desde la Giralda en la plaza Virgen de los Reyes, la Ceremonia de Adoración al Santísimo, con el tradicional baile de los Seises en la Catedral de Sevilla, la Misa en el Palacio de los Deportes para ordenar treinta y siete sacerdotes, y el encuentro con los jóvenes en la plaza Virgen de los Reyes.

El 13 de junio el Papa clausuró el XLV Congreso Eucarístico Internacional de Sevilla con la tradicional misa Statio Orbis. En el pueblo sevillana Dos Hermanas, bendijo la residencia de ancianos de San Rafael.

 

Ante la Virgen del Rocío

Al día siguiente, S. Juan Pablo II celebró la misa del Congreso Mariano en Huelva, con la asistencia de onubenses y portugueses del vecino Algarbe. Tras visitar Palos de la Frontera y Moguer (Huelva), el Papa coronó a la Virgen de los Milagros, patrona de Palos, en el Monasterio franciscano de la Rábida. El acto de coronación de la Virgen, ante la cual oró Cristóbal Colón previo al viaje del Descubrimiento, estaba vinculado al V Centenario de la evangelización de América.

Asimismo, el Papa meditó ante la Virgen del Rocío en la aldea de Almonte, en medio del fervor de fieles, almonteños y rocieros, y disfrutó de la bellísima “Salve rociera” del “Olé olé” interpretada por la Coral Polifónica de Isla Cristina y la Banda Municipal de Huelva. Finalmente el Papa descansó en el Palacio Arzobispal de Sevilla, regresando el 15 de junio a Madrid para continuar con la visita programada a España.

La primera vez que Juan Pablo II visitó Sevilla fue en 1982 con motivo del XLV Congreso Eucarístico Internacional, para beatificar a sor Ángela de la Cruz, fundadora de las Hermanas de la Cruz.

 

Dedicación de la catedral de la Almudena

El 15 de junio de 1993, san Juan Pablo II fue a Madrid para dedicar la catedral de Santa María la Real de la Almudena, que había tardado más de un siglo en levantarse.

Así, el Papa polaco consagró el templo de Madrid: “¡Demos gracias a la Santísima Trinidad por este lugar santo donde residirá la gloria del Señor! Démosle gracias porque, en su divina providencia, este lugar será casa de plegaria y de súplica; de culto y adoración; de gracia y santificación. Será el lugar adonde el pueblo cristiano acuda para encontrarse con el Dios vivo y verdadero”.

Con motivo del 25º aniversario del templo, el Vaticano ha concedido un Año Jubilar Mariano, que se prolongará del 15 de junio de 2018 al 15 de junio de 2019.

Los actos conmemorativos arrancarán el mismo viernes 15 de junio, a las 19 horas, con una solemne Eucaristía de acción de gracias y de apertura del Año Jubilar Mariano. A lo largo del año, los fieles que peregrinen a la catedral podrán lucrar la indulgencia plenaria, de acuerdo a lo previsto por la Penitenciaría Apostólica.

Asimismo, el Cabildo Catedral y la Vicaría de Evangelización han preparado numerosas actividades: encuentros, catequesis, conciertos… que se celebrarán en los próximos días.

 

 

12/06/2018-11:49
Redacción

Chile: Recuerdan las "huellas de Francisco" en la Universidad Santo Tomás

(ZENIT – 12 junio 2018).- Un “espacio de encuentro” para la comunidad católica y una “invitación a la reflexión y al compromiso”, fueron parte de los objetivos del XIV Congreso de Católicos y Vida Pública, celebrado en la Universidad Santo Tomás de Chile (UST), bajo el lema “La huella de Francisco en Chile. Desde la esperanza, el desafío de la dignidad”.

La actividad se llevó a cabo en Concepción y Antofagasta, el 29 y 31 de mayo, respectivamente, y contó con destacados invitados del mundo católico. En ambas instancias se celebró la santa Misa presidida por el Pastor de cada ciudad: el gran encuentro con Cristo que propicia después el encuentro con los hermanos y el lanzamiento a la misión.

“La visita del Papa Francisco a Chile durante enero fue un gran acontecimiento, signo a la vez de alegría, esperanza y paz. En su deseo de acercar la misericordia de Dios al mundo, con sus palabras y sus gestos, el Sumo Pontífice trajo un mensaje de esperanza y de fe que busca plasmarse en acciones concretas de caridad y de compromiso, especialmente frente a los desafíos que planteó”, explica Esther Gómez, Directora Nacional de Formación e Identidad de la Universidad Santo Tomás (UST) y organizadora del encuentro.

