Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

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Nº 572

25 de abr. 2018

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: PSEUDOTERAPIAS Y PSEUDOCIENCIAS

 

1. Inhabilitan a un médico de Barcelona por aplicar la Nueva Medicina Germánica.

2. El Gobierno español, reacio a actuar con firmeza ante la difusión de pseudoterapias.

3. Un estudio demuestra que a mayor nivel cultural, más confianza en pseudoterapias.

4. “La pseudociencia se combate gracias a ciudadanos que se mueven y lo denuncian”.

5. El uso de la homeopatía desciende en España.

6. Homeopatía: ¿timo o medicina?

7. El reiki y el ayurveda “ni siquiera son pseudociencias”, según un biólogo.

8. España: el Ayuntamiento de Murcia suspende unas jornadas de promoción de pseudoterapias.

9. El fraude de la Nueva Medicina Germánica contra el cáncer.

10. Piden en el Senado de España combatir las pseudoterapias.

 

 

1. Inhabilitan a un médico de Barcelona por aplicar la Nueva Medicina Germánica.

FUENTE: Levante-EMV

 

 

La Junta de Gobierno del Col.legi de Metges de Barcelona (Colegio de Médicos, COMB) ha acordado sancionar a un colegiado con cinco años de inhabilitación para el ejercicio de la profesión médica por haber divulgado y puesto en práctica procedimientos sin evidencia científica con pacientes oncológicos, en concreto el 'método Hamer', según informaba hace unos días Levante-EMV.

También ha hecho un requerimiento explícito al colegiado, que tiene consulta en las provincias de Barcelona y Castellón, para que “no vuelva a practicar ni a difundir en un futuro procedimientos no validados y sin evidencia científica”, ha informado el COMB en un comunicado. Según el colegio, el 'método Hamer' supone un riesgo para los pacientes por su falta de fundamento científico, y ha asegurado que de forma explícita “anima a los pacientes con cáncer a apartarse de tratamientos eficaces y validados por la comunidad científica”, lo que contraviene las normas deontológicas y de buena praxis.

El expediente que ha resuelto la junta del COMB se inició a raíz de un escrito que el propio médico sancionado dirigió al colegio en junio de 2017, poco después de su aparición en un reportaje sobre pseudoterapias que una cadena estatal emitió en mayo. El contenido de ese escrito, en el que el médico defendía la eficacia de la aplicación del método Hamer, y el visionado posterior del reportaje fueron considerados por parte de la junta motivos suficientes para abrir un expediente de forma inmediata.

En 1995 el mismo colegiado fue objeto de otra inhabilitación del COMB por hechos prácticamente idénticos –aplicar las teorías del método Hamer– por un periodo de dos años, y la resolución fue ratificada judicialmente por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC).

El COMB ha remarcado que en el ámbito de las terapias alternativas ha mantenido una “actitud muy firme” en la defensa del ejercicio de la medicina adecuado a las buenas prácticas y actuar como garante de la protección de la salud de los ciudadanos, como demuestra la apertura de diversos expedientes en los últimos años y la publicación del documento 'El malalt amb càncer'. Ha alertado a los ciudadanos del riesgo que suponen para la salud las “pseudoterapias” sin evidencia científica demostrada cuando implican el abandono de otros tratamientos de eficacia validada.

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2. El Gobierno español, reacio a actuar con firmeza ante la difusión de pseudoterapias.

FUENTE: Con Salud

 

 

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) decidió en enero cancelar la celebración de la reunión anual de la Asociación Española de Médicos Naturistas, la cual se iba a realizar en el Real Jardín Botánico de Madrid (RJB), uno de los 122 centros dependientes del CSIC. Según este organismo, lo hacía por “rechazar las pseudociencias” y prometía revisar el procedimiento de reserva de dichos espacios. Lo cuenta Paco Cordero en el medio digital Con Salud.

Tras ello, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) registraba en el Congreso de los Diputados varias preguntas para que el Gobierno respondiera sobre las razones por las que se permitió la programación de dicho evento en una de las sedes del CSIC y para que detallara las medidas que iba a emprender “para evitar la promoción, publicidad o cualquier tipo de apoyo a las pseudoterapias o pseudociencias desde la Administración General del Estado”.

Sin embargo, en la respuesta no ha despejado muchas dudas e incluso se mantiene al margen de ello. Según apunta el Gobierno, son los directores de cada centro del CSIC los que tienen “la capacidad para ceder espacios a iniciativas privadas o públicas” y si son empresas privadas, estas “siempre deben pagar un precio por el uso de los espacios o instalaciones del CSIC”.

En el caso del Real Jardín Botánico, apuntan que este centro tiene “una serie de espacios” que se alquilan para eventos y reuniones profesionales” y que esos ingresos sirvan para mejorar su capacidad financiera. Insisten, además, en que el RJB “tiene en cuenta que la actividad sea acorde con su naturaleza de Bien de Interés Cultural, y que tales actividades sean legales y cumplan con la normativa vigente”.

Sin embargo, el Gobierno apunta en su respuesta que para el alquiler de uso de sus espacios, el RJB “no entra en aspectos que puedan considerarse de opinión, salvaguardando los principios constitucionales del artículo 14, independientemente de que la actividad pueda tratar sobre aspectos controvertidos”.

De este modo, el Ejecutivo central no ha respondido a la pregunta del PSOE relativa a si está tomando medidas para evitar que se apoyen actos de este tipo. Sin embargo, si insiste en que la colaboración del RJB en estas actividades “se limita exclusivamente a los aspectos relacionados con su producción”. Así, destacan que los organizadores no pueden hacer uso de la imagen del CSIC o del RJB. Con esta afirmación garantizan que “la realización del evento no implica un respaldo científico ni una vinculación con la imagen, fines y misión del CSIC”.

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3. Un estudio demuestra que a mayor nivel cultural, más confianza en pseudoterapias.

FUENTE: Redacción Médica

 

 

Un diagnóstico de cáncer supone una consiguiente búsqueda de información tremenda para los afectados. De cara al tratamiento, los pacientes más propensos a la llamada medicina alternativa son más felices, más jóvenes, más ricos y más cultivados. Pero también tienen otro punto en contra; tienen más del doble de riesgo de morir, según un estudio publicado por Mail Online, del que se hace eco Redacción Médica.

En concreto, los doctores Skyler Johnson y James Yu analizaron las tasas de supervivencia de pacientes con cáncer de mama, próstata e intestino y el auge de la medicina alternativa, y concluyeron que las personas con mayor educación pueden estar jugando en su propia contra al creer que son lo suficientemente inteligentes como para detectar la realidad del éxito de un aceite de serpiente en lugar de confiar en los médicos para tratarse.

Johnson vivió en sus propias carnes esta incertidumbre después de que a su mujer le diagnosticaran un linfoma mientras él estudiaba Medicina, y lo primero que hicieron fue recurrir a internet, en contra de lo que recomendaba el médico. “Había mucha desinformación allí y me resultó difícil analizarla, y pensé: si tengo cierta formación médica y buena educación, ¿cómo de difícil será para quien no la tiene? Así que me identifico totalmente con los pacientes que hacen eso después de obtener un diagnóstico de un médico que no habla tan bien su 'idioma' como debería para que los afectados no recurran a internet”, explica el ahora radiólogo.

Junto con Yu, Johnson teoriza sobre el hecho de que tener más educación aumenta las probabilidades de buscar terapias alternativas porque se presupone más competencia para elegir una buena, algo que “es una trampa”. El propio Yu utiliza el ejemplo de Steve Jobs para argumentarlo, señalando que el fundador de Apple buscó en un primer momento una terapia no médica para tratar el cáncer de páncreas que se le detectó, y más tarde recurrió al tratamiento convencional. Es precisamente ese primer paso con pseudoterapias el que supone que el cáncer crezca, algo que empeorará el pronóstico más que si desde el primer momento se llevara a cabo la terapia apropiada.

