Papa Francisco | viaje apostólico Perú

 

El Papa ya está en Perú

 

Tras saludar Chile desde Iquique, el Pontífice se embarcó en el vuelo A321 DE Latam rumbo a Perú, llegando a las 16.35 hora local

 

 

18 enero 2018, 20:51 | Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano


 

 

Los honores militares con el saludo a la guardia de honor, en la acogida a Francisco a su llegada al Aeropuerto Internacional de Lima: el Romano Pontífice tocó tierra peruana a las 16.54 hora local, tras poco más de dos horas de vuelo.

En el aeropuerto se encontraban representantes de la Iglesia Católica, entre quienes el Nuncio Apostólico, Monseñor Nicola Girasoli, el cardenal Arzobispo de Lima, el Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y el Obispo de Callao. También el Presidente de la República y consorte, junto a las autoridades políticas y civiles, y un gran grupo de fieles.

Un niño y una niña vestidos de blanco y amarillo, los colores del Estado del Vaticano, se acercaron a realizarle una ofrenda floral.

Con la alegría y la festividad que caracteriza al pueblo peruano, se realizaron danzas folclóricas para acoger al Pontífice, acompañadas por la Orquesta “Sinfonía por el Perú”.

De allí el Santo Padre se dirigió directamente a la Nunciatura Apostólica, para cenar en privado y descansar, recorriendo antes una distancia de trece kilómetros en papamóvil para el primer “baño de calor” en tierra limeña.

“Voy hacia ustedes como peregrino de la alegría del Evangelio, para compartir con todos «la paz del Señor» y «confirmarlos en una misma esperanza», decía el Papa en el Video mensaje previo a su 22º Viaje Apostólico internacional a Chile y Perú, agregando su voluntad hacerse partícipe de las alegrías, las tristezas, las dificultades del pueblo, “decirles que no están solos – añadía - que el Papa está con ustedes, que la Iglesia entera los acoge, que la Iglesia los mira”.

En Perú tres ciudades lo esperan: Lima, una tierra que vibra con la devoción popular a los grandes santos peruanos. Puerto Maldonado, la puerta de entrada meridional al pulmón del planeta, y Trujillo, donde el Papa, entre otras cosas, encontrará a los damnificados por las calamidades naturales.