A su vez, el Rector Nacional de la UST, Jaime Vatter, manifestó que “este congreso es muy importante para nosotros, porque nos permite poder compartir de alguna manera con la comunidad nuestra misión y el profundo sentido de colaborar con la formación de personas íntegras y la transmisión de los valores católicos”.

Cabe mencionar que, desde el 2005, la UST realiza esta iniciativa, inspirada en el Congreso Católicos y Vida Pública de la Universidad San Pablo CEU-Madrid de España. En fidelidad a lo recibido, el encuentro se desarrolla anualmente en diferentes regiones del país, promoviendo tanto la reflexión sobre la dimensión social y evangelizadora del cristianismo como el compromiso en la vida pública desde los valores del Evangelio.

 

Exposiciones destacadas

Entre los invitados a participar en el XIV Congreso de Católicos y Vida Pública, destacó Antonio Olivié, director ejecutivo de ‘Rome Reports’, reconocida agencia de noticias que trata de forma atractiva y profesional temas sobre el Papa y el Vaticano, y quien dictó la conferencia “¿Qué podemos aprender de la comunicación del Papa Francisco?”.

Olivié señaló que “este Papa nos da una muy buena oportunidad para hablar y marcar una agenda positiva de la iglesia; es un Papa que está haciendo muchos gestos distintos tanto de caridad como de acercarse a los demás. Esto es comunicación pura, porque la comunicación es actuar”, explicó el periodista.

Por otro lado, también estuvo presente Javier Peralta, Director Ejecutivo de la Comisión Nacional de la Visita del Papa 2018, quien fue parte de la mesa redonda “Jóvenes: Mantener la conexión con Cristo y el mundo con contraseña del Padre Hurtado”. En la ocasión, Peralta comentó que “el Papa incomodó, cuestionó y desafió con su discurso y de esto debemos aprender. Parte de nuestro desafío fue el incorporar a los jóvenes en la visita y la estrategia digital, y teníamos que confiar en una mirada nueva en lo que ellos estaban haciendo. Los jóvenes respondieron de forma espectacular con su llegada y él se los llevó en el corazón”, dijo.

Junto a él participaron también en esta mesa Karla Muñoz, joven católica comprometida con el servicio público; Cristián Poblete, estudiante de Santo Tomás Concepción, quien entregó un fuerte testimonio de superación personal desde su situación de ceguera adquirida; Ignacio Pozo, líder católico y concejal de Antofagasta, y Nicolás Salinas, director del área de participación ciudadana de Creo Antofagasta.

Además cabe mencionar la participación de los invitados de la Pastoral de Cárceles Femeninas –Paola Ramírez, beneficiaria de la Fundación Mujer Levántate, Hermana Lourdes López, y el Padre Luis Roblero, capellán nacional de la Pastoral de Cárceles– quienes compartieron su mirada sobre la mujer en la sociedad actual, especialmente a partir de una de las frases del Papa Francisco durante su visita a la cárcel de mujeres de San Joaquín: “La dignidad genera dignidad”, y de su vocación especial de gestora de vida.

Junto con este testimonio, se completó esta mirada desde la familia y la educación, representadas por Carmen Domínguez, directora del Centro UC de la Familia, Pilar Peñafiel y María José Calvimontes, encargadas de la convocatoria, motivación, comunicación y formación de los 20.000 voluntarios de la visita del Papa a Chile, y finalmente Wilma Montecinos, directora del colegio Corazón de María de Antofagasta, que vive e invita a cultivar los propios talentos.

Asimismo, hay que resaltar la presencia del director del Congreso Católicos y Vida Pública de España, Rafael Ortega, quien dio a conocer la realización de este evento en la Universidad San Pablo Ceu de Madrid desde hace 17 años, y que también estuvo presente en la mesa redonda: “Pueblos originarios y migrantes: Invitados a ser parte del milagro para otros” en Antofagasta. En esta misma mesa participaron también Rubén Nahuelpán, buzo mariscador que participó en el almuerzo con el Papa en Temuco, el padre Juan Carlos Cortez, párroco de la Iglesia San Saturnino, fundador de la Fundación FRE y principal promotor de la integración de grupos haitianos en nuestro país y capellán de dos sedes de Santo Tomás, quien comentaba que “nuestra misión parte por acoger y dignificar, y la acogida parte por humanizar”. Dieron su testimonio también Leandro Cortés, jefe regional del Servicio Jesuita a Migrantes en Antofagasta y Howel Quimbaya, Cónsul general de Colombia en la zona norte.