Los pacientes analizados por estos dos médicos que recurrieron a medicina alternativa tuvieron más del doble de posibilidades de morir dentro de los cinco años siguientes a su diagnóstico que aquellos que recibieron tratamientos convencionales. En concreto, 5,68 veces más probabilidades. Además, encontraron relación con el nivel de educación –a mayor formación, más opciones de recurrir a terapias alternativas–, quizás porque “tienen la educación suficiente para pensar que pueden tener más criterio que sus médicos”, señala Johnson. La misma relación se produce en cuanto a los ingresos, puesto que a mayores salarios, más opciones de pagar de su bolsillo ciertos tratamientos alternativos que no cubre el seguro.

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4. “La pseudociencia se combate gracias a ciudadanos que se mueven y lo denuncian”.

FUENTE: Con Salud

 

 

La pseudociencia supone un peligro para la salud pública y en respuesta a dicha amenaza, en los últimos años, profesionales sanitarios y afectados por terapias alternativas se han unido para formar la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP). Su objetivo es luchar contra este tipo de pseudoterapias sin base científica y exigir a las autoridades sanitarias y el resto de agentes implicados en el abordaje del problema que actúen para combatirlas. En Con Salud han entrevistado a la presidenta de la APETP, la doctora en biomedicina Elena Campos-Sánchez. Firma la entrevista Andrés Lijarcio.

- ¿Existen hoy en día más casos relacionados con la pseudociencia o considera que se denuncian más que antes?

- Comienzan a denunciarse este tipo de eventos, ya sea desde APETP, que tiene una trayectoria de un par de años y medio, desde finales de 2015, o por parte de otras asociaciones. Ahora hay muchísimas más noticias al respecto, son muchos más los medios que de alguna manera han elaborado reportajes e informaciones sobre falsas terapias, de hecho lo tenemos en televisión, en radio, en prensa escrita, en medios más especializados en el área sanitaria como puede ser el vuestro por ejemplo, pero también en otros tan dispares como pueden ser notariales y judiciales. Sí que es cierto que ha habido una gran acogida por parte del público, quizás porque ya era necesario que reclamasen la atención sobre este tipo de estafas, que es lo que son.

- ¿Cómo surgió la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP)?

- APETP lo integran personas de muy diferente índole y especialidades. La asociación la funda Julián Rodríguez Jiménez, que era el padre de Mario Rodríguez, un chico de 21 años que enfermó de leucemia, comenzó el tratamiento, tenía sus reticencias y entró en contacto con un curandero sin ningún tipo de formación sanitaria. Acabó instándole a que dejara la medicación, el chico decidió no seguir adelante con la quimioterapia, recayó y cuando volvió al hospital ya era demasiado tarde y no se pudo hacer nada por él.

Tras la muerte de Mario su padre fue a pedir cuentas al naturópata que lo “trató”, denunció el caso y allí se enteró de que el establecimiento al que acudía no era sanitario, no estaba habilitado como tal y que el naturópata no tenía ningún tipo de formación sanitaria reconocida en nuestro país. Ofrecía productos como si fueran un tratamiento alternativo.

La última sentencia (favorable al curandero) que tenemos recoge que si es que Mario no era lo suficientemente inteligente para saber qué le convenía y qué no, que era mayor de edad, que elegía libremente y que el naturópata tenía formación en naturopatía por una universidad de Ecuador. Todo esto pone sobre la mesa la desinformación que hay también a nivel judicial; por otra parte deja en entredicho lo que se considera libre elección por parte de un paciente.

No se puede considerar libre elección cuando realmente el paciente no es consciente de las consecuencias que esa elección va a tener sobre su salud. El consentimiento debe ser correctamente informado. Después de todo esto, el padre de Mario decidió fundar la asociación porque se dio cuenta del desamparo legal en el que se encuentran potencialmente las víctimas, la desinformación que hay y de que no se hace absolutamente nada.

- ¿Cuál es la legislación española actual para proteger al paciente de la pseudociencia?

- La legislación que existe al respecto ya es bastante contundente sobre quiénes son en España las personas que pueden realizar actividades sanitarias, es decir, todas aquellas que tengan que ver con la salud para su mantenimiento, mejora o recuperación; y también deja muy claro en qué sitios, en qué locales y de qué manera se pueden llevar a cabo, ofertar y ofrecer este tipo de actividades sanitarias.

Esa legislación data de 2003. Por otra parte, desde 1996 existe en España la ley de publicidad para actividades, productos y servicios con finalidad sanitaria. En esa ley, se deja también muy claro que no se puede hacer publicidad engañosa, no se puede generar falsas expectativas. No se puede utilizar, por ejemplo, el término natural para hacer parecer un producto más sano… Todo esto ya está claro y definido.

Por otra parte tenemos también el Código Penal, en el que se definen aquellos casos de intrusismo profesional. También tenemos los códigos deontológicos de los Colegios profesionales sanitarios. El médico tiene que ejercer de acuerdo al estado de la técnica basado en premisas científicas contrastadas, y por supuesto sin generar falsas expectativas en el paciente.

- ¿No es suficiente para evitar, entre otros asuntos, los eventos sobre pseudociencia?

- Por una parte, además de que queda claro que hace falta una campaña de concienciación de cara a la ciudadanía para alertarla y que no puedan acusar al paciente de que actúa libremente, las Administraciones, sean las sanitarias, las de consumo, me da igual, son las que tienen las competencias constitucionales de salvaguardar la salud de sus ciudadanos, con lo cual son los primeros que deberían estar vigilando y evitando eventos que vayan contra ciencia. Por ejemplo, un ayuntamiento no se puede permitir este tipo de eventos, porque está legitimando a estos charlatanes.

- ¿El movimiento antivacunas es uno de los que está haciendo más daño?

- El movimiento antivacunación ha hecho que el número de casos de sarampión se incremente en un 400 % en Europa con 35 muertes en el último año. Y esto por no haber hecho las campañas de información y concienciación a tiempo, y por otra parte, por no haber actuado contundentemente contra aquella gente que sin ningún tipo de formación científica están vertiendo argumentos completamente opuestos al conocimiento.

- ¿Cómo valora la situación en España, ven mejoría en el nivel de concienciación de la sociedad o todavía queda mucho por hacer?

- Si le hacemos caso a las estadísticas y reduciendo únicamente al aspecto de la homeopatía, sí es que es cierto que los casos en España y también a nivel internacional parece que han descendido. Podríamos estar contentos en ese aspecto. Ahora, en lo que no estamos contentos en absoluto es en que hace ya más de un año que no nos reunimos con los portavoces de sanidad de diferentes partidos políticos en el Congreso, que han mantenido a su vez reuniones con diferentes consejerías de Sanidad y portavoces políticos a nivel autonómico. No se ha hecho nada en la práctica.

Gracias a los medios de comunicación y a la movilización ciudadana se están visibilizando las víctimas de pseudoterapias y los casos de intrusismo profesional. Aun así, no estamos contentos en absoluto porque en la práctica no se ha hecho nada. Los eventos sobre pseudociencia se combaten y paran gracias a ciudadanos que se mueven y lo denuncian. Por vergüenza los Colegios y las autoridades actúan, pero son muy pocos lo que lo han hecho de forma contundente.

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5. El uso de la homeopatía desciende en España.

FUENTE: El Mundo

 

 

La compran en la farmacia, la prueban y cada vez son menos los que repiten. Es la única explicación posible para la evolución del consumo de homeopatía en España si se dan por buenas las cifras que hasta ahora ofrecía el sector y se contraponen con los resultados del último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que dedica parte de su estudio a “salud y terapias”. Si en 2011 algo más de 10 millones de españoles la utilizaban de forma ocasional o habitual, el número de usuarios no llegó a los dos millones el año pasado. ¿Desengaño? ¿O es que las cifras reales nunca fueron tan altas? Lo cuenta Hugo Garrido en el diario El Mundo.

