Tribunas

Cuando Raimundo Panikkar pidió perdón

 

 

José Francisco Serrano Oceja

 

El diario “La Vanguardia” del pasado domingo dedicaba un página a Raimundo Panikkar Alemany, filósofo y escritor, y también, durante no poco tiempo, sacerdote y miembro del Opus Dei. Se titulaba “El día en que Panikkar pidió perdón”, y estaba basada, según dice el autor del texto, Ramón Balmes, en un estudio sobre el erudito catalán hecho por José Ignacio Sarayana. No sabemos, por lo que podemos leer, si el estudio está publicado, en qué lugar, o realizado solo para el periódico.

Lo más interesante de la pieza periodística es lo que cuenta sobre el final de la vida de Panikkar, que al fin y al cabo es una especie de mito en la cultura catalana, no sé si tanto en la del resto de España. Muestra de esa mitología sobre Panikkar es, por ejemplo, el libro entrevista, editado por san Paolo en Italia, “Raimon Pannikar. Profeta del dopodomani”.

Narra, por ejemplo, el autor del reportaje que Panikkar escribió en 2005 al prelado monseñor Javier Echevarría en los siguientes términos: “La comunión de la santos es una realidad. Me acuerdo de todos vosotros. Que Dios te bendiga y te ilumine en tu delicada tarea”. Texto de la carta que ha facilitado Sarayana.

Y también que el 15 de febrero de 2008, Raimundo Panikkar redactó una declaración pública en la que se arrepentía de haber escandalizado con su conducta. Leemos: “Quiero pedir públicamente perdón por el mal ejemplo que haya podido dar al no obedecer la ley eclesiástica del celibato… Me arrepiento sinceramente y acepto y reitero humildemente mi obediencia a la Iglesia. Deshago todos los lazos que tengo como resultado del matrimonio contraído”.

Esta declaración se entiende está en el contexto de la regularización de su situación canónica que, según se dice en el texto, buscaba desde el 20 de septiembre de 2003, cuando llegó a la diócesis de Vic monseñor Román Casanova.

El obispo de Vic, tras esta declaración, según dice “La Vanguardia”, levantó la suspensión que pesaba sobre Panikkar el 3 de abril de 2008. Panikkar murió el 26 de agosto del 2010 reconciliado con la Iglesia. El sacerdote Ferran Blasi añade una coda final en el texto del periódico: “Fue un hombre y un intelectual con sus equivocaciones y genialidades, pero fiel en sus sentimientos hacia la Iglesia”.

 

José Francisco Serrano Oceja