La participación, numerosa y entusiasta en ambas ciudades, puso de manifiesto la necesidad de generar este tipo de encuentros entre jóvenes y adultos para conocer, fortalecerse, compartir, generar encuentro y, en definitiva, responder mejor al gran desafío de todo bautizado: vivir de acuerdo a la consigna del P. Hurtado de “¿Qué haría Cristo en mi lugar?”.

 

Papa Francisco en Chile

Después de la visita del Papa Juan Pablo II en 1987, la llegada al país del Papa Francisco marcó un hito histórico, al convertirse en el segundo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica que viene a Chile.

“La frase ‘Mi paz les doy’ fue el lema que inspiró la visita del Papa Francisco y que convocó a todos a mirar como a un hermano al que está a mi lado para así fortalecer el diálogo y ser ‘artesanos de la paz’, permitiendo avanzar a una convivencia social armónica fundada en una paz verdadera”, asegura Esther Gómez.

Asimismo, sobre esta visita, que fue el tema central del XIV Congreso de Católicos y Vida Pública, la Directora Nacional de Formación e Identidad UST, explicó que “los mensajes del Santo Padre han generado espacios para el encuentro personal y comunitario con Cristo en las distintas parroquias, comunidades, familias, colegios, movimientos apostólicos y comunidades religiosas. Ese anhelo del encuentro con Cristo y con la comunidad que despertó el Papa Francisco y que nos renueva y lanza a la misión, fue lo que quisimos renovar en nuestro Congreso”.

 

Universidad Santo Tomás

 

 

12/06/2018-10:24
Antonio Rivero

P. Antonio Rivero: "El Reino de Dios es como una planta"

 

DOMINGO 11 DEL TIEMPO ORDINARIO

Ciclo B

Textos: Ez 17, 22-24; 2 Co 5, 6-10; Mc 4, 26-34

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: El Reino de Dios es como una planta.

Síntesis del mensaje: Este Reino como planta comienza primero como sencilla semilla el día de nuestro bautismo. Viene el tallo débil. Con el agua y el sol de la gracia y de los sacramentos, esa planta crece y se convierte en árbol con hojas, flor y fruto. Y nos da sombra y nos alimenta.

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, ese Reino de Dios comenzó humilde con doce hombres débiles. Jesús plantó esa semilla en el interior de esos hombres pescadores. Fue regando esa semilla con el agua de su Palabra y con el abono y nutriente de su sangre. Y ese Reino iba creciendo en la mente, en el corazón y en la voluntad de los apóstoles. ¡En tres años de vida pública cuánto cambio en esos pobres y sencillos hombres! Su mente hecha sólo de categorías humanas —pesca, impuestos, ambiciones, fanatismos- fue abriéndose a la dimensión transcendente: pesca de hombres, impuestos compartidos, ambiciones convertidas en espíritu de servicio, y fanatismos, en apertura y respeto por todos. Su corazón que estaba circunscrito al grupo de sus familiares y amigos fue dilatándose y abriendo a otras culturas a las que también estaba destinada esa semilla del Reino de Cristo. Y cada uno de los apóstoles fue a evangelizar por estos pueblos de Dios con una voluntad de hierro. En el año 150 pudo decir Tertuliano: "Somos de ayer y llenamos el mundo". Y el huracán llamado Saulo de Tarso que viajó por Asia, Grecia, Roma...fundando comunidades eclesiales y llevando el polen de esa planta del Reino, aunque esto le supusiera hambres, cárcel, torturas, naufragios y peligros sin fin.