La homeopatía, descalificada desde un punto de vista científico por no haber sido capaz de demostrar su eficacia terapéutica, oferta una serie de preparados (llamados diluciones) por los que de forma general sus principios activos (cepas madre) se diluyen o trituran de forma repetida en agua, sacarosa, lactosa o alcohol hasta su práctica desaparición. Esa ausencia material del principio activo es una de las principales críticas junto a la incapacidad de explicar el funcionamiento de las diluciones a partir del conocimiento científico hasta ahora validado.

Cerca de 15.000 farmacias que la venden, 10.000 médicos que la prescriben, 15 millones de españoles que la han tomado en alguna ocasión y un 82 % de usuarios “satisfechos o muy satisfechos”. Son mantras que desde hace años se repiten en el sector para defender y promover el uso de los preparados homeopáticos en España. La Asamblea Nacional de Homeopatía (ANH), entidad que agrupa a las asociaciones homeopáticas más importantes del país, todavía esgrime estas cifras en respuesta a las consultas de El Mundo.

Palabra de Boiron

La inmensa mayoría de las cifras difundidas desde hace 7 años por el sector provienen de dos únicos estudios, ambos encargados y financiados por la multinacional francesa Boiron, líder en Europa. ¿Los resultados? Un panorama muy optimista para quienes viven de ello. Al margen del conflicto de intereses, los documentos parten de un grave error: la muestra no es representativa de la sociedad española, un requisito básico que invalida cualquier investigación basada en encuestas.

En el primero, realizado en 2011, el 75 % de los entrevistados tenía entre 18 y 39 años, mientras que solo el 48 % de la población española de entre 18 y 65 años (universo del estudio) se encontraba en ese grupo, 27 puntos de diferencia que desvirtúan por completo el trabajo [Ver corrección sobre versión anterior del texto al final del reportaje]. El segundo estudio, de 2014, tampoco respeta las proporciones. Mientras que los mayores de 50 años suponen el 42 % del censo, en esa franja solo se encontraba el 26 % de los encuestados.

Con esos mimbres, laboratorios, farmacéuticos y médicos han construido un relato según el cual un tercio de los españoles ha consumido homeopatía en alguna ocasión y el 27 % lo hizo “de forma ocasional o habitual” en 2011, tasa que descendía al 18,3 % en 2014 y que el barómetro del CIS, ajeno a los intereses de la industria, ha rebajado hasta el 5 % para 2017. La variación entre los dos últimos números es de más de un 70 %, y deja de nuevo en entredicho la fiabilidad de los informes sectoriales. Puestos en contacto con la división española de Boiron, la empresa no ha atendido a este diario.

“Hay mucho timo, mucho engaño”

En su último barómetro, el CIS preguntaba a los encuestados por veinte “tratamientos o prácticas relacionadas con la salud”. Si habían oído hablar de cada una de ellas o si sabían, más o menos, en qué consistían, fueron algunas de las cuestiones planteadas. Así, un 66,5 % conoce la existencia de la homeopatía, “aunque sólo sea porque le suena el nombre”, y un 51 % sabe en qué consiste. El análisis del estudio permite esbozar un perfil del consumidor de estos productos: hay más mujeres que hombres, predominan los individuos con estudios universitarios o de formación profesional y su uso es mayor entre quienes se consideran de izquierdas. Ahí está el caso de quienes afirman haber votado a Unidos Podemos en las últimas elecciones generales, con un porcentaje de consumo superior al de la media española.

Cuando se ahonda en las causas por las que se rechaza cualquiera de estas prácticas sin evidencia terapéutica, el 39% de la población dice no tener interés o necesidad y un 32 % asegura que “no sirven para nada” o consideran que “hay mucho timo, mucho engaño”. ¿Y qué hay de los resultados? Preguntados por el nivel de satisfacción con cada uno de los tratamientos o terapias usados en el último año, los usuarios de medicamentos homeopáticos los calificaban con un 6,86 en una escala del 0 al 10. Obtiene la puntuación más baja de todo el estudio, en el que se evalúa el uso de diversos tratamientos sin evidencia científica como la acupuntura, la musicoterapia, la sanación espiritual, las terapias florales o los imanes.

Hay otro estudio, también del CIS, que abunda en la escasa penetración de los gránulos homeopáticos y que cuestiona el retrato idílico de los profesionales. Realizado en 2016, se centró en la percepción social del dolor. Solo el 2,6 % (equivalente a un millón de personas) mencionó la homeopatía como alguno de los “métodos, remedios o tratamientos” usados para tratar el dolor en su sentido más amplio (físico, psíquico e incluso emocional).

Los resultados económicos de los tres laboratorios que dominan el mercado nacional van en la misma dirección y desdicen el mensaje del crecimiento de la homeopatía. En los cuatro últimos años, la facturación de Boiron España ha caído casi un 30 %, según los datos del Registro Mercantil. Mientras que los ingresos eran superiores a 25 millones de euros en 2014, la cuantía no llegó a 18 millones en el último ejercicio, tal y como reflejan las cuentas consolidadas del grupo presentadas hace pocos días. Desde 2014, las filiales españolas de Boiron y de las alemanas Heel y DHU pasaron de facturar 51 millones de euros a 43 millones en 2016, último año con datos disponibles para las tres compañías.

10.000 médicos de origen apócrifo

De dónde sale el dato de los 10.000 médicos que la prescriben es algo que ni siquiera los profesionales tienen muy claro. La ANH remite a un artículo de Alberto Sacristán, presidente de la Sociedad Española de Medicina Homeopática (SEMH). Preguntado por su fuente, Sacristán señala al Libro Blanco de la Homeopatía, documento elaborado por la Cátedra de Homeopatía, que es como llamó Boiron a un grupo de trabajo que la farmacéutica financió dentro de la Universidad de Zaragoza, hasta el año 2014.

Publicado en 2013, la lectura del libro solo permite concluir que la cifra de los cerca de 10.000 médicos es de origen apócrifo. Ninguna de las dos referencias recogidas en el texto es válida. La primera alude a una noticia donde la única fuente es la propia Asamblea Nacional de Homeopatía; la segunda, a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), del Ministerio de Sanidad, organismo que no recaba información al respecto.

Más homeopatía que farmacias

¿Y las 15.000 farmacias? El Libro Blanco lo atribuye a un dossier de la propia Boiron, que ya daba esa cantidad para el año 2008. Cómo lo calculan es otro misterio. Desde el Consejo General de Farmacéuticos, que agrupa todos los colegios oficiales de España, facilitan la cifra que sí pueden cuantificar, la del total de establecimientos, con independencia de qué tipo de medicamentos suministren: 21.937 a cierre de 2016. “Al ser productos fuera del Sistema Nacional de Salud es imposible que podamos tener ni siquiera una estimación. No tenemos datos”, responde Teodomiro Hidalgo, vocal de Oficina de Farmacia del Consejo, al pedirle información sobre las farmacias que dispensan homeopatía.

César Valera es el vocal de plantas medicinales del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid y preside la Asociación Española de Farmacéuticos Homeópatas (AEFHOM), muy activa en la defensa de estos tratamientos. El propio Valera ha dado en público diferentes números, alguno incluso superior al de farmacias existentes en España. Ahora fija una horquilla de 15.000-17.000 establecimientos “que habitualmente trabajan, tienen stock o una zona dedicada a medicamentos homeopáticos” ¿Su fuente? “Los datos de suministros de los laboratorios del sector”.

La homeopatía como posverdad

Si un estudio no es favorable, no hay problema en tergiversarlo para hacer proselitismo de la causa. La última proclama de las entidades adheridas a la ANH es que “el 52,7 % de los españoles confía en la homeopatía”, dato que atribuyen a la Encuesta de percepción social de la ciencia, publicada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), adscrita al Ministerio de Economía, el año pasado.

Para medir “el grado de alfabetización científica” de los participantes, la FECYT lee una serie de afirmaciones a cada encuestado para que valore si se identifica “mucho, bastante, algo, poco o muy poco” con cada una de las frases. Así, “los productos homeopáticos son efectivos” es una más de las expresiones que componen el test de conocimientos científicos, en el que se incluyen otras como “confío en los curanderos”, “creo en los fenómenos paranormales” y “sucede lo que pronostican los horóscopos”.

