Francisco \ Encuentros y Eventos

Francisco, faro de esperanza para nosotros pobres

RV | 18/11/2017


 

 

Una situación imprevista terminó con la vida normal de Patricia, italiana de origen somalí, que desde hace dos años vive en la calle. Es una persona sin techo, como tantos que viven esta dramática situación en la Ciudad Eterna. El domingo, Patricia será una de los 1500 pobres que almorzarán con el Papa Francisco en el Aula Pablo VI.

Nuestro colega Alessandro Gisotti se acercó al hospedaje de la Caritas de Roma en Vía Marsala, donde Patricia junto a muchos otros es recibida y, además de un techo, ha encontrado una nueva familia. Escuchemos su historia y lo que para ella significa esta primera Jornada Mundial para los Pobres y el encuentro con el Papa Francisco.

R- Yo estuve muy, muy mal porque tuve una muerte, he vivido un luto, la pérdida de la casa. Llegó todo junto. Mi hija que se iba de una parte a la otra de Europa… Y la voluntaria de mi zona me llevó a la Caritas, sabiendo bien que yo era contraria, contraria pero de manera realmente desesperada, es decir, no quería, con todas mis fuerzas, no aceptaba una tal realidad porque para mí era absurdo, inconcebible. Se me había derrumbado todo encima y no entendía nada. Entonces, la única cosa para mí era oponerme a aquello que me sucedía. Después me di cuenta que no me quedaba otra cosa que aceptar una situación similar y  tratar de ver también lo bueno en esta situación: que había encontrado personas que me estaban ayudando. Me acuerdo cuando me desperté: vi que había sido acogida como en una familia.

P.- ¿Qué representa para usted esta Jornada para los pobres que el Papa Francisco ha querido?

R.- Yo lo veo como un Papa revolucionario. Él es auténtico, a él le importan los pobres de manera particular. Para mí es como una luz ¿no?, como un faro, pienso que lo es para muchísimas personas en el mundo. ¡Da una gran esperanza!

Y esta sensibilidad hacia los pobres…¿por qué? Porque en este mundo estamos yendo hacia la deshumanización y los pobres son aquellos más segregados, aquellos más aislados, más pisoteados, más condenados – si queremos usar este término. El pobres es así. Ya se ha vuelto un mundo tan difícil… vales mientras eres dinero, vales en base al dinero que tienes: ¡esto es algo degradante, es algo espantoso! Mientras el Papa es verdaderamente revolucionario.

P.- Esta Jornada de los Pobres el Papa la ha querido precisamente y sobre todo para llamar a los cristianos, pero en el fondo – él dice – a las personas de buena voluntad a que abran los ojos.

R.- Yo espero que las buenas personas, las personas que tienen un destello de luz, que son un poco iluminadas, tomen este ejemplo del Papa porque esto es muy importante, porque de lo contrario se va realmente hacia la decadencia. Pero por tantas cosas.

P.- En la Jornada para los pobres tendrá lugar también el almuerzo del Papa Francisco. Usted estará entre estos pobres que compartirán el almuerzo con el Santo Padre, precisamente en el momento de la familiaridad, de estar en la misma mesa para comer juntos…

R.- Primero la emoción de estar en una Misa que celebra el Papa: para mí esto ya es una gran cosa. Después si, esta familiaridad. Yo la siento pero al mismo tiempo está siempre esta parte mía que rechaza, entonces es siempre una lucha. Pero cuando luego abro esta puerta, la puerta del corazón, entonces sí. Allí.

 

(María Cecilia Mutual)