En segundo lugar, ese Reino de Dios fue creciendo y extendiendo sus ramas allá donde le permitían, llegando a lugares insospechados donde había imperios imponentes con árboles añosos y culturas bimilenarias, pero donde faltaba la savia divina y evangélica. Y así ese primer grupo de pescadores fue expandiéndose por el mundo, formando la Iglesia. Iglesia que es el fruto de la muerte de Cristo, regada con su agua, vivificada con su sangre; agua y sangre que brotaron de su costado abierto. Los apóstoles, después de Pentecostés salieron y extendieron sus ramos, haciéndose árbol frondoso, donde muchos de sus frutos fueron comidos por las fieras, otros pisoteados, burlados; y algunos fueron saboreados por almas hambrientas de paz, amor, justicia y felicidad. Y después de los apóstoles muchos misioneros, dejando sus patrias y familias, se embarcaban a mundos desconocidos, con el único imperativo interior de llevar la semilla de ese Reino de Cristo: el Nuevo Mundo de América, Asia, África y Oceanía. No fue fácil la expansión de esa semilla, de siglo en siglo. En algunas épocas fue sofocada por la moral decadente, por el poder arbitrario de los Estados absolutistas, por las herejías que trataban de mezclar la buena semilla con cizaña, por apostasías que clamaban al cielo, por filosofías ateas, por ideologías de cuño marxista, liberal, hedonista y materialista; por grandes tempestades y huracanes que querían destruir esa semilla, y, lógicamente, apenas había espacio para germinar.

Finalmente, ese Reino de Dios quiere también crecer en cada uno de nosotros, interiormente. Para ello tenemos que dejar abierta nuestra mente para que entre y puedan cuajar los criterios evangélicos. Para ello tenemos que abrir el corazón para que esa semilla se cuele y purifique nuestros afectos limpiándolos y elevándolos con la caridad de Cristo. Para ello tenemos que permitir que la semilla del evangelio encuentre un hueco en nuestra voluntad y provoque la revolución de la conversión del pecado a la gracia.

Para reflexionar: ¿Cómo están las raíces de mi árbol cristiano, fuertes porque están alimentadas por la Palabra y la Eucaristía? ¿cómo está el tronco: firme o a punto de caer ante el primer vendaval? ¿Y las hojas: verdes o secas o ya podridas? ¿Estoy dando frutos sabrosos de virtudes? ¿Comparto esos frutos en mi familia, en mi trabajo, en mi parroquia, entre mis amigos? ¿Cuántos "pájaros vienen a cobijarse a la sombra de mi árbol'?

Para rezar: Señor, sigue regando y abonando con tu gracia el árbol del Reino que ha crecido en mi interior para que llegue a la madurez y dé frutos de vida eterna. Y dame fuerzas y coraje y osadía para llevar el polen de mi buen ejemplo y de mi palabra convencida y sincera a fin de que llegue a todas las extremidades de la tierra y queden fecundadas con la semilla de tu Evangelio.

 

 

12/06/2018-17:05
Isabel Orellana Vilches

San Antonio de Padua, 13 de junio

«Arca del Testamento. Doctor de la Iglesia, un gran taumaturgo que ya en vida realizó numerosos milagros. Luchó contra las herejías, estuvo al lado de Francisco de Asís. Fue un excelso predicador. Continúa despertando gran devoción»

Es uno de los santos más estimados y desde el siglo XIII constante objeto de estudio. Nació en Lisboa, Portugal, a finales del siglo XII, quizá en torno a 1191. Sus padres eran mercaderes y tenían una buena posición. Es posible que Martim de Bulhóes, su progenitor, estuviese al servicio del rey. Él y su esposa, Teresa Taveira, dieron al pequeño Fernando, que fue el nombre de pila del santo, una educación acorde con su clase social. En la pubertad atravesó un periodo de dudas y crisis en el que no faltaron las tentaciones propias de la edad y contra las que entabló una lucha sin cuartel. De una de esas íntimas batallas queda constancia en la catedral de Lisboa ya que, perturbado por una de ellas, mientras ascendía al coro, trazó en la pared la señal de la cruz dejando perenne huella en la piedra que cedió bajo la presión de sus dedos.

Desdeñando las vanidades y placeres del mundo, ingresó con los canónigos regulares de Lisboa. Pero la oración y el recogimiento eran frecuentemente alterados por las inoportunas visitas de familiares y amigos que rompían la paz del cenobio. Buscando sosiego, en 1212 se trasladó al monasterio de Santa Cruz en Coimbra. Su memoria prodigiosa y la intensidad de su dedicación pronto hicieron de él un gran conocedor de las Sagradas Escrituras. En 1220 se sintió llamado al martirio conmovido por las reliquias de cinco franciscanos que trajo de Marruecos el rey de Portugal. Eso determinó su ingreso con los frailes menores de San Antonio de Olivares, con intención de partir a tierras moriscas, como hizo junto a otro hermano a finales de ese año. Hallándose en el norte de África una hidropesía truncó repentinamente sus sueños y determinó regresar a Lisboa. Entonces se desencadenó una violenta tempestad y el barco encalló cerca de la siciliana Mesina.