El resultado fue de un 26 % de respuestas que se identificaban mucho o bastante con la referencia a la homeopatía y un 26,7% que afirmó que “algo”, una suma que devuelve ese 52,7%. De este modo, un estudio en el que los tratamientos homeopáticos son calificados de “pseudociencia” –se usan para medir el desconocimiento científico de la población– termina convertido en una evidencia forzada de que es ese el porcentaje de quienes confían en la homeopatía.

La situación legal de la homeopatía en España

La regulación de la homeopatía en España, iniciada en los años 90 y todavía incompleta, permite que los medicamentos homeopáticos –catalogados como especiales por la legislación en vigor– se comercialicen con el requisito de demostrar su calidad y seguridad durante el proceso de fabricación, pero no es obligatorio que garanticen su eficacia terapéutica mediante ensayos clínicos, como sí se exige al resto de medicamentos. Desde hace más de una década, se pueden aprobar medicamentos especiales bajo la denominación de terapéuticos, siempre que presenten las investigaciones y los ensayos clínicos pertinentes. A día de hoy, no hay ningún medicamento homeopático con esas características registrado en la Agencia Española del Medicamentos y Productos (AEMPS).

En una versión anterior de este artículo se indicaba, respecto al estudio publicado por los laboratorios Boiron España en 2011, que “el 75 % de los entrevistados tenía entre 18 y 39 años, mientras que solo el 39 % de la población española mayor de edad se encontraba en ese grupo, 36 puntos de diferencia que desvirtúan por completo el trabajo”. El universo del estudio comprende a la población de entre 18 y 65 años, y no toda la población mayor de 18 años, como se decía en el texto, por lo que el sesgo de composición de la muestra sería de 27 puntos y no los 36 indicados inicialmente. El dato recalculado no invalida la afirmación inicial de que la elección de individuos no es representativa de la sociedad española.

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6. Homeopatía: ¿timo o medicina?

FUENTE: El País Semanal

 

 

¿Medicina? Definitivamente, no. Ambas tuvieron un origen común hace tres siglos, pero hoy los métodos pseudocientíficos se acercan más a la superstición que a la curación. Así se introduce el artículo que ha publicado El País Semanal, firmado por el conocido divulgador científico J.M. Mulet.

Corren malos tiempos para la homeopatía. Hace unos meses, Australia impuso la retirada de los productos de medicina alternativa de las farmacias y Estados Unidos anunció la obligación de comercializarlos con la advertencia de que no son medicamentos. En 2015, un niño murió en Italia porque sufría otitis y se le trató con los métodos de esta pseudociencia. Hay lectores que pueden sorprenderse al leer estas noticias porque aparenta ser un tratamiento seguro. De hecho, hay facultativos que se anuncian como homeópatas. En Madrid existe un hospital que se rige por la filosofía de este dudoso sistema curativo. Incluso hay universidades que ofrecen másteres en esta disciplina. Y por supuesto, en muchas farmacias encontrará este rótulo en letras grandes.

La realidad es que la homeopatía es a la medicina lo que la astrología a la astronomía o la alquimia a la química. Todas tuvieron un origen común hace tiempo, pero la medicina es una ciencia y la homeopatía sigue siendo una superstición. Surge de las ideas de Samuel Hahnemann. A finales del siglo XVIII ingirió una sobredosis de quinina como experimento para cuestionar los postulados del libro del médico escocés William Cullen que estaba traduciendo. Esto le produjo unos síntomas que asoció con la malaria. A partir de ahí desarrolló los postulados de que lo similar cura lo similar y que cuanto más diluido esté un principio activo es más potente. Ninguna de estas ideas era correcta. Para em­pe­zar, los síntomas de un envenenamiento por malaria no son los que él describía, por lo que posiblemente lo que sufrió fue algún tipo de alergia. Lo similar no cura lo similar.

La mejor prueba es que el dolor no es como una amapola, pero de esta planta se extraen potentes analgésicos. Tampoco algo es más potente cuanto más diluido, y lo puede comprobar cualquiera que le eche agua al whisky. Sin embargo, en su momento, la propuesta de Hahnemann podía tener sentido. En aquella época anterior a los ensayos clínicos, la medicina “oficial” utilizaba terapias agresivas y sin ninguna eficacia como lavativas, sangrados, inducir vómitos o administrar productos tóxicos como el arsénico, el mercurio y el plomo. Era más probable que el paciente se muriera por el tratamiento que por la propia enfermedad. En ese contexto, un método basado en dar agua o pastillas de azúcar, es decir, en no hacer nada, evitaba el daño que provocaba la propia medicina, y los resultados, para afecciones que podían curarse solas, eran muy satisfactorios. Por eso triunfó hace 200 años.

No obstante, en dos siglos la ciencia ha avanzado mucho. La aplicación del ensayo clínico ha conseguido logros como la vacunación o los antibióticos, además de fármacos efectivos contra muchas afecciones que en tiempos de Hahnemann eran mortales y que hoy se consideran problemas menores. ¿Y qué ha hecho la homeopatía en este tiempo? ¿Alguien conoce algún tratamiento pseudocientífico que haya desplazado a alguna medicación convencional? Ninguno. Y no será porque no se ha probado. Se han hecho cientos de experimentos para ver si tiene algún tipo de efectividad. De momento, sin éxito.

¿Y por qué se vende en farmacias? La homeopatía se beneficia de una excepción de la ley del medicamento según la cual para venderse no tiene que demostrar que es efectiva sino que es inocua, algo que no tiene problema en superar puesto que es agua y azúcar. Hace unos años se planteó una regularización, pero acabó en el limbo y ahora mismo los productos homeopáticos viven en un vacío legal. Por lo tanto, esta disciplina pseudocientífica pudo tener sentido hace 200 años, pero en la actualidad es como esas series que se alargan demasiado, una broma pesada de la medicina. Y si alguien quiere hacer un sencillo experimento sobre su efectividad, la próxima vez que vaya al dentista que pida un anestésico homeopático. A ver si siente dolor o no.

Los productos homeopáticos son prácticamente agua. En los preparados se utiliza la nomenclatura CH (centesimal hahnemanniana) para indicar las veces que se ha diluido el producto original. 1 CH implica que se ha diluido una parte de tintura en 99 de agua. 2 CH, una parte en 9999 de agua. Es decir, las disoluciones que aplican están fuera de toda lógica científica. Hay especialidades homeopáticas de 30 y 40 CH que equivalen a disolver una molécula en una esfera de agua del tamaño del sistema solar o del universo, es decir, no hay nada, solo agua. Los homeópatas argumentan que el agua retiene la memoria de lo que ha disuelto y eso explica su efectividad. El misterio es cómo consiguen que recuerde solo lo que el pseudocientífico quiere que recuerde y olvide lo demás.

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7. El reiki y el ayurveda “ni siquiera son pseudociencias”, según un biólogo.

FUENTE: 20 Minutos

 

 

“El reiki y el ayurveda no son pseudociencias. Ni siquiera son pseudociencias”. Así se titula el artículo que ha publicado recientemente el diario español 20 Minutos, escrito por Javier Yanes, periodista, biólogo y doctor en Bioquímica y Biología Molecular. Ha trabajado anteriormente en el Centro Nacional de Biotecnología y ha publicado varios estudios científicos y revisiones.

Cuentan que en una ocasión al físico Wolfgang Pauli le mostraron un trabajo tan deficiente que su respuesta fue: “no es que no sea bueno, es que ni siquiera es malo”. O algo parecido. Lo cierto es que circulan distintas versiones de la historia, y en castellano la cita suele traducirse utilizando las palabras correcto/falso. Pero personalmente prefiero bueno/malo, o correcto/erróneo-equivocado, porque el matiz es fundamental: parece claro que lo expresado en aquel trabajo sí era indiscutiblemente falso; en cambio, lo que Pauli probablemente quería decir es que ni siquiera llegaba al nivel de erróneo. Que no es lo mismo. En el alemán natal de Pauli la cita aparece con la palabra “falsch”, que según el diccionario significa indistintamente “falso” e “incorrecto”/”equivocado”, pero creo que en este caso es más adecuada la versión inglesa “wrong”, que no significa “falso”, pero sí “incorrecto”/”equivocado”.

Un ejemplo: si le damos a alguien una raqueta de tenis y una pelota, y ni siquiera es capaz de acertar a dar con la primera en la segunda, puede decirse que es un pésimo jugador de tenis. Pero si deja la pelota en el suelo, agarra la raqueta por la parte ancha y trata de empujar la bola con el mango como si fuera un taco de billar, entonces ni siquiera podremos afirmar que es un mal tenista.

Cuento esto porque a menudo calificamos como pseudociencias cosas que realmente no deberían clasificarse como tales, ya que ni siquiera llegan a serlo. Hoy el término “pseudociencia” se ha extendido, y muchos, también mea culpa, lo utilizamos indiscriminadamente para referirnos a todo lo que no es científico. Sin embargo, tal vez deberíamos reservar este término exclusivamente para lo que de verdad puede calificarse como pseudociencia.

Hoy existe un término alternativo muy popular, “magufo” o “magufería”. Pero personalmente no me gusta, porque su carácter peyorativo es interpretado por muchas personas ajenas a la ciencia, y me consta, como un signo de prepotencia de la élite científica. Se convierte en un insulto, como el “hereje” del siglo XVI cuando la sociedad estaba regida por la religión. La ciencia debe ser inquisitiva, pero no inquisitorial; debe ser inclusiva y amable, debe explicar y convencer simplemente porque sus argumentos son mejores. Insultar al contrario es una buena manera de estigmatizarlo, pero no es una buena manera de lograr abrirle los ojos, ya que probablemente reaccionará cerrándolos aún más. La letra con sangre no entra.

Pero ¿qué es pseudociencia? Aunque la palabra se emplea desde hace siglos, fue el filósofo de la ciencia Karl Popper quien a mediados del siglo XX puso orden en el método científico, convirtiéndolo en lo que hoy entendemos como tal. Según Popper, la ciencia no demuestra, sino que falsa (del verbo falsar, recogido por la RAE). Es decir, que algo es científico no cuando se demuestra irrefutablemente que es cierto, un horizonte al que nunca se llega, sino cuando puede demostrarse que es falso, se demuestre o no.

Por supuesto, la teoría de Popper también ha sido criticada, ya que algunos consideran la falsación como un ideal impracticable que haría imposible el progreso real de la ciencia. En la práctica, los científicos tienden a aplicar un popperismo de baja graduación, tratando para sus adentros de demostrar sus hipótesis, pero sabiendo que formalmente solo pueden corroborarlas hasta un cierto grado y que por tanto pueden ser falsadas en el futuro; más bien un cóctel de falsacionismo de Popper y positivismo clásico.

Pero así como los criterios de Popper y otros permiten distinguir lo que es ciencia de lo que no lo es, esto no implica que todas las no-ciencias sean pseudociencias. Para que algo pueda calificarse como pseudociencia, debe presentarse con pretensiones de ciencia, utilizando principios, sistemas y leyes similares a los de la ciencia. Una pseudociencia debe parecer en principio que podría ser ciencia, y si no logra desprenderse del prefijo es porque no consigue sobrevivir a esa especie de selección natural que impone el método científico.

Dos ejemplos son la homeopatía y la osteopatía. Ambas fueron inventadas cuando aún no se conocían las causas por las que enfermamos, ni por qué ciertos compuestos o procedimientos tienen propiedades curativas. Médicos como Samuel Hahnemann, inventor de la homeopatía en 1796, o Andrew Taylor Still, de la osteopatía en 1874, propusieron nuevas teorías sobre el origen de las dolencias y el funcionamiento de los remedios.

Lo que hizo el progreso de la ciencia fue mostrar que la enfermedad y su curación obedecen a causas muy distintas de las que proponían Hahnemann y Still, y que por tanto sus ideas estaban muy lejos de los mecanismos reales de la naturaleza. Pero hoy los defensores de ambas pseudociencias se aferran a un argumento inválido, que la ciencia no las ha refutado, cuando ellos saben, o deberían saber, que precisamente son no-ciencias porque son irrefutables: es imposible demostrar que el agua no tiene memoria (homeopatía), tanto como es imposible demostrar que la manipulación de un músculo no se transmite de alguna forma al cerebro o al intestino (osteopatía).

El propio Popper puso la astrología y el psicoanálisis como ejemplos de pseudociencias. Y además de la homeopatía y la osteopatía, en esta categoría también se han incluido el test de Rorschach de las manchas de tinta, la frenología que pretendía relacionar la personalidad con la forma del cráneo, la fisiognomía que hacía lo mismo con los rasgos de la cara, la grafología, el polígrafo o detector de mentiras, la llamada ciencia creacionista y el diseño inteligente, el lysenkoísmo soviético que se presentaba como alternativa a la genética y el darwinismo, ciertas interpretaciones de la comunicación no verbal como la sinergología, la criptozoología o incluso las bolas para la lavadora sin detergente.

Incluso hay quienes califican la astrobiología como algo próximo a la pseudociencia, ya que aún no se ha descubierto el objeto de su estudio –los alienígenas–, sin que al mismo tiempo sea posible refutar su existencia. Para otros, astrobiología es simplemente un oxímoron.

Todo esto viene a propósito de un cartel que vi hace unos días anunciando un gimnasio. Me llamó la atención que hoy en estos establecimientos lo mismo te enseñan a pelear o a hacer ejercicio sin romperte los huesos, o a bailar salsa, que te ayudan a equilibrarte física y espiritualmente mediante la meditación mindfulness, o te curan enfermedades mediante la imposición de manos del reiki. Los gimnasios se han convertido en templos de la salvación física, mental y espiritual donde anything goes; todo vale en esa amalgama de ciencia (del deporte) y pseudociencias.

Y sin embargo, se me ocurrió pensar entonces que llamar pseudociencia a cosas como el reiki, el feng shui, el ayurveda o la medicina tradicional china en realidad es un insulto a las pseudociencias. Las pseudociencias han tenido que trabajar muy duro para ganarse el prefijo; han tenido que presentarse como teorías con aspecto científico, e incluso en la mayoría de los casos han hecho el esfuerzo de intentar probarse.

En cambio, todo aquello que se basa en el qi, el karma o los chakras, en la influencia de presuntas energías cósmicas indetectables, inmensurables, iparametrizables e irrelacionables con cualquier magnitud física, y que resultan alteradas por la colocación de los muebles, o que fluyen por ciertos canales invisibles y pueden administrarse a través de las manos o de sustancias o adminículos, son no-ciencias, pero no son pseudociencias. Al designarlas como tales podemos transmitir la impresión de que solo un prefijo las separa de las ciencias, pero en realidad son casos de la cita de Pauli: “not even wrong”; ni siquiera son erróneas.

Sus proponentes no pretenden en absoluto disfrazarlas de ciencias ni presentarlas como tales, y en algunos casos incluso se sitúan abiertamente en posturas anticiencia, acogiéndose en su lugar a la experiencia propia y a la tradición milenaria (aunque el reiki lo convalida con menos de un siglo). Y negando los argumentos de que lo primero es fácilmente explicable como placebo, y de que lo segundo olvida que precisamente sus prácticas acumulan milenios de fracaso en la eliminación de enfermedades y en el aumento de la esperanza de vida de la población.

En el fondo, el reiki o el ayurveda son las versiones orientales de nuestro milagro, el mal de ojo, el castigo de Dios, el embrujo, la maldición, la posesión demoníaca, la buenaventura y la ramita de romero [Aquí puede verse el racionalismo ateo del autor, NdE]. Son simplemente magia, pensamiento mágico precientífico, obra de humanos en busca de explicaciones pero que ni en sus sueños más locos llegaban aún al conocimiento de un Hahnemann o un Still. Así que quizá deberíamos hacer el pequeño esfuerzo de llamar pseudociencias solo a las que realmente lo son. Incluso las pseudociencias merecen un respeto.