Repuesto de la enfermedad, en la primavera de 1221 participó en el capítulo «de las esteras». Allí conoció a san Francisco y adoptó plenamente la sencillez y pobreza evangélicas. Creció en este espíritu junto a fray Graciano, y en el estío de ese año le acompañó a Monte Paolo. Su predicación en Forli fue todo un descubrimiento. Sus magníficas dotes oratorias, alimentadas con la oración y penitencia, calaron en las gentes y no pasaron desapercibidas en su entorno. De hecho, fray Graciano le encomendó esta misión. Era un consumado maestro y predicador; exponía el evangelio con agudeza e ingenio. Además, poseía una envidiable cultura científica, teológica y filosófica.

En 1223, cuando Francisco disolvió la casa abierta en esta ciudad, temiendo que los frailes pudieran centrarse en el estudio en detrimento de la vida de piedad, determinó que Antonio fuese maestro de teología, y le indicó que impartiese esta disciplina en Bolonia. Desde 1224 evangelizó distintas regiones de Francia y del norte de Italia, combatiendo sectas y herejías de albigenses y cátaros, como hizo en Rímini.Predicó en Padua, Verona, Roma, etc. Multitudes se convertían arrebatadas por su fervor y ardor apostólico; eran incontables los que se abrazaban al carisma franciscano. Versado en la teología de Dionisio Areopagita, enseñó esta materia en varias ciudades galas. Toulose y Montpellier constataron su celo, ciencia y virtud. En ésta ciudad un novicio le robó el Salterio. Se cuenta que el diablo al pasar el río le amenazó diciéndole: «Vuélvete a tu Orden y devuelve al siervo de Dios, fray Antonio, el Salterio; si no, te arrojaré al río, donde te ahogarás con tu pecado». El novicio, arrepentido, lo devolvió y confesó su culpa.

En 1227 Antonio asistió al capítulo general de Asís. Lo designaron ministro provincial en la Emilia-Romaña y gozó de completa libertad para la predicación a la que se dedicó junto a la enseñanza y a la confesión. En 1228 Gregorio IX, que le oyó predicar en San Juan de Letrán, le encomendó la redacción de los Sermones Dominicales et festivi. Este pontífice lo denominó «arca del Testamento». En 1230 participó en el capítulo general de Roma, y el papa contó con su acertado juicio para abordar la interpretación de la regla franciscana. Ese año escribió en Padua los Sermones de las solemnidades que habían sido objeto de su predicación.

Desde niño fue singularmente devoto de María. El don de milagros que había formado parte de su infancia le acompañó siempre. Un día era un afligido penitente incapaz de confesar sus culpas que llevaba escritas y que iban desapareciendo del papel mientras el santo las leía. Otro dejaba atónitos a todos, en particular a la madre cuyo hijo había caído en el interior de una caldera de agua hirviendo mientras le escuchaba con fervor, y le veían salir de ella sin haber sufrido mal alguno. O eran testigos de los bancos de peces multicolores que asomaban su cabeza en la orilla del mar, y de las inmensas bandadas de aves arremolinadas en torno a él, unos y otras con el objeto de oírle, ejemplo para los incrédulos que daban la espalda a la palabra divina. Quienes le seguían observaban asombrados su dominio de los elementos atmosféricos, la restitución de un pie amputado, la resurrección de un difunto, etc. En suma, un rosario interminable de portentosos prodigios inmortalizados por la iconografía. Fue agraciado también con los dones de éxtasis, visiones, bilocación, profecía...

El 13 de junio de 1231 en Camposampiero al ver llegada su hora pidió que lo llevaran a La Cella, un barrio de Padua, donde los frailes tenían un convento y atendían a las Damas Pobres. Y allí murió ese día con fama de santidad. Los frutos espirituales de la fecunda e infatigable labor de este santo taumaturgo prosiguieron después de su tránsito. Gregorio IX lo canonizó el 30 de mayo de 1232, prácticamente un año después de su muerte. Pío XII lo proclamó doctor de la Iglesia el 16 de enero de 1946, confiriéndole el título de «Doctor Evangélico». Tuvo en cuenta su capacidad para infundir en los fieles la convicción de que la respuesta a todas las necesidades y dificultades se halla en el evangelio.