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8. España: el Ayuntamiento de Murcia suspende unas jornadas de promoción de pseudoterapias.

FUENTE: La Verdad

 

 

La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) exigió al Ayuntamiento de Murcia que suspendiera la celebración, en el edificio Moneo, de las II Jornadas Crecer en Éxito, previstas para el 27 de abril. El acto estaba organizado por una entidad denominada Desarrollo Personal Global, que en su página web plantea diversos tratamientos sin el más mínimo respaldo científico. Lo contaba el pasado 3 de abril Javier Pérez Parra en el diario La Verdad.

Desde un “método de integración cuántica” para lograr el embarazo en situaciones de infertilidad a técnicas de 'coach emocional' para “autogestionarnos y conseguir las metas más importantes que tengamos en nuestra vida”. Esas técnicas, bautizadas como 'método Mytgar', permitirían en su “segundo nivel” tratar “bloqueos producidos bien por energías de alta vibración, es decir, seres de otras dimensiones superiores, o razas superiores; o bien energías de baja vibración producidas por egrégores, envidias, magia negra, trabajos energéticos por envidias, mal de ojo, fantasmas, presencias, desencarnados, posesiones”. La página web donde aparecían todas estas afirmaciones permanece desactivada desde que La Verdad adelantó esta información.

Prácticas de riesgo

La APETP denuncia que las organizaciones y ponentes de las jornadas defienden tratamientos considerados “de riesgo” por la Organización Médica Colegial (OMC), ya que los pacientes pueden abandonar la medicación y terapias científicamente contrastadas para ponerse en manos de estas pseudoteorías. Desarrollo Personal Global llega a asegurar en su web que la “impotencia y tristeza produce un 95 % de nuestras enfermedades”. Estas afirmaciones, propias de la teoría de la bioneuroemoción, han sido calificadas de sectarias por la OMC.

En concreto, en las jornadas tenía previsto intervenir Maite Garrigós, que se presenta como profesora, naturópata y 'coach', y que está vinculada a Desarrollo Personal Global. También ofrecerían ponencias Vicent Guillem, químico e “investigador”, y Juan José Vicente, “biólogo y naturópata”. La Verdad se ha puesto en contacto tanto con Desarrollo Personal Global como con Maite Garrigós, pero no han querido hacer declaraciones.

Para la APETP, que las jornadas se fueran a celebrar en el Ayuntamiento constituye un hecho “muy grave”, porque supone “legitimar un mensaje que conlleva un riesgo sanitario”. Por eso, la asociación exigió que se anulara la cesión de los espacios públicos de inmediato. La solicitud de APETP, lanzada el 3 de abril a través de las redes sociales, fue secundada enseguida por otras organizaciones que luchan contra las pseudoterapias.

Revisión del acto

Desde el Ayuntamiento de Murcia, el concejal de Salud, Felipe Coello, aclaró desde un primer momento que las jornadas ni habían sido organizadas ni contaban con la colaboración de ninguna concejalía ni departamento municipal. “Se ha pedido la sala y, al estar vacía, se ha cedido el espacio desde Protocolo”, señala el edil. El contenido del acto, subrayaba, no es compartido por la institución y se revisaría su programación.

El edificio Moneo ya acogió el año pasado un congreso de Naturopatía en el que se expusieron las teorías de Desarrollo Personal Global sobre el “desbloqueo emocional”. También se han celebrado conferencias en la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y en el Colegio de Enfermería de Alicante.

Suspensión de las jornadas

El Ayuntamiento de Murcia anuló finalmente la cesión del auditorio del edificio Moneo a las organizaciones que tenían previsto celebrar, el próximo día 27, las II Jornadas Crecer en Éxito. La decisión se toma después de que tanto el Colegio de Médicos como el de Psicólogos hayan solicitado la suspensión del evento tras las denuncias de la Asociación para Proteger al Enfermo de las Terapias Pseudocientíficas (APETP) y de la Asociación de Divulgación Científica de la Región. También la Asociación de Usuarios de la Sanidad y concejales del PSOE, Ahora Murcia y Cambiemos Murcia habían exigido que el Ayuntamiento no cediese el Moneo para estas jornadas.

Las II Jornadas Crecer en Éxito estaban organizadas por la asociación Desarrollo Personal Global, cuya presidenta, Maite Garrigós, ofrece «servicios terapéuticos» como 'coach emocional' y naturópata, según consta en la publicidad que ofrece en internet. También tenía prevista su asistencia Vicent Guillem, conocido defensor de la relación entre el las emociones y la enfermedad y a quien la APETP señala como seguidor de la bioneuroemoción, de carácter sectario según la Organización Médica Colegial (OMC).

Reacciones de médicos y psicólogos

En un comunicado, el Colegio de Médicos rechaza «la celebración de este tipo de conferencias que, bajo títulos generalistas, promueven la práctica de terapias carentes de base científica». El Colegio «ha investigado el contenido de la charla y los perfiles profesionales de las personas que participan en ella, encontrando indicios suficientes que denotan un peligro y un riesgo de desinformación que puede afectar a la salud de la población». Igualmente, la institución «confirma que no hay médicos colegiados entre las personas que parecen participar en dicho acto», y advierte de que «la salud de los ciudadanos debe ser protegida, sin fisuras, ante las prácticas de pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias».

Por todo ello, el Colegio «se adhiere al posicionamiento de la Organización Médica Colegial sobre las pseudociencias». El código deontológico de la profesión médica indica que «no son éticas las prácticas inspiradas en el charlatanismo, las carentes de base científica y que prometen a los enfermos la curación, los procedimientos ilusorios o insuficientemente probados que se proponen como eficaces, la simulación de tratamientos médicos o intervenciones quirúrgicas y el uso de productos de composición no conocida».

También el Colegio de Psicólogos se pronunció sobre la polémica, mostrando su «oposición» a la programación en el edificio Moneo de las II Jornadas Crecer en Éxito. La institución colegial «se opone frontalmente a la utilización de métodos no validados científicamente para las intervenciones en enfermedades o patologías psicológicas o dificultades emocionales, así como a labores dirigidas a cualquier tipo de mejora personal, emocional o relacional por métodos no contrastados mediante investigaciones rigurosas». Tanto en sus páginas web como en vídeos colgados en 'youtube', Garrigós relaciona enfermedades como el cáncer con «el bloqueo emocional», y propone un denominado 'método Mytgar' para eliminar «bloqueos internos y externos».

El Colegio de Psicólogos advierte de que cuenta con un grupo de trabajo sobre intrusismo que analizará este caso, y denuncia «las ofertas realizadas por personas, que sin la requerida cualificación profesional, prometen con sus 'terapias' curaciones o logros milagrosos». La institución pide a los ciudadanos que «acudan a un psicólogo colegiado para consultar todas aquellas cuestiones que estén relacionadas con su salud emocional y la de los suyos».

Los curanderos hablan de calumnias

El químico Vicent Guillem, uno de los ponentes de las jornadas que iban a celebrarse en el Moneo, niega ser seguidor de la bioneuroemoción. «No estoy en contra ni de la ciencia, ni de la Medicina, ni le he dicho a nadie nunca que abandone un tratamiento médico, ni que deje de acudir a los hospitales o a los centros de salud cuando esté enfermo», asegura. Guillem se presenta como «investigador en genética del cáncer, con experiencia contrastada y demostrada» y acusa a APETP de «difamar y calumniar».

Médicos y psicólogos se unieron a las dos asociaciones científicas que exigieron al Ayuntamiento de Murcia que anule la cesión del auditorio del edificio Moneo para estas jornadas. La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) denunció que «la organizadora principal ofrece 'tratamientos' que podrían clasificarse dentro del ámbito competencial de la Psicología y/o la Medicina, cuando ni está colegiada como médico ni como psicóloga». Tanto Maite Garrigós como Vicent Guillem, otro de los ponentes, «son seguidores y prodigadores» del movimiento pseudosanitario sobre el origen emocional de la enfermedad, catalogado como de alto riesgo –sectario– por la Organización Médica Colegial (OMC), denuncia APETP.

La asociación advirtió al Ayuntamiento de que «quizás habría que recordarles su responsabilidad para con los ciudadanos, recogida en la Constitución». En concreto, el derecho de los ciudadanos a una información veraz y la «tutela de la salud pública». Por su parte, la Asociación de Divulgación Científica de la Región subrayó, en un comunicado, que «aunque el Ayuntamiento no organice las jornadas ni sea responsable de su contenido, el hecho de que ceda sus instalaciones puede entenderse como un apoyo tácito».

Reacciones políticas

A través de la red social 'Twitter', la portavoz de Ahora Murcia en el Ayuntamiento, Alicia Morales, señaló que «el Ayuntamiento debería escuchar la voz de los expertos y actuar de forma responsable», porque «con la salud no se juega». Por su parte, la concejal del PSOE Begoña García Retegui tachó de «inaceptable la posición del equipo de Gobierno», que hasta hace unas horas mantenía la programación del acto pese a las críticas. «La pseudociencia no es ciencia», subrayó la edil.

También Cambiemos Murcia criticó que el Ayuntamiento autorizase la celebración de las jornadas en un espacio público pese a que en el programa constaba la participación de Enric Corbera, un conocido defensor de la bioneuroemoción con un expediente abierto en el Colegio de Psicólogos de Barcelona. En sus intervenciones públicas, y según recogen El Mundo y El Español, Corbera abogaba por tratar el cáncer mediante el control de las emociones. En 2014, una paciente de este psicólogo ofreció su testimonio en un congreso. Pese a su supuesta curación de varias metástasis, terminó falleciendo varios meses después. Finalmente, Corbera no estará en las jornadas, pero sí otros ponentes que también defienden las bases de la bioneuroemoción.

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9. El fraude de la Nueva Medicina Germánica contra el cáncer.

FUENTE: ABC

 

 

El Colegio de Médicos de Barcelona ha inhabilitado a uno de sus colegiados por tratar el cáncer con una pseudoterapia (véase la primera noticia de este boletín InfoRIES). Según explica Esther Armora en el diario español ABC, no es el único seguidor de un método peligroso que aleja a los enfermos de tratamientos con aval científico.

Prometen curar el cáncer y otras enfermedades graves trabajando las emociones, comunicándose con los ángeles, escuchando melodías, bebiendo los propios orines, con sesiones de magia o con suero extraído de la sangre de las anguilas. La mayoría de estas terapias sin fundamento científico –hay miles en activo– niegan el origen biológico de la enfermedad y suponen un riesgo para quienes las practican ya que hacen que muchos pacientes en estado crítico lleguen tarde al tratamiento o no lo reciban.

Parte de este universo paralelo al científico de pseudoterapias parte, en sus orígenes, de lo que se conoce como método Hamer o Nueva Medicina Germánica (NMG), una corriente que impulsó su creador, Ryke Geerd Hamer, un médico alemán que fue inhabilitado y condenado en varios países por conducir a la muerte a muchos de sus pacientes.

Está solo en la mente

Hamer creó escuela. Abrió una supuesta nueva vía para plantar cara al cáncer y otras enfermedades graves, alejada de la realidad científica, que parte de la idea de que la enfermedad no existe y solo está en la mente del paciente. Uno de sus discípulos es el médico catalán Vicente Herrera, inhabilitado por segunda vez hace unos días (véase la primera noticia de este boletín InfoRIES). Pero no es el único. A partir de la Nueva Medicina Germánica surgieron nuevas corrientes con la misma filosofía, entre ellas la Bioneuroemoción, que defiende que el origen de la enfermedad está un conflicto emocional y basta con resolverlo para que la persona sane.

El gran promotor de la Bioneuroemoción en nuestro país es el naturópata y psicólogo catalán Enric Corbera. Dirige un instituto en Rubí (Barcelona) desde el que promueve sus teorías y con el que factura cuatro millones de euros al año. Desde allí ha impulsado varios másters y cursos sobre la materia vinculados a universidades de Latinoamérica, pese a que el Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña y la Organización Médica Colegial (OMC) ha censurado sus prácticas.

Maribel Candelas creyó en Corbera. Siguió sus indicaciones y murió dos años y medio después. Diagnosticada de cáncer de hígado tras superar uno de mama, no quería volver a pasar por la quimioterapia y se puso en sus manos. El naturópata exhibió a Maribel en conferencias como la muestra de que sus teorías funcionaban. Tras su muerte, las grabaciones en las que aparecía con la paciente en charlas y conferencias fueron eliminadas de la red.

Ante la proliferación de estos tratamientos alternativos, la Asociación para proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas y la OMC elaboraron, respectivamente, un listado de terapias pseudocientíficas que se ofertan actualmente. Ambas entidades advierten desde sus respectivas plataformas de los riesgos que conllevan estas prácticas. También el ministerio realizó en 2011 un listado de técnicas no convencionales.

En todas las clasificaciones aparecen desde las terapias alternativas más conocidas como la acupuntura, el shiatsu, la risoterapia, la reflexología podal, etc.. hasta las más extravagantes como la angeloterapia, que basa la curación a través de las conversaciones con los ángeles; el péndulo hebreo, que utiliza la energía de un péndulo como poder terapéutico o el MMS o Suplemento Mineral Milagroso, una solución similar a la lejía industrial, que contiene hipoclorito de sodio. Respecto a esta última, utilizada actualmente por varias corrientes psicoterapéuticas, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios la prohibió por su elevada toxicidad.

Adiós a la quimioterapia

Desde la OMC entienden las pseudoterapias como «una propuesta de cura de enfermedades, alivio de síntomas o mejora de salud, basada en criterios sin el respaldo de la evidencia disponible». Desde la APETP son más contundentes: «no se puede hablar de terapias porque no han demostrado su eficacia clínica, por eso nos referimos a ellas como falsas terapias», afirma Elena Campos-Sánchez, presidenta de la asociación, quien recuerda que «existen tantas pseudoterapias como creatividad de los que las impulsan» y advierte de los riesgos que suponen algunas de ellas para la salud.

Campos sabe de lo que habla. Pese a sus 30 años, esta científica que investiga en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa –antes estudiaba los mecanismos moleculares que hay tras algunos tumores y ahora centra sus trabajos en el campo de la inmunología viral–, lleva años batallando para que la Administración tome cartas en este asunto y se eviten nuevas muertes. Por eso, ha movido pieza en varios ámbitos, también en el político, para que se acabe definitivamente con la pseudociencia en el ámbito sanitario.

Aislamiento familiar

«Muchas de estas falsas terapias implican abandonar el tratamiento convencional y aislar a los enfermos de sus familias para que estos sean más vulnerables, y eso pone en riesgo sus vidas», precisa Campos. Añade que, al margen de suponer un peligro de muerte para los que se someten a ellas, «también representan un daño económico y moral, porque no solo no proporcionan las curaciones ni beneficios que prometen, por los que el enfermo paga, sino que también perjudican moral, psicológica y económicamente al paciente, a su entorno familiar e incluso a la sociedad en su conjunto».

Según ha podido saber ABC, el doctor Vicente Herrera, que utiliza el método Hamer, cobra hasta 150 euros por consulta. En el caso de Enric Corbera, la Bioneuroemoción le reporta beneficios millonarios. Su instituto Enric Cornera Institute cerró 2016 con casi 4 millones de euros facturados. En 2015 fueron casi 3 millones.

Inacción administrativa

Sánchez-Campos denuncia, en declaraciones a ABC, la «inacción» de las autoridades sanitarias con respecto a estas prácticas, que ya han costado la vida a varios pacientes. «Hay leyes sanitarias que protegen al paciente de estas falsas terapias, aunque no se cumplen», apunta la presidenta de la APETP. «Según la Ley 44/2003 de Profesiones Sanitarias solo los profesionales sanitarios colegiados y apoyados en evidencia científica y estado de la técnica pueden ofrecer y ejercer actividades sanitarias», recuerda Elena Campos. Alude, asimismo, al Real Decreto 1277/2003 de Establecimientos sanitarios que apunta que «solo se pueden ofrecer y desarrollar actividades sanitarias en locales que cuenten con la habilitación legal pertinente».

«De hecho, –añade la experta– para aplicar y publicitar terapias convencionales se requiere el reconocimiento de Unidad Asistencial U101, que exige que sea un médico –colegiado– el responsable y reconoce a pocas terapias no convencionales como tales (medicina naturista, homeopatía y estimulación con agujas). El resto deben haber aplicarse bajo criterios de eficacia y seguridad».

«Los pacientes son víctimas»

La responsable de la APEPT reclama también que se trate a los afectados como víctimas. «Son personas vulnerables, que están condicionadas por eso desconocen el alcance de sus decisiones», aclara. «Gran parte de las pseudoterapias se basan en la inmersión del paciente en un entorno relajante, donde disfrutan de una atención dedicada. Estas falsas terapias les ofrecen algo que, por falta de recursos, la sanidad pública no les puede dar en estos momentos. Ellos buscan que les arropen emocionalmente y allí encuentran ese apoyo», dice la experta.

A la madre de I.V. (prefiere solo dar las iniciales para preservar el anonimato de su familia) le diagnosticaron un cáncer de mama en 2013. En contra del criterio de su familia, la mujer decidió acudir a la medicina alternativa y, tras rastrear por internet, topó con los postulados del doctor Hamer y con Vicente Herrera, el médico inhabilitado. La convencieron de que el cáncer no existe, que es fruto de un conflicto emocional.

- ¿Qué tipo de cáncer sufre tu madre? y ¿por qué decidió abandonar el tratamiento convencional?

- Mi madre tiene 58 años y sufre cáncer de mama. Se lo diagnosticaron en mayo de 2013. Mi abuelo (su padre) estaba muy enfermo y ella se dedicaba exclusivamente a cuidarlo. Ella ha sido siempre muy espiritual y seguidora de terapias alternativas.

- ¿Por qué pseudoterapia optó?

- La filosofía de la Medicina Germánica es que detrás de un cáncer hay un trauma psicológico o una situación de inestabilidad. Mi madre empezó a buscar en internet y encontró lo que buscaba. El método Hamer le daba la razón. Debido a la situación con su padre y su pareja, de la que se separó, había desarrollado un cáncer.

- ¿Qué dijo el médico que la trataba?

- Cuando se enteró, intentó convencerla de que se operara el tumor, pero mi madre, después de leer artículos en internet sobre Hamer y entrar en contacto con Vicente Herrera, quien le recomendó concentrarse en su estado mental en vez del cáncer, para que éste desapareciera solo, decidió que si el tumor no crecía no se operaría. La siguiente vez que fuimos al médico, el tumor estaba igual, y esa fue la última vez que la vio un médico convencional. Recuerdo que también se puso en contacto con Maria Teresa Hilari, que le decía que debía beber agua de mar o hasta su propia orina para curar al cuerpo.

- ¿Le pidieron aislarse de la familia?

- Justo después de saber que tenía cáncer, mis padres se separaron, mi abuelo se murió y mi madre pasó una época bastante dura. En unos de los muchos emails que se envió con varios seguidores del método Hamer, vi que había hablado con una tal Lourdes Jovani, que le recomendaba aislarse de la familia si no estaban de su lado con sus decisiones. Pero mi madre tenía muy claro que eso no lo haría.

- ¿Cómo lo estáis viviendo los familiares?

- Al principio fue muy duro saber que salir de esto estaba tan al alcance y ella decidió coger un camino mucho más dudoso. Luchamos para que cambiara su opinión pero mi madre encontró respaldo en otras personas a través de internet, y no nos escuchaba. Cuando pienso que se está muriendo lentamente y no puedo hacer nada, me da pánico.

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10. Piden en el Senado de España combatir las pseudoterapias.

FUENTE: Valencia Plaza

 

 

Carles Mulet, senador del partido político Compromís, ha trasladado al Senado de España una propuesta para que sea estudiada por los grupos políticos para combatir desde las instituciones a las pseudoterapias que se ofrecen a personas con problemas de salud y que pueden suponer graves problemas para ellos, por no estar respaldadas por el mundo científico. “Buscamos acabar con la versión moderna de los vendedores de brebajes mágicos que antes iban de pueblo en pueblo parlanchineando desde su carruaje o vendiendo principios que a la larga acababan siendo peligrosos para la salud de las incautas víctimas que los compraban, esperando una mejora en sus problemas y que, en ocasiones, acababan de forma fatal”, ha indicado Mulet.

La Asociación de Investigadores en eSalud (AIES) ha señalado recientemente que uno de cada tres bulos que circula por la red es de salud y ha apuntado que el 60 por ciento de los internautas buscan contenidos de salud. La Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) también ha advertido que existe un incremento en la penetración de estas pseudoterapias, cuya publicidad se extiende rápidamente por las redes sociales y el conjunto de la red sin constatación científica alguna, afectando a un colectivo tan sensible como lo son los enfermos de cáncer y sus familiares.

“Si bien es cierto que no existen cifras absolutas al respecto, no lo es menos que muchos enfermos abandonan sus tratamientos médicos y se entregan a estas prácticas sin eficacia probada, poniendo en grave riesgo su salud y la propia vida”, reza la moción que reclama acciones por parte del Ministerio de Sanidad y comunidades autónomas como campañas a distintos niveles para concienciar de los peligros de las pseudoterapias y del riesgo de abandonar los tratamientos médicos a favor de éstas.

El texto propuesto por Compromís y que espera que obtenga un amplio consenso pide además colaborar con iniciativas y asociaciones, como la organización Salud sin Bulos –iniciativa de la Asociación de Investigadores en eSalud (AIES)–, la Asociación Española Contra el Cáncer, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) o el Grupo Español de Pacientes con Cáncer, entre otros, para informar a pacientes y familiares de la verdadera naturaleza de las pseudoterapias, localizar centros en las que se practiquen y vetar, denunciar o contrarrestar la publicidad de las mismas y reclama coordinar actuaciones entre las administraciones estatal, autonómica y local para juntas, luchar contra esta problemática y los que se lucran con ellas.

Auge preocupante

“Por último pedimos que apoyen la creación de un Observatorio de los Bulos de Salud en Internet, que cuente con la colaboración de profesionales sanitarios, periodistas y pacientes que ayuden a detectar los rumores falsos sobre salud y poder contestarlos con rapidez y que se promuevan cambios normativos y acciones desde las autoridades sanitarias y cuantos estén relacionados o sean útiles para detectar bulos, acabar con las lagunas legislativas y denunciar estas pseudoterapias de forma ágil frente a la Unidad de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil, del Cuerpo Nacional de Policía o sus homólogos autonómicos”, ha indicado el senador territorial y portavoz de Compromís en el Senado.

Las pseudoterapias, también conocidas como terapias alternativas, complementarias o integrativas, son aquellas que se presentan como actos médicos sin demostración efectiva basados en evidencias sesgadas que no pueden considerarse científicas, o bien se sostienen de forma meramente dogmática. Muchas de ellas intentan competir con terapias médicas, consiguiéndolo en muchos casos y poniendo en peligro al paciente que, por desconocimiento, superstición o la propia desesperación ante una enfermedad, acuden a ellas sin conocer los riesgos de las mismas.

Resulta preocupante que este auge se dé en un momento en que, a pesar de la escasa inversión en investigación, los hallazgos y descubrimientos en la lucha contra el cáncer hayan avanzado considerablemente, abriéndose camino hacia nuevos medicamentos y tratamientos con eficacia demostrada, lo que demuestra que la falta de información por parte de pacientes y familiares y la nula sensibilidad de aquellos que hacen negocio con la vida de las personas o la ponen en peligro, debe abordarse sin dilaciones